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Los tiempos de la política y las implicancias del caso Kiczka

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Por: Fernando OZ

@F_ortegazabala

Comprender los tiempos de la política es fundamental para que el zoon politikon que llevamos dentro pueda sobrevivir. El manejo del timing político es conocer su articulación, su sincronización, su gestión. Quien no entienda que el verano de un hemisferio político es el invierno de otro; quien se muestra incapaz de tener en cuenta las diversas franjas horarias que configuran el planeta de la política; quien, en definitiva, sólo actúa a partir de su propio calendario, de su agenda, de su reloj, está condenado al fracaso.

La primera tanda de operaciones y especulaciones del inicio del año electoral se terminó el jueves 20 a medianoche, con la llegada del otoño y la presentación de los frentes y partidos que jugarán en el tablero electoral de las elecciones provinciales del 8 de junio. La próxima fecha de interés a la que hay que prestar atención es el 31 de marzo, día del inicio del juicio oral y público al ex diputado provincial de Activar Germán Kiczka y su hermano Sebastián por tenencia y distribución de Material de Abuso Sexual Infantil (MASI).

La instancia judicial, por la que pasarán 67 testigos, se extenderá hasta el 16 del mes entrante: cuatro días después del cierre de plazos para la presentación de lemas y a dos del registro de sublemas. La última jornada para que se anoten las candidaturas de los sublemas es el 19 de abril.  En lo formal, los plazos establecidos por el Tribunal Electoral no tienen nada que ver con las fechas que impuso el Tribunal Penal I para juzgar a los Kiczka. Pero, si se tiene en cuenta que uno de los procesados fue jefe del bloque del partido que fundó el diputado Pedro Ramón Puerta, además de amigos y compañeros de banca, podemos decir que el momento culmine del caso, que conmocionó a todo el país y en especial a la sociedad misionera, se cruza justo sobre la delicada línea de los tiempos de la política. Tal vez, casualidades del destino.

El 24 de abril es el inicio formal de la campaña electoral y el plazo de inscripción para los candidatos a diputados es el 29, en medio de esas dos fechas buena parte de la atención de los medios y de los consumidores del show político estará puesta en el casamiento de Pedro con la ex diputada renovadora Karen Victoria Fiege Wutzke, que se realizará el 26 en las Cataratas, donde se espera un desfile de personalidades del ámbito político que incluiría a los ex mandatarios Eduardo Duhalde y Mauricio Macri, el ex senador Eduardo Menem y hasta el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Martín Menem. Los detalles de la millonaria y glamurosa fiesta son tan desopilantes que merecen una columna aparte, nada fuera del alcance del segundo heredero del empresario yerbatero y eximio político Federico Ramón Puerta.

El primer coletazo electoral del caso Kiczka quedó expuesto el jueves pasado en el Tribunal Electoral con la ausencia de Activar en la composición de los tres frentes que se presentaron para competir en las legislativas provinciales. Tampoco se encuentra en el listado de los diez partidos políticos inscriptos en soledad para ir a las urnas. En las dos últimas elecciones el partido de Pedro tuvo un rol preponderante en el armado de las listas: en 2021 el primer puesto de diputados del frente opositor Juntos por el Cambio fue para el radical Pepe Pianesi, el segundo para la dirigente del Pro Mikaela González Coria y el tercero fue para Activar en la figura de Germán Kiczka, y en 2023 la lista de candidatos a legisladores provinciales fue encabezada por Pedro, el legítimo heredero político de los dorados ‘90.

Si habrá o no un segundo coletazo es un interrogante clave. Los juicios orales y públicos de trascendencia suelen ser una caja de pandora, más cuando hay políticos involucrados.  Según el estatal Canal Doce, faro de la comunicación oficial del Gobierno, los más de 900 archivos de MASI “encontrados en las computadoras de Germán Kiczka, serán presentados como prueba durante el juicio”, además de lo que declaren los 67 testigos, “entre ellos residentes de la ciudad de Apóstoles, peritos e investigadores digitales, quienes aportarán sus testimonios y análisis en un caso que los expertos han calificado como voluminoso por su complejidad y la cantidad de evidencia digital involucrada”. Nadie sabe con certeza qué puede salir de todo eso ni hasta dónde llegan las relaciones promiscuas de los procesados con actores del poder político.

