En Misiones se conserva el 5% que queda de la selva paranaense. La provincia creó el primer Ministerio de Cambio Climático del continente con el fin de valorizar y captar fondos internacionales a través de los servicios ecosistémicos que ofrece la conservación del Bosque Atlántico latinoamericano.
En los últimos 100 años, la selva paranaense -también conocida como Bosque Atlántico- perdió el 95% de su superficie original. La totalidad del 5% restante se encuentra dentro de los casi 30.000 kilómetros cuadrados de la provincia de Misiones y ocupa un tercio de su territorio.
“Esta problemática la comprendió muy bien Misiones”, dijo el flamante ministro de Cambio Climático de la provincia, Patricio Lombardi, en diálogo con La Voz de Misiones.
La nueva cartera, creada en noviembre de 2020, fue concebida para llevar adelante la valoración y consecuente captación de fondos internacionales por los servicios ecosistémicos que ofrece el millón de hectáreas de selva virgen que posee la tierra colorada. A su vez -sostiene Lombardi-, significa el inicio de un camino que busca llegar a un cambio de paradigma en la preservación de la naturaleza.
“La mano del hombre en el tema ambiental ha demostrado que estamos usando los recursos del planeta como si fuese un barril sin fondo, que siempre va a haber y sin ningún tipo de recaudo”, comenzó advirtiendo el funcionario, quien hasta hace poco se desempeñaba como subsecretario de Relaciones Internacionales de la Provincia.
Misiones en el mapa
Patricio Lombardi, diplomático de carrera, se instaló recientemente en Misiones, tras asumir en la Secretaría de Estado de Cambio Climático, la primera oficina con rango ministerial del continente.
En entrevista con LVM, el secretario explicó la importancia y el valor que tiene la última porción del Bosque Atlántico latinoamericano, que conserva en su totalidad la provincia y que, a su vez, es el hogar de más de la mitad de la biodiversidad de todo el país.
“En Misiones, está a resguardo el 52% de la biodiversidad argentina”, sostuvo el funcionario y cuestionó: “El problema es que, muchas veces, en el resto del país se piensa que es la biodiversidad de los misioneros, y es de toda la República Argentina”.
Para el asesor en relaciones internacionales, la proporción entre la biodiversidad y el tamaño del territorio misionero revela dos cosas: “El enorme esfuerzo de conservación, de cuidado y protección que hizo Misiones, y que en el resto de Argentina no existe la misma política que tenemos acá”.
Esa política, sostiene Lombardi, tiene relación directa con la identidad de Misiones: “Es evidente que el pueblo misionero lo comprende y no desde ahora; hay algo hasta ancestral”, lanzó y explicó: “Sino no tendríamos ese manchón enorme, hermoso y verde que tenemos. O sea que hay una comprensión en lo profundo del ser misionero, que hay que cuidar”.
El valor de la selva
Precisamente, la misión del Ministerio de Cambio Climático de Misiones -el primero en el continente- será poner en valor la diversidad de servicios ambientales que ofrece el último retazo de selva paranaense, cuya totalidad se extiende bajo los límites de la tierra colorada.
“Por ejemplo, si tenemos dos hectáreas arboladas, una de monte nativo misionero y otra de pino, la diferencia es que el bosque de pino nos da dos servicios ecosistémicos: la captura de dióxido de carbono transformada en oxígeno y la extracción de madera”, graficó Lombardi.
Sin embargo, la preservación de la selva “tiene esos dos servicios, pero en realidad, uno solo, porque la madera no la vamos a cortar, pero existen otros. Por ejemplo, los medicamentos. El 70% de los medicamentos viene de un bosque biodiverso”, sostuvo.
“Tenemos biodiversidad, que es vida en diferentes formas, tenemos el cuidado del agua. Porque cuando cae lluvia y tenemos un bosque, ese agua filtra y llega pura a las napas. Si ahí hubiese un bosque de soja, el agua llega abajo con glifosato, con veneno”, diferenció el ministro.
La situación geográfica de la tierra colorada, rodeada de monocultivos que proliferan en los estados vecinos de Brasil y Paraguay, plantea el problema ambiental pero, además, el desafío de financiar la conservación de la naturaleza: “En una provincia que limita el 92% con el extranjero, tenemos de ambos lados presión de la soja. Ahora bien, el señor que cuida el monte y no corta los árboles, no cambia su camioneta todos los años, pero el que está plantando soja, todos los años cambia la camioneta”, indicó Lombardi a LVM.
