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Declararon otros dos rugbiers y negaron haberle pegado a Báez Sosa

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Báez Sosa

Lucas Pertossi y Blas Cinalli, dos de los ocho rugbiers acusados de matar a Fernando Báez Sosa en enero de 2020, declararon hoy en el juicio que se lleva en su contra en el Tribunal Oral 1 de Dolores.

El primero de ellos pidió la palabra frente y afirmó que “nunca” tuvo la “intención de quitarle la vida a nadie”, sostuvo en la última audiencia del debate, desarrollada este miércoles 18 de enero, en el tercer aniversario del crimen.

Pertossi comenzó relatando qué hicieron el 17 de enero, durante la tarde y noche previas al mortal desenlace. En ese sentido, contó que, tras un día en la playa, “fuimos a buscar documentos y plata a la casa, fuimos a Le Brique, ahí compramos entradas, y un grupo se vuelve a la casa para hacer la comida y también prepáranos”.

Una vez en la discoteca, habló de una pelea que hubo por parte de sus amigos y a algunos de ellos los sacaron, aunque él decidió salir por su cuenta.

“Croniquita” o “intento de influencer” -como dice que le dicen sus amigos-, Lucas Pertossi dijo que grabó parte de la secuencia y lo propio hizo en el exterior, a tal punto que hay un video incorporado a la causa.

Según su versión, Pertossi recreó que, el día de la pelea que derivó en la muerte de la víctima, “veo a mi izquierda a un amigo mío que lo estaban agarrando del pie y lo querían tirar al piso, les digo ‘soltalo’, veo que el chico se para y me voy caminando hacia la esquina. Cuando llego me encuentro con que no sabía dónde estaba parado, más la noche, más el alcohol, y al llegar a la esquina los pierdo”.

“Ahí llamo mensajes y mando mensajes a mis amigos. Me dicen que estaban en el mercado. Cuando voy veo que no están, los empiezo a llamar. Veo a un chico y le pregunto: ‘¿Viste a grupo de chicos?'”.

De acuerdo a su declaración, el muchacho le respondió: “‘No vi a nadie, hubo una pelea en Le Brique, llegó la ambulancia y caducó el grupo'”, explicó el acusado frente a los jueces.

“Yo mando mensajes a los chicos contando lo que me había relatado ese chico”, siguió, argumentando el por qué del famoso audio en el que le avisa a sus amigos de la muerte de Fernando Báez Sosa.

“Llegué a la casa y pregunto qué pasó y me dicen los chicos en la casa: ‘No, quedate tranquilo, nos peleamos, pero volvimos, quedate tranquilo'”, dijo Lucas Pertossi, quien aseguró que luego de ir a comer al local de comidas rápidas con otros del grupo, volvió a la casa y ahí los detuvo la Policía.

“Nadie nos decía nada, pero a la tarde viene un policía y dice: ‘Chicos, los veo muy preocupados, saben qué pasó, ustedes mataron a un pibe'”, y ahí se me cayó el mundo, no entendía qué había pasado, no lo podía creer, me pregunté si fue el chico que le habían pegado”, indicó.

“Estoy muy mal por lo que pasó y sigo mal, estuve con tratamiento psiquiátrico y psicológico, a todos nos afectó mucho, siento mucha pena por lo que pasó. En ningún momento le pegué a Fernando Báez Sosa, no lo toque, en ningún momento participé de un plan de asesinato, sólo fui de vacaciones. Nunca tuve intención de quitarle la vida a nadie”, concluyó.

“No le pegué a Báez Sosa”

Tras la declaración de Lucas Pertossi, fue el turno de su amigo Blas Cinalli, quien siguió la misma línea de desligarse del hecho.

“Yo en ningún momento le pegué a Fernando Báez Sosa, supongo que con quien tuve en el encuentro dentro del boliche, no sé, capaz fue él. En ningún momento le pegué, veo que dicen que él tenía ADN mío en la uña del dedo meñique”, expresó.

Luego del testimonio, se le pidió que con un puntero señale el video en donde estaba al momento del ataque.

Tras una breve explicación, Cinalli pidió exhibir un video donde el querellante Fernando Burlando los trató de “cobardes” y “energúmenos” y otras calificaciones a ellos y sus familias, y por eso justificó que no le iba a responder preguntas a la parte querellante.

De su lado, el fiscal Juan Manuel Dávila le preguntó si en la secuencia de lo que sucedió vio a algún chico con el torso desnudo (en referencia a Báez Sosa) y Blas dijo que “no”.

También le preguntó por su proximidad con la víctima: “Pude haber estado ahí, pero no lo recuerdo”, y también le preguntó sobre la ubicación de otros de sus amigos, también imputados, y no respondió, ya que sólo dijo iba a hacerlo respecto a su persona y nadie más.