Limitaciones a la prensa que despiertan sospechas innecesarias

La decisión adoptada por el Tribunal Penal I, integrado por los jueces Gustavo Bernie, Viviana Cukla y César Yaya, limita la cobertura periodística completa del juicio contra los hermanos Kizcka. Las únicas audiencias abiertas a la prensa serán el 31 de marzo, para la apertura y lectura del requerimiento de elevación a juicio, y la del 16 abril, para la formulación de alegatos y lectura del veredicto. La medida, que fue fundamentada en los artículos 379 y 380 del Código Procesal Penal y las Reglas de Heredia, en principio, afecta derechos constitucionales fundamentales, entre ellos la libertad de prensa y el acceso a la información pública, esenciales en una sociedad democrática, que debe abogar por la transparencia de sus actos, sobre todo los concernientes a la Justicia y su accionar.

Si bien, las restricciones a la cobertura total del proceso pueden, en ciertos casos, estar justificadas para proteger la intimidad de las víctimas, pero esta decisión no debe superar el principio de proporcionalidad y las limitaciones a la libertad de prensa deben estar adecuadamente fundamentadas, lo que no parece haber ocurrido.

En casos de delitos sensibles como la pedofilia, es común la restricción de datos para proteger a las víctimas, especialmente si son menores de edad, pero, también es cierto que el Poder Judicial tiene facultad coactiva y cuenta con remedios legales suficientes para sancionar severamente al medio o al periodista que los vulnere. La prohibición es un recurso arbitrario y autoritario que deja la puerta abierta a la sospecha.

El Tribunal, con la anuencia del Superior Tribunal de Justicia (STJ), se limitó a los artículos 4 y 5 de las Reglas de Heredia, pero ignoró lo establecido en el artículo 6 donde se establece que “prevalece la transparencia y el derecho de acceso a la información pública cuando la persona concernida ha alcanzado voluntariamente el carácter de pública y el proceso esté relacionado con las razones de su notoriedad. Sin embargo, se considerarán excluidas las cuestiones de familia o aquellas en los que exista una protección legal específica. En estos casos podrán mantenerse los nombres de las partes en la difusión de la información judicial, pero se evitarán los domicilios u otros datos identificatorios”.

Uno de los procesados tiene trayectoria política y exposición pública voluntaria, por lo que el caso adquiere un interés público y político significativo que refuerza la necesidad de garantizar la transparencia del proceso, los cuales deben realizarse en un marco de cobertura razonable, especialmente en asuntos de relevancia social.

Es importante señalar que el acceso de la prensa al juicio no impide la protección de la identidad de las víctimas ni pone en jaque el debido proceso. Por lo tanto, la decisión del Tribunal parece exceder los límites razonables de restricción y corre el riesgo de generar un impacto desproporcionado en los derechos en juego. El acceso a la información pública debe ser garantizado salvo casos excepcionales debidamente motivados, no siendo la prohibición la única y mejor medida.

En consecuencia, la decisión adoptada debería ser revocada y permitir el acceso de la prensa durante todo el proceso del juicio oral y público. Es fundamental que el STJ, verdadero responsable de la medida adoptada por el Tribunal, explique y fundamente las razones detrás de su decisión, los motivos y riesgos reales y concretos que justifiquen limitar la cobertura periodística y demuestre que estas medidas son necesarias y proporcionales al objetivo perseguido. Si no se justifica adecuadamente, podría considerarse que la decisión adoptada es una violación de los derechos constitucionales.

Esta escueta sumatoria de datos y hechos (hay más), no debería ser pasada por alto para el análisis de los complejos tiempos de la política. Pero me temo que en el fragor de la política del Cantón Verde corremos el riesgo de ir perdiendo empatía por el sentido de la oportunidad.

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Legislativas: analizando el comportamiento electoral

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Fernando OZ

 

 

Quienes más conocen sobre campañas electorales —especialistas, consultores y quienes las han experimentado personalmente— coinciden en que las elecciones legislativas o de medio término no se asemejan a las generales, donde está en juego el Poder Ejecutivo.

