Nuestras Redes

Policiales

Un año sin Dani Tizato: el relato inconcluso de un crimen sin rostros

Publicado

el

A 365 días de la desaparición del adolescente de 15 años del barrio Pindapoy, en San José, la causa que investiga su presunto abuso y asesinato no tiene detenidos ni sospechosos. Un repaso por el expediente.

 

A un año de la presunta desaparición seguida de abuso y muerte de César Daniel Tizato, en San José, la causa no tiene detenidos ni sospechosos, mientras se espera el resultado del examen de ADN realizado al padrastro del adolescente de 15 años, Valdair de Escobar.

Un arma letal perdida, dos perfiles genéticos sin dueños y testimonios contrapuestos recrean la historia de un crimen que se sitúa en una gigantesca escena de 4.800 hectáreas, sin testigos y a plena luz del día.

En las más de 700 fojas y 1.000 páginas del expediente, que se tramita con la carátula de homicidio agravado con alevosía en el Juzgado de Instrucción 4 de Apóstoles, a cargo de Miguel Ángel Faría, declararon amigos de la víctima, su familia y baqueanos de la zona, así como trabajadores del campo La Rosita, perteneciente a la yerbatera Rosamonte, donde fue encontrado el cuerpo sin vida de Dani un mes después de iniciada su búsqueda.

La mañana del domingo 30 de agosto de 2020, el joven se dirigió hacia ese lugar para cazar junto a su vecino Richard Arnaldo “Grulla” Cristaldo, de 45 años, quien luego de unas cinco horas volvió solo de la jornada campestre, argumentando ante Mariza Da Rosa (40), la mamá del muchacho que, mientras regresaban, se cruzaron con dos conocidos suyos, que lo invitaron a pescar.

Desde el inicio, el relato del profesor de kung fu y trabajador del aserradero Puerta de Misiones despertó dudas en los investigadores de la Comisaría local, dependiente de la UR VII, quienes buscaron despejarlas a través de las declaraciones testimoniales de aquellos que estuvieron con Tizato la noche del sábado 29 de agosto, así como de los que, al día siguiente, lo vieron internarse en tierras privadas junto a su vecino del barrio Pindapoy.

tizato

Mariza Da Rosa, madre de César Daniel Tizato, y Valdair de Escobar, su padrastro.

Crimen sin rostros

Tras el hallazgo del cadáver, que se encontraba flotando en una pequeña laguna adyacente al cauce principal del arroyo Pindapoy, en una zona de la estancia La Rosita conocida como Las Vertientes, el profesor de artes marciales quedó en el ojo de la Justicia y fue inmediatamente detenido.

La autopsia determinó que el adolescente sufrió abuso sexual y murió de una forma violenta, al recibir la herida mortal de un objeto punzocortante -que nunca se encontró- en la región del tórax.

Luego, el o los asesinos le introdujeron en la campera y en el pantalón enormes piedras, de entre 3 y 6 kilos, para hundir el cuerpo en el agua, antes de escapar tirando por el camino la mochila y las alpargatas que el joven llevaba ese día.

El informe final de los peritos del Cuerpo Médico Forense “detectó la presencia de diatomeas compatible con muerte por asfixia por sumersión”, de lo cual se desprende que Dani estaba con vida cuando su cuerpo fue descartado.

Además, tanto en las alpargatas como en la mochila que la víctima vestía ese domingo, así como en las pericias realizadas en su cuerpo, que presentaba signos compatibles con abuso sexual, se detectaron dos perfiles genéticos masculinos.

Esos ADN se cotejaron con las muestras extraídas al entonces detenido, Richard Cristaldo, examen que dio resultados negativos. Ese estudio, sumado a que la pericia técnica realizada al teléfono del profesor de kung fu determinó la coincidencia “de los dichos del hasta ahora imputado en el lugar de encuentro con estas dos personas desconocidas y separación del menor”, llevó al juez Faría a dictarle la falta de mérito y liberarlo tras cinco meses de reclusión.

Enseguida, el magistrado apuntó los cañones a Rubén Telmo Piñeiro, un cazador de 28 años al que Richard Cristaldo señaló -tras dos semanas de búsqueda- como una de las personas con las que dejó a César Daniel. Pero tras un mes y medio detenido, el changarín salió en libertad después de dar negativo en la pericia genética, con lo cual la causa volvió a foja cero.

tizato

Miguel Ángel Faría, juez de la causa, caratulada como homicidio agravado con alevosía.

