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Detienen a policías apuntados en la nueva hipótesis del crimen de Mirta Rosa

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brigada caso mirta rosa

Los tres policías puestos bajo la lupa por el asesinato de la docente con esquizofrenia Mirta Carmen Rosa (47) durante el juicio realizado en agosto fueron detenidos esta mañana por orden del Juzgado de Instrucción Uno de Posadas, quien quedó a cargo de la nueva investigación solicitada por el fiscal del Tribunal Penal Dos Vladimir Glinka.

De acuerdo a lo consignado por fuentes consultadas por La Voz de Misiones, la misma Jefatura de Policía cumplió esta mañana el pedido efectuado por el magistrado Marcelo Cardozo y, de esta manera, los uniformados Emilio Broemser, Adrián Roberto Borda y José María Bernal quedaron detenidos a la espera nuevas disposiciones judiciales.

Los tres fueron notificados del inicio de una investigación en su contra y se espera que en las próximas horas sean citados a prestar declaración indagatoria como sospechosos de haber asesinado a la docente Mirta Carmen Rosa, cuya muerte se registró el 14 de febrero de 2013 en Garupá. 

La pesquisa en contra de los tres uniformados que al momento del hecho eran integrantes de la Brigada de Investigaciones de la Unidad Regional X de la Policía de Misiones fue solicitada por el fiscal Glinka luego del juicio desarrollado contra los ex policías Aldo Gabriel Aníbal Villalba (37) y Luis Albino Rotela (43).

En ese juicio, tanto Villalba como Rotela fueron juzgados y finalmente condenados por el delito de abandono, ya que se los consideró responsables de haber prestado una atención deficiente a la docente, quien se encontraba deambulando por Garupá en medio de un cuadro de esquizofrenia.

Según se reconstruyó en el debate oral, ese 14 de febrero de 2013 los policías Villalba y Rotela auxiliaron a Rosa tras el pedido de una vecina, pero en lugar de ponerla en resguardo en la comisaría o trasladarla al hospital la llevaron hasta el barrio Los Potrillos, donde la bajaron para “deshacerse” de ella.

Lo que sucedió fue que, apenas unas horas después, la misma docente fue hallada sin vida en una antigua cancha del barrio. En principio se especuló con un deceso por causas naturales, pero la autopsia determinó que se trató de una muerte violenta, dado que la mujer presentaba estallido de vejiga, ni más ni menos.

Los ex policías Villalba y Rotela fueron condenados a 4 y 2 años de prisión, respectivamente, por abondono a Mirta Rosa.

A partir de ahí surgió la mayor incógnita del caso: saber quiénes fueron los responsables del crimen.

Y en ese sentido avanzó el fiscal Glinka al momento de desplegar su alegato durante el cierre del juicio contra Villalba y Rotela, instancia en la que sacudió la sala a solicitar que los policías Broemser, Borda y Bernal sean investigados por “homicidio calificado por criminis causa y por haber sido perpetrado por personal de una fuerza de seguridad”, lo cual finalmente fue aprobado por los magistrados del Tribunal Penal Dos.

La nueva hipótesis del caso Mirta Rosa

La nueva hipótesis trazada por Glinka refirió que una vez que Villalba y Rotela “abandonaron a su suerte” a Rosa, la mujer tuvo el “infortunio de cruzarse con la Brigada”.

“Los de la Brigada, bandidos los tres, estaban haciendo cagada, estaban en un lugar donde no tenían que estar”, contextualizó el fiscal y afirmó que en esas circunstancias se cruzaron con Rosa, con quien discutieron y como “ella reaccionó mal debido a su estado de exaltación por la esquizofrenia, ellos reaccionaron peor: la golpearon y la dejaron prácticamente muerta”.

La nueva teoría desplegada por el fiscal se sustentó principalmente en el testimonio de un testigo identificado como Chinito Veláquez, quien recordó que ese día él había sido detenido por robo y luego fue llevado por la Brigada a realizar recorridas por el barrio para “marcar objetos robados”.

El testigo contó que durante esa recorrida se detuvieron cerca de la cancha del barrio Los Potrillos y comenzó a ser castigado dentro del auto, instancia en la que apareció la mujer que sería Rosa.

El fiscal Glinka pidió la apertura de una investigación por homicidio contra los policías de la Brigada.

Además de ello, durante las declaraciones vertidas en calidad de testigos por los policías ahora puestos bajo la lupa el fiscal Glinka ahondó en sus contradicciones, irregularidades en libros de guardia y otras maniobras realizadas con la supuesta intención de desviar la pesquisa.

