Policiales
Arrancó el juicio por el femicidio de Arapayú: la confesión de Puzin como eje
Con la confesión del hecho por parte de Pablo Lotario Puzin (56) como eje central, esta mañana comenzó el juicio oral y público por el femicidio de Estela Fidencia Arapayú (49), ultimada a mazazos en su cabeza y luego descartada en un desagüe de agua en su casa de Colonia Oasis, a 13 kilómetros de Jardín América, en mayo de 2019.
Si bien el único imputado que tiene el expediente se abstuvo de declarar hoy ante los magistrados del Tribunal Penal Dos de Posadas, sí se leyó el contenido del testimonio que brindó al momento de comparecer en audiencia de declaración indagatoria durante la etapa de investigación.
La declaración en la que Puzin admitió haber cometido el femicidio de su pareja se dio el 17 de mayo de 2019, ante el magistrado Roberto Sena, titular del Juzgado de Instrucción Dos de Jardín América.
En esa oportunidad, el hombre se quebró ante las autoridades que participaron de la audiencia indagatoria, reconstruyó sus últimas horas con la víctima y confesó que mató a Arapayú tras descubrir una infidelidad, aunque aseguró no recordar de qué manera concretó el crimen.
“Ese lunes me acosté temprano, antes que ella. Ella miraba dos novelas. Siempre dormíamos abrazados, pero ese día me pidió que no la abrace porque tenía un grano que le hacía doler. Entonces le agarré la mano y dormimos. A la madrugada noté que estaba despierta, le toco y me saca la mano. Ahí yo le pregunto si andaba con el otro hombre de nuevo y ella me dijo ‘yo no soy digna de tu amor’. Ahí me agarró una amargura”, comienza Puzin, según se desprende de la lectura del contenido de su declaración indagatoria.
Y continúa, adentrándose en el relato del hecho: “Ahí fue tanto la indignación que sentí que me quería morir. La volví a tocar y giró para el otro lado. Cuando me despierto la veo ensangrentada, pero no recuerdo nada. No puedo explicar cómo fue porque no me acuerdo. Cuando levanto las sábanas cae el martillo. Ahí no sabía cómo tratar el problema, tenía miedo por mis hijos y la llevé al pozo”.
Mientras el testimonio era leído por secretaría y en voz alta para todos los presentes en la sala de audiencias, el imputado volvió a quebrarse.
En esa declaración, Puzin -que hoy cumple 60 años- también admitió haber limpiado la escena del crimen y haber mentido en sucesivas oportunidades para ocultar la verdad.
Sin embargo, aseguró que “la conciencia no me dejaba tranquilo y por eso conté la verdad. Nadie me dijo que lo haga”.

Puzin está detenido desde 2019 y pasa sus días y noches en la cárcel de Loreto.
La investigación
El caso Arapayú comenzó a investigarse el 7 de mayo de 2019 como una desaparición de persona.
Fue una de sus hijas quien se acercó a la comisaría de Jardín América para relatar que su madre había salido el día anterior de su casa en Colonia Oasis y nunca regresó, despertando la preocupación de todos.
La versión que Puzin le brindó a la familia, y luego a la Policía, durante esos primeros días de búsqueda, fue que ese lunes 6 de mayo su pareja salió temprano para dirigirse al hospital de jardín América, pero el relato carecía de sustento.
Las sospechas comenzaron, dado que en la casa donde la pareja vivía junto a tres hijos pequeños aún estaba el celular y la cartera con todas las documentaciones de la mujer.
Además, familiares y allegados a Arapayú comenzaron a dar cuenta de antecedentes o episodios de violencia previa en la pareja.
Todo cambió cuando el reactivo de luminol -pericia tendiente a encontrar rastros de sangre- dio positivo en el dormitorio de la pareja y eso apuntaló la investigación. Cuando Puzin se vio acorralado, le terminó indicando a la Policía el lugar donde había escondido el cuerpo de la mujer.
Así fue como, entre la noche del 13 de mayo y la madrugada siguiente, los efectivos policiales, en presencia del juez Sena, rastrillaron la propiedad en Colonia Oasis y en un desagüe de agua en desuso dieron con el cadáver de Arapayú.
La autopsia estableció que la mujer sufrió tres golpes en la cabeza, producidos con un objeto contundente que sería una maza, que le provocaron traumatismos gravísimos y una fisura de la base craneal.

Puzin es representado por la defensora oficial Inés Belloni.
Justamente, en la audiencia de hoy y previo a la lectura de la indagatoria, la defensora oficial de Puzin, Inés Belloni, solicitó la nulidad de casi todas las actuaciones de la causa, al considerar que esa primera declaración de su cliente ante la Policía fue realizada fuera de los marcos legales, lo cual viola las garantías constitucionales.
“Puzin declara, pero declara con quien no tenía que declarar. Arruinaron todo”, lanzó Belloni, apuntando a los efectivos policiales que intervinieron en el caso y realizaron los rastrillajes que esa noche culminó con el hallazgo del cadáver.
