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Rechazan domiciliaria a represor misionero condenado por lesa humanidad

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En vísperas al Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, la Sala II de la Cámara Nacional de Casación rechazó un pedido de prisión domiciliaria presentada por Bernardo “El Ángel” Caballero (68), un ex militar misionero condenado en 2022 a 20 años de prisión por delitos de lesa humanidad perpetrados durante la última dictadura.

La resolución fue alcanzada por mayoría, mediante los votos de los jueces Alejandro Slokar y Ángela Ledesma, en tanto que Guillermo Yacobucci se inclinó por pedir informes al Cuerpo Médico Forense antes de adoptar una decisión.

De esta manera, el máximo tribunal penal del país resolvió desestimar el pedido planteado por la defensa de Caballero para morigerar sus condiciones de detención y lograr que el ex militar continúa cumpliendo el resto de su pena de su domicilio particular.

En el fallo, además, el magistrado Slokar consideró que “la liberación anticipada de una persona condenada por crímenes de lesa humanidad, con fundamentos contrarios a estándares internacionales, constituye un agravio a las víctimas, pues las puede exponer a violencia, revictimización e intimidación”.

En otro punto, el voto de mayoría sostiene que “los crímenes de esta laya resultan imprescriptibles, no pasibles de indulto ni amnistía, tampoco puede conmutarse o reducirse la respuesta punitiva impuesta”, subrayando que en caso contrario “se ingresaría nuevamente en un pasaje de impunidad que se ha desandado paulatinamente durante los últimos 20 años a partir de la incorporación de los Derechos Humanos al bloque de constitucionalidad”.

De esta forma, Caballero, que es uno de los pocos represores que se encuentran detenidos, continuará privado de su libertad y cumpliendo la pena de 20 años de cárcel impuesta en 2022 por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N.º 1 de San Martín, provincia de Buenos Aires, en el marco del juicio por la denominada “Megacausa de Campo de Mayo”, donde hubo otros 18 imputados.

Caballero era custodio en El Campito, un centro clandestino de detención donde el nivel de sobrevivencia se estima que fue menor al 1%.

De San Ignacio a Campo de Mayo, de Bernardo a El Ángel

El militar retirado, nacido en San Ignacio el 4 de octubre de 1955, fue condenado como autor de los delitos de allanamiento ilegal (24 casos); robo agravado por el uso de armas de fuego (5 casos); privación ilegal de la libertad cometida por abuso funcional agravada por el empleo de violencias y amenazas (9 casos); privación ilegal de la libertad cometida por abuso funcional doblemente agravada por el empleado de violencia y amenazas y por su duración de más de un mes (43 casos); imposición de tormentos agravador por ser la víctima un perseguido político (52 casos).

El misionero pasa sus días y noches en una celda de la Unidad Penal 34 de Campo Mayo, dependiente del Servicio Penitenciario Federal (SPF), es decir que ahora purga su pena en el mismo donde operó, custodiando detenidos y siendo parte de grupos operativos o “patotas” durante la dictadura militar. 

Según contó el propio imputado durante una declaración indagatoria vertida telemáticamente desde la misma cárcel en la jornada 90 del juicio oral, Caballero pisó Campo de Mayo por primera vez a los 16 años, cuando comenzó la escuela militar.

Una vez egresado, fue destinado a la Escuela de Caballería y en 1976 -a los 20 años- fue designado a cumplir funciones al Departamento II del Comando de Institutos Militares de Campo de Mayo.

Es allí donde se produjeron los hechos por los cuales finalmente fue condenado. Caballero, identificado por testigos de la causa como “El Ángel”, era custodio del centro clandestino de detención “El Campito”, ubicado dentro de la guarnición militar de Campo de Mayo, un predio de 4.000 hectáreas con distintos recintos para alojamiento y tortura de presos políticos. Se estima que más de 6.000 personas pasaron por allí y el nivel sobrevivencia fue menor al 1%.

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Fiscal opinó en contra de una apelación del intendente de Colonia Polana

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Luego de que la defensa de Raúl Francisco Núñez, actual intendente de Colonia Polana, representada por Ángel Raúl Gauto, presentara un recurso de apelación que postergó una indagatoria fijada para el 19 de septiembre a las 10, un fiscal de la Cámara de Apelaciones en lo Penal y de Menores opinó en contra del recurso que pretende recusar al juez que instruye la causa.

Para esa fecha, Núñez fue citado a declarar por segunda vez en una causa que lo investiga por usurpación y amenazas contra los hermanos Germán y Julio Llanos, en cuyo expediente es señalado como el actor principal de la toma de 107 hectáreas en sucesión, a nombre de Julio César Llanos (padre), maniobra que había iniciado con un boleto de compraventa apócrifo fechado en el año 2013.

En el dictamen al que tuvo acceso La Voz de Misiones, el fiscal Andrés Poujade consideró que “corresponde rechazar el recurso de apelación interpuesto”, ya que, a su entender, “la recusación articulada carece de cualquier sustento, pues no se condice con los motivos dispuestos por los arts. 48 y conc. de la ley XIV Nro. 13”.

Es que, en la última audiencia realizada el viernes antepasado, la defensa de Núñez había intentado apartar de la causa al juez Roberto Sena, lo cual la fiscalía consideró “jurídicamente inaceptable”.

“Tampoco puedo dejar de señalar la inexistencia del prejuzgamiento alegado, pues el señor juez de la instancia anterior ha juzgado conforme a la competencia constitucional y legal que reviste, una incidencia sometida a su jurisdicción, sin que la extinción del acto dispuesta por V.E. determine una situación conteste a la alegada por la parte recusante”, fundamentó en otro párrafo el fiscal Poujade.

Tras la opinión fiscal, ahora resta el análisis y posterior resolución por parte de los magistrados que integran la Cámara de Apelaciones en lo Penal y de Menores. 

Una vez que ello suceda el juez Sena podrá reprogramar una fecha para avanzar con la indagatoria a Núñez, que asumió la intendencia de Colonia Polana tras el fallecimiento de su madre Antonia Medina en agosto.

Antecedentes

Según información relevada por este medio, Núñez carga sobre su espalda al menos una decena de expedientes, de los cuales dos involucran a los hermanos Llanos, contra quienes habría ejercido “amenazas y violación de propiedad”, según la denuncia.

En cuanto a los demás hechos, se observan al menos dos demandas laborales fechadas en 2011 y 2014, una denuncia por amenazas en 2024, una imputación por usurpación y amenazas ese mismo año y en 2025 fue imputado por daño, hurto y desobediencia judicial.

Polana

 

Una apelación postergó segunda indagatoria al intendente de Colonia Polana

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Gendarme quedó a un paso del juicio oral por el femicidio de Jésica Galeano

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La Cámara de Apelaciones dictó una resolución que deja al ex gendarme Horacio Daniel Balbuena (37) a un paso de llegar a juicio oral por el femicidio de su pareja Jéssica Galeano (31), integrante de la misma fuerza federal y asesinada en su casa del barrio Cocomarola Este de Posadas en 2023.

La decisión de la Sala I del órgano de revisión judicial falló en contra de una apelación presentada por la defensa de Balbuena para contrarrestar el rechazo a un pedido de sobreseimiento que había sido firmado en primera instancia por el magistrado Miguel Mattos, encargado de instruir la investigación por el femicidio de la gendarme formoseña.

Con esta resolución, la Cámara de Apelaciones desestima el planteo defensivo y, en consecuencia, confirma todo lo actuado por el magistrado que dirige el Juzgado de Instrucción Siete de Posadas.

De esta manera, el expediente regresará a su juzgado de origen y Mattos tendría vía libre para poder avanzar en la elevación a juicio de la causa que tiene a Balbuena procesado por el delito de femicidio, figura que prevé una pena de prisión perpetua en caso de ser declarado responsable en un futuro debate oral.

No es la primera vez que Apelaciones falla en contra del imputado. Ya en 2023 debió analizar el procesamiento con prisión preventiva dictado en su contra y también avaló la decisión del juez Mattos. Lo mismo hizo ante otros planteos similares.

Inicialmente Balbuena fue alojado en la Unidad Penal VI de Posadas pero, tras la confirmación de su prisión preventiva, en febrero de 2024  fue trasladado desde a la Unidad Penal VIII de Cerro Azul, donde continúa detenido.

Jésica Galeano era formoseña y también integraba la GNA.

Femicidio

El hecho que se encuentra bajo investigación se registró el 12 de marzo de 2023 en el barrio Cocomarola Este de Posadas.

Esa mañana, la gendarme formoseña Jésica Galeano apareció sin vida y con una herida de arma de fuego en la cabeza en el asiento del acompañante de un Volkswagen Bora estacionado frente a su vivienda sobre la calle 55E.

En ese momento, su pareja, perteneciente a la misma fuerza, aunque en disponibilidad, aseguró que la mujer se suicidó luego de una discusión y quedó demorado preventivamente.

La posterior autopsia confirmó que la mujer murió a consecuencia de un disparo de calibre 9 milímetros en el cráneo y que el balazo tuvo un recorrido de derecha a izquierda. La gendarme era diestra.

Pericias posteriores además descartaron rastros de pólvora en las manos de la mujer, por lo cual se descartó que haya sido ella quien accionó el arma. 

En paralelo, se estableció que el hombre tenía antecedentes por hechos de violencia de género.

FOTO PRINCIPAL: EL TERRITORIO

El caso se registró el 12 de marzo de 2023 en la casa de la pareja en el barrio Cocomarola Este.

Procesado por femicidio de la gendarme Galeano irá a la cárcel de Cerro Azul

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Femicidio de Medina: detenido admitió consumo de crack y no recuerda nada

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El único detenido por el femicidio de la enfermera Elvira Irene Medina (61) declaró en audiencia indagatoria ante la Justicia y admitió que el día del hecho estaba consumiendo crack en la habitación de su casa, alegó desconocer qué pudo haber sucedido con la víctima y afirmó no recordar cómo se produjeron los rasguños que presentaba en el cuello cuando la Policía irrumpió en el lugar.

La indagatoria se concretó ante el magistrado Martín Brites, titular del Juzgado de Instrucción Tres de Puerto Iguazú, instancia en la que el involucrado identificado como Andrés Darío Garcete (45) aceptó declarar y responder preguntas sobre el caso.

Según puedo averiguar La Voz de Misiones, en el comienzo de su relato Garcete admitió que el día del hecho (el viernes pasado) estuvo consumiendo crack en su habitación hasta que en determinado momento escuchó el ladrillo de los perros y supuso que podía ser Medina, aunque como no tiene trato con ella no la acompañó durante el proceso de curación de su padre y tampoco presenció el momento en que la mujer salió de la vivienda.

Luego recordó que cerca de las 22 del viernes vinieron los hijos de Medina preguntando por ella, pero él respondió que no sabía nada y lo mismo hizo cuando su propio hermano llegó con la Policía en búsqueda de la enfermera. Incluso, manifestó que ni siquiera sabía el nombre de la mujer.

De acuerdo a las fuentes, en un tramo de la declaración fue consultado sobre el origen de los rasguños o arañazaos que presentaba en el cuello, a lo que respondió “no me acuerdo”. También indicó que venía consumiendo crack de manera continúa desde el miércoles, a tal punto que ni siquiera había comido.

En la continuidad de su comparecencia, Garcete siguió respondiendo preguntas, pero se mantuvo en la misma postura: desligarse del crimen.

De igual manera, fue notificado de las pruebas que obran en su contra hasta el momento y fue imputado por el delito de femicidio, figura que prevé una pena de prisión perpetua.

Ahora el juzgado que dirige el magistrado Brites le tomará testimonio a los testigos del caso y aguardará la llegada de los informes periciales pendientes, principalmente lo referido al hisopado efectuado bajo las uñas de las víctimas para determinar si se halla material biológico que posteriormente pueda ser cotejado con el ADN del detenido.

Elvira Irene Medina trabajaba hace pocos meses como cuidadora del padre del sospechoso.

El caso

El femicidio de la enfermera Medina se descubrió el viernes a la noche, cuando la Policía salió a buscarla tras permanecer desaparecida desde las 15 de ese mismo y finalmente la encontró sin vida en un baldío contiguo a la vivienda de un adulto mayor al que cuidaba hace aproximadamente un mes.

Justamente, el hijo de ese paciente que Medina atendía es el hombre que ahora aparece como sospechoso. Cuando la Policía llegó a su casa Garcete se mostró nervioso, reticente y exhibía rasguños tanto en la cara como en el cuello.

Dentro de la vivienda más tarde encontraron pelos, un bolso con elementos de primeros auxilios y un trofeo de fútbol con manchas que podrían ser de sangre. Todo fue incautado, al igual que un escurridor y varios trapos de piso ante la posibilidad de que el lugar haya sido limpiado antes de la llegada de la Policía.

La búsqueda de Medina se inició cuando una de sus hijas se preocupó por su paradero. Es que la mujer salió de su casa a las 15 del viernes con destino a su trabajo en el barrio Villa Nueva, pero nunca regresó ni respondió llamadas o mensajes de texto.

Femicidio en Esperanza: enfermera fue a trabajar y la asesinaron a golpes

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