Opinión
Misiones en una nueva batalla de tercios

Por: Fernando OZ
El venidero escenario electoral en Misiones comienza a despejarse, pese a que el oficialismo aún no puso fecha para el desdoblamiento de las elecciones legislativas, primero especulando con mayo y ahora con junio, según algunas voces del Gobierno. Lo que sí parece claro es que habrá una competencia de tercios, donde el Frente Renovador quedará en medio de dos alianzas opositoras que tienen como principal estrategia la nacionalización del terreno electoral.
Convengamos que la idea no es novedosa. Un movimiento archiconocido para los cuadros más experimentados de la renovación, la mayoría de ellos retirados o en cuarteles de invierno a la espera de una nueva batalla electoral. Valerse del apoyo de actores de poder externos vinculados a coyunturas nacionales, muchas veces distantes de la realidad provincial, fue el recurso más utilizado por la oposición como método anabólico de campaña. Las legislativas suelen servir para desgastar a los oficialismos.
En el campamento del PRO están ansiosos por llegar a un “acuerdo electoral provincial” con La Libertad Avanza (LLA). El senador Martín Goerling Lara reconoció, en una reunión privada con su equipo de trabajo, que la fuerza que lidera Mauricio Macri dará libertad de acción para que cada uno de los distritos electorales pueda negociar alianzas o frentes según les convenga. Una semana después, esa dirección fue ratificada por el presidente de su bloque, el senador entrerriano Alfredo de Angeli, durante una rueda de prensa en el Congreso: “yo veo que va a haber una alianza con LLA, pero distrito por distrito”. Goerling Lara, actualmente distanciado del círculo rojo AguaVista, fue el primero en convocar la creación de “un frente opositor a la renovación”.
En esa misma sintonía se encuentra la UCR. Todo indica que el presidente del radicalismo, Martín Lousteau, concentrará todos sus esfuerzos en ser reelecto como senador por la Ciudad de Buenos Aires y dejará que los distritos manejen sus propios asuntos. Hay espacios, como los que dirigen el diputado Rodrigo de Loredo o el gobernador mendocino Alfredo Cornejo, que buscarán hacer alianzas con LLA en distintas provincias. En aquellas en los que eso fracase, hay chances de que se reedite una alianza con el PRO. Como es una elección distrital, cada radicalismo provincial correrá su suerte siguiendo una de estas dos estrategias. El diputado nacional Martín Arjol, uno de los apóstoles de los radicales con peluca, también trabaja para generar “un frente opositor a la renovación” y tiene un importante apoyo partidario.
El abogado tributarista Carlos Adrián Nuñez comenzó a recorrer la provincia armando una red de “libertarios puros”, lo hace con el mismo bajo perfil que siempre lo caracterizó. A las reuniones que fue habló poco, lo justo; en su entorno dicen que “le falta soltarse”, pero quienes lo conocen saben que está estudiando el terreno y esperando instrucciones. Nuñez, sin tilde, es una suerte de soldado táctico, deja la estrategia y la selección de candidatos a Karina Milei. En una de esas reuniones fue taxativo: “vamos a competir en cada uno de los municipios en los que se juegue una banca a concejal, esa es la directiva”. Y fue muy directo cuando agradeció a los dirigentes de otras fuerzas políticas “por sumar su apoyo a la transformación del país, pero todos tienen que saber que los candidatos son nuestros”. Como buen libertario, la acción más fuerte la llevó al terreno de las redes sociales. En X, por ejemplo, lanzó un solapado reclutamiento de candidatos: “Misiones Elige! ¿Sabías que este año, los misioneros decidimos el rumbo de nuestra provincia y del país? Se juegan 20 bancas en la Legislatura y concejales en distintos municipios. Cada voto cuenta para seguir fortaleciendo las ideas de la libertad. Sumate”. El texto fue acompañado de un video con jóvenes libertarios donde resaltan la idea de que el voto de concejales y diputados provinciales fortalecen el proyecto nacional de LLA. Con cierta sorna y malicia, un observador cercano al Hoyo Cinco del campo de golf de AguaVista observó que “no se trató de una campaña de reclutamiento, sino de una declaración de guerra”. Pongamos, declaración de enfrentamiento político.
El kirchnerismo también disputará la plaza local. La primera acción se concretará el próximo día 20 en el Instituto Patria, en el barrio porteño de Congreso, cuando un grupo de dirigentes del peronismo misionero se reúnan con Cristina Fernández de Kirchner para avanzar con la intervención del Partido Justicialista (PJ) en la provincia. El dirigente justicialista Gonzalo “Lalo” Costa de Arguibel dijo, días atrás, que la expresidenta “quiere un PJ fuerte y con capacidad de ser una alternativa política, lo cual necesariamente implica, no ser furgón de cola del gobierno de la provincia”. Luego, con tono despectivo, reflexionó: “No podemos ser furgón de cola de un frente provincial, de un provincialismo”. El objetivo es claro: que sea el PJ K “la columna vertebral y locomotora de un frente opositor y progresista en la provincia de Misiones y que sea una alternativa y una opción real de gobierno”.