Para la letrada, “todos los elementos probatorios surgen de esa declaración, por lo cual todo debería ser nulo”.
En base a ello, Belloni pidió la inmediata libertad de Puzin y adelantó que, en caso de obtener una respuesta negativa por parte del tribunal, acudiría en casación federal ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
El fiscal de debate, Vladimir Antonio Glinka, consideró que el pedido es extemporáneo, dado que el mismo planteo ya fue realizado en instancias previas, recibiendo respuestas desfavorables.
Luego de un cuarto intermedio, el tribunal, presidido por César Yaya e integrado por sus pares Gregorio Busse y Carlos Giménez, decidió diferir la resolución del planteo defensivo para el momento del dictado de la sentencia y dispuso la continuación del debate.

El fiscal Antonio Glinka se opuso a los planteos de nulidad de la defensa.
Los primeros testigos
En el desarrollo de la audiencia declararon siete testigos, en su mayoría peritos profesionales de diversas ciencias.
En último turno declaró Patricia Arapayú, hija de la víctima y quien en su momento radicó la denuncia por la desaparición de su madre.
La joven recordó que les llamó la atención la desaparición de madre, dado que “había dejado su cartera y su celular. Y tampoco se iba a ir así sin llevar a sus hijos menores, que era lo que más amaba”.
Respecto a Puzin, Patricia recordó que “él estaba así como si nada, por esto tuve que ir yo a hacer la denuncia, porque él no lo hizo”.
“Yo viví muchos años con ellos en esa casa, hasta que cumplí los 18. Teníamos un trato inestable con él. Un día podíamos estar bien y al otro todo mal. Era inestable con todos. Bien por uno o dos días, pero después se enojaba por algo y estaba todo mal”, recordó la testigo.

Puzin, al momento de declaración de Patricia, una de la hijas de Arapayú.
Para mañana se espera la declaración de al menos nueve testigos más y se prevé que entre jueves o viernes se dicte sentencia.
Puzin está imputado por el delito de homicidio triplemente calificado por alevosía, el vínculo de pareja y femicidio, figura ante la cual es pasible de ser condenado a prisión perpetua.
En el auto de elevación a juicio que también fue leído esta mañana, constan declaraciones que afirmaban que Arapayú tenía decidido terminar su relación con Puzin por los maltratos recibidos. Además, daban cuenta que la mujer creía estar embarazada, pero los estudios forenses lo descartaron.
Policiales
Policías vendían armas por Whatsapp y cayeron junto a un cómplice en Alem
Una investigación interna dispuesta por la Jefatura de Policía de Misiones terminó con la detención y el pase a disponibilidad de dos cabos de la fuerza, acusados de vender armas con la participación de un adolescente de 17 años que actuaba como intermediario para la comercialización ilegal en grupos de compra y venta de WhatsApp.
La Brigada de Investigaciones de la Unidad Regional VI de Alem llevó adelante la pesquisa y, en los últimos días, reunió indicios sobre la actividad ilegal que habrían ejercido los policías. Con esos elementos, la jueza Selva Raquel Zuetta, a cargo del Juzgado de Instrucción Cinco, ordenó el operativo de captura de los dos sospechosos, que se concretó anoche.
Para las 21, los investigadores interceptaron a Manuel Sebastián D. (31) y Elías R. (24), ambos con el grado de cabo, en inmediaciones del cementerio de Dos Arroyo. Los sospechosos se desplazaban en un Toyota Corolla y, al notar la presencia policial, intentaron huir, pero fueron rápidamente alcanzados y reducidos.
También fue demorado un adolescente de 17 años que los acompañaba, quien actuaba como intermediario en la venta ilegal de armas, gestionando contactos mediante un grupo WhatsApp dedicado a la compra y venta.
Durante el procedimiento se secuestró una escopeta Itaca calibre 12/70, otra escopeta calibre 16, una pistola 22, un revolver calibre 38 y otra arma calibre 22, y cartuchos de distintos calibres. Además, se incautó las armas reglamentarias de ambos policías y cuatro celulares, que serán sometidos a análisis pericial.
Mientras la investigación y causa penal avanza en el Juzgado de Instrucción Cinco de Leandro N. Alem, la Jefatura de Policía ordenó el inicio inmediato de las actuaciones administrativas para establecer el origen del armamento, determinar responsabilidades y formalizar el pase a disponibilidad de los efectivos implicados.
Según fuentes de la investigación, no se descarta que surjan nuevas medidas a partir de las pericias en los teléfonos secuestrados.
Policiales
Investigan si un joven mató a su suegra y arrojó el cadáver a una letrina
El cadáver de una mujer en avanzado estado de descomposición fue encontrado esta tarde en el fondo de la letrina de una casa en la chacra 101 de Posadas y en averiguación de un posible femicidio la Policía detuvo a un yerno de la fallecida.
De acuerdo a lo consignado por fuentes policiales, el hallazgo del cuerpo ocurrió esta tarde, cerca de las 16, en una vivienda ubicada sobre la calle Semilla y calle 82, a pocas cuadras de la avenida Chacabuco.
