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Policiales

Paró en un semáforo y un sicario en moto lo asesinó a tiros en Irigoyen

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Alrededor de las 20 de la noche de este jueves, efectivos de la Unidad Regional XII tomaron conocimiento que en medio de la avenida Andrés Guacurarí, de la localidad de Bernardo de Irigoyen, se hallaba una camioneta Chevrolet Montana estacionada con las puertas abiertas.

Una vez en el lugar, los policías hallaron sin vida, dentro del rodado, a un hombre identificado como Rafael Antúnez de Olivera.

De acuerdo a los primeros datos aportados por los investigadores del caso, el hombre detuvo su auto en el semáforo, que se encontraba en rojo, cuando fue abordado por un individuo al mando de una motocicleta, quien le efectuó varios disparos con un arma de fuego.

De esa forma, Antúnez de Olivera perdió la vida de forma inmediata, mientras que su agresor huyó del lugar una vez consumado el crimen, que por estas horas se investiga si se debió a una ajuste de cuentas vinculado al contrabando de vino en la región de la frontera seca.

Por el momento, se desconocen las características del autor y la Policía monta diferentes operativos cerrojo para capturarlo. En el lugar trabaja la División de Policía Científica e interviene el Juzgado de Instrucción 1 de San Pedro.

Policiales

Apartan a un policía que se grabó esnifando cocaína en el trabajo

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La Policía de Misiones decidió apartar de la fuerza provincial a un agente que se grabó consumiendo cocaína y cuyo video se viralizó en redes sociales durante las últimas horas.

Según se pudo saber, el video fue enviado por WhatsApp con la opción de “ver una sola vez”, pero el destinatario registró la escena con otro celular y difundió la grabación.

Tras la viralización del contenido, la Jefatura decidió apartar al uniformado por “acción presuntamente vinculada al consumo de estupefacientes e instigación al delito”, en tanto que no descartan su “exoneración definitiva”.

El video, enviado a las 3.04 del domingo, muestra a Nicolás B., efectivo del Comando Radioeléctrico de Santa Rita, vistiendo el uniforme policial mientras esnifa un polvo blanco que, a simple vista, parece ser cocaína.

Según trascendió, el registro fílmico habría sido grabado durante su horario laboral, dentro de la dependencia policial.

Con la viralización del video, la Jefatura de Policía de Misiones informó la separación inmediata del agente Nicolas B. tras detectar “una acción presuntamente vinculada al consumo de estupefaciente e instigación al delito”.

“Esta medida responde a la gravedad del hecho, que podría constituir un delito, lo que resulta incompatible con los valores, la disciplina y la ética profesional que rigen el servicio policial”, señaló la fuerza provincial.

Al mismo tiempo, la Jefatura precisó que Asuntos Internos abrió un sumario administrativo contra el uniformado de Santa Rita e inició una investigación “para esclarecer las circunstancias del caso, sin descartar la exoneración definitiva del agente involucrado”.

También informaron del hecho a la Justicia Penal de Misiones y a la Federal “por tratarse de un hecho que podría configurar instigación al delito”, añadieron.

“La Jefatura de Policía de Misiones reafirma su política de tolerancia cero ante cualquier conducta que vulnere o afecte la integridad institucional. En ese marco, continuará actuando con firmeza, transparencia y compromiso ético, destacando y valorando el profesionalismo y la vocación de servicio de los miles de buenos policías que honran los valores de la institución y su misión de proteger a la comunidad”, enfatizó la fuerza.

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Judiciales

Giro en caso Schoenfisch: el acusado se defendió y su padre se autoincriminó

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pablo schoenfisch

El juicio contra Pablo Schoenfisch (23), acusado de asesinar a su madre Faustina Antúnez (54) y herir gravemente a su padre Arnoldo (67) -ex intendente de Santiago de Liniers-, en un presunto ataque parricida registrado el 14 de mayo de 2020 en Santiago de Liniers, arrancó esta mañana con un exponencial giro en la trama: el sobreviviente se adjudicó el crimen de su esposa y pidió ser imputado en lugar de su hijo.