Hoy les propongo intentar acercarnos, aunque sea un poco, al comportamiento del electorado del Cantón en el contexto de elecciones legislativas nacionales, y de paso, observar cómo se movieron los engranajes electorales de las principales fuerzas políticas que disputaron el territorio. Preparen pochoclos.

Tomemos como punto de partida la primera elección legislativa nacional del siglo: el turbulento 2001. Gobernaba Fernando De la Rúa, ya se había aprobado la ley de flexibilización laboral y el FMI otorgaba a la Argentina un préstamo de 40 mil millones de dólares en modo “salvataje”. Domingo Cavallo era el ministro de Economía y tenía en marcha el plan de “déficit cero”, que implicaba recortes para estatales y jubilaciones, el famoso 13%. Para octubre de ese año, el desempleo alcanzaba a 4,8 millones de personas.

En ese escenario, en Misiones se presentaron siete listas y las urnas favorecieron al Frente por el Cambio, que obtuvo el 44,17% de los votos. El oficialismo en la provincia logró dos de los tres escaños en juego en la Cámara baja del Congreso: el exgobernador Julio César Humada y Celia Isla de Saraceni. La banca restante fue para el radical Hernán Damiani, quien lideraba una alianza integrada por tres partidos y obtuvo el 40,49%, guarismo que los radicales no volvieron a repetir.

El Frente Grande se quedó sin representantes (6,25%), al igual que el MAP de Jorge Galeano (5,50%), Acción por la República (1,77%) —partido de tendencia liberal fundado por Cavallo—, el Partido Comunista (0,98%) y el Partido Humanista (0,84%). Dos datos más de esa elección: el voto en blanco alcanzó el 6,38% y, pese a la desazón de aquel momento, participó en el acto electoral el 73,43% de los empadronados en la provincia. Contexto local: Carlos Rovira era gobernador y su antecesor, Ramón Puerta, que pasó a ocupar una banca en el Senado, desde donde buscaba continuar manejando los hilos del poder provincial.

Las siguientes legislativas tuvieron lugar en 2005 bajo una coyuntura completamente distinta. Néstor Kirchner gobernaba el país, la economía se había estabilizado y crecía impulsada por una macro favorable. En la provincia, Rovira había liderado la salida de la crisis, rompió vínculos con Puerta, fundó el Frente Renovador de la Concordia (FRC) y con ese nuevo sello, dos años antes, obtuvo su reelección.

Para disputar las tres bancas en la Cámara baja se presentaron diez listas. El Frente Renovador logró dos diputados nacionales con el 46,47%Miguel Iturrieta y Fabiola Bianco. El Frente Justicialista para la Victoria —con el PJ en su interior— sentó a Emilio Kakubur en el Congreso con un discreto 27,53%.

Las ocho listas restantes tuvieron una performance muy baja. El tercer puesto fue para los radicales y sus socios del Partido Intransigente (11,58%), seguidos por el MAP (6,35%), el Partido Socialista (1,67%), el Movimiento de Integración y Desarrollo (1,60%), el Frente Grande (1,57%), el Frente Unidad para el Cambio (1,42%), el ARI de Elisa Carrió (1,03%) y el Partido Comunista (0,78%). El voto en blanco fue del 7,96% y la participación electoral alcanzó el 71,91%.

Sigamos con las legislativas nacionales de 2009, en las que compitieron nueve listas. El país era gobernado por Cristina Fernández de Kirchner y, a raíz de las retenciones, el sector agropecuario se hallaba en pie de guerra con el apoyo de una oposición fortalecida. En Misiones, Maurice Closs era gobernador, Rovira presidía la Cámara de Representantes y lideraba el partido.

Ese año, el oficialismo provincial tuvo una victoria arrolladora, la más significativa de todas las legislativas nacionales hasta la fecha. Con el 48,12%Alex Ziegler y Silvia Risko fueron electos diputados nacionales. Lejos en segundo lugar, Ramón Puerta, con el Frente Unión PRO-Dignidad, obtuvo una banca con el 16,73%, pese al respaldo de la Sociedad Rural, de corporaciones como Bayer y Massalin Particulares, y de su amigo Mauricio Macri.

