Judiciales
Caso Irma, el juicio: dos testigos vieron lesiones en las manos de Esteche
El juicio por el femicidio de Irma Ferreyra Da Rocha (47), registrado en diciembre de 2016 en Garupá, continuó hoy y dos testigos declararon haber visto -y certificado- lesiones en ambas manos del imputado Alejandro Esteche al momento de su ingreso como detenido a la comisaría interviniente.
Las declaraciones que pueden complicar el futuro de Alejandro Guillermo “Porteño” Esteche (34), único imputado en la causa, fueron brindadas por Héctor Giménez, que al momento del hecho trabajaba como personal de la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas (Saic), y Liliana Benítez, que era médica policial con funciones en la Comisaría Quinta.
A su turno, Giménez indicó que su intervención en el caso comenzó el 18 de diciembre al mediodía -más de un día después del hecho- y a continuación relató de qué forma el grupo de investigadores llegó hasta el hoy imputado.
El hombre indicó que la comisión abocada al caso se interiorizó en los pormenores del hecho y realizó un relevamiento por la zona, obteniendo testimonios que ubicaban a Esteche en la fiesta de fin de año que se desarrollaba en el predio de “La Económica” en Garupá, evento al cual Irma asistió y conoció al acusado.
“Prácticamente todos describieron características físicas y de vestimenta que eran coincidentes con lo que dijo Frutos”, señaló Giménez, haciendo referencia al testigo Lucas Frutos, ex prefecturiano que auxilió a Irma malherida y quien ubicó al imputado en la escena del hecho.
Luego, Giménez agregó que “vamos a su domicilio y lo demoramos. De ahí lo llevamos a la Comisaría Quinta porque era la jurisdicción. Ahí le hicimos una revisión médica porque nos llamó la atención la lesión que tenía en la palma derecha y en el dorso de la mano izquierda”.
En un momento, el testigo fue consultado por Edgardo Cabrera, abogado defensor de Esteche, sobre una supuesta “indagatoria” a su defendido en la seccional policial, a lo cual Giménez respondió que “eso es solo por los dichos de su defendido, yo no tengo conocimiento de que se haya hecho algún interrogatorio. No lo tenemos permitido”.

El fiscal Martín Rau y el defensor Edgardo Cabrera compartiendo escritorio durante una testimonial por videoconferencia.
El siguiente turno fue para la testigo Liliana Benítez, la doctora que ese mismo día firmó el certificado de la revisión médica practicada a Esteche tras ser detenido y alojado en la Comisaría Quinta de Garupá.
La mujer ratificó lo volcado en el documento y declaró en coincidencia con el testigo Giménez, al señalar que el detenido presentaba “escoriaciones en la palma de la mano derecha y en el dorso de la mano izquierda”.
Allí, la profesional dio precisiones y definiciones sobre las escoriaciones, mencionando que las mismas pueden ser “sangrantes o no sangrentes” y pueden originarse con “un simple rascado, con un rasguño, un golpe violento o con un objeto contundente. Todo depende del mecanismo de acción”.
Cabrera volvió a intervenir. El letrado preguntó si la lesión de Esteche podía corresponderse a una caída, a lo cual Benítez contestó que “en la foto -de la mano lesionada- se ve una lesión más puntual. Un arrastre de caída va a generar más lesiones, como las lesiones que se provocan en la rodilla con una caída”.
La discusión de las lesiones tiene un especial en interés, teniendo en cuenta que la víctima fue sufrió golpes de puño en el rostro y que luego fue ultrajada sexualmente y empalada con la rama de un árbol, lo cual le provocó severas lesiones internas que derivaron en su muerte después de 30 horas de agonía.