“Yo la asesiné y después me quise suicidar”, lanzó Arnoldo Schoenfish, víctima del hecho según el expediente que llegó a juicio y primer testigo que compareció para declarar ante el Tribunal Penal Uno de Eldorado, presidido por la magistrada Adriana Andino, que después de lo ocurrido dispuso un cuarto intermedio hasta mañana para evaluar los próximos pasos a seguir.

El debate, cuya continuidad ahora está a merced del análisis de los magistrados, comenzó tal lo previsto, con el acusado en la sala, acompañado de sus abogados defensores Fabián De Sá y María Laura Alvarenga, por un lado, y del otro lado el fiscal Federico Rodríguez.

El primer paso fue dar lectura al auto de elevación a juicio de la causa, documento donde se desarrolla la hipótesis acusatoria que sostiene que Pablo Schoenfisch atacó a balazos a sus padres mientras dormían y donde además se consignan los informes periciales y las testimoniales que forman parte de la carga probatoria contra el sospechoso.

El joven llega al debate privado de su libertad desde 2020 y enfrenta una acusación por los delitos de “homicidio calificado por el vínculo y por haberse cometido con alevosía agravado por la utilización de un arma de fuego”, en perjuicio de su madre, y “homicidio calificado por el vínculo y por haberse cometido con alevosía agravado por la utilización de un arma de fuego, en grado de tentativa”, contra su padre, imputación bajo la cual puede ser condenado a prisión perpetua.

Pablo Schoenfisch tiene 23 años y está detenido desde 2020.

Giro en la trama

Pero hoy, tras oír su imputación, Schoenfisch aceptó declarar sin responder preguntas y ante el tribunal se desligó de los crímenes. 

El joven afirmó que ese día estuvo en la casa de su abuela ubicada en la misma propiedad que la casa de sus padres, que se durmió cerca de las 21 y que recién se enteró de lo ocurrido al día siguiente, cuando un primo lo despertó a las 7 de la mañana.

El imputado contó que después lo llevaron a declarar y reclamó que lo “torturaron” y “golpearon” al momento de las pericias de rigor dentro de la comisaría jurisdiccional.

Pero lo trascendental de su declaración y casi como antesala a lo ocurriría después llegó sobre el final de su relato. “Pasó un largo tiempo y me enteré por parte de mi padre que él había cometido un delito y yo solamente no lo quería decir por miedo”, planteó el joven imputado.

Y en esa misma línea declaró, instantes después Arnoldo Schoenfisch, padre del imputado, viudo de una de las víctimas y señalado como sobreviviente del ataque, cuyas palabras pusieron bajo análisis la continuidad del juicio.

El ex intendente de Santiago de Liniers llegó a la sala acompañado por un asistente debido a la ceguera que padece como consecuencia del hecho investigado y tras jurar decir la verdad, no sin antes ser advertido sobre el delito de falso testimonio, se autoincriminó en defensa de su hijo.

Sobre la mecánica del hecho relató que “estábamos acostados con mi esposa y discutimos un poco. Estaba un poco desorientado. Agarré el arma, la asesiné y después me quise suicidar. Después me quedé sorprendido por todo y llamé a mi hermano desde la ventana porque no sabía qué hacer”.

Schoenfisch padre luego ahondó: “Pasó lo que tenía que pasar. Pablo es inocente, yo hice todo y yo tengo que ser el imputado”.

El fiscal Rodríguez descreyó por completo la versión dada por el testigo, calificó la declaración como “una mentira” planeada como estrategia defensiva y acusó por falso testimonio, mientras que la defensa solicitó que Schoenfisch padre pase a ser imputado en la causa, ante lo cual el tribunal dispuso interrumpir la continuidad del debate hasta mañana a la mañana para definir de qué manera continúa el proceso.

Arnaldo Schoenfish -ex intendente de Santiago de Liniers-, junto a su esposa Faustina Antúnez, fallecida.

La carga probatoria

La nueva versión es contraria a lo expuesto en el requerimiento de elevación a juicio formulada por el fiscal Edgar Francisco Doldán y firmada por el magistrado Roberto Saldaña, ex juez de Instrucción Uno de Eldorado.

Según lo plasmado en ese documento, Pablo Schoenfisch mantenía una relación conflictiva con sus padres, motivada por desavenencias y mal comportamiento del muchacho, cuestión que fue ratificada por varios familiares y amigos del imputado al momento de declarar como testigos en la etapa investigativa.

Incluso, hay testimonios que apuntan sobre una posible premeditación del muchacho, quien ante varios de sus amigos y parientes manifestó abiertamente las intenciones de matar a sus padres con dichos como “voy a matar a toda esta mierda” o “cualquier día de estos le voy a pegar un tiro al viejo de mierda”.

A pesar de ello, el expediente remarca que las sospechas se centraron en él desde el primer momento, cuando los investigadores supieron que la primera expresión de Arnoldo Schoenfisch tras sufrir el ataque y pedir ayuda fue: “Pablito se mandó una cagada”.

No es todo. Durante el transcurso de la causa apareció otro integrante de la familia que recordó que semanas antes del hecho, en el marco de un asado, Pablo Schoenfisch le consultó cómo se podía ocultar los rastros de pólvora que deja la acción de percutir un arma de fuego y la respuesta fue la utilización de un guante.

El testimonio cobra mayor relevancia al mencionar que un par de guantes negros de cuerina fueron encontrados ocultos en una cajonera ubicada en la habitación donde el sospechoso durmió durante la noche del crimen. 

Además, sus propios amigos relataron que el joven solía mostrarse e incluso disparar con un revólver calibre 38, el mismo que fue utilizado para perpetrar el crimen que ahora busca ser esclarecido.

Los guantes de cuerina negro que podrían ser una de las claves del caso.

 

Hijo de ex intendente Schoenfisch a juicio por crimen parricida en 2020

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Judiciales

Pedro Núñez irá 25 años a prisión por violar e intentar asesinar a una joven

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Pedro Núñez

Su versión de una relación consentida con prácticas de sadomasoquismo no tuvo efectos en los integrantes del Tribunal Penal Uno de Posadas y Pedro Alejandro Núñez (30) fue condenado esta mañana a 25 años de prisión por golpear, violar e intentar asesinar a una joven estudiante a quien sorprendió en su departamento y en medio del ataque le obstruyó las vías respiratorias con cintas de embalaje.

La sentencia fue dictada a las 11 hoy por unanimidad entre los integrantes del tribunal presidido por el magistrado Gustavo Bernie y los vocales subrogantes Ricardo Balor (del Juzgado de Instrucción Seis) y César Yaya (del Tribunal Penal Dos de Posadas).

Los jueces declararon a Núñez como autor penalmente responsable de los delitos de “abuso con acceso carnal y homicidio doblemente agravado por femicidio y criminis causa en grado de tentativa, todo en concurso real”.

La pena impuesta fue de 25 años de prisión, diez menos de lo solicitado por la fiscal Patricia Clerici, que en su alegato había pedido que el imputado reciba la máxima pena prevista, es decir 35 años de cárcel.

El fallo fue dictado por unanimidad en los magistrados del Tribunal Penal Dos de Posadas.

“Brutalidad terrible”

En su exposición, la fiscal Clerici, que también intervino en la instrucción de la causa, consideró acreditado que el hecho se trató de un ataque sexual y no una relación de tipo sadomasoquista consensuada como arguyó en su defensa el imputado.

“La denunciante estaba dormida cuando este sujeto irrumpió en el lugar. Él afirma que habían acordado ese encuentro y que ella bajó a abrirle, pero esta versión está totalmente desacreditada por las pruebas producidas. No hay por qué dudar, ella no presenta indicios de fabulación”, expuso Clerici.

Y agregó: “Y no tenemos solo la palabra de la denunciante en cuanto al desconocimiento de este sujeto, tras el análisis de celulares y notebook no se registra dato alguno que los vincule o que los vincule a personas conocidas entre ellos. En ninguna red social figura nada de él. Entonces, en el mundo virtual se desvirtuó ese vínculo previo, pero en el mundo real también”.