“Salí por mi cuenta del boliche, nos quedamos discutiendo con los patovicas en la puerta, y en un momento ingresan y se van. Al lado mío empieza una pelea, veo a un amigo contra otro chico, ahí aparece un policía, veo que un amigo se iba a sentar en un sendero, nos quedamos boludeando con el celular y empiezo a escuchar gritos y veo tumulto de gente y reconozco a uno de mis amigos que estaba en un tumulto”, relató.

Y continuó: “Me paro y veo, y a un amigo mío lo estaban agarrando de la cintura para llevarlo a la parte de atrás de un auto, lo sigo a mi amigo porque pensé que lo iban a tirar, y cuando llegué al lado de él, veo que lo agarraron del pie porque lo querían tirar, lo suelta a él y me agarra a mí”, describió.

“Cuando logro zafar, le pego una patada y lo dejé ahí y seguían gritos. Del otro lado del auto, escucho gritos como que también se estaban peleando, pero voy y no veo a nadie, y regreso donde estaba, ahí veo que el chico no tenía intenciones de seguir peleando y me fui”, dijo, en referencia a las imágenes que se conocen en la causa sobre un amigo de Fernando.

“Yo en ningún momento le pegué a Fernando Báez Sosa, supongo que con quien tuve en el encuentro dentro del boliche fue él, pero no sé, capaz fue él. En ningún momento le pegué, veo que dicen que él tenía ADN mío en la uña del dedo meñique”, trato de aclarar Cinalli, ya que había dicho que en Le Brique se “agarró” con un chico.

Cinalli siguió recordando que la Policía llegó a la vivienda que alquilaban a pocas cuadras del lugar del hecho y que el mensaje que él envió a amigos suyos vía chat horas más tarde en el que les informaba “matamos a uno” fue porque vecinos del lugar decían que un chico había muerto frente a Le Brique luego de una pelea.

“¿Por qué dice que fue una pelea si a usted sólo lo agarraron del pie?”, preguntó la fiscalía, y el rugbier dijo: “Porque fue una pelea, si le pegan a un amigo suyo o me agreden, es una pelea”, respondió Cinalli.

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Condenan a madre que cepilló los dientes de su hijo de 4 años con cocaína

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Condenan a madre que cepilló los dientes de su hijo de 4 años con cocaína

El Tribunal Oral Federal de Posadas condenó a la mujer que en el 2018 reconoció que le cepilló los dientes a su hijo de 4 años, en ese entonces, con cocaína para “calmar” un dolor de muela.

Mediante un juicio abreviado, Antonia Alves De Olivera (30) recibió la pena de 4 años y 6 meses de prisión a cumplir en modalidad de arresto domiciliario. La mujer admitió su culpabilidad y fue condenada por el delito de “suministro a terceros de sustancia estupefaciente en forma gratuita en perjuicio de un menor de edad”.

Aunque por un veredicto previo contra la encartada por “tráfico de estupefacientes”, emitido por el Tribunal Oral Federal de San Martín N.º 3, las penas fueron unificadas y deberá cumplir 7 años de prisión bajo la modalidad domiciliaria.

El hecho

El 31 de mayo del 2018, en horas de la madrugada, Alves De Oliveira llegó al Centro de Atención Primaria de la Salud (CAPS) del barrio posadeño A4 junto a su hijo G. A. J. R., que en ese momento tenía 4 años de edad, porque presentaba “convulsiones” y “temblores”.

Debido al cuadro del menor, desde el CAPS ordenaron su traslado hasta el Hospital de Pediatría Fernando Barreyro y, tras practicarles análisis, los médicos confirmaron que tenía clorhidrato de cocaína en su organismo.

La investigación del hecho se activó a raíz de la denuncia de los profesionales de la salud del pediátrico posadeño.

En tanto, en su declaración indagatoria, Antonia relató que ese día “vi que mi hijo J. tenía una bolsita transparente como esas de helado en la mano de él, yo le pregunté de dónde sacó y él me dijo que encontró afuera en el portón, entonces yo le saqué la cosa que tenía en su mano y se ve que él ya se había metido en su boca porque él me decía que quería agua que le daba asco, en eso yo le llevo al baño y le empiezo a cepillar los dientes”.

La madre continuó relatando a la Justicia que luego de cepillar los dientes a su hijo “vi que estaba bien y me acosté”, pero después de un rato notó que “él movía sus piernas… y pensando que metió esa cosa en la boca lo llevo al médico del CAPS del barrio”.