El Frente Renovador de la Concordia enfrentó otros dos oponentes fuertes: el primero, que agrupaba al kirchnerismo y al PJ junto a otros tres partidos, se denominó Frente Justicialista de la Dignidad y el Progreso y fue liderado por Ricardo Biazzi, abogado y académico de impecable trayectoria. Lograron el 16,63%. El otro competidor relevante fue la UCR, que ese año se recompuso a nivel nacional, pero en el Cantón tuvo una baja performance con el 10,10%.

Las cinco listas restantes fueron: Frente de la Esperanza (3,51%), Partido Socialista (1,64%), MAP (1,64%), Partido Comunista (0,88%) y Unión de Centro Democrático (0,74%). El voto en blanco llegó al 6,40% y la participación electoral fue del 69,32%, la cifra más baja registrada.

Avancemos al 2013, en el que se presentaron cinco listas. Se transitaba el segundo mandato de CFK, con su imagen en descenso y saliendo a la luz casos de corrupción en el Gobierno; la actividad industrial había disminuido un 1,2% siguiendo la tendencia global de ese momento. En Misiones, Closs también recorría su segundo mandato y se repitió la fórmula Ziegler-Risko, que volvió a imponerse (43,20%). La banca restante en la Cámara baja fue para el benemérito contador Luis Pastori (26,62%), de la UCR.

Unión Popular no logró acceder (14,66%), aunque llevaba en la lista a Ramón Puerta y Humberto Schiavoni. Tampoco alcanzó el Frente para la Victoria (11,23%); ese año el kirchnerismo y el PJ también enfrentaron a la renovación. El quinto lugar fue para el Partido Socialista (4,28%). El voto en blanco fue bajo (1,56%) y la participación se incrementó (78,81%).

En las elecciones de medio término de 2017, gobernaba el país Mauricio Macri y Hugo Passalacqua transitaba su segundo año como gobernador. La relación entre ambos fue cordial, aunque con momentos de tensión; el mandatario provincial había instaurado la doctrina de “gobernabilidad con gobernabilidad se paga”, como una especie de “política exterior” hacia una Casa Rosada distante.

En ese año, el Frente Renovador de la Concordia, junto a ocho partidos —entre ellos el PJ—, mantuvo su invicto y obtuvo dos diputaciones nacionales, con el habilidoso Ricardo Wellbach y la olvidable Flavia Morales, gracias al 42,76% de los votos. Luis Pastori logró su reelección con el 33,61% bajo la bandera del Frente Cambiemos, sumatoria del PRO y el radicalismo. Por primera vez desde 2001, la oposición superó el umbral del 30%.

Detrás llegó el Partido Agrario y Social (12,73%), encabezado por Martín Sereno. Le siguió Unión Popular (4,17%), con Pedro Puerta al frente. Las últimas cuatro listas: Frente Avancemos (1,86%), Partido Nuevo Octubre (1,85%), Partido Obrero (1,65%) e Instrumento Electoral por la Unidad Popular (1,36%). El voto en blanco alcanzó un pico histórico de 8,96% y la participación electoral fue del 78,11%.

Las legislativas del 2021 tuvieron una coyuntura única: estábamos atravesando un duelo, irritados, enojados. Veníamos de sobrevivir la pandemia, nunca habíamos contado tantos muertos. La economía mundial era de tiempos de guerra y Argentina acarreaba la deuda que había pedido Macri al FMI durante su gestión, para emparchar la década K, según él. Y como si fuera poco, Alberto Fernández gobernaba el país.

Sobre ese escarpado escenario tuvo que manejar Oscar Herrera Ahuad la provincia. Llevó el Estado a todos lados, fuimos los primeros en salir de la cuarentena, el déficit se mantuvo razonablemente controlado. Y quiero decirlo, Oscar se comportó con el temple de un cirujano operando en la caja de una ambulancia moviéndose en primera línea, a toda velocidad, haciendo zigzag y esquivando escombros. Todos lo vimos.

Sin embargo, en esas legislativas nacionales el Frente Renovador de la Concordia –con el PJ adentro– mete un solo diputado en la Cámara baja del Congreso: el doctor “Carlitos” Fernández (36,65%), otro olvidable. La lista ganadora fue la de Juntos por el Cambio (40,86%), la entonces alianza entre la UCR, el PRO y Activar, que encabezó Martín Arjol y secundó Florencia Klipauka.

En esas elecciones se habían presentado cinco listas. Las tres restantes fueron el Frente de Todos (15,29%) –con el Pays de Cacho Bárbaro incluido–; Partido Libertad, Valores y Cambio (3,65%) que llevó a Ninfa Alvarenga como cabeza de lista, y el Partido Obrero (3,55%). Los votos en blanco fueron 2,08% y hubo una partición del 68,66%.

Las elecciones de medio término están íntimamente influenciadas por el desempeño del gobierno nacional y su política económica. En la provincia, la consolidación del Frente Renovador de la Concordia como fuerza predominante, los oportunos cambios de alianzas de las diferentes fuerzas políticas y el surgimiento de nuevas alternativas reflejan por un lado, la constante búsqueda de representación política y por el otro, el enojo y apatía social por falta de respuesta a las demandas ciudadanas. Los porcentajes de voto en blanco y la participación electoral funcionan como termómetros de la satisfacción o el desencanto social.

Este año, para las elecciones legislativas nacionales del 26 de octubre, en el Cantón competirán diez listas, como en 2005. El Frente Renovador NEO, con Herrera Ahuad como punta de lanza; la lista de La Libertad Avanza con Diego Hartfield; se presenta Activar con el regreso de Ramón Puerta; la kirchnerista Cristina Brítez va con Fuerza Patria; Cacho Bárbaro con el Pays; la UCR con Gustavo González; el Partido Libertario lleva a Ninfa Alvarenga; el Partido Obrero a Florencia Aguirre; el Partido FE a Germán Palavecino; y se presentó FORJA con Dalila Blach.

La distribución de las tres bancas en juego se define bajo la aplicación del sistema D´Hondt, con sus características y alcances. Está especificado en el capítulo III, artículo 161, del Código Nacional Electoral. ¿Qué lista superará el histórico 40% base para poner dos diputados? ¿Cuál sacará la diferencia necesaria respecto al primero para quedarse con una banca? Queda claro que dos listas tienen chances, el resto es maquillaje electoral y supervivencia política.

A lo largo de las últimas dos décadas, las elecciones legislativas en el Cantón, la mayoría prefirió preservar en el Congreso al oficialismo provincial. El electorado misionero se apropió de la herramienta electoral y la ejerce como defensa ante el lobby porteño.

De cara a unas nuevas elecciones, el escenario repite patrones: la competencia se centra en dos grandes listas, mientras el resto sólo busca consolidar presencia y no desaparecer políticamente. El sistema de reparto de bancas y la lógica de alianzas continúan definiendo la representación legislativa en una provincia donde su electorado privilegia la defensa de su identidad y autonomía frente al poder central. Así, el ejercicio democrático en el Cantón revela una sociedad cada vez más crítica y exigente. Dato indispensable para que tenga en cuenta la dirigencia a la hora de renovar el pacto ciudadano con sus representantes.

El gran negocio detrás de las listas de candidatos

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El gran negocio detrás de las listas de candidatos

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  Por: Fernando Oz

@F_ortegazabala

El gran negocio de este año, caracterizado por su tinte democrático, fue la dispersión electoral, la confusión y la falta de escrúpulos. Esta combinación se convirtió en una ecuación con la que muchas personas sacaron provecho durante la temporada electoral: las más astutas obtuvieron bancas colándose sigilosamente y sin invertir un peso; otras se beneficiaron vendiendo sellos partidarios; y no faltaron quienes se apropiaron de una parte del botín que deja cada campaña, traicionando los principios que decían defender o a sus propios compañeros de ruta.

Incluso, antes de finalizar el verano, ya circulaban conversaciones sobre la creación de mesas de dinero para el juego electoral, y con el paso de los días crecían los rumores sobre la compra y venta de candidaturas para las elecciones provinciales de junio. En esta ocasión, el ruido más fuerte provenía justamente de los ámbitos donde se negociaban los puestos en las listas opositoras.