En Misiones, el partido que conduce Carlos Rovira vuelve a quedar en medio de fuego cruzado. La renovación fue sistemáticamente atacada por el peronismo y el radicalismo más rancio de la provincia, con el kirchnerismo tuvo sus idas y vueltas, y con el macrismo la relación maduró con la idea de “gobernabilidad con gobernabilidad se paga”. A partir de ese momento, la relación política con los gobiernos nacionales, sin importar el signo político, cambió para siempre. Había prendido la semilla del misionerismo. La renovación fue el resultado de la suma de disidentes de un justicialismo manejado con fusta y radicales cansados de los mandatos partidarios pensados en beneficios ajenos a los de la provincia. Después se sumaron de otras fuerzas políticas, representantes sociales, artistas, deportistas, un desfile de personas con el mismo rumbo político, el que pasa por arriba de las grietas y se concentra en defender su terreno. La versión Blend, es parte de esa adaptación política acorde a los tiempos.
Sobre el mapa, hasta aquí, hay tres campamentos bien identificados: La Libertad Avanza, en la derecha; el misionerismo en el centro, y el PJ K por la izquierda. Los seducidos por la ola libertaria dicen que ellos tienen “la marca Milei” y que en las elecciones nacionales pondrán dos de las tres bancas que están en juego en la cámara baja del Congreso. Los que vienen por la izquierda dicen que la mitad del electorado está en contra del Gobierno nacional y que tienen chances de meter un diputado por la minoría “en el peor de los escenarios”. En el centro, la renovación reforzará su territorio: “La política del odio frente a la que demostró estabilidad, sin déficit fiscal ni deudas, además aportamos gobernabilidad. Los misioneros aprendimos a vivir con lo nuestro mucho antes que apareciera este gobierno, con el cual vamos a seguir colaborando. Nuestra pelea no es ideológica, cuidamos nuestra tierra, nuestro lugar, nuestros recursos naturales que son de todos los misioneros”, se despacha un funcionario misionerista con sobrada experiencia en este tipo de escenarios.
Buen momento para subir al punto más alto y observar el movimiento de los tercios en pugna para ser objetivos a la hora de votar. El electorado más importante, en estos casos, suele ser el independiente, un fenómeno que viene cobrando una importante relevancia en los estudios académicos sobre comportamiento electoral. No es un dato menor en los indicadores que maneja Santiago Caputo, asesor presidencial y figura clave en estos menesteres.
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Incursiones políticas, alianzas y traiciones en el Cantón Verde
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Opinión
Pensar desde acá, actuar hacia allá

Por: Micaela Gacek.
@MicaelaGacek
En estos días que corren la sociedad misionera ya no necesita dirigentes que se escondan cuando las cosas se complican. Necesita líderes que caminen con la cabeza alta en las buenas y en las malas. Que vuelvan a mirar a la gente a los ojos. Que se animen a reconocer errores y tengan el coraje de corregir el rumbo antes de que sea demasiado tarde.
Creo en un liberalismo misionero. No importado ni copiado. Un proyecto local, con centro en el ser humano, que se construye desde abajo hacia arriba. De acá para allá, no de allá para acá. Porque cuando las soluciones se piensan desde lejos, lo que está cerca se rompe.
Quiero un Estado suficiente. Lo justo y necesario. No para controlar la vida de las personas, sino para garantizar lo que verdaderamente importa: salud de calidad, educación de excelencia y una seguridad que proteja sin abusos. Eso no es lujo. Es dignidad básica.
Representar no es obedecer ciegamente a un gobierno nacional. Representar no es ser funcional a los intereses de turno. Representar es sostener la voz de la provincia con autonomía, con coherencia, con respeto. Y sobre todo, con independencia.
Estoy convencida de que gobernar no es repartir contratos ni acomodar parientes. Gobernar es estar. Escuchar. Caminar con la gente. Decir la verdad. No estar solo cuando hay aplausos, sino también cuando toca enfrentar momentos difíciles.
La política necesita volver a ser humana. Más cerca de la realidad. Más conectada con lo cotidiano, con lo que viven las familias, los jóvenes, los trabajadores, los que emprenden y los que sostienen.
No venimos a imponer. Venimos a proponer.
No creemos en soluciones mágicas. Pero sí en ideas claras.
No queremos representantes obedientes. Queremos representantes presentes.
Este es un camino. No el único. Pero sí el que creemos necesario.