En su pedido, Glinka solicitó que se extraigan copias de todo lo registrado en el debate y que ese documento sea remitido al juzgado de origen a fin de que “se haga cabeza de sumario” contra Broemser, Borda y Bernal.

Después de la aprobación del tribunal, las actuaciones fueron enviadas al juzgado de origen, aunque debido a las inhibiciones registradas en su momento, finalmente el nuevo expediente quedó en manos del Juzgado de Instrucción Uno de Posadas, a cargo del magistrado Marcelo Cardozo, que está pronto a asumir al frente del flamante Juzgado Federal de Puerto Iguazú.

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Acampe docente: condenan a Gurina y Sánchez por desobediencia y corte de calle

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condenas a Monica Gurina y Leandro Sanchez

Para la Justicia misionera, los docentes y dirigentes sindicales Mónica Gurina y Leandro Sánchez cometieron delitos durante el acampe que interrumpió el tránsito sobre lo avenida Uruguay a mediados del año pasado durante una protesta multisectorial en reclamo de mejoras salariales.

Así lo determinó esta tarde la jueza Correccional y de Menores Uno de Posadas, Marcela Leiva, quien como presidenta del tribunal unipersonal encargado de llevar adelante el juicio oral decidió condenar a ambos trabajadores de la educación como coautores de los delitos de “desobediencia judicial y entorpecimiento del normal funcionamiento de los medios de transporte”, misma imputación con la cual llegaron a esta instancia.

Las penas impartidas fueron 10 meses de prisión en suspenso para Gurina y 8 meses de prisión en suspenso para Sánchez, quienes además deberán realizar 8 horas mensuales de tareas comunitarias dando clases en comedores infantiles.

Los fundamentos del fallo serán comunicados el 1 de diciembre, jornada para la cual el colectivo de docentes y trabajadores de la educación unidos en acompañamiento a los ahora condenados anunció un paro con posible movilización hacia el Palacio de Justicia, donde esta mañana volvieron a montar una vigilia y luego reclamaron que el veredicto busca “criminalizar la protesta”.

La defensa de los docentes, encabezada por el abogado Eduardo Paredes, junto a Roxana Rivas y María Laura Alvarenga, adelantó que una vez conocido los argumentos apelarán el fallo y de ser necesario insistirán hasta llevar el caso a la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN).

La fiscal María Laura Álvarez fue la primera en alegar y solicitó condenas para los imputados.

“No hay derecho absoluto”

El fallo se ajustó casi en su totalidad con el planteo efectuado previamente por la fiscal María Laura Álvarez, que al momento de su alegato consideró que ambos docentes habían cometido los delitos imputados en el marco de la protesta realizada el año pasado y, por ende, pidió 1 año de prisión en suspenso para Gurina y 10 meses en suspenso para Sánchez.

Álvarez argumentó que el mayor pedido contra Gurina fue porque ella “tenía un plus en la ejecución” de las acciones enmarcadas en la protesta y el acampe instalado sobre la avenida Uruguay, casi Trincheras de San José, una cuadra antes del campamento similar montado por agentes policiales frente al Comando Radioeléctrico Uno.

En su alegato, la fiscal remarcó los perjuicios económicos sufridos por unos 80 comerciantes de la avenida Uruguay, tomando como ejemplo a Gustavo Cardozo, dueño de Vicar Muebles, que como testigo declaró que sus ventas bajaron un 40% durante los días que duró la protesta.

Consideró, además, que ambos docentes incumplieron en forma “dolosa” con la orden de despeje de la calle emitida por el juez Ricardo Balor y para ello se apoyó en las declaraciones de varios agentes policiales que hoy comparecieron como testigos, entre ellos Mariela Acosta, mediadora de la fuerza provincial.

“Nadie está en contra del derecho a la protesta, pero la Corte dijo que no hay ningún derecho absoluto”, expresó Álvarez que anoche además presentó un escrito solicitando que la audiencia de hoy se restrinja al público.

En sus argumentos, expuso que el martes se sintió “coaccionada, intimidada y acosada” por el público que acompañaba a los docentes enjuiciados.

La defensa se opuso y la jueza Leiva también, que aceptó el ingreso del público, aunque reiteró las normas de comportamiento. Lo que no hubo fue transmisión oficial en vivo, como suele en la mayoría de los debates orales, salvo excepciones como casos de abuso sexual donde prevalece el derecho a la intimidad de la víctima.

Sánchez reinvidicó el derecho a protesta al dar sus últimas palabras, poco después de sufrir un cuadro de presión alta.