“Esta es la matriz que hay que cambiar”, apuntó el diplomático y subrayó: “Hoy el mundo está entendiendo la importancia del Bosque Atlántico, que se taló el 95%. Queda el 5%, y lo cuidamos nosotros. En Brasil pavimentaron la selva, porque arriba le pusieron Río de Janeiro, San Pablo, 100 millones de personas; esa es la realidad que tenemos hoy”.
De abajo hacia arriba
Para Lombardi, en este cambio de paradigma, es clave que el financiamiento sea sostenido y no reembolsable. Es decir, básicamente, que Misiones busca que gobiernos, ONG y organismos multilaterales financien la protección de la selva paranaense “sin ceder soberanía”, advirtió.
Se trata de una especie de premio para aquellas gobernaciones subnacionales -municipios y provincias- que promueven acciones de cuidado ambiental.
En ese marco, el ministro de Cambio Climático apuntó que “Misiones cuida el 52% de la biodiversidad del país, que está acá pero que es de todos; y eso lo paga el pueblo misionero, no nos ayuda nadie. Quiero ser concreto y volverlo a subrayar: nadie… es plata de los misioneros”, enfatizó.
Es así que, para seguir conservando la selva misionera, “necesitamos que los organismos internacionales nos den la ayuda necesaria, porque todo esto lo cuidamos con un enorme esfuerzo del pueblo misionero, pura y exclusivamente”.
Justamente, en el cambio de esa matriz están puestas todas las acciones del ministro Lombardi, cuyo nombramiento se basa en las conexiones internacionales que supo cosechar en sus días de diplomático.
De hecho, antes de ser confirmado al frente de la Secretaría de Estado de Cambio Climático de la provincia de Misiones, Lombardi se reunió, a mediados del año pasado, con la embajadora de la Unión Europea (UE), Aude Maio-Coliche, y le pidió que envíe a la tierra colorada un equipo “para venir a evaluar la importancia de los diferentes servicios ecosistémicos que hay en la selva paranaense”.
Asimismo, ya como titular de la nueva cartera, inició conversaciones con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y, hace una semana, volvieron a reunirse con la representante de la UE en Argentina.
“Para llegar a ese derrame, tenemos que decirles a los organismos de ayuda multilateral que es de abajo hacia arriba”, señaló y explicó: “Hoy estamos viendo que la ayuda va de los organismos a los países. No nos vamos a quejar de esa forma, pero le estamos diciendo a ONU que, además de eso, se tienen que ocupar de los intendentes y los gobernadores”.
Sin embargo, el nuevo funcionario aclaró que “hoy por hoy ese mecanismo no existe”, por lo cual el punto de partida será generar esa herramienta que, de acuerdo a Lombardi, se trata de valorizar, no de poner precio.
“No hay una herramienta en el mundo que mida la multiplicidad de servicios ecosistémicos de un monte nativo, pero la estamos trabajando con las Naciones Unidas. Estamos evaluando nuevas herramientas para implementar en los remanentes de selva que quedan en el mundo”, expuso.
Sobre la marcha de las conversaciones y avance de los proyectos, el diplomático aseguró que “hay una herramienta que ellos están empezando a trabajar a la par nuestra, que es poder valuar, que no es ponerle precio, sino entender el valor que tiene y poder obtener cooperación internacional no reembolsable”.
“No queremos pedir plata por cuidar la selva y después tener que devolverla ni entregar soberanía y que vengan de Europa o Estados Unidos a que nos digan lo que tenemos que hacer”, observó y remarcó: “Sabemos lo que tenemos que hacer, sabemos cómo cuidar ese 5% que queda, los otros supieron cómo talar el otro 95%”.
Respecto del modelo de financiamiento a estados provinciales que desde Misiones le acercaron a la Unión Europea y a la ONU, “hemos descubierto un antecedente que financia estados subnacionales”, contó.
“Lo descubrimos y fuimos a hablar con la embajadora de la Unión Europea la semana pasada y le dijimos: ‘Ustedes tienen una herramienta’”, narró Lombardi y confirmó la respuesta afirmativa desde el bloque europeo: “‘Sí, tenemos, y en el próximo período la vamos a aplicar al bosque Atlántico’; así que ya estamos trabajando en esa línea con la Unión Europea, para poder tener un programa financiado por ellos, sin devolución y sin que implique cesión alguna para poder seguir conservando nuestra selva paranaense”.