El principal escándalo estalló a mediados de febrero, durante una reunión de afiliados a La Libertad Avanza (LLA), en la que se expresaron quejas sobre los métodos de recaudación para la campaña venidera. El segundo episodio tuvo lugar en Oberá, donde la tensión escaló a insultos y amenazas. Funcionarias y funcionarios de dependencias nacionales en Misiones —designados durante el gobierno de Javier Milei— acusaron a un allegado del doctor Carlos Adrián Nuñez, jefe de los libertarios en la provincia, de retener un 10% de los sueldos de empleados públicos afiliados. El reclamo quedó plasmado en una carta con veintidós firmas.

Samuel Doichele, productor agrícola, referente libertario de Wanda y uno de los firmantes de la denuncia por aportes compulsivos —a la que se sumaron funcionarias y funcionarios de Anses y PAMI del interior—, llevó la situación ante la Justicia Federal de Posadas, señalando a Nuñez y a su plana mayor. A este reclamo se sumó un pedido de impugnación de la lista del partido para diputados provinciales en el Tribunal Electoral de Misiones. Los pormenores de esta saga fueron publicados por LVM y diversos medios nacionales replicaron el caso.

No hubo consecuencias. El doctor Nuñez resultó electo diputado provincial, al igual que Samantha Stekler, también denunciada y titular del PAMI Misiones durante el escándalo. Mario Pérez Miranda, señalado como recaudador de Nuñez, continúa militando bajo bandera libertaria. Y el empresario Walter Rosner, uno de los denunciantes, decidió abandonar La Libertad Avanza y sumarse al Frente Renovador de la Concordia.

El caso que involucró al doctor Nuñez, empleado de la Fiscalía de Estado hasta diciembre de 2024, no fue el único en el variopinto universo libertario. Previamente, Ninfa Alvarenga —entonces delegada del PAMI— fue denunciada por los presuntos delitos de “abuso de autoridad”, “violación de los deberes de funcionaria pública” y “extorsión calificada precedida de amenazas”. La acción judicial se inició tras la publicación, por parte de La Voz de Misiones, de una serie de audios filtrados donde Alvarenga daba cuenta de transferencias de dinero de integrantes de su espacio que asumieron cargos ejecutivos en el PAMI de Posadas y en las oficinas del interior provincial.

La conformación de la fórmula encabezada por el expolicía Ramón Amarilla para las elecciones de junio también estuvo envuelta en sospechas e internas. Su ex compañero de lista y presidente del partido Por La Vida y los Valores, el ex militar Walter Ríos, denunció que hubo “malversación” durante la campaña y acusó al diputado del PRO, Miguel Núñez —artífice de la candidatura de Amarilla—, de liderar un esquema de “recaudación de fondos en nombre del partido”. Así lo ventiló durante una entrevista con el periodista Alejandro Barrionuevo, ante las cámaras de Canal 4.

“Eso es un delito penal, ¿realizaste la denuncia judicial?”, inquirió el periodista. “Tenemos todas las pruebas para presentar una denuncia penal en la Justicia”, respondió el ahora diputado provincial electo, quien se autodefine como nacionalista, conservador y de derecha. Ríos sugirió que el expolicía Amarilla estaba al tanto y avalaba el esquema financiero orquestado por Núñez.

Sea como fuere, Amarilla se encuentra en libertad y actualmente es diputado electo, al igual que Ríos, quien resultó doblemente favorecido ya que también fue electa su esposa, Deborah Mangone. Rita Flores, terapeuta del Ministerio de Defensa y pareja del principal operador del espacio —el intrépido abogado Alejandro Jabornicky—, también consiguió una banca.

De cara a las elecciones legislativas de octubre, Ríos y sus socios reformularon una estrategia sin Amarilla y armaron un frente compuesto por tres partidos: Por La Vida y los Valores, de Ríos; Ahora Vos, bajo el patrocinio de Jabornicky; y Nuevo Octubre, un partido misionero con personería nacional que, en su momento, habría sido acuñado por Alex Ziegler.

