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Oberá: denuncian al jefe y al personal de la comisaría de Los Helechos

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“El jefe de la comisaría de Los Helechos, el subcomisario Carlos Bzowski, me dijo que tiene una Biblia policial que dice que puede entrar a la casa de quien quiera, y no aplaude ni dice buenas tardes.  Podemos entrar a la hora que queremos y como queremos”, me dijo.

OBERÁ. Así se manejan en Los Helechos”, reclamó Noelia Parfiniuk, quien afronta una larga puja judicial con personas que intrusaron una chacra de su familia.

La propiedad está ubicada en el Lote 10 Sección XIII de la localidad de Los Helechos, cuyo expediente de sucesión se tramita en el Juzgado Civil y Comercial Uno de Oberá.

Precisamente, el 26 de febrero Parfiniuk se presentó ante la Unidad Regional II para denunciar una serie de hechos en perjuicio de su madre por parte de los intrusos de la chacra.

Al respecto, comentó que “denuncié directamente en la Unidad Regional porque no confío en los policías de Los Helechos, ya que tienen una clara relación con la gente que tomó la chacra, sobre todo con las mujeres que viven ahí”.

De todas formas, el sumario policial está a cargo de la citada comisaría y, transcurridas tres semanas, no habría sido girado al juzgado interviniente, reclamó la denunciante.

“Ante esa demora, que demuestra la preferencia de la Policía local hacia los intrusos, el jueves me acerqué nuevamente a la Unidad Regional para hablar con el jefe, el comisario inspector Juan Kubiszen, circunstancia en la que fui increpada por Bzowski”, aseguró.

En diálogo con El Territorio, Parfiniuk señaló que el citado oficial “me dijo que nos merecemos lo que nos está pasando porque siempre tratamos mal a la Policía, cuando en realidad la Policía de Los Helechos apaña a los intrusos”.

“La loca de las denuncias”

Visiblemente angustiada por la situación que aqueja a su familia, la mujer mencionó que la presunta protección policial hacia los intrusos comenzó hace años, con el consiguiente perjuicio que les acarrea.

Incluso, acusó de mal accionar a otro oficial que actualmente se halla en disponibilidad por una serie de robos y hurtos perpetrados en la zona Centro junto a su esposa, también integrante de la Policía de Misiones, un caso que el año pasado tuvo amplia cobertura en estas páginas.

“No sé qué convenio tienen los policías de Los Helechos con las chicas que hay ahí (en la chacra tomada), pero si tienen una amistad deberían reunirse en otro lado. Porque portan un uniforme no pueden hacer lo que quieren. Aparte, se abusan de una persona enferma y que vive sola, como mi mamá, quien toma cinco medicamentos”, reclamó Parfiniuk.

Además de la intrusión, citó que existen denuncias por amenazas y daño, como ser la quema intencional de plantas de yerba mate.
También indicó que “le tiran piedras a los animales y le hicieron perder un ojo a uno de los perros, y para molestar le desconectan el agua a mi mamá. Es imposible vivir así”.

Según la mujer, los uniformados de Los Helechos la apodaron “la loca de las denuncias”, por lo que no acuden cuando su familia solicita asistencia policial.
“El jefe de la comisaría me dijo que llame al Comando si quiero asistencia policial, como diciendo que nos arreglemos solas. Por eso lo responsabilizo de cualquier cosa que le pueda pasar a mi mamá o a mí”, subrayó.

Grave antecedente

En su edición del pasado 14 de febrero, este matutino dio detalles exclusivos de una denuncia del abogado Juan Szymczak contra el jefe de la comisaría de Los Helechos.

Según el letrado, el 11 del mismo mes asumió la defensa de un joven que reside en la localidad de Panambí y se hallaba detenido en la comisaría de Los Helechos, hacia donde se dirigió para entrevistarse con su cliente, como lo estipula la ley vigente.