La víspera

Tres amigos de César Daniel Tizato declararon que, alrededor de las 20 de la noche del sábado 29, Dani les había contado que su vecino lo había invitado al campo La Rosita: “Le dijimos que no vaya, que era muy confianzudo”, refirió uno de ellos ante las autoridades policiales, que por esos momentos desplegaban un amplio operativo de búsqueda.

Más tarde esa jornada, “nos bañamos y fuimos a tomar mate con las hijas de Richard”, dijo Gustavo T., de 16 años. Seguidamente, el joven recordó que Cristaldo pasó por donde estaban reunidos para buscar a sus hijas, quienes eran amigas del grupo hace pocos días, y en ese momento “Dani le mostró cuál era su casa”.

Entonces, “Richard le dijo: ‘Entre las 8 y las 10 te busco’”, relató el amigo de la víctima, que agregó que todo les resultó raro porque Tizato “no se juntaba” con el vecino. De hecho, era la primera vez que iban a cazar.

tizato

Richard Cristaldo, el último en ver con vida a Dani Tizato.

Tiempo y espacio

En su declaración testimonial, el cazador local recreó la misma historia que había contado a los padres del muchacho luego de regresar solo de las estancias de la firma yerbatera Rosamonte, un extenso campo de casi 5.000 hectáreas que se extiende por los municipios de San José y Fachinal.

Esa mañana dominical, alrededor de las 9.20, Richard salió de su casa, en la que vivía hace seis meses junto a su mujer, sus seis hijas y dos nietas, y caminó los 50 metros que lo separaban de la vivienda de la víctima, sobre la misma cuadra. Allí se encontró con Daniel, quien lo esperaba ya preparado: llevaba puesta una remera, dos camperas, un pantalón de buzo, alpargatas negras y una mochila rosada, diría dos días después el parte policial.

En ese momento, Valdair de Escobar, padrastro del joven, salió al cruce del camino y advirtió a su vecino a “que no vayan ahí, porque es peligroso, hay guardias que tiran si ven intrusos”, le dijo el joven de 29 años a La Voz de Misiones en septiembre de 2020, declaración que ratificó en sede policial y que el mismo Cristaldo confirmó después.

“No te preocupes, vecino, no quiero perder mi trabajo”, respondió el peón del aserradero Puerta de Misiones, ya que el lugar donde se metían es una propiedad privada conocida en la zona como lugar de caza y pesca ilegal.

Richard le describió a la Policía que “a eso de las 13.10 no habíamos cazado nada y decidimos volver”, según consta en el expediente judicial. Para entonces, habían recorrido casi 6 kilómetros en poco menos de 4 horas, de acuerdo al camino que dijo que tomaron y al punto donde se encontraron con los dos sujetos que invitaron a cazar al adolescente.

Desde allí, el camino de vuelta al barrio Pindapoy siguiendo la vía del tren -por donde Richard declaró haber regresado- tiene una longitud de 4,5 kilómetros, que el profesor de kung fu realizó en una hora, dado que declaró que “a las 14.15 ya estaba en lo de Daniel avisando a sus padres”.

Es decir, un trayecto total de 10,5 kilómetros en 4 horas y 40 minutos, lapso en el que además se habrían detenido en los sitios de caza, sin obtener resultados positivos. El recorrido ida y vuelta desde la casa de Daniel Tizato hasta el lugar en el que hallaron su cuerpo sin vida es similar, de 11 kilómetros.

tizato

La laguna donde encontraron muerto a Daniel, en el campo La Rosita.

Los cazadores

La noche que desapareció Daniel, su padrastro Valdair de Escobar, alias “Ome” o “Brasil”, se dirigió al Barrio Nuevo, en cercanías al portal de ingreso de San José, para preguntar a sus compañeros cazadores si habían visto al joven de 15 años, ya que Richard le había asegurado que su hijastro reconoció a uno de los extraños con un conocido suyo.

Como conocedoras de la zona, todos ellos se sumaron a la búsqueda junto a la familia, las fuerzas policiales y el mismo Cristaldo, que tras 24 horas detenido, se sumó al operativo, que crecía a medida que pasaban los días sin noticias de Tizato.

Los amigos de Valdair también declararon como testigos y, enseguida, pusieron en duda el trayecto que Grulla les dijo que habían hecho en los campos de Rosamonte.