Ríos confirmó a distintos medios que la lista de Nuevo Octubre estará encabezada por Carmelo Nicolás Bárbaro, seguido en segundo lugar por Aida Vaztique, una taxista que ya fue candidata en dos oportunidades en las estructuras electorales del partido de derecha; la última vez, en las elecciones de junio, ocupando el octavo puesto.

Sin embargo, la candidata de Ríos estuvo buscando contribuyentes para poder “comprar” su lugar en la lista. Necesitaba 20 millones de pesos en efectivo, crocantes. Durante toda la semana tocó puertas e hizo llamados. Con esa suma se garantizaba estar segunda, para estar primero había que poner 35 millones, cash.

“Es para un partido provida cien por ciento”, así abría la jugada Vaztique a uno de sus interlocutores mientras pedía el dinero, y luego aclaraba: “es un partido que se llama Por la Vida y los Valores”. En una de las conversaciones que mantuvo explicó que el frente con el que buscará llegar al Congreso forma parte de “un arreglo nacional con otro partido, una alianza nacional” y nombró a Nuevo Octubre.

También contó que en las elecciones de junio fue octava en la lista y “por una cuestión de capital no fui más arriba”. Para el viernes por la noche ya estaba todo cocinado: “El primero lo pone otro partido, porque pedían 35 millones”, dijo Vaztique. Esto es apenas una parte de la trastienda de la conformación de este nuevo frente; Ahora vos, tiene una historia más atrapante.

Ese mismo viernes, en diálogo con Radio Up, Ríos pidió el acompañamiento del electorado a su lista para las legislativas de octubre, “para que Por la Vida y los Valores tenga diputados nacionales para representar a Misiones” porque, según dijo, “los que siempre fueron a Buenos Aires dejaron mucho que desear y nosotros estamos en campaña para revertir eso”.

Esta medianoche vence el plazo para la presentación oficial de las listas que competirán en las elecciones legislativas nacionales del 26 de octubre; Misiones renueva tres de las siete bancas que tiene en la Cámara baja del Congreso. Así comienza una nueva campaña electoral en el Cantón Verde. Bienvenidos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Necesitamos voces confiables en el Congreso

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Congreso

Por: Fernando Oz

@F_ortegazabala

 

En el horizonte inmediato las elecciones legislativas del 26 de octubre, donde se ponen en juego 127 bancas en la Cámara de Diputados y 24 en el Senado. Además, ese día, los argentinos ratificarán o no, con el voto, la gestión de Javier Milei frente al Poder Ejecutivo. Una evaluación sobre la mitad de su mandato.

Si los libertarios embanderados en La Libertad Avanza ganan, el corte deshumanizante de la motosierra se profundizará en todo el país y tocará sectores que aún no han sido alcanzados. La inflación volvió, la devaluación se come el salario, aumenta el desempleo y la inseguridad se siente a diario; ese es el cuadro actual, las proyecciones son desalentadoras.

Si las oposiciones ganan, la ecuación de fondo no cambiará demasiado. Habrá más voces en el Congreso en contra de un avasallante presidente con poco apego a las normas democráticas, pero el Gobierno mantendrá el rumbo.

Los cálculos están hechos. Aunque realice una inmejorable elección legislativa, Milei tiene claro que seguirá sin mayoría en el Congreso. Lo que significa que para avanzar con sus planes necesitará de los legisladores de las fuerzas aliadas, partidos provinciales, o cualquier solitario dispuesto ofrecer el voto a cambio de algo.

A nivel nacional el PJ aparece como la opción opositora más fuerte. A los argentinos nos gusta tropezar con la piedra de las polarizaciones, de las antinomias estúpidas; ayer se llamaron unitarios y federales, después llegaron los conservadores y los que no lo eran, y así la vamos llevando, estancándonos y pisando el palito de nuestra propia ignorancia. Hoy asistimos a una nueva temporada de peronismo y antiperonismo. En medio de sus propias internas el PJ toma cuerpo frente a un Milei que logró disciplinar al alicaído Pro de Mauricio Macri y a un sector del radicalismo.