Finalmente, la progenitora admitió que al médico del centro de salud “le dije que le limpié los dientes con cocaína y me volvió a preguntar y me decía ‘con cocaína'”.

Condena

Además de la declaración de la acusada, el Tribunal Oral Federal de Posadas tuvo en consideración la historia clínica del menor G.A.J.R. remitida por el hospital pediátrico, así como también la declaración testimonial de los médicos que lo atendieron esa madrugada y de los profesionales de salud de la Policía de Misiones.

En tanto, resolvió condenar a Antonia Alves De Olivera a la pena única de siete años de prisión y una multa de $135.000 tras encontrarla penalmente responsable del delito “suministro a terceros de sustancia estupefacientes en forma gratuita en perjuicio de menor de edad” en concurso real con el delito de “tráfico de estupefacientes en la modalidad de comercio y transporte, agravado por la participación de tres o más personas en forma organizada” en calidad de coautora, unificando así el veredicto emitido en 2021 por otro tribunal.

Debido a que la mujer tiene dos hijos de 10 y 11 años de edad a su cargo, el tribunal dispuso que cumpla la condena en su domicilio con monitoreo electrónico y control trimestral del Departamento de Ejecución Penal.

“Teniendo presente que la condenada nombrada tiene dos hijos menores de edad que se encuentran a su cargo y cuidado, de 10 y 11 años de edad, y que percibe por ellos la asignación universal, además que trabaja en su domicilio de manicura y peluquería los fines de semana; sumado a la situación de vulnerabilidad de los menores referida por la representante del Ministerio Pupilar interviniente en autos, y que, la situación de encierro le impedirá brindar la asistencia, atención y contención permanente a sus hijos, entiendo que la prisión domiciliaria, como medida alternativa, atiende el interés superior de los menores, por lo que incumbe otorgar dicho beneficio a la causante a los fines de que cumpla el resto de la pena unificada impuesta”, argumentó la Justicia en el fallo que este viernes fue publicado en el Centro de Información Judicial (CIJ).

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Juzgan desde el lunes a acusado de abuso e intento de femicidio en Posadas

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intento de femicidio

Desde el próximo lunes y hasta el martes 11 de noviembre, en la sala de debates del Tribunal Penal Uno de Posadas, se desarrollará el juicio oral contra Pedro Alejandro Núñez, el joven de 28 años acusado de violar e intentar asesinar obstruyéndole con cintas de embalaje las vías respiratorias a una estudiante que residía en un inquilinato sobre la avenida Lavalle.

Según la programación oficial, tanto la primera audiencia, como la última, destinada a la ronda de alegatos y dictado del veredicto, serán de carácter público con transmisión en vivo a través de los canales habilitados en Youtube.

Las demás audiencias, previstas para los días 4, 5, 6, 7, y 10 de noviembre se realizarán a puertas cerradas en virtud de tratarse de un expediente que investiga delitos contra la integridad sexual y debe preservarse la intimidad de la víctima.

Pedro Alejandro Núñez llega al banquillo de los acusados por el delito de “abuso sexual con acceso carnal y femicidio en grado de tentativa con concurso real” y contará con un abogado particular como defensa.

En la fiscalía, por su parte, ya no estará Martín Rau, que recientemente fue designado como nuevo juez del Tribunal Penal Dos de Posadas, por lo que en su lugar intervendrá la fiscal de instrucción Patricia Clerici, la misma que llevó adelante el expediente en la etapa investigación y formuló el requerimiento de elevación a juicio de la causa que posteriormente fue firmado por el juez Miguel Mattos, del Juzgado de Instrucción Siete.

Los encargados de llevar adelante el proceso serán los magistrados Viviana Cukla y Gustavo Bernie, mientras que el tercer puesto del tribunal será completado por un juez subrogante.

In fraganti

Núñez está privado de su libertad desde el 5 de diciembre de 2021, cuando en plena madrugada efectivos policiales fueron alertados de un hecho de violencia de género en un inquilinato sobre avenida Lavalle -casi Centenario- y al llegar lo detuvieron dentro del departamento de la víctima.

Según detallaron fuentes del caso que intervinieron en ese momento, el implicado fue hallado in fraganti, semidesnudo y sobre el cuerpo de una joven estudiante que tenía las manos atadas y el rostro cubierto con cintas de embalaje que le obstruían las vías respiratorias.

El cuadro fue tal que la muchacha presentaba un principio de asfixia y debió recibir maniobras de RCP de parte de los efectivos presentes, quienes luego incluso fueron reconocidos por su labor por el Ministerio de Gobierno.

La víctima también presentaba varios hematomas en el rostro, producto de diversos golpes recibidos.

La joven, de 21 años, permaneció internada en observación dos días, hasta que pudo ser dada de alta. Desde el hospital realizó la denuncia por el hecho y días después ratificó su testimonio ante la Justicia.

En esa instancia, aseguró que fue sorprendida por su agresor sexual mientras dormía y que no conocía al detenido.

Por aquel entonces, su antigua defensa planteó que los jóvenes se conocían y que el hecho se dio en el marco de un acto sexual sadomasoquista consentido.

Sin embargo, en las pericias realizadas sobre los aparatos telefónicos y computadoras incautadas en el marco de la causa no se detectaron conversaciones activas ni ningún otro tipo de contacto entre la víctima y el imputado.

Más tarde, también se supo que Núñez fue denunciado en 2019 por intentar ingresar al departamento de una joven en un inquilinato de Santo Tomé, localidad donde el muchacho estudiaba medicina.

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Caso Guirula: testimoniales desistidas y cuarto intermedio hasta el martes

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Caso guirula testimoniales

La quinta jornada del juicio para esclarecer la muerte del albañil Carlos Guirula (34) y determinar la responsabilidad de los seis policías que están imputados por el hecho se redujo a un debate entre las partes para depurar la nómina de testigos y delinear un nuevo cronograma de audiencias. 

Para hoy estaba prevista la declaración de al menos cinco testigos, quienes en su mayoría se presentaron ante el Tribunal Penal Dos y aguardaron su momento para comparecer en la sala de audiencias, pero finalmente ninguno de ellos llegó a hacerlo ya que las partes decidieron prescindir de sus testimoniales.

La decisión fue tomada en un acuerdo alcanzado entre el fiscal Vladimir Glinka y los abogados defensores de cada uno de los implicados: Mario Ramírez por la suboficial Lourdes Beatriz Tabarez; Mónica Olivera por Ricardo Rafael Escobar; Federico Tilli y Cristian Bareiro por Lucas Nahuel Saravia Allosa; Matías González por Carlos Alberto Zidorak; Mauricio Vergara por Claudio Marcelo Servián; y Javier Dos Santos por Carlos Alberto Da Silva.

La programación original del debate oral contemplaba la citación de un total de 88 testigos, de los cuales hasta el momento declararon 12. Ahora, las partes acordaron realizar una depuración de ese listado inicial, prescindir de al menos una docena de testimoniales y centrarse en las testimoniales consideradas clave para cada una de las partes.

Del proceso de selección participó el presidente del tribunal Gregorio Busse, que al finalizar la audiencia dispuso un cuarto intermedio hasta el martes a fin de redefinir el cronograma de audiencias que tiene fechas fijadas hasta el 19 de noviembre.

Previo a ello, el letrado Tilli solicitó que a su defendido se le realice un nuevo examen socioambiental para que el tribunal tenga conocimiento de sus condiciones de vida, pedido al que se plegaron los demás abogados y el tribunal dio lugar al planteo.

Escobar junto a su abogada Mónica Olivera. De fondo la oficial Tabarez.

Juicio

Los seis acusados están imputados por “tortura agravada seguida de muerte y ocultamiento de pruebas”, figura bajo la cual pueden ser condenados a prisión perpetua en caso de ser declarados responsables.

Todos llegaron a esta instancia en libertad en virtud del vencimiento de sus prisiones preventivas, aunque durante el transcurso del debate cuentan con una consigna policial para garantizar que no intenten evadir el proceso.

El juicio comenzó el 21 de octubre. Desde ese día hasta acá declararon doce testigos y tres de los imputados, quienes cruzaron incriminaciones.

Los imputados Da Silva y Zidorak apuntaron contra Tabarez y Escobar por golpes, patadas y pisotones efectuados contra Guirula, que aquella madrugada del 19 de julio de 2014 llegó muerto a la comisaría Decimotercera tras ser detenido en el motel Park de Posadas.

Sobre Escobar incluso señalaron que “iba saltando” sobre el cuerpo del albañil tendido en la cajuela del patrullero Toyota Hilux en el que se realizó el traslado hacia la seccional. El apuntado también pasó frente al tribunal y admitió haber “apoyado el pie” sobre el hombre, aunque afirmó que lo hizo “sin ejercer presión” y “por motivos de seguridad”.

Abogados defensores en pleno debate sobre la lista de testigos a priorizar.

El juicio, día a día:

Día 1: Caso Guirula: tres de los seis policías imputados pidieron declarar mañana

Día 2: Policía imputado declaró que Escobar y Tabarez patearon a Guirula en el piso

Día 3: Escobar se defendió y apuntó a Tabarez: “Le tiró patadas de punta” a Guirula

Día 4: Un forense ratificó que a Guirula le fracturaron las costillas a patadas

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