La querella que representa a la familia de Hugo Miguel Wasyluk (38), hallado muerto dentro de una comisaría obereña en 2011, pidió esta mañana la prisión perpetua para tres de los trece policías que están siendo juzgados por la muerte del agricultor.

El pedido fue formulado por los letrados Rafael Pereyra Pigerl y María Vignolles, representantes de Bárbara Chitouski y Lucas Wasyluk, madre e hijo de la víctima, respectivamente, durante el inicio de la ronda de alegatos desarrollada hoy en el Tribunal Penal Uno de Oberá.

En detalle, la querella pidió que los uniformados Pedro De Mattos, Carlos Antonio Gómez y Ricardo Javier Rodríguez sean condenados a la pena de prisión perpetua como coautores del delito de “tortura seguida de muerte”.

Por su parte, plantearon que Jorge Antonio Heijo y Wilson Ricardo González reciban 15 y 10 años, respectivamente, por el delito de omisión de evitar la comisión de tortura y omisión de denunciar el delito de tortura, ambos en concurso real, y en concurso ideal con el delito de encubrimiento.

Según determinó la investigación, estos cinco imputados iban en el patrullero Toyota Hilux que el 25 de abril de 2011 interceptó y detuvo Wasyluk en plena ruta provincial 103, en cercanías de la localidad de Villa Bonita.

Los primeros tres uniformados habrían sido los encargados de golpear y torturar al agricultor, mientras que a los restantes, como expuso ahora la querella, fueron acusados de no denunciar lo sucedido.

Pero los pedidos de la querella no acabaron allí. Pereyra Pigerl y Vignolles también pidieron que Miguel Ángel Espíndola reciba 5 años de prisión y que los restantes efectivos policiales Gustavo Javier Fontana, Rosana Andrea Harasimezuk, Luis Alberto Silva, Alejandro Fabián Núñez y Carlos Ariel Lentini sean condenados a una pena de 2 años de cárcel, más una inhabilitación por el doble de tiempo.

En su alegato, la querella consideró que todos ellos cometieron el delito de “encubrimiento por omisión de denuncia de un delito cuya existencia conocieron en el ejercicio de sus funciones”.

Por último, para el médico policial José Orlando Morales pidieron que una pena de multa máxima e inhabilitación absoluta por un año.

El juicio contra los uniformados comenzó el 24 de noviembre y todos llegaron a esta instancia en libertad, pero en su alegato la querella solicitó, como medida cautelar y en virtud de la gravedad del pedido, que los primeros cinco efectivos sean detenidos y aguarden el final del proceso en esa condición.

Hoy también expusieron sus alegatos los letrados Héctor Sánchez y Luciano Wall, por la acción civil.

Mañana, en tanto, será el turno de alegar a los representantes del Ministerio Público Fiscal, Miryam Silke y Elías Bys, al tiempo que luego arrancarán con sus exposiciones los letrados defensores.

La sentencia podría darse el viernes o el lunes, dependiendo de cómo avancen estas últimas jornadas.

El debate oral es observado desde el comienzo por integrantes de la Comisión Provincial de Prevención de la Tortura (CPPT) de Misiones.

El caso

Wasyluk fue detenido el 25 de abril de 2011 tras ser denunciado por amenazas por su hermana.

Después de ello, fue trasladado hasta la Comisaría de Villa de Bonita, de donde lo sacaron esa misma noche y lo llevaron hasta la Comisaría Segunda de Oberá, donde no quisieron recibirlo.

Finalmente, fue alojado en la Comisaría Primera, donde falleció poco más de 24 horas después como consecuencia de una hemorragia masiva y una asfixia por aspiración de líquido intestinal, lesiones que fueron producto de los golpes sufridos, según determinó la autopsia.

A lo largo del debate oral declararon más de 25 testigos, entre efectivos policiales, peritos forenses e internos alojados en las comisarías donde Wasyluk estuvo durante sus últimas horas. Además, antes las partes se expuso imágenes revisión médica y de la autopsia al fallecido como manera de dimensionar las lesiones padecidas por la víctima.

Los estudios médicos indicaron que Wasyluk fue agredido a golpes, patadas y bastonazos. Incluso, constataron que no tenía lesiones defensivas y que tenía las marcas de sus esposas, ante lo cual se infiere que fue golpeado en estado de indefensión.

Foto: Misiones Online

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