Nuestras Redes

Cultura

Cine por la Memoria: “Yvonne Pierron tenía culpa por haber sobrevivido”

Publicado

el

Yvonne

En el ciclo “Cine por la Memoria por la verdad y la justicia” que se llevará a cabo en el Centro Cultural Vicente Cidade, este viernes 22 de marzo, a las 18 horas, se presentará el cortometraje “La mujer en cuestión” y el largometraje “Yvonne”. El corto es una obra dirigida por Luis Imohff y China Medina, mientras que “Yvonne” (2019) es un documental que cuenta con dirección de Marina Rubino. Esta última obra trata sobre Yvonne Pierron, la monja francesa que “tenía culpa por haber sobrevivido” a la dictadura, contó Rubio a La Voz de Misiones.

Yvonne vivió hasta sus últimos días en Pueblo Illia, de Misiones, y la película la siguió de cerca para mostrar su tarea cristiana pero también para evocar los tiempos de trabajos solidarios junto a las también religiosas francesas Alice Domon y Léoni Duquet, ambas víctimas del terrorismo de Estado.

Porque fueron marcadas por Alfredo Astiz y luego de ser torturadas en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) terminaron arrojadas al río de la Plata, en los denominados Vuelos de la Muerte de la dictadura militar. “A las dos amigas las recordaba con mucha emoción y mucha culpa. Hay una escena donde reconoce a Alice en un cuadro y llora. Cada vez que se hablaba de ella, lloraba. Porque Alice era no sé si diez o quince años menor que Yvonne”.

Yvonne

Yvonne pudo escapar a Francia antes de que los grupos de tareas la encontraran. Los campesinos de Perugorría le advirtieron que su vida también corría peligro. “Cuando hicimos la película, Yvonne ya estaba muy grande y había muchos episodios de su vida que no recordaba. Pero si algo recordaba era a sus dos amigas. Sobre todo Alice Domon. Con mucha emoción. Y recordaba lo que habían hecho por las mujeres”, contó Rubino.

Es que, por sus labores humanitarias, las monjas “hoy serían feministas”, aseguró la realizadora. “En ese momento lo hacían por intuición o por amor, no sé. Propiciaban que las mujeres campesinas de Corrientes o de movimientos villeros de Buenos Aires, o las mismas familiares de desaparecidos tuvieran su experiencia política. Ellas lo que hacían era cuidarles los hijos, limpiarles las casas. Es muy difícil tener una vida política si no tenés resuelta las cuestiones domésticas. Y bueno, estas monjas ayudaban en eso. Ellas trabajaron mucho en Morón. Con el tema de las parientes de los desaparecidos ellas acompañaban los reclamos que hacían las primeras Madres de Plaza de Mayo. Allí fue que la secuestran a Alice Domon y luego a Léonie Duquet”.

Yvonne

Rubino acompaña a Ivonne en las entrevistas para el rojade

“Los jóvenes tienen que conocer lo que ha pasado”

Para Rubino, como realizadora audiovisual y a pesar de los seis años que pasaron desde el estreno de “Yvonne”, la memoria sigue siendo lo más importante para destacar. “La historia es muy importante y solo se ama lo que se conoce”, remarcó.

Yvonne “era una persona fuera de serie, extraordinaria, y tenía una vocación de servicio hacia todo el mundo. Había frases o lemas que ella repetía una y otra vez que tenía que ver con dar o brindarse. Y, yo no soy una monja, pero creo que desde el arte hay una decisión de dar y educar. Siempre pienso en los jóvenes que creo que tienen que conocer lo que ha pasado, los valores, lo que costó y cuestan los derechos que fueron adquiridos después de muchas luchas”.

La religiosa francesa vivió en Nicaragua hasta el fin de la dictadura en Argentina que, para entonces, dejó un saldo de 30 mil desaparecidos y medio millar de bebés secuestrados, de los cuales muchos de ellos recuperaron su identidad, gracias a un trabajo que lleva adelante Abuelas de Plaza de Mayo. Los tribunales todavía siguen reconstruyendo y juzgando los crímenes de lesa humanidad cometidos por los genocidas.

De todos los casos, aún resta mucho por desentrañar, como tal fueron los últimos momentos de las monjas francesas. La realizadora Rubino está detrás del único indicio que quedó: una fotografía que tomaron a ambas en la ESMA con un cartel de Montoneros, para un intento de fraguar aquel secuestro como si se tratara de una responsabilidad de los guerrilleros. La cineasta está trabajando hace varios años en la reconstrucción de aquel episodio con la fotografía que terminó en una agencia de noticias europea.