Esteche está detenido e imputado bajo una figura que prevé prisión perpetua. El juicio podría culminar el próximo lunes.
Más testigos
En la continuidad de la quinta audiencia del debate oral declararon otros cinco testigos, entre los cuales hubo familiares del acusado, profesionales en criminalística, bioquímicos, psicólogos y trabajadores sociales.
En esa línea, Facundo, ex cuñado de Esteche, desde Zárate y mediante una aplicación de videoconferencia, recordó que el imputado bailó unos minutos con la víctima en la fiesta de fin de año y aseguró que vio al hombre salir del lugar apenas unos minutos después que la mujer.
La psicóloga Ana María Bogado, en tanto, recordó cómo fue su encuentro con Irma en el hospital y describió que “ella refería sufrir mucho. Lloraba, gritaba, gemía de dolor. Era desgarrador estar ahí, en la habitación con ella. Era una escena terrible”.
El debate continuará mañana, a partir de las 8.30, con más testimoniales. Se prevé que la sentencia sea impartida el próxima lunes.
El juicio se desarrolla en el Tribunal Penal Uno de Posadas, integrado por los magistrados Viviana Cukla, Ángel Dejesús Cardozo y César Yaya -subrogante-. El Ministerio Público Fiscal, en tanto, está representado por Martín Rau.
Esteche está imputado por el delito de “abuso sexual gravemente ultrajante por las circunstancias de su realización, seguido de muerte”, que prevé una pena de prisión perpetua.
Judiciales
Acampe docente: condenan a Gurina y Sánchez por desobediencia y corte de calle
Para la Justicia misionera, los docentes y dirigentes sindicales Mónica Gurina y Leandro Sánchez cometieron delitos durante el acampe que interrumpió el tránsito sobre lo avenida Uruguay a mediados del año pasado durante una protesta multisectorial en reclamo de mejoras salariales.
Así lo determinó esta tarde la jueza Correccional y de Menores Uno de Posadas, Marcela Leiva, quien como presidenta del tribunal unipersonal encargado de llevar adelante el juicio oral decidió condenar a ambos trabajadores de la educación como coautores de los delitos de “desobediencia judicial y entorpecimiento del normal funcionamiento de los medios de transporte”, misma imputación con la cual llegaron a esta instancia.
Las penas impartidas fueron 10 meses de prisión en suspenso para Gurina y 8 meses de prisión en suspenso para Sánchez, quienes además deberán realizar 8 horas mensuales de tareas comunitarias dando clases en comedores infantiles.
Los fundamentos del fallo serán comunicados el 1 de diciembre, jornada para la cual el colectivo de docentes y trabajadores de la educación unidos en acompañamiento a los ahora condenados anunció un paro con posible movilización hacia el Palacio de Justicia, donde esta mañana volvieron a montar una vigilia y luego reclamaron que el veredicto busca “criminalizar la protesta”.
La defensa de los docentes, encabezada por el abogado Eduardo Paredes, junto a Roxana Rivas y María Laura Alvarenga, adelantó que una vez conocido los argumentos apelarán el fallo y de ser necesario insistirán hasta llevar el caso a la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN).

La fiscal María Laura Álvarez fue la primera en alegar y solicitó condenas para los imputados.
“No hay derecho absoluto”
El fallo se ajustó casi en su totalidad con el planteo efectuado previamente por la fiscal María Laura Álvarez, que al momento de su alegato consideró que ambos docentes habían cometido los delitos imputados en el marco de la protesta realizada el año pasado y, por ende, pidió 1 año de prisión en suspenso para Gurina y 10 meses en suspenso para Sánchez.
Álvarez argumentó que el mayor pedido contra Gurina fue porque ella “tenía un plus en la ejecución” de las acciones enmarcadas en la protesta y el acampe instalado sobre la avenida Uruguay, casi Trincheras de San José, una cuadra antes del campamento similar montado por agentes policiales frente al Comando Radioeléctrico Uno.
En su alegato, la fiscal remarcó los perjuicios económicos sufridos por unos 80 comerciantes de la avenida Uruguay, tomando como ejemplo a Gustavo Cardozo, dueño de Vicar Muebles, que como testigo declaró que sus ventas bajaron un 40% durante los días que duró la protesta.
Consideró, además, que ambos docentes incumplieron en forma “dolosa” con la orden de despeje de la calle emitida por el juez Ricardo Balor y para ello se apoyó en las declaraciones de varios agentes policiales que hoy comparecieron como testigos, entre ellos Mariela Acosta, mediadora de la fuerza provincial.
“Nadie está en contra del derecho a la protesta, pero la Corte dijo que no hay ningún derecho absoluto”, expresó Álvarez que anoche además presentó un escrito solicitando que la audiencia de hoy se restrinja al público.
En sus argumentos, expuso que el martes se sintió “coaccionada, intimidada y acosada” por el público que acompañaba a los docentes enjuiciados.
La defensa se opuso y la jueza Leiva también, que aceptó el ingreso del público, aunque reiteró las normas de comportamiento. Lo que no hubo fue transmisión oficial en vivo, como suele en la mayoría de los debates orales, salvo excepciones como casos de abuso sexual donde prevalece el derecho a la intimidad de la víctima.