Un camino que parte desde Misiones, con identidad bien nuestra, con respeto por nuestras raíces, por nuestros abuelos que escaparon del caos y encontraron en esta una tierra fértil donde desarrollar su proyecto de vida, y sobre todas las cosas con la convicción de que se puede hacer política de otra manera.
Una manera más humana.
(*) Candidata a diputada nacional del Frente Renovador Neo
Opinión
Una presión fiscal que ahoga: el modelo impositivo misionero está agotado

Ariel “Pepe” Pianesi
@pepepianesi
La contracción de la economía y la caída del consumo de alimentos y productos básicos vuelven a poner en agenda el abusivo sistema de tributación que sostiene la gestión renovadora en Misiones.
A la crisis de la yerba mate y la mandioca, ahora se suma el pedido de auxilio del sector forestal, que atraviesa uno de los momentos más difíciles de los últimos años. La combinación de baja demanda en el mercado interno y parálisis total del mercado externo deja a esta industria clave en una situación crítica. En un comunicado reciente, AMAYADAP —la asociación que nuclea a empresas del rubro— reclamó medidas urgentes al gobierno provincial, entre ellas, la devolución de saldos a favor en el impuesto a los Ingresos Brutos.
Este es un punto que venimos señalando desde hace mucho tiempo. A pesar de los esfuerzos de la oposición, aún no existe claridad sobre el monto total acumulado en concepto de saldos a favor, aunque se estima que equivale a más de una recaudación fiscal completa de un año. Y lo más grave: no hay señales de voluntad política para devolver esos montos, permitir su compensación o, al menos, eximir de las retenciones automáticas en cuentas bancarias.
Otro aspecto crítico es el de los anticipos impositivos. Si bien el impuesto sobre los Ingresos Brutos se cobra en todas las provincias con tasas similares, muy pocas exigen su pago adelantado. Esta práctica distorsiva afecta profundamente al sector privado: achica el comercio, encarece los productos para el consumidor final y termina desalentando la inversión, el desarrollo y la creación de empleo.
El modelo misionero llega a extremos que no se ven en otras jurisdicciones. Un ejemplo es la retención del 8% sobre rendimientos de inversiones bursátiles, como los plazos fijos. Es decir, si un ciudadano busca cubrirse de la inflación invirtiendo su dinero, la Agencia Tributaria de Misiones le cobra no una, sino dos veces: al ingresar el dinero a su cuenta, y luego sobre las ganancias obtenidas. Todo esto, a pesar de que la Comisión Arbitral ha señalado que esa retención es ilegal.
Y como si todo esto fuera poco, el sistema se completa con una verdadera aduana interna, que obstaculiza el libre comercio dentro del país, castiga a las empresas locales y expulsa inversiones hacia provincias vecinas o incluso hacia Paraguay. Son muchas las empresas que abandonaron Misiones o dejaron de operar con ella por considerar que la carga impositiva supera la rentabilidad.
Este modelo fiscal, basado en una recaudación insaciable para sostener una caja electoral inédita en el país, está agotado. Es urgente rediscutir la matriz impositiva y avanzar hacia un sistema que premie a quienes invierten, generan empleo y apuestan por el desarrollo. Misiones tiene todo para ser un polo productivo, comercial y exportador. Pero para eso, necesitamos un régimen impositivo que empuje, no que asfixie.
(*) Diputado Provincial UCR
Opinión
Entre el berrinche de la adolescencia y la madurez

Por: Fernando Oz
Cuando Fernando De la Rúa presentó su renuncia a la presidencia y se montó al helicóptero en diciembre de 2001, el desencanto social con la clase política había alcanzado a todos, sin distinciones partidarias. Todo acabó en otro desastre. Gases, piedras, represión, tiros, heridos y muertos. Los manifestantes buscaban a cuanta cámara o micrófono se les ponía por delante para gritar “que se vayan todos”.
Querían un despertar distinto, con dirigentes políticos enteramente nuevos, no contaminados. Los argentinos querían empezar desde cero, una utopía casi adolescente para un país que había retomado la senda de la democracia dieciocho años antes.
En el país siempre ha habido algún partido joven que, denunciando a la vieja política vigente, anunciaba el advenimiento de una nueva era. Lo hicieron Alem e Yrigoyen contra los conservadores en el radicalismo inicial. También los socialistas y los demócratas progresistas contra los conservadores y los radicales ya convertidos en casta. Lo hizo Perón, la Ucedé de Alsogaray, el Frepaso de Chacho Álvarez y Bordón, el ARI de Carrió, el PRO de Macri. Por diversos motivos, todos los intentos purificadores de la casta de ayer desembocaron en frustración. Y ahora es el turno de La Libertad Avanza de los hermanos Milei.
Los argentinos nos hemos caracterizado por exigir que el cambio, el ideal o lo deseado se alcance de un solo golpe. Todo de la noche a la mañana. Lamento decirlo, pero hemos sido y aún somos culturalmente golpistas. Es que somos impulsivos y el golpismo es propio de los países adolescentes.
Cuando venían Uriburu, Lonardi, Onganía o incluso Videla sobre sus tanques, miles de argentinos aplaudían. Cuando Alfonsín anunciaba que con la democracia se cura, come y educa, millones le creyeron. Cuando Menem habló de la revolución productiva, lo siguieron. ¿Cuántas ilusiones despertó la Alianza? ¿Cuántos confiaron en ese presidente poco conocido que llegaba del sur, desgarbado, con un ojo extraviado y mocasines deslustrados? ¿Y esa nueva centro derecha que inauguró Macri?
Al esperar demasiado de cada cambio, el impulsivo adolescente pasa de la ilusión a la frustración y de ella a una nueva ilusión. Pero, sin que debamos renunciar a la utopía de un mañana perfecto, los argentinos también deberíamos reconciliarnos con la modesta realidad que nos rodea. El realismo de la madurez.
Seamos honestos, ni en el país de los últimos años ni en el bendito Cantón Verde han faltado políticos nuevos. Sucede que cada tanto, como burla malvada del cosmos o de los dioses, la regeneración de dirigentes se profundiza en plazos breves, otras en años, incluso generaciones. Ha ocurrido y seguirá ocurriendo.
En esta sociedad liquida del scroll y del like fácil, el político nuevo enfrenta un problema insoluble. Si viene de fuera del sistema de la política, pronto fracasa por falta de experiencia. Si triunfa, es que supo adquirir experiencia. Pero una vez que la adquirió, ya no es un político nuevo. Es ahí donde aparece el impulso adolescente, el berrinche.
La renovación de la vida política es, por cierto, un objetivo loable, pero debe ser gradual, para darles a los nuevos la ocasión de aprender a aprovechar lo bueno y desechar lo malo de los que están, ya que la política es un arte consumado que no se domina de la noche a la mañana.
En los días y en los meses que nos esperan nuestro desafío no será sólo elegir entre los candidatos a diputados nacionales, sino también el de ver cuánta distancia podemos tomar de las intensas emociones del país. El realismo periférico, que es el que nos compete por ser un Estado de menor injerencia en el concierto nacional, necesita de la madurez. Para los intereses de Misiones un legislador nacional es lo que es para un país una representación diplomática, un defensor de una política de Estado.
Ahora, el Frente Renovador de la Concordia postulará a Oscar Herrera Ahuad como candidato a diputado nacional. Es uno de los políticos con mayor conocimiento público de la provincia y con una imagen positiva que roza el 80%. Para octubre tendrá 54 años, médico pediatra de la salud pública curtido en San Pedro, ex ministro de Salud, vicegobernador y gobernador, y actual presidente de la Legislatura provincial. Un hombre con experiencia, conocimiento del territorio, hecho en esa mística misionerista, producto inacabado de la evolución de la Renovación; de la fuerza política a una instancia de pensamiento político regional en desarrollo.
Para los libertarios de paladar negro el candidato natural es Javier Lanari, nació en Misiones hace 40 años, es periodista y se jacta de ser amigo de Milei desde hace una década, cuando lo sacaba al aire en un programa de Radio Rivadavia. Es ducho y hábil en su ámbito, los medios. No tiene experiencia legislativa ni en cargos públicos, desde diciembre de 2023 trabaja como subsecretario de Comunicación y Medios de la Nación, puesto que le ofreció su ex coequiper radial, Manuel Adorni. Es un activo defensor de las políticas de vaciamiento del Estado, pese a que dos de sus hermanos tienen importantes cargos en el Gobierno, uno en Senasa y otro en Yacyretá.
Por ahora ellos son los principales candidatos de las dos fuerzas políticas más importantes según los datos que arrojó las elecciones del 8 de junio. En el PJ misionero aún no hay nada claro, mientras algunos esperan señales desde el balcón de CFK otros prefieren salir a apoyar a Herrera Ahuad. Habrá que ver que fichas mueve Héctor Cacho Bárbaro, revitalizado diputado provincial electo y viejo aliado del kirchnerismo en la Cámara baja del Congreso. El estado del radicalismo y el PRO sigue siendo delicado, aunque con signos vitales estables.
Habrá que ver qué decisión toman las fuerzas políticas del Cantón, tal vez hayan aprendido la lección del pasado, de ayer nomás, y decidan dejar el berrinche de la adolescencia para ingresar en el mundo acotado de la madurez. Se trata, en resumen, de asumir con sencillez las reglas. De escuchar atentos, serenos, lúcidos, conscientes, las palabras del paso del tiempo que nos susurra lo mortales que somos; como el esclavo que machacaba al oído del general romano diciéndole: “recuerda que sólo eres un hombre”.
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