“El recorrido que supuestamente hicieron es muy lejos para hacerlo en 4 o 5 horas, y más si van cazando; yo digo que fueron más cerca”, dijo Alan L., quien añadió que “Richard debe conocer toda esa zona, se crió en Pindapoy”.

Uno de esos baqueanos era Rubén Telmo Piñeiro, quien estuvo detenido tras la liberación de Richard, ya que éste lo señaló dos semanas después como uno de los jóvenes que se fueron con César Daniel. No obstante, el ADN dio negativo y, si bien la pericia tecnológica lo ubicó cazando en la zona, el lugar sería opuesto y lejano a la escena del crimen.

En aquellos primeros días de la pesquisa, Telmo ratificó los dichos de su colega, que había destacado que Cristaldo “sabe algo de lo que pasó con Dani pero no quiere contar”.

Pero además de sostener que “Richard fue muy rápido y volvió muy rápido”, dijo no tener la seguridad de que los cazadores que invitaron al muchacho siquiera fueran reales: “Para mi no existen las otras dos personas porque los cazadores no van a ir sin balas”, sostuvo el chagarín y remató: “Para mi está mintiendo”.

Los desconocidos

Piñeiro se refería a lo dicho por Richard Cristaldo, quien contó que, luego de invitar a Dani Tizato “a seguir pescando en las lagunas gemelas”, uno de los cazadores le pidió tres balas calibre 22, ya que portaba un rifle.

Según declaró el también entrenador de fútbol infantil, que ese día llevaba consigo un rifle de aire modificado para plomo de 22 milímetros, el encuentro se produjo a las 13.10 del domingo 30, en un sitio conocido como “camino viejo”, cercano a las vías del tren: “Regresamos costeando el monte y el pinar, hasta pasar un puente de piedra; en ese lugar aparecen dos personas desde atrás”.

Richard describió a los dos sujetos, a quienes dijo desconocer “por completo, pero si los veo los reconocería”. Uno de ellos era más grande, de unos 30 años, mientras que el otro era más joven, de unos 23.

El mayor tenía puesta una gorra negra, vestía una campera gris, jean negro y zapatillas oscuras, “además portaba una mochila negra y un rifle calibre 22 mm con peine”.

El menor vestía campera negra, pantalón y zapatillas del mismo color y tenía un “corte tipo militar” y una mochila también negra.

Al realizar la descripción para la configuración de un identikit, Cristaldo dio más detalles de los cazadores misteriosos que se fueron con Tizato.

El menor era más bajo, de aproximadamente 1,65 metros, y el mayor, más alto, de 1,75. Además, el primero tenía cejas finas, nariz corta y redonda y labios finos, mientras que el otro poseía cejas anchas, nariz larga y labios gruesos.

Richard recordó que “uno de ellos me dijo: ‘¿Qué hacés, pelado?’”, y agregó: “Por eso intuyo que me conoce”. Luego, los sujetos les dijeron “vamos a pescar a las lagunas gemelas”, algo que el cazador rechazó “porque hay mucha seguridad”.

En ese momento, “le dije a Dani que volviéramos a su casa porque no lo podía dejar en ese lugar”, recordó Grulla, que agregó que el muchacho insistió en quedarse: “Ome ya sabe y no hay problema”.

Fue en ese momento que “uno de ellos me pidió prestado 3 proyectiles; yo había llevado 7 u 8”, tras lo cual Cristaldo indicó que el grupo se dirigió “hacia las lagunas de Rosamonte y yo regresé por el pinal”, sostuvo y subrayó: “A las 14.15 llegué a lo de Dani”.

Lo cierto es que, a un año del crimen, la Justicia no pudo dar con los presuntos cazadores que se quedaron con el joven y la identidad de los dueños de los dos ADN hallados en su cuerpo sigue siendo un misterio.

tizato

Identikit. Así describió Cristaldo a los supuestos cazadores que se fueron con Daniel.

Apostillas de una investigación

  • Tres custodios del campo La Rosita declararon en la causa. Todos ellos ratificaron que el sitio donde fue hallado el cuerpo de Dani Tizato “no tiene seguridad hace años” y que Richard Cristaldo “conoce mejor que nosotros el lugar”. Además, uno de ellos, que lleva una década trabajando para la empresa, contó que “una vez ya lo agarraron cazando ahí; los que cazan ahí se conocen todos”.
  • Una de las hijas de Richard Cristaldo, