Un posadeño de 30 años fue detenido el viernes al mediodía en Chaco, donde atropelló a dos gendarmes para esquivar un control de tránsito y tras una persecución se descubrió que en la camioneta que conducía transportaba casi 90 kilogramos de cocaína ocultos en bloques de cemento.
El hecho ocurrió en la localidad de Monte Quemado, sobre la ruta nacional 16, donde efectivos de GNA efectuaban un control vial pero se toparon con una Toyota Hilux cabina simple cuyo conductor evadió el procedimiento rutinario, atropelló a dos agentes y escapó a toda velocidad.
La situación dio origen a una persecución que se extendió por varios kilómetros hasta que el implicado ingresó a la localidad de Sáenz Peña y escondió el vehículo en un galpón para continuar el escape a pie, aunque fue interceptado.

El posadeño fue sometido a un test de alcoholemia que dio negativo.
Recién allí se descubrió que el conductor se trataba de un misionero de 30 años y se estableció también que el vehículo tenía una cédula con datos adulterados.
El implicado, identificado como H. A. K. (30), fue sometido a un test de alcoholemia que dio negativo y quedó demorado por el escape protagonizado, aunque su situación se iba a comprometer severamente con el paso de las horas.
Es que, mientras tanto, los agentes advirtieron que uno de los bloques de cemento que el misionero transportaba se había quebrado como consecuencia de los bruscos movimientos de la camioneta y eso dejó a la vista unos paquetes blancos en su interior.
Esos paquetes blancos no eran otra cosa que panes de cocaína y la carga incautada ascendió a los 90,128 kilogramos.
De esta manera, el posadeño quedó detenido por delito de narcotráfico y ahora permanece a disposición de la Justicia Federal.

La droga estaba oculta en bloques de cemento.