Yvonne

La monja vivió en Pueblo Illia, de Dos de Mayo, hasta que murió, en 2017.


Pinturas Misioneras
Barrios Computación
ElectroMisiones

Animal World Veterinaria

Cultura

Jorge Villarreal, el guitarrista misionero de Sandro: “Daba todo en el escenario”

Publicado

el

Jorge Villarreal es el guitarrista misionero que tocó con Sandro durante veinte años y que estuvo presente para el que fue su último recital en el Teatro Gran Rex, el 16 de mayo de 2004, para un show de casi tres horas y ante 3.500 personas. “Iba a ser esa seguidilla que hacíamos siempre durante el año. Empezábamos en Rosario y seguíamos por las provincias, terminando, no sé, en cuarenta recitales. Una cosa de locos”, recordó Villarreal a La Voz de Misiones.

“Hasta el último tema las canciones las cantaba en el mismo tono. En el escenario subía otra persona. Daba todo. Nunca bajar un tono ‘porque no llego a lo que llegaba cuando era joven’. Lo mayoritario que se puede apreciar de él es cómo se entregaba”.

No obstante, a pesar de que siempre puso todo el cuerpo para cada interpretación, Sandro tenía los pulmones en muy delicado estado. Por eso se vio obligado a cancelar cualquier posibilidad de gira después de aquel Gran Rex. “Esos veinte años que estuve con él tocamos por todos lados, de acá de la Argentina, desde Ushuaia a Canadá, en todos los países. Y para el Oeste del Mapa, fuimos a Australia también con él”, resumió el guitarrista.

Jorge Villarreal. Guitarrista sesionista, oriundo de Puerto Rico

Según describió Villarreal, el cantautor era una persona “súper normal” aunque, “como él decía, ‘yo soy Sandro arriba del escenario. Después, cuando bajo, soy Roberto’. Él hacía esa diferencia”. La devoción por Sandro de América era tan grande que despertaba un fanatismo único, traducido en “Las Nenas”, las mujeres que siempre copaban las butacas más cercanas. “No sabes lo que era eso”, dijo el guitarrista.

“Cuando empezábamos en el Gran Rex, o donde sea que íbamos a tocar, mirábamos un poquito a través de la cortina y había siempre unas tres o cuatro filas que ya estaban llorando. La mayoría mujeres. Era así. Así era la historia de Roberto. Y esa gente no paraba de llorar hasta que el show terminaba”.

Daba todo en el escenario. Su último recital fue hace veinte años, en mayo de 2004

Como músico sesionista, Villarreal se probó ante el director musical de Sandro y quedó seleccionado en 1984. Desde el momento que ingresó a la banda, la nueva etapa de Sandro “capturó otro tipo de público. No tanto rockero, sino más lo baladista”, comparó el músico que también lo acompañó al autor de “Dame fuego” en los programas de televisión que conducía en Canal 13 y que se llamaba “Querido Sandro”, adonde venían a cantar diversos artistas famosos.

Hace veinte años atrás, cuando se concretaba el que sin saberlo fue su último recital, Roberto Sánchez padecía las consecuencias un enfisema pulmonar, diagnosticado en 1998. Por eso debió ser intervenido en 2005 y, cuatro años después, recibió un doble transplante, de los pulmones y el corazón. Lamentablemente, el gran cantautor argentino falleció el 10 de enero del 2010, a los 64 años.

Bajo la atenta mirada. “Era una persona normal”, dijo el guitarrista sobre Sandro de América.

Homenaje a Sandro con Fernando Samartín

No obstante y ante la dura ausencia de uno de los máximos cantautores del país, la leyenda continuó con el tiempo. Porque los músicos que lo acompañaron en los últimos tiempos aceptaron tocar con el imitador de Sandro, Fernando Samartín, para un conmovedor espectáculo que tuvo varias giras y que incluso llegó a Posadas en 2013 al Montoya, con Villarreal en la guitarra.

Más recientemente, en marzo se realizó en el Teatro Gran Rex el mismo espectáculo que tiene más de dos décadas de homenaje, en el que la imitación pasa a ser un calco de las emociones vividas con El Gitano. Allí, como en otras oportunidades, estuvo tocando Jorge Villarreal.

@lavozdemisiones

Jorge Villarreal es el guitarrista misionero que tocó con Sandro veinte años y que estuvo presente para el que fue su último recital en el Teatro Gran Rex. El último concierto de El Gitano ocurrió hace poco más de veinte años atrás, el 16 de mayo de 2004, para un show de casi tres horas y ante 3.500 personas. “Iba a ser esa seguidilla que hacíamos siempre durante el año. Empezábamos en Rosario y seguíamos por las provincias, terminando, no sé, en cuarenta recitales. Una cosa de locos”, recordó Villarreal a La Voz de Misiones. #LaVozdeMisiones

♬ sonido original – La Voz de Misiones

Jorge Villarreal nació en Puerto Rico y allí aprendió a tocar la guitarra. Su hermano Hugo, cuatro años más chico, se dedicó al bajo. Antes de irse a estudiar en un conservatorio en Buenos Aires, Jorge vivió en Posadas, donde terminó el colegio en el Roque González e integró la banda Los Biker’s, junto a Polo Peralta y otros músicos.

Dame fuego. Sandro y Villarreal (derecha) en una de las tantas giras por el mundo

En Buenos Aires tocó un buen tiempo con artistas como Manuela Bravo o Gian Franco Pagliaro, con quien recorrió el país varias veces. Su hermano Hugo actualmente está retirado de la música pero formó parte de la banda Pastoral y acompañó en el bajo a Sergio Denis en la década del 90.

Actualmente y como hace 25 años, Jorge atiende su local de música en El Palomar del Gran Buenos Aires. Allí enseña música, se dedica a la luthería y a la venta de instrumentos. Además, mientras no es parte de los tributos a Sandro, suele salir de gira con otros artistas. Jairo lo llamó hace poco y con él se fue de gira a Córdoba, porque las cuerdas de Jorge aún tienen ese “mundo de sensaciones” que acompañó a Sandro.

Con Fernando Samartín. Para los homenajes a Sandro


Pinturas Misioneras
Barrios Computación
ElectroMisiones

Animal World Veterinaria
Seguir Leyendo

Cultura

Con Claudia Puyó en la voz, banda misionera Aurazul versionó a Spinetta

Publicado

el

La banda misionera Aurazul estrenó “Barro Tal vez”, canción original de Luis Alberto Spinetta y que en esta versión tiene como invitada a Claudia Puyó en la voz y a Juan Pico Núñez en el acordeón. Además, para el videoclip que también salió a la luz el viernes pasado, baila la posadeña Victoria Solari, artista que actualmente reside en Suiza.

La canción es el adelanto del que será el segundo disco de Aurazul, grupo que cuenta en la voz con Alejandra Melgarejo, en la guitarra y sintetizadores con Juan Manuel Palma, en el bajo con Gustavo El Pollak Fernández, y en la percusión con Darío Fleita. El videoclip de “Barro Tal Vez”, en tanto, fue editado por Palma, también productor del álbum que se viene.

Aurazul. La banda del Pollak, Melgarejo, Fleita y Palma tocó hace poco en el ciclo “Al caer el sol”

“Todo el universo conspiró y salió este maravilloso trabajo. Estamos muy felices, con el corazón lleno. Creo que esta es una forma de decirle gracias infinitas a Luis Alberto (Spinetta), porque realmente es un artista que nos ha marcado a todos, que nos ha mostrado un camino” expresó Melgarejo al respecto de esta versión a dúo con Puyó, quien adelantó hace dos meses a La Voz de Misiones su participación en la grabación de “Barro tal vez”.

“Es una canción que en lo personal y como artista me marcó a fuego. Fue el primer tema que saqué con la guitarra a mis catorce años y siempre siento la necesidad de volverla a cantar. Una canción que signó mi adolescencia y que siempre será una salida de emergencia”, agregó Melgarejo.

Escrita en 1965, cuando Spinetta tenía solo 15 años de edad, “Barro tal vez”, es una de las canciones que integra el álbum “Kamikaze” (1982) y una de las más populares del artista fallecido en 2012. Hay versiones que hizo el propio artista con Mercedes Sosa, pero también covers en solitario que intepretaron Pedro Aznar, Julieta Venegas, Daniela Herrero y Nahuel Pennisi.


Pinturas Misioneras
Barrios Computación
ElectroMisiones

Animal World Veterinaria
Seguir Leyendo

Cultura

Presentan libro sobre Mañasco, el obrero de Misiones indultado por Alvear

Publicado

el

El historiador Diego Mali Schroeder presentará mañana la segunda parte de “La Rebelión en los Yerbales”, libro en el que investigó las circunstancias en las cuales fue liberado el obrero Eusebio Mañasco, condenado a perpetua sin pruebas en Misiones como el autor intelectual del resonante crimen de un colono.

En la causa “se demostró que los testimonios fueron manipulados con testigos falsos y presiones de la policía. Hasta la propia compañera de él, que se llamaba Mónica Ballazar, denunció que fue violada por el comisario de Posadas, Antonio Quiroga”, recordó Schroeder, quien presentará el segundo tomo de su libro mañana, a las 18 horas, en la Sala del Consejo Directivo de la Facultad de Humanidades.