Sánchez reinvidicó el derecho a protesta al dar sus últimas palabras, poco después de sufrir un cuadro de presión alta.
“Fue un hecho público y multitudinario”
En defensa de los imputados alegaron los tres letrados del equipo técnico legal, siendo Paredes y Rivas los principales oradores.
En primer término, Paredes realizó un repaso de las luchas sociales y conquistas de derechos obtenidas en el marco de protestas en las calles. A nivel nacional mencionó la protesta del campo contra la resolución 125 que lideró Alfredo De Angeli -hoy senador nacional- y en materia provincial recordó el tractorazo que derivó en la creación del Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym).
“Hubo tractores sobre la plaza, se cortó el tránsito, los empleados apenas podían ingresar a la casa de gobierno. Aún así, el gobierno reconoció que eran derechos constitucionales y no tomó ninguna medida. Así salió el Inym y el gobierno provincial nunca impulsó un proceso”, ejemplificó.
Rivas, por su parte, consideró que la causa carecía de pruebas para dar por acreditada las acusaciones. “Fue un hecho público y multitudinario. No hay pruebas de que ambos hayan ‘liderado’ la protesta. Esto era, además, multisectorial. Es imposible endilgarle un ‘poder de dirección’ en los hechos”, apuntó.
También cuestionó que “los daños económicos en los comerciantes son presumido, no está acreditado” y aseveró que “la salida acá es entender que este conflicto ya se resolvió en sede administrativa”.
En consecuencia, la defensa pidió la absolución de los acusados o, en forma subsidiaria, la aplicación del estado de necesidad justificante o del estado de necesidad disculpante.
Los planteos defensivos no prosperaron. Tras más de dos horas de deliberación, la magistrada Leiva regresó a la sala con el veredicto y por secretaría se leyó la condena para ambos docentes.

La sentencia de la jueza Marcela Leiva fue impartida poco después de las 14.
Gurina y Sánchez en juicio: “Ir al acampe fue colectivo y asambleario”
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La defensa pidió la absolución y hay cuarto intermedio hasta sentencia
Tras el pedido de absolución planteado por la defensa, los docentes y dirigentes sindicales Mónica Gurina y Leandro Sánchez hicieron uso de sus últimas palabras antes del cuarto intermedio para deliberar la sentencia por parte de la magistrada Marcela Leiva.
Sánchez, visiblemente emocionado y hasta con un cuadro de suba de presión, reinvindicó el derecho a protesta e insistió en el carácter asambleario de todas las decisiones tomadas durante la protesta del año pasado. “No tenemos liderazgos, tenemos asambleas en las plazas“, señaló.
Y afirmó: “No somos el diablo. Somos ciudadanos insurrectos, que no soportan la injusticia y no se resignan a ser maestros sin casa”.
A lo que agregó: “Si nos condenan, van a condenar la protesta social. Sentarán un precedente para el país y se llenarán las cárceles de maestros y trabajadores”
Gurina también se expresó brevemente y adhirió a las palabras de su colega.
Luego, la jueza Leiva dispuso un cuarto intermedio por tiempo indeterminado para deliberar y dictar sentencia.
Minutos antes, la fiscal María Laura Álvarez había solicitado penas de 1 años y 10 meses de prisión en suspenso para los imputados, siendo el mayor pedido contra Gurina.
La fiscalía pidió condenas contra Mónica Gurina y Leandro Sánchez
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La fiscalía pidió condenas contra Mónica Gurina y Leandro Sánchez
La fiscal María Laura Álvarez solicitó 1 año de prisión para Mónica Gurina y 10 meses de prisión para Leandro Sánchez.
El cumplimiento de la pena es en suspenso, es decir, que no implica ir a la cárcel y también contempla la realización de tareas comunitarias.
Para la fiscalía, ambos fueron coautores de los delitos de “desobediencia judicial” y “entorpecimiento del normal funcionamiento de los medios de transporte”, misma imputación bajo la cual llegaron a juicio oral.
Alvarez argumentó que el mayor pedido de pena fue para Gurina porque “tenía un plus en la ejecución” de las acciones enmarcadas en la protesta y el acampe docente desarrollado entre mayo y junio de 2024.
En su alegato, la fiscal remarcó los perjuicios económicos sufridos por los comerciantes de la avenida Uruguay y el entorpecimiento del transporte.
“Nadie está en contra del derecho a la protesta, pero la Corte dijo que no hay ningún derecho absoluto”, expresó Álvarez.
A continuación es el turno de alegar a la defensa de los docentes imputados y más tarde la jueza Marcela Leiva dictaría sentencia.
Comenzó el segundo día de juicio a Mónica Gurina y Leandro Sánchez
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