Pero al llegar a la citada dependencia el personal de guardia le informó que no podía ver al detenido sin la autorización del jefe, el subcomisario Carlos Bzowski, ante lo cual Szymczak insistió con que se trataba de un acto imprescindible para garantizar el derecho de defensa del imputado.

En consecuencia, minutos más tarde Bzowski se presentó en el lugar y, según la denuncia, se hallaba muy sobresaltado, al extremo que le negó al abogado la posibilidad de charlar con el detenido y hasta lo habría intimidado con su arma de fuego.

“Soy una persona mayor, con más de 40 años de ejercicio de la profesión, siempre educado y respetuoso de las instituciones y de sus funcionarios, y me vi realmente sorprendido y amedrentado por tamaña actitud de un jefe policial, más propia de un desequilibrado que de un funcionario con responsabilidad de guardar el orden público”, remarcó Szymczak.

Ante la gravedad del hecho radicó una denuncia por amenazas ante la fiscal de Instrucción Dos de Oberá, Miriam Estela Silke. Posteriormente, se constituyó como querellante para ampliar su participación en el proceso.

“Apoyó la mano en la pistola”

El abogado Juan Szymczak aseguró que el subcomisario Bzowski le impidió entrevistar a su cliente y se mostró alterado desde un primer momento.
“Lo esperé pacientemente en la guardia, hasta que lo vi entrar muy ofuscado y en forma agresiva me hizo a pasar a su despacho, donde fui víctima de innumerables improperios y me dijo que de ninguna manera me permitiría ver a mi cliente y que allí mandaba él, que era su comisaría”, detalló.
En tanto, aseguró que fue en vano cualquier explicación formal, puesto que el policía no entró en razón.

“Cuando intenté referirle lo que prescribe al respecto el artículo 14 de la Constitución Provincial y que su actitud ponía en riesgo su empleo, se volvió irascible y apoyó su mano derecha en la pistola que portaba, en forma muy amenazante, expulsándome a los gritos de la comisaría y provocando un verdadero escándalo, que inclusive fue advertido por ocasionales transeúntes”, remarcó.

“Estoy muy preocupado por lo que sucedió, lo considero un hecho grave y solicité que el denunciado sea investigado por el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público y amedrentamiento o amenaza”, agregó Szymczak.

El Territorio


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Descubren que policía de la Tercera le vendió la llave de su celda a un preso

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Comisaría tercera

La intervención de la comisaría Tercera no deja revelar escándalos. Ahora se descubrió que la fuga de un detenido ocurrida a mediados de septiembre no fue una obra de destreza evasiva del interno, sino que fue producto de la corrupción de un sargento que le vendió la mismísima llave del candado del calabozo.

La trama se descubrió en las últimas horas, tras la llegada de la inspectora Raquel Domínguez como interventora de la dependencia y el hecho derivó en la detención del uniformado implicado, quien ya fue pasado a disponibilidad de la institución y actualmente se encuentra a disposición de la Justicia.

De acuerdo a lo informado, la investigación detectó que el sargento le había vendido la llave del candado de su celda a Lucio David Blanco (30), un preso por robo calificado que después de eso logró escapar de la dependencia ubicada sobre la avenida Uruguay.

Develado el ardid, la inspectora Domínguez encabezó el operativo para detener a su camarada bajo sospecha, además de allanar su vivienda ubicada en la chacra 83 de Posadas, donde su teléfono celular fue secuestrado para fines periciales por parte de Cibercrimen.

Ya son los agentes de la Tercera detenidos tras su intervención.

Tras el arresto, la Jefatura de la fuerza pasó a situación pasiva al sargento de 37 años y fue alojado en una dependencia de Posadas hasta que sea requerido por el magistrado interviniente para prestar declaración indagatoria.

Lucio Blanco, el interno que el 23 de septiembre escapó de la Tercera fue recapturado días después en Ciudad del Este, tras un entrecruzamiento de información realizado entre investigadores locales y paraguayos.

