Nuestras Redes

Cultura

Ramón Ayala: El niño que robó una guitarra y que cautivó a Mercedes Sosa

Publicado

el

Ramón

Este 10 de marzo, Ramón Ayala hubiera cumplido 97 años y por eso, esta fecha también celebra el Día del Gualambao. El más grande cantautor de Misiones murió el 7 de diciembre del año pasado, pero su legado cultural se transformó en un artista emblemático y continúa vigente.

Ramón Gumercindo Cidade Morel nació el 10 de marzo de 1927 en Garupá, como el mayor de cinco hermanos. Su papá era panadero y también cónsul argentino en Brasil hasta que un mal día murió de una enfermedad hepática, frente al propio Ramoncito.

Poco tiempo después, viaja con dos de sus hermanos junto a su mamá a Buenos Aires, para fijar residencia en el popular Dock Sud. Estudia en una escuela de monjas pero no tiene predilección por la religión sino que se siente atraído por los dibujos. Por las calles se la pasa repartiendo volantes para poder entrar al cine y viaja a menudo a visitar a sus familiares de Misiones.

Justamente, en la casa de los Wolheim de Santa Ana toca por primera vez una guitarra que le roba a un primo suyo. En ese instante se hace la luz.

Pasa el tiempo y cuando ya es todo un joven mozo de puro talento, consigue hacerse lugar en la orquesta de Damasio Esquivel, El Coloso del Chamamé. Debuta en un concierto en el sótano de Radio Rivadavia. Así comienza a construirse una leyenda.

Con la idea de unir Ushuaia con La Quiaca, Ramón sale de gira como segunda voz y guitarra junto a Margarita Palacios y Dardo Félix Palorma. A la vuelta y con el dinero reunido se compra un buen traje y frecuenta lugares más refinados de Buenos Aires. Es el momento del boom del folclore en el país.

Desde 1950 arma su primer grupo Sánchez, Monges y Ayala, integrado por Arturo “El Zurdo” Sánchez, Amadeo Monges y Ramón Ayala. De esa manera, el trío ingresa al estudio para grabar una divertido chamamé suyo llamado “El Moncho”.

Sánchez, Monges y Ayala graba en 1956 “El Mensú”.  Tiene música de su hermano, el violinista José Vicente Cidade, y resulta una galopa testimonial inspirada en la sobre explotación del campesinado. Es una época sensible por la divulgación de la película Las Aguas Bajan Turbias, inspirada en las duras penas del tarefero y en la que el trabajador gana mayor protagonismo en la sociedad argentina.

Es 1957 y un joven Horacio Guarany debuta en Radio Belgrano. Consigue que su interpretación de “El mensú” no solo sea muy aplaudida sino que también se difunda en buena parte de las emisoras porteñas. Todo eso colabora a que el músico misionero consolide nuevas amistades de la floreciente escena folclórica, particularmente de una generación comprometida con los pequeños agricultores del país: El Nuevo Cancionero, grupo compuesto por escritores y músicos como Armando Tejada Gómez y Mercedes Sosa.

Ramón

Mercedes Sosa y Ramón Ayala, frente a un afiche del artista misionero

Justamente es La Negra Sosa quien decide grabar para su disco “Canciones con fundamento” tres obras originales de Ramón: “El cachapecero”, “El jangadero”, y El cosechero. De esa manera, las letras del misionero comenzaron a recorrer el mundo y, conmovidos por la temática de sus canciones, es invitado a la Cuba revolucionaria de Fidel Castro y el Che Guevara. Allí le cuentan que, en los fogones de Sierra Maestra, se escuchó cantar “El Mensú”

Para ese viaje a la isla caribeña, Ramón ya había inventado el gualambao, una música con melodía guaraní y ritmo afro. Es 1964 y con el sello de Oscar Mathus saca su primer vinilo solista en el país – un año antes había sacado su LP “Viaje Vegetal”, en Uruguay-que se llamó “El hombre que canta al hombre”, obra que contiene poesías recitadas por él voz y varias de sus canciones que habían cobrado fama en los años previos.

La Argentina padece la dictadura de Juan Carlos Onganía y entre muchas de las canciones populares prohíben la difusión de “El Mensú”. Entonces Ramón aprovecha para emprender un largo exilio por Medio Oriente y Europa, donde toca y hace muestras de sus pinturas.

