Policiales
Detienen por robo a testigo de caso Rosa que apuntó a policías de la Brigada
Walter Rubén Velázquez (30), más conocido como “Chinito”, el testigo que declaró contra efectivos de la Brigada en el juicio por la muerte de Mirta Carmen Rosa (47), fue detenido esta mañana en el marco de la investigación por un hecho de robo registrado a mediados de agosto en Santa Inés.
De acuerdo a lo consignado por fuentes consultadas, la nueva detención de Chinito guarda relación con una denuncia de robo radicada el 15 de agosto por una periodista de 36 años domiciliada en Santa Inés, Garupá.
En su denuncia la mujer relató que ella salió de casa el 13 de agosto y al regresar, dos días después, constató que delincuentes cortaron un tejido perimetral, forzaron una reja y accedieron al lugar, robando elementos personales y herramientas de trabajo tales como una cámara de fotos, un grabador y una mochila.
De la investigación iniciada surgió entonces que el sospechoso estaba comercializando objetos robados por el barrio Los Potrillos y también a través de redes sociales, añadiendo que los interesados podían acercarse a ver los elementos puestos a la venta en su casa del barrio El Porvenir II.
Así fue como, al recolectar todos estos elementos, efectivos de la División Investigaciones de la Unidad Regional X, en conjunto con el personal de la Dirección Investigaciones Complejas y del Grupo de Intervención Rápida (GIR) irrumpieron esta mañana en lugar con autorización del Juzgado de Instrucción Siete y realizaron un allanamiento que derivó en la detención del implicado.
Las fuentes de La Voz de Misiones señalaron que en el inmueble los uniformados policiales dieron con un cuchillo y un par de zapatillas Nike que también habían sido denunciados como robados por la damnificada del hecho registrado el 13 de agosto.
El operativo además culminó la detención de la pareja de Chinito, quien se resistió al procedimiento e intentó impedir el accionar policial.
Chinito testigo
Velázquez tuvo marcado protagonismo hace unos días cuando le tocó declarar como testigo en el marco del juicio que se realizó en el Tribunal Penal Dos de Posadas para esclarecer la muerte de Mirta Rosa, una docente jubilada con esquizofrenia que fue hallada sin vida el 14 de febrero de 2013 en una antigua cancha del barrio Los Potrillos.
El juicio oral terminó el viernes pasado con sentencias condenatorias de 4 y 2 años de prisión, respectivamente, para los ex policías de la comisaría Quinta, Aldo Villalba (37) y Luis Rotela (43), quienes fueron declarados responsables de abandono de persona, entre otros delitos.
El testimonio de Chinito era considerado de relevancia ya podía ayudar a reconstruir los últimos minutos de la víctima, como así también el accionar de los imputados y relevar más información respecto a las actividades que ese día estaba realizando el personal de la Brigada de Investigaciones, quienes también se encontraban de recorrida en cercanías al escenario donde finalmente fue hallado el cadáver de la docente jubilada.
En ese contexto, el joven declaró en la quinta jornada del juicio, celebrada el 17 de agosto, y antes las partes recordó que ese 14 de febrero de 2013 é l fue detenido por robo y quedó alojado en la comisaría Quinta, pero cerca del mediodía la Brigada lo retiró de allí para llevarlo a Los Potrillos, donde añadió que fue torturado con una picana y golpeado por los tres efectivos que estaban con él dentro del móvil.
También sostuvo que mientras eso sucedía una señora pasó por el lugar y reclamó a los policías por su accionar, dos de los cuales bajaron del rodado y continuaron discutiendo con la mujer.
“Apareció una mujer que reclamó que me estaban pegando. Ahí discutieron y Broemser y Borda se bajaron del auto y siguieron discutiendo. Quince minutos después, volvieron al auto y no me golpearon más. Después me llevaron de nuevo a la comisaría”, fueron sus palabras.
Esos efectivos apuntados se tratan de Emilio Broemser, José María Bernal y Adrián Borda, quienes en ese momento cumplían laborales en la Brigada de Investigaciones de la Unidad Regional X, para quienes luego el fiscal del juicio, Vladimir Glinka, solicitó que se inicie “cabeza de sumario” para investigarlos como posibles autores del homicidio de la señora Rosa.
La hipótesis que trazó el fiscal en su alegato consigna que Rosa, en medio de una crisis nerviosa por su cuadro de esquizofrenia, fue alzada en el patrullero en el que se movilizaban Villalba y Rotela, pero que ellos luego la dejaron abandonada en cercanías al barrio Los Potrillos, tras lo cual la mujer se cruzó con los efectivos de la Brigada y terminó siendo asesinada a golpes.
“Ella (por Rosa) era una persona que no iba a reaccionar bien ante cualquier tipo de agresión. Ella tenía esquizofrenia, entonces reaccionó mal y ellos (por los efectivos de la Brigada) reaccionaron aún peor, la golpearon y la dejaron prácticamente muerta en un lugar donde ellos creían que se le podía imputar a otra persona, que era los policías que pasaron por ahí”, profundizó Glinka en su alegato del último viernes.
En base a todo lo expuesto, Glinka pidió que se extraigan copias de todo lo recolectado en el debate y que la causa sea remitida al juzgado de origen para que se inicie una investigación contra los agentes de la Brigada como sospechosos del asesinato de Rosa.
El Tribunal Penal Dos dio lugar al pedido, aunque los considerandos para esta nueva etapa serán comunicadas junto a los fundamentos del fallo, cuya lectura fue programada para el próximo 6 de septiembre.
Judiciales
Ramón Amarilla apeló su prisión preventiva y acusó “mensaje ejemplificador”
Ramón Amarilla y Diego Correa, dos de los ocho agentes policiales detenidos y destituidos tras ser acusados por delitos de “sedición” y “conspiración”, apelaron la prisión preventiva dictada por el juez Fernando Verón, cuestionando la medida como “infundada”, “arbitraria” y sin “fundamento probatorio”, además de calificarla como “un uso desproporcionado de la justicia” con fines de “persecución”.
El recurso de apelación fue presentado en las últimas horas por el letrado particular y ex juez penal Ramón Moisés Grinhauz, quien interviene como abogado defensor de los agentes Amarilla y Correa.
En la resolución, Grinhauz apunta que la prisión preventiva dictada contra sus pupilos judiciales resulta “infundada y arbitraria”, dado que la decisión carece de “fundamento probatorio sólido que justifique tal medida extrema”, al tiempo que considera que se realizó “una valoración subjetiva de los riesgos procesales”.
Siete de los ocho involucrados fueron detenidos el 19 de septiembre, durante una serie de procedimientos simultáneos ordenados por el juez Verón, titular del Juzgado de Instrucción Tres de Posadas, tras conocerse una serie de chats que daban cuenta de un supuesto plan para desestabilizar a la cúpula de la Policía e iniciar una nueva revuelta, incidentes nuevos e independientes a la protesta realizada en mayo.
La maniobra salió a la luz gracias a la detención días antes del oficial ayudante Diego Correa, a quien se le incautó el teléfono celular y de allí se recuperaron los diálogos que mantenían los involucrados a través de un grupo de Whatsapp llamado “Solo Cola”, según argumentan la Justicia.
“Expresiones de malestar”
En el escrito de apelación, la defensa de los implicados Correa y Amarilla contestan a todas estas cuestiones utilizadas como fundamento para el dictado de la prisión preventiva y atacan la medida.
“Las capturas de pantalla presentadas como evidencia incluyen intercambios que, a primera vista, pueden parecer comprometedores, pero una revisión más detallada revela que carecen de claridad y contexto”, arguye la defensa y sostiene: “Los mensajes reflejan expresiones generales de malestar sobre las condiciones laborales y comentarios dispersos que, aunque pueden ser interpretados como un deseo de ‘movida’, no constituyen un plan concreto o articulado que evidencie la intención de llevar a cabo actos de sedición o violencia”.
En ese marco, argumentan que “la jurisprudencia ha establecido que las conversaciones que se mantienen en entornos privados deben ser interpretadas con el debido respeto a la intención y al contexto en el que se producen”.
En otro tramo de la presentación, Grinhauz cuestiona que no existe evidencia para considerar que la liberación de sus defendidos represente riesgo procesal alguno, tanto de fuga como de entorpecimiento de la investigación, ante lo cual plantea como alternativa la imposición de medidas menos severas para que sus defendidos se ajusten a derecho, tal como lo hicieron en el marco del otro expediente que se instruye ante el Juzgado de Instrucción Seis, donde respondieron ante cada citación.
“Mensaje ejemplificador”
La apelación también contiene un “análisis político” de la causa, donde la defensa de los imputados apunta que la situación “trasciende la mera interpretación legal y se inscribe en un contexto político y social más amplio”, donde Correa y Amarilla fueron ubicados como “fusibles de una disputa salarial que ha despertado tensiones significativas entre el gobierno provincial y los cuerpos de seguridad”.
Y ataca: “La decisión de imponer una prisión preventiva parece estar más relacionada con la intención de enviar un mensaje ejemplificador al cuerpo policial que con la existencia de pruebas contundentes que sustenten la acusación”.
En base a todos estos considerados, el letrado particular solicita que se revoque la prisión preventiva contra sus defendidos y que ambos continúen el proceso judicial en libertad.
El documento ahora deber ser remitido a la Cámara de Apelaciones, junto a todo el expediente, para que sus magistrados analicen la presentación y luego resuelvan si ratifican todo lo actuado por el juez Verón o dan lugar a la apelación defensiva, lo cual favorecería a los implicados.
Este recurso de apelación se da horas después de una acción de amparo que los ochos uniformados implicados presentaron de manera conjunta en contra del gobierno provincial por el decreto que dispuso la destitución de todos ellos.
Policiales
Hallan asesinado al hermano del pescador detenido en Andresito
La Policía de Misiones halló el cuerpo de Rubén Alvez de Almeida (49), quien el pasado miércoles 9 de octubre salió a pescar junto a su hermano por el río Iguazú en Comandante Andresito y no regresó.
A casi una semana de su desaparición, Almeida fue localizado sin vida ayer por la tarde. Su cuerpo estaba escondido entre la espesa vegetación de la Reserva Puerto Península, predio lindante al Parque Nacional Iguazú.
El caso es investigado como presunto homicidio y tiene como principal sospechoso al hermano del pescador, Eliseo Alvez Almeida (41), la última persona que vio con vida a la víctima y no reportó a la fuerza provincial su desaparición.
Con la denuncia de otro familiar del pescador radicada el lunes, los uniformados comenzaron la búsqueda rastrillando monte adentro, a casi 30 kilómetros de la ciudad de Andresito, donde ubicaron el cuerpo en estado avanzado de descomposición, con una herida en la región axilar provocada, presumiblemente, con un arma de fuego.
Además, en la zona en la que fue localizado el cadáver, los agentes incautaron diversos elementos de interés para esclarecer lo ocurrido con el pescador.
En tanto, el cuerpo de Rubén Alvez de Almeida fue examinado por el médico policial en turno y, por orden judicial, será sometido a una autopsia para determinar las causas de su deceso.
Debido a las dificultades del terreno en el que se llevó a cabo la búsqueda, de los operativos participaron efectivos de la comisaría jurisdiccional, guardaparques, bomberos voluntarios y personal de Policía Científica.
En cuanto al principal y único sospechoso que tiene el caso, Eliseo está detenido bajo la lupa de la Justicia debido a incongruencias manifestadas a los uniformados cuando fue consultado por el paradero su hermano, con quien había salido a pescar el pasado miércoles y volvió solo de la excursión.
En el hecho interviene el Juzgado de Instrucción Tres de Puerto Iguazú, a cargo del magistrado Martín Brites.
Fue a pescar con su hermano, volvió solo y no denunció nada: lo detuvieron
Judiciales
Día de pericia psicológica para Germán Kiczka en la sede de Saic en Posadas
El ex diputado provincial, desaforado y detenido con prisión preventiva en el marco de una causa por distribución de archivos con material de abuso sexual infantil (Masi), Germán Kiczka, fue trasladado esta mañana hacia la oficina de Saic en Posadas para ser objeto de una pericia psicológica.
De acuerdo a lo consignado por fuentes consultadas, el apostoleño llegó esta mañana en un móvil del Servicio Penitenciario Provincial (SPP) e ingresó a la oficina de la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas (Saic), ubicada al lado del Juzgado de Instrucción Siete, sobre calle Pedro Méndez, casi avenida Uruguay.
Las fuentes indicaron que la audiencia corresponde a la realización de una pericia psicológica solicitada en el marco de la causa judicial que se tramita ante el juez Miguel Ángel Faría, titular del Juzgado de Instrucción Cuatro de Apóstoles.
Hoy fue el turno de Germán, que mañana debe volver a ser trasladado a la misma oficina, mientras que el jueves hará lo propio su hermano Sebastián, también detenido y procesado en el mismo expediente.
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