La fiscal además contrapuso la versión dada por el imputado sobre una “cita previa” mantenida el fin de semana anterior al hecho registrado en la madrugada del 5 de diciembre de 2021 al mencionar que en ese momento la denunciante se encontraba junto a una amiga estudiando en otro lugar.

En base a ello, la encargada de la acusación planteó que “si no hay conocimiento previo, lógicamente tampoco hubo un acuerdo para encontrarse ese día”.

La fiscal Patricia Clerici había pedido 35 años de cárcel para el imputado.

Clerici también hizo hincapié en el accionar y las agresiones de Núñez a la víctima. Para la fiscal no quedó claro de qué manera el imputado ingresó al inquilinato de avenida Lavalle (casi Centenario), pero sí dio por acreditado que una vez dentro del complejo accedió al monoambiente de la denunciante ubicado en el tercer piso, cuya puerta estaba sin llave.

Allí se semidesnudó y se abalanzó sobre la víctima mientras dormía, quien despertó e intentó resistirse, pero fue golpeada y estrangulada hasta desvanecerse. Clerici reconstruyó que en ese momento el imputado obstruyó las vías respiratorias de la joven con dos vueltas de cinta de embalaje y finalmente la accedió carnalmente.

“Él no pudo consumar el hecho en un primer momento por la resistencia de la víctima, entonces hizo lo que sea necesario para consumar el hecho. Le pegó un golpe de puño, presionó su cuello con ambas manos y después tapó sus vías aéreas con cintas de embalar”, detalló.

La representante del Ministerio Público Fiscal consideró el hecho como de “una brutalidad terrible”, se refirió a “una tentativa acabada” y apuntó que Núñez debía “ser condenado por un delito consumado” en cuanto al homicidio al mencionar que al momento de su rescate la víctima ya estaba “en paro” y solamente sobrevivió gracias al alerta de sus vecinos y al accionar “heroico” de los policías intervinientes.

“No existió violación”

A continuación, expuso el abogado defensor particular Jorge Zabulanes, quien discrepó con la teoría narrada por la fiscal y mantuvo la postura de que el hecho se trató de una relación sexual de características sado con el consentimiento de la denunciante.

No existió violación porque el imputado no podría haber entrado al edificio solo. Todos los testigos hablaron del portón que sin llave no se puede ingresar. La Policía estuvo entre 20 y 30 minutos esperando porque no pudo ingresar al edificio”, señaló el letrado.

Sobre la tesis de la fiscalía, respondió que “dice que mi imputado hizo todo eso en solo 20 o 30 minutos. No sé qué tan rápido puede ser la gente para hacer tanto en tan poco tiempo”.

Núñez y su abogado defensor Jorge Zabulanes en el primer día de debate.

Zabulanes también remarcó que los informes médicos no constataron lesiones genitales y partiendo de esa base ironizó: “Fue la violación más sana que ha habido en años”.

Casi sobre el final, alegó que “tenemos practicas raras sí, con cosas que no nos gustan como la cinta y los golpes, pero está dentro de los actos privados. Son prácticas que existen y que son más comunes de lo que nosotros creemos”.

A consideración de la defensa, no existió abuso porque hubo consentimiento y tampoco hubo intento de homicidio porque la cinta no representó un riesgo para la víctima.

En otro tramo, desestimó algún daño psicológico en la víctima al argumentar que “continuó con su vida, se recibió y estudio otra carrera”.

Parece más coherentes que la chica le dejó ingresar y que las prácticas fueron un poco más excesivas de lo normal, por lo tanto no hubo aquí delito. Por lo cual pido que se desestime la misma y se declare a mi defendido como inocente de todo cargo y culpa”, finalizó Zabulanes, aunque su pedido no tuvo eco en el tribunal.

Golpes, asfixia y abuso: la acusación que pesa contra Pedro Alejandro Núñez

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