Entre las alternativas de menos peso, la más importante es la que ofrecen cinco gobernadores que se presentan como una variante de centro con una mirada más federal, sin kirchnerismo ni libertarios. Una suerte de “ancha avenida del medio” pero sin Sergio Massa. En esa arquitectura andan el cordobés Martín Llaryora, el santafecino Maximiliano Pullaro, el chubutense Ignacio Torres y el santacruceño Claudio Vidal.

Este nuevo frente, bautizado como Provincias Unidas, busca sumar a otros mandatarios, pero al parecer no hay una estrategia que favorezca a todos por igual. Por otro lado, dos gobernadores radicales arreglaron para ir junto a La Libertad Avanza: Alfredo Cornejo, de Córdoba, y Leandro Zdero, de Chaco. El entrerriano Rogelio Frigerio también se sumó al sello violeta. En Corrientes, Gustavo Valdés prefirió no sumarse a la liga.

En distinta medida, los gobernadores dependen del dinero que el Ejecutivo “federal” recauda en su nombre y luego reparte. Pero en su afán por conseguir superávit fiscal, Milei se ha quedado con esos fondos provinciales, una estrategia de estrangulamiento financiero que completó con la paralización total de la obra pública nacional y de la prestación de servicios de seguridad social.

Según el último informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso, el 51% de los ingresos totales de Misiones provienen de recursos de origen nacional, lo que coloca a la provincia entre las más independientes en términos económicos. Eso se alcanzó, hay que decirlo, gracias a la gestión del Frente Renovador de la Concordia; la década de los 90 había dejado a la provincia endeudada y con una dependencia que rondaba el 80%. Fueron años de orden fiscal y crecimiento sostenido.

En todo este concierto, qué nos toca a los ciudadanos de Misiones, cuál es la mejor opción. Podemos inclinarnos hacia el aceleracionismo libertario en medio de la tempestad, volver a confiar en los partidos tradicionales con base en el puerto de Buenos Aires o apostar a los acuerdos de coyunturales montados sobre la hora.

También podemos darle el voto a los oportunistas del enfado colectivo, mal direccionado al gobierno local, que vieron la oportunidad y gritaron más fuerte. Por lo general suelen ser los más peligrosos. Algunos aparecen de la nada con sellos partidarios, financistas fantasmas, un poco de marketing para la ocasión, prestándose al baile y pintándose la cara. Otros van boyando de alianza en alianza para sobrevivir en el mercado político.

El Frente Renovador de la Concordia sabe que cuenta con la confiabilidad, tras una satisfactoria y ordenada gestión administrativa. El balance final es ese 49% de independencia. Dato inapelable. Esa es la principal opción del que vive en Misiones y anhela alcanzar esos dos puntos que le garantizan el camino de autonomía marcado por Carlos Rovira.

Pero la renovación también sabe que su performance durante las últimas elecciones fue la peor desde su creación. El desgaste propio de los años y el exitismo de una minúscula elite aburguesada erosionó su credibilidad. Ojo, porque esa misma vara le cabe a toda la clase política del país, por eso la recuperación de la credibilidad es una tarea prioritaria de la Argentina democrática.

Para ganar credibilidad, hay que sincerarse. Para sincerarse, hay que reconocer públicamente aquellas verdades que incomodan. Ese primer paso ya lo dió Oscar Herrera Ahuad. Lo hizo el lunes último, en Alem, con micrófono en mano y ante ciento treinta referentes de salud de la zona sur del Cantón, cuando pidió a los diputados nacionales que acompañen con el voto la ley de financiamiento de emergencia sanitaria pediátrica, conocida como la Ley Garrahan.

En las elecciones del 26 de octubre Misiones renueva tres de las siete bancas que ocupa en la Cámara de Diputados en el Congreso de la Nación. Nadie duda sobre los resultados de la renovación, lo podemos palpar con ese 49% de prolijidad financiera que le permite hoy, en este contexto, cumplir con las obligaciones salariales sin debilitar la prestación de seguridad social. Sus vaivenes políticos dejan, en cambio, una larga estela de interrogantes.

Si a la confiabilidad, Herrera Ahuad sigue marcando la diferencia, se recuperará la credibilidad y la provincia se asegurará una voz independiente y con experiencia a favor de los misioneros.

Vivir con lo nuestro y votar en defensa propia

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