“La Rebelión en los Yerbales” también será presentado al público de Leandro N. Alem este viernes a las 19, en la Casa del Bicentenario; el sábado en la Junta de Estudios Históricos de San Ignacio, a las 19; y el martes 10 de septiembre, a las 19:30, en la Biblioteca Popular Posadas.

En junio se publicó el segundo tomo de la historia que investigó en profundidad Mali Schroeder, músico e historiador que en 2019 dio a conocer el material en su primer volumen. “La Rebelión en los Yerbales” en su primera parte analizaba el caso de 1920 a 1921; y ahora se pueden leer los detalles de la causa desde 1924 a 1927. “Estoy muy contento con el resultado”, admitió el autor.

El crimen de Allan Stevenson

El 21 de mayo de 1924, el dirigente gremial Eusebio Mañasco es condenado a perpetua junto a Cirilo Ramírez, Liberato Espinosa, Crescencio López y Pascual González. Son sentenciados por ser autores intelectual y materiales, respectivamente, del asesinato de Allan Stevenson, un colono de Loreto que trabajaba en la construcción de una cosechadora de yerba mate.

Los cinco estaban presos desde 1921, cuando se llevaba adelante una huelga general de los trabajadores yerbateros y en la que Mañasco había enviado a cuatro trabajadores para interceptar el automóvil que presuntamente traía mercaderías de Paraguay y era conducido por Stevenson.

Tenían la orden de disparar al aire pero los atacantes apuntaron al coche y varios de los balazos alcanzaron a la víctima en Picada del Arroyo Yabebirí.

Schroeder. Músico, historiador y autor del libro

Los trabajadores admitieron el crimen pero Mañasco negó que su orden era a matar. Por entonces, según explicó el autor de “La Rebelión de los Yerbales”, hubo “un mal procedimiento de la justicia de Misiones con el juez Floricel Pérez, muy conocido. Tuvo poco tiempo como juez, tres años más. Lo analizo también porque fue un personaje contradictorio de la época. Después tuvo un juicio político, lo trasladaron. Es un tipo jodido. Era así, medio racista, discriminador, muy vinculado al poder de Misiones y el poder nacional”, apuntó el escritor.

La historia de Mañasco ocurre en el tiempo de un mundo convulsionado por el caso de Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti, dos inmigrantes italianos que en Estados Unidos son condenados a morir en la silla eléctrica por presuntamente dos asesinatos cometidos en 1920.

Aunque luego se demostró que ambos eran inocentes. Por eso los trabajadores y anarquistas de todo el mundo salieron a protestar, tomando ambos casos como una clara persecución a los obreros inmigrantes, precisamente porque Mañasco era un paraguayo que había llegado para trabajar al país y era foguista de un barco que trasladaba yerba a Buenos Aires.

“Eso hizo que llegue el caso incluso al ámbito internacional. Hubo apoyo de Paraguay, México y Europa”, detalló Schroeder.

De no ser por los cambios que se introducen en el Código Penal Argentino de 1921, los obreros condenados por el asesinato del Yabebirí no terminaron con una condena capital, algo que se reinstaura después, con la dictadura de Uriburu.

Detalles del caso. En un recorte de diario, se observan los implicados en la causa

Lo cierto es que en 1926, las centrales obreras comienzan a movilizarse con aclamaciones multitudinarias y el caso pasa por distintas instancias, hasta que, gracias a los abogados defensores de la Unión Sindical Argentina, la Corte Suprema de Entre Ríos -competente en aquel entonces- falla en 1927 para reducir la pena a 25 años de cárcel.

“Supuestamente, con el cambio del código penal le correspondía una pena menor”, explicó Schroeder. “Pero los obreros, no contentos con eso, siguieron presionando porque ellos querían la libertad. Así llega el caso a los oídos del presidente (Marcelo Torcuato de) Alvear, que resuelve que era inocente y lo indulta”.

De allí en adelante, no hay muchos datos del destino que tuvo Mañasco en libertad, tema que podría estar incluido en un tercer volumen de “La Rebelión en los Yerbales”, según adelantó el autor.

“Como Mañasco hubo otros mártires. En muchos casos terminaban en la cárcel, la muerte o el exilio. En cambio, Mañasco es un caso interesante porque se trabaja de otra manera, y se logra concientizar a la población de que era inocente, que lo habían ajusticiado de manera incorrecta”.


Pinturas Misioneras
Barrios Computación
ElectroMisiones

Animal World Veterinaria
Seguir Leyendo
Publicidad

Lo más visto