El sargento Mario Enrique M. (43), uno de los dos policías detenidos en el marco de la causa por grooming que se inició a mediados de octubre con el rescate de una niña de 12 años que estaba cautiva en una fábrica abandonada de Garupá, fue excarcelado este mediodía y continuará el avance de la investigación en libertad, mientras su defensa trabaja en busca de la falta de mérito y sobreseimiento definitivo.
Mario M. es el segundo implicado en recuperar la libertad, ya que a fines de noviembre había sucedido lo mismo con el gomero Matías C. (19), ante lo cual son cuatro los sospechosos que continúan detenidos y comprometidos con las pruebas recabadas hasta el momento.
El sargento fue excarcelado bajo caución juratoria y mientras siga supeditado a la causa deberá cumplir determinadas reglas conductas entre las que sobresale una restricción de acercamiento al hogar Papa Francisco, lugar del cual escaparon las dos niñas que dispararon la investigación. Tampoco podrá salir del país, salvo autorización judicial.
La medida fue firmada por el magistrado Fernando Verón, que intervino en el expediente en su carácter de titular subrogante del Juzgado de Instrucción Uno de Posadas.
“Sabíamos de su inocencia”
Consultado sobre la medida a favor de su cliente, el letrado Nicolás Emanuel Zayas expresó que “desde la defensa estamos contentos por la alegría de Mario y de su familia, que estuvieron estoicos desde el día uno”.
“Nosotros desde el comienzo ofrecimos pruebas y líneas de investigación. También vimos las medidas que pedía el juez, las analizamos y al detectar que no habían indicios de delito que vinculara a nuestro cliente sabíamos de entrada la inocencia del sargento. Era cuestión de tiempos que la Justicia avanzara y ratificara nuestros planteos que hoy resultan en su puesta en libertad”, desarrolló en diálogo con La Voz de Misiones.
En esa línea, Zayas precisó que continuarán a “disposición del juzgado para colaborar y cumplir con las medidas dispuestas”, al tiempo que “trabajaremos en la falta de mérito y sobreseimiento”.
El abogado defensor consideró que “al no existir prueba no amerita siquiera una elevación a juicio. Confiamos en el accionar del fiscal Juan Pablo Espeche (de Ciberdelitos) y Amalia Spinatto (de Instrucción Uno)”.
El sargento Mario M. había sido uno de los primeros detenidos en la causa que se inició el 14 de octubre pasado, cuando la Policía, junto a la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas (Saic), logró rescatar a una niña de 12 que había escapado del hogar Papa Francisco de Garupá y fue tomada cautiva en una fábrica abandonada del barrio Ñu Porá.
Sin embargo, el agente policial que fue arrestado en su propio lugar de trabajo insistió en su inocencia desde el comienzo y ya en el primer llamado a declarar se desligó de los hechos.
La causa
Diferente es la situación de Pedro G. (37), Eugenio A. (63), Samuel N. (63) y Cristian Rolando M. (38), este último también agente policial, dado que ellos continúan detenidos a disposición de la Justicia.
La hipótesis del caso es que una de las niñas del hogar Papa Francisco fue contactada por Instagram por un adulto que se hizo pasar por menor de edad y la convenció de escaparse para ir a dormir a otro lugar.
La invitación se extendió hacia otra menor, quienes finalmente lograron fugarse del hogar a pesar de la custodia y de esa forma cayeron en la trampa que, se presume, tenía fines de abuso y explotación sexual en ese predio abandonado y sórdido descubierto ese 14 de octubre pasado.
Las pistas condujeron la pesquisa hacia el predio de la ex firma Envasadora Misionera en Ñu Porá, arrestaron a tres de los sospechosos y también encontraron a la niña que estaba desaparecida.
La menor estaba semidormida -se investiga si era producto de algún somnífero o estupefaciente- sobre una cama, tapada con una manta y en compañía de uno de los implicados, describieron las fuentes consultadas en su momento.