En Barcelona, cuando pone la radio, escucha a La Negra Sosa cantar. Entonces, inspirado en la nostalgia, se sienta a componer “Posadeña linda”. Recién regresa a la Argentina a mediados de la década de 1970 y fija residencia en el barrio porteño de San Telmo. “Mi viaje se debió a un imperioso deseo de asomarme al mundo, de ver qué era lo que había más allá de nuestras fronteras”, dijo a su regreso.

Ramón

Poco tiempo después – según se supo después por archivos desclasificados-, la dictadura argentina lo suma a una lista negra porque, según la ficha, tenía ideología marxista. Contra viento y marea, El Mensú publica el vinilo de “La vuelta de Ramón Ayala”. En 1978 emprende un largo viaje para tocar por ciudades y pequeños pueblos del interior del país. En el norte argentino, viaja a lomo de burro, entre lloviznas heladas y ladridos de un “perro fantasma”que nunca vimos, comenta el propio artista en una crónica de viaje que publicó por entonces.

Durante los Años de Plomo en el país, el autor de “El Cosechero” expone sus pinturas en diferentes salas del país, Paraguay y Bolivia. También edita sus primeros libros que contienen poesías, cuentos y hasta referencias históricas a la Guerra de la Triple Alianza que le contaba su abuela.

En las siguientes décadas Ramón conseguiría los reconocimientos más importantes a su obra. En los 90 cosecharía el Premio UNESCO para el Desarrollo de la Cultura; el Mensú de Oro en el Festival del Litoral; y el Premio Música Popular Argentina, de la Biblioteca Nacional en Buenos Aires. Otro de los tantos reconocimientos postergados para Ramón sería su actuación como solista en Cosquín, algo que recién sucedió en 2009. Dos años después de esa presentación sería convocado nuevamente y recibiría el Camín de Oro, la mayor distinción coscoína a los folcloristas de la plaza Próspero Molina.

Este 2024 fue evocado por diversos artistas en Cosquín, desde el Chango Spasiuk a Pedro Aznar. Es que el nombre de Ramón Ayala trasciende el tiempo y hasta incluso sus propias obras. Su nombre existe en un anfiteatro en Iguazú, en una plaza de Garupá, en una platea en el anfiteatro de Posadas y en cientos de lugares más.

El Mensú murió el pasado 7 de diciembre de 2023, en un sanatorio de Buenos Aires como consecuencia de un cuadro de neumonía. Su último deseo era que sus cenizas sean arrojadas cerca del río Paraná, en un lugar con sombras pero donde los pájaros no dejen de cantar.

Cultura

Florian y Santi Motorizado cantan al compás de Joaquín Benítez Kitegroski

Publicado

el

El obereño Joaquín Benítez Kitegroski acompaña en el bandoneón a Florian y Santi Motorizado en la canción “Como dos extraños”, un clásico del tango argentino.

Se trata del más reciente adelanto del disco de Florian, el hijo de Vicentico que tiene una carrera solista y desde hace un tiempo está incursionando en el tango, con una orquesta integrada por, entre otros, el bandoneonista obereño.

El primer corte de difusión fue “Nada”, con La Valenti, y forma parte de un disco que fue grabado hace dos meses en Estudio Mono Azul, de Buenos Aires.

Benítez Kitegroski no solo ha formado parte de esas sesiones sino que también es uno de los artistas que acompaña a Florian en el ciclo “Actos de gentileza” que arrancó en el bar porteño Strummer y que luego siguió en el Club Atlético Fernández Fierro.

Además del bandoneonista obereño, la orquesta de Florian tiene a Juan Manuel Fagnano en piano y Federico Maiocchi en contrabajo. El próximo 10 de diciembre llegará al Centro Cultural Konex “Una gentileza para cerrar el año” de Florian, su orquesta y toda una serie de invitados de talla.

De gira por Misiones

En tanto que, como ocurrió en abril pasado, Benítez Kitegroski regresará a Misiones para una gira por Misiones y Chaco con su Quiteto Tangazo, orquesta que versiona obras de Piazzolla con Loreley Benítez Kitegroski en la voz.

La semana pasada anunciaron que Quinteto Tangazo tocará el viernes 26 de diciembre en Urunday (Posadas); el sábado 12 de diciembre en El Fogón de los Arrieros (Resistencia, Chaco) y el lunes 29 de diciembre en el Salón Cultural Eibl (Eldorado).

Benítez Kitegroski está cerrando un buen año con varias participaciones muy notables, como su intervención en los fuelles para “Bajo de la piel”, el primer corte de difusión de Milo J.

“Es una canción urbana como lo es el estilo de Milo, pero tiene muchos tintes folklóricos, así que me gustó mucho”, consideró el bandoneonista meses atrás a La Voz de Misiones sobre su participación en el disco “La vida era más corta”.

Joaquín Benítez Kitegroski tocó “Adiós Nonino” en los premios Martín Fierro

Seguir Leyendo

Cultura

El Chango Spasiuk le puso chamamé al recital de Divididos en Buenos Aires

Publicado

el

El Chango Spasiuk tocó “El Toro” con Divididos en el imponente recital que dieron en el Movistar Arena el sábado 29 de mayo.

Es la misma canción que el acordeonista misionero tocó con en el año 2000 con la Aplanadora el Rock en Oberá, para la Fiesta Nacional del Inmigrante.

El Chango fue uno de los invitados de una noche que contó con la presencia de Miguel Cantilo, Noelia Recalde, Andrés Ciro Martínez y miembros de El Plan de la Mariposa con quienes interpretó “La Marcha de la Bronca”.

En esa nómina de invitados estuvo también el Chango, con quien combinaron chamamé y rock tal como ocurrió en el 2000, cuando la banda de Ricardo Mollo hizo un memorable concierto de dos horas y media,  donde también contó con el acordeonista para interpretar “Little wing” y “El Toro” sobre el escenario Norgus Jacob.

Divididos presentó el sábado su nuevo disco, por eso arrancaron con “Aliados en un viaje”, material que sale a la luz después de quince años sin novedades discográficas.

Aunque en el más reciente concierto no faltaron los clásicos como “Haciendo cosas raras”, “Alma de budín”, “Tanto anteojo”, “Sábado” y canciones de Sumo, como “Crua Chan”, “El ojo blindado” y “Nextweek”, para el final.

 

 

Seguir Leyendo

Cultura

Emanuel Rodríguez presenta “Peroncho stand up” en el comedor universitario

Publicado

el

El humorista cordobés Emanuel Rodríguez traerá su espectáculo “Peroncho stand up” este sábado 29 de noviembre a la gorra, en el comedor universitario Néstor Kirchner (Félix Bogado 1999) del  barrio El Palomar, a las 19 horas, en el marco del Día de la Militancia Peronista que se celebró el 17 de noviembre pasado.

Con “Peroncho Stand Up”, el comediante viene recorriendo distintas provincias del país, presentándose tanto en salas teatrales como en centros culturales, sindicatos y espacios comunitarios.

El formato es directo y despojado: un micrófono, observaciones punzantes y un diálogo permanente con el público para construir el humor. La última presentación de “Peroncho stand up” ocurrió el 31 de mayo pasado, cuando brindó un show en la sede local del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata).

Desde hace varios años “Peroncho stand up” desarrolla contenidos humorísticos en redes sociales y plataformas audiovisuales, donde sumó una comunidad que lo sigue por su capacidad para traducir debates complejos en claves de humor.

En este contexto, la presentación en el Comedor Universitario Néstor Kirchner suma un valor simbólico y cultural: se trata de un espacio vinculado históricamente a la vida estudiantil y a la circulación de propuestas artísticas abiertas, donde el humor se integra a la programación como una forma de encuentro colectivo. El carácter “a la gorra” refuerza además la lógica del teatro independiente y del acceso popular a la cultura.

Así, la llegada de “Peroncho” a Posadas puede leerse como una propuesta que trasciende lo estrictamente político para ubicarse dentro del mapa cultural local: un espectáculo de stand up que dialoga con la coyuntura, pero que se sostiene fundamentalmente en el oficio del comediante, la construcción de un personaje escénico y la búsqueda de la risa como experiencia compartida.

Seguir Leyendo
Publicidad

Lo más visto