En una letrina ubicada en la parte posterior de esa vivienda el personal de la comisaría Decimoséptima dio con el cuerpo de una mujer identificada como Liliana Beatriz Cabrera (50).
Según describieron, el cadáver ya se encontraba en avanzado estado de descomposición y apenas fue extraído fue trasladado a la morgue judicial, donde será sometido a un examen de autopsia para determinar la causa de muerte y otras precisiones clave para esclarecer lo sucedido.
En paralelo, el magistrado Fernando Verón, titular del Juzgado de Instrucción Tres, presente en la escena del hallazgo, ordenó la detención preventiva de un yerno de la víctima como posible sospechoso de femicidio.
El joven puesto bajo la lupa fue identificado como Alexander Dionel A. (22), quien ahora permanece a disposición de la Justicia y su futuro depende del avance de la investigación.
El lugar fue absolutamente preservado para que el personal de la Dirección Criminalística se encarga de las correspondientes pericias de rigor.
Policiales
Grooming en Garupá: excarcelaron a un policía y quedan cuatro detenidos
El sargento Mario Enrique M. (43), uno de los dos policías detenidos en el marco de la causa por grooming que se inició a mediados de octubre con el rescate de una niña de 12 años que estaba cautiva en una fábrica abandonada de Garupá, fue excarcelado este mediodía y continuará el avance de la investigación en libertad, mientras su defensa trabaja en busca de la falta de mérito y sobreseimiento definitivo.
Mario M. es el segundo implicado en recuperar la libertad, ya que a fines de noviembre había sucedido lo mismo con el gomero Matías C. (19), ante lo cual son cuatro los sospechosos que continúan detenidos y comprometidos con las pruebas recabadas hasta el momento.
El sargento fue excarcelado bajo caución juratoria y mientras siga supeditado a la causa deberá cumplir determinadas reglas conductas entre las que sobresale una restricción de acercamiento al hogar Papa Francisco, lugar del cual escaparon las dos niñas que dispararon la investigación. Tampoco podrá salir del país, salvo autorización judicial.
La medida fue firmada por el magistrado Fernando Verón, que intervino en el expediente en su carácter de titular subrogante del Juzgado de Instrucción Uno de Posadas.
“Sabíamos de su inocencia”
Consultado sobre la medida a favor de su cliente, el letrado Nicolás Emanuel Zayas expresó que “desde la defensa estamos contentos por la alegría de Mario y de su familia, que estuvieron estoicos desde el día uno”.
“Nosotros desde el comienzo ofrecimos pruebas y líneas de investigación. También vimos las medidas que pedía el juez, las analizamos y al detectar que no habían indicios de delito que vinculara a nuestro cliente sabíamos de entrada la inocencia del sargento. Era cuestión de tiempos que la Justicia avanzara y ratificara nuestros planteos que hoy resultan en su puesta en libertad”, desarrolló en diálogo con La Voz de Misiones.
En esa línea, Zayas precisó que continuarán a “disposición del juzgado para colaborar y cumplir con las medidas dispuestas”, al tiempo que “trabajaremos en la falta de mérito y sobreseimiento”.
El abogado defensor consideró que “al no existir prueba no amerita siquiera una elevación a juicio. Confiamos en el accionar del fiscal Juan Pablo Espeche (de Ciberdelitos) y Amalia Spinatto (de Instrucción Uno)”.
El sargento Mario M. había sido uno de los primeros detenidos en la causa que se inició el 14 de octubre pasado, cuando la Policía, junto a la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas (Saic), logró rescatar a una niña de 12 que había escapado del hogar Papa Francisco de Garupá y fue tomada cautiva en una fábrica abandonada del barrio Ñu Porá.
Sin embargo, el agente policial que fue arrestado en su propio lugar de trabajo insistió en su inocencia desde el comienzo y ya en el primer llamado a declarar se desligó de los hechos.
La causa
Diferente es la situación de Pedro G. (37), Eugenio A. (63), Samuel N. (63) y Cristian Rolando M. (38), este último también agente policial, dado que ellos continúan detenidos a disposición de la Justicia.
La hipótesis del caso es que una de las niñas del hogar Papa Francisco fue contactada por Instagram por un adulto que se hizo pasar por menor de edad y la convenció de escaparse para ir a dormir a otro lugar.
La invitación se extendió hacia otra menor, quienes finalmente lograron fugarse del hogar a pesar de la custodia y de esa forma cayeron en la trampa que, se presume, tenía fines de abuso y explotación sexual en ese predio abandonado y sórdido descubierto ese 14 de octubre pasado.
Las pistas condujeron la pesquisa hacia el predio de la ex firma Envasadora Misionera en Ñu Porá, arrestaron a tres de los sospechosos y también encontraron a la niña que estaba desaparecida.
La menor estaba semidormida -se investiga si era producto de algún somnífero o estupefaciente- sobre una cama, tapada con una manta y en compañía de uno de los implicados, describieron las fuentes consultadas en su momento.
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