“Fue un hecho público y multitudinario”

En defensa de los imputados alegaron los tres letrados del equipo técnico legal, siendo Paredes y Rivas los principales oradores.

En primer término, Paredes realizó un repaso de las luchas sociales y conquistas de derechos obtenidas en el marco de protestas en las calles. A nivel nacional mencionó la protesta del campo contra la resolución 125 que lideró Alfredo De Angeli -hoy senador nacional- y en materia provincial recordó el tractorazo que derivó en la creación del Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym).

“Hubo tractores sobre la plaza, se cortó el tránsito, los empleados apenas podían ingresar a la casa de gobierno. Aún así, el gobierno reconoció que eran derechos constitucionales y no tomó ninguna medida. Así salió el Inym y el gobierno provincial nunca impulsó un proceso”, ejemplificó.

Rivas, por su parte, consideró que la causa carecía de pruebas para dar por acreditada las acusaciones. “Fue un hecho público y multitudinario. No hay pruebas de que ambos hayan ‘liderado’ la protesta. Esto era, además, multisectorial. Es imposible endilgarle un ‘poder de dirección’ en los hechos”, apuntó.

También cuestionó que “los daños económicos en los comerciantes son presumido, no está acreditado” y aseveró que “la salida acá es entender que este conflicto ya se resolvió en sede administrativa”.

En consecuencia, la defensa pidió la absolución de los acusados o, en forma subsidiaria, la aplicación del estado de necesidad justificante o del estado de necesidad disculpante.

Los planteos defensivos no prosperaron. Tras más de dos horas de deliberación, la magistrada Leiva regresó a la sala con el veredicto y por secretaría se leyó la condena para ambos docentes.

La sentencia de la jueza Marcela Leiva fue impartida poco después de las 14.

 

Gurina y Sánchez en juicio: “Ir al acampe fue colectivo y asambleario”

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La defensa pidió la absolución y hay cuarto intermedio hasta sentencia

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Tras el pedido de absolución planteado por la defensa, los docentes y dirigentes sindicales Mónica Gurina y Leandro Sánchez hicieron uso de sus últimas palabras antes del cuarto intermedio para deliberar la sentencia por parte de la magistrada Marcela Leiva.

Sánchez, visiblemente emocionado y hasta con un cuadro de suba de presión, reinvindicó el derecho a protesta e insistió en el carácter asambleario de todas las decisiones tomadas durante la protesta del año pasado. “No tenemos liderazgos, tenemos asambleas en las plazas“, señaló.

Y afirmó: “No somos el diablo. Somos ciudadanos insurrectos, que no soportan la injusticia y no se resignan a ser maestros sin casa”.

A lo que agregó: “Si nos condenan, van a condenar la protesta social. Sentarán un precedente para el país y se llenarán las cárceles de maestros y trabajadores”

Gurina también se expresó brevemente y adhirió a las palabras de su colega.

Luego, la jueza Leiva dispuso un cuarto intermedio por tiempo indeterminado para deliberar y dictar sentencia.
Minutos antes, la fiscal María Laura Álvarez había solicitado penas de 1 años y 10 meses de prisión en suspenso para los imputados, siendo el mayor pedido contra Gurina.

La fiscalía pidió condenas contra Mónica Gurina y Leandro Sánchez

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La fiscalía pidió condenas contra Mónica Gurina y Leandro Sánchez

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La fiscal María Laura Álvarez solicitó 1 año de prisión para Mónica Gurina y 10 meses de prisión para Leandro Sánchez.

El cumplimiento de la pena es en suspenso, es decir, que no implica ir a la cárcel y también contempla la realización de tareas comunitarias.

Para la fiscalía, ambos fueron coautores de los delitos de “desobediencia judicial” y “entorpecimiento del normal funcionamiento de los medios de transporte”, misma imputación bajo la cual llegaron a juicio oral.

Alvarez argumentó que el mayor pedido de pena fue para Gurina porque “tenía un plus en la ejecución” de las acciones enmarcadas en la protesta y el acampe docente desarrollado entre mayo y junio de 2024.

En su alegato, la fiscal remarcó los perjuicios económicos sufridos por los comerciantes de la avenida Uruguay y el entorpecimiento del transporte.

“Nadie está en contra del derecho a la protesta, pero la Corte dijo que no hay ningún derecho absoluto”, expresó Álvarez.

A continuación es el turno de alegar a la defensa de los docentes imputados y más tarde la jueza Marcela Leiva dictaría sentencia.

Comenzó el segundo día de juicio a Mónica Gurina y Leandro Sánchez

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