Es el segundo agente con prestación de servicios en la comisaría Tercera detenido tras la intervención de la seccional. El primer arrestado fue un oficial sub ayudante que no liberó a un preso a pesar de que la Justicia ya había ordenado y notificado su excarcelación.

Según informaron, el interno debía haber recuperado la libertad en agosto, pero al revisar sumarios la interventora descubrió que el implicado continuaba alojando en el lugar.

Así se descubrió que el oficial sub ayudante incumplió la notificación efectuada por la Justicia e inmediatamente que detenido.

Preso por robo se escapó de la comisaría Tercera en Posadas


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Rescatan a niña de 2 años que cayó a un pozo de 14 metros en Eldorado

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eldorado

Una beba de 2 años cayó esta mañana a un pozo de agua de 14 metros de profundidad en Eldorado y logró ser rescatada por familiares que presenciaron el dramático suceso.

De acuerdo a lo consignado por fuentes consultadas, el hecho se registro en el patio de un inmueble ubicado en el barrio Georgias, cuando la tapa del pozo cedió, ocasionando que la niña cayera por la cavidad.

De inmediato, un tío ingresó al pozo y con la ayuda de los demás familiares desde el exterior pudieron extraer a la niña utilizando un balde de 20 litros.

La beba luego fue trasladada al hospital Samic de Eldorado, donde quedó internada en observación.


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Marcharon en pedido de justicia por Fernando Ramírez: “Estaba destrozado”

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Marcharon en pedido de justicia por Fernando Ramírez: “Estaba destrozado”

Una multitud, entre familiares, amigos, conocidos y vecinos, marcharon esta tarde desde Fátima hasta la comisaría Décima del barrio A3-2 levantando banderas y carteles con una consigna unísona: “Justicia por Fernando Javier Ramírez”, el albañil y futbolista amateur que falleció en confusas circunstancias luego de ser detenido el sábado por policías de la División Agrupación Motorizada (DAM).

“En pocas palabras, mi amigo salió de la cancha con ojotas y no volvió más. Eso es lo que nosotros sabemos”, afirmó a La Voz de Misiones Sandra, una de las amigas más cercanas de Fernando y quien lideró la movilización de esta tarde.

La Motorizada

Conmovida por el fallecimiento del arquero de fútbol, la joven recordó que todo comenzó el sábado a la noche, al finalizar un partido en la cancha del barrio, donde suelen quedarse de “tercer tiempo” a compartir entre amigos hasta el cierre de la cantina.

“Estábamos ahí y Fernando dijo ‘ya vengo’. Después salió un grupo de chicos con los que él jugó, que tenían su mochila, y nos dicen: ‘Le dejamos su mochila porque Fernando no viene y nosotros nos vamos'”, recordó Sandra y continuó: “Después nos mandan un mensaje y nos dicen que a Fernando lo detuvo la motorizada, que salgamos a mirar por él”.

Tras el aviso de los jugadores a los amigos, uno de ellos salió a en dirección hacia donde la policía había llevado al albañil, pero al notar que no llevaba consigo el Documento de Identidad Nacional (DNI) decidió volver a la cancha a buscarlo. “El chico vuelve y dice dame mi documento, porque son conscientes de que nadie sale sin documento, si la Policía te quiere levantar, te va a levantar”, arremetió la muchacha.

El joven volvió a salir, ya con su DNI en mano, hasta la calle, donde los uniformados habían interceptado al jugador. Sin embargo, “Fernando ya estaba en el piso, boca abajo, con las esposas en la espalda”.

Sin poder hacer más nada, los amigos revisaron la mochila del arquero de 30 años para confirmar que llevara consigo el DNI: “Miramos hasta dentro de las medias prácticamente para ver si estaba su documento para llevarle y ahí dijimos ‘bueno, tiene su documento’ y nos quedamos ahí. Entre chiste y chiste, decíamos ‘vos le llevás la comida mañana’, pero nunca nos imaginamos que Fernando no iba a volver, jamás nos imaginamos”, enfatizó Sandra.

Fernando Ramírez era un joven albañil y arquero de fútbol de 30 años que falleció en la Comisaría Décima.

El mensaje menos esperado

Detenido en la noche del sábado, Fernando Ramírez fue alojado en la Comisaría Décima, ubicada en el barrio A3-2, donde horas después sufrió una descompensación de salud que lo llevó a la muerte.

“Al otro día, a las tres de la tarde, nos empezó a llegar mensajes de que Fernando falleció; que murió dentro de la comisaria; que murió de sobredosis. No entendíamos nada”, expuso Sandra.

Y continuó: “Voy a la comisaría y me dicen que no podíamos retirar el cuerpo. Entonces le digo al policía ‘dame una identificación de él yo quiero ir al Madariaga’. Por mi ignorancia, porque nunca me pasó de ir a buscar un muerto a la comisaria y el policía me dio una copia del DNI de Fernando, del que ellos no tenían ni domicilio, ni sabían quién era, y andaba circulando una foto para saber quién era está persona que falleció. Me dieron a mí, en mi mano, la fotocopia de su DNI”.

La versión oficial consigna que el muchacho fue demorado “en averiguación de antecedentes” y habría ingerido envoltorios con estupefacientes que luego estallaron en su organismo, lo que le terminó provocando el deceso. La familia descreen gran parte de esta versión, teniendo en cuenta que Fernando tenía el DNI consigo y además denuncian que en su cuerpo hallaron marcas y hematomas compatibles con golpes.

Sobre las marcas que detectadas en el cadáver del albañil y arquero de fútbol, Sandra precisó que el primero en notarlas fue el papá del joven, quien le tomó fotos cuando fue a la Morgue Judicial a reconocer el cuerpo.

“Cuando fue a reconocer el cuerpo, el papá se encuentra con que Fernando estaba destrozado. Fernando estaba todo roto y me tomo el atrevimiento, como le dije a los demás, de decir esto porque el papá fue el que habló justamente de esta imagen, de ver los testículos de Fernando destrozados, azules. Se cansaron de pegarle“, denunció la mujer ante la cámara de LVM.

“Fernando era papá, tenía a sus dos nenes, los dos estaban en la cancha con nosotros, atrás del arco, siempre diciéndole papi, papi, y nosotros poniéndole videos en internet para que lo dejen atajar. Son cosas que nos robaron, a nosotros como familia de la cancha nos robaron eso”, recordó Sandra.

Una multitud, entre familiares, amigos, conocidos y vecinos, marcharon para exigir justicia por el arquero fallecido.

Marcha pacifica

A casi una semana de lo sucedido y ante las sospechas de que pudo ser víctima de apremios ilegales, una multitud se congregó esta tarde en el barrio Fátima y marchó hasta la comisaría Décima para exigir justicia por el posadeño.

“Todos los chicos que están acá atrás son compañeros de fútbol de tres equipos en los que Fernando estaba. Le sacó once veces a campeones a los chicos en el poli. Después salió cuatro veces campeón con el equipo Mala Junta y a La Cantera no le dieron tiempo no más de sacarle campeón”, contó la amiga del arquero sobre sus pasos como jugador amateur.

“Nosotros no queremos ir a hacer quilombo ni a pelear con nadie, queremos justicia. Queremos saber realmente qué pasó y si hubo alguna irregularidad que pague quien tenga pagar“, pidió un compañero de fútbol de Fernando.

Saber la verdad es el reclamo común entre todos. “Si de verdad pasó, como dicen ellos, de que se tragó algo, porque no hicieron nada. En la comisaría cada vez que te detienen te controlan todo. Si de verdad tragó algo, lo hubiesen llevado al médico y hoy Fernando iba a estar acá con nosotros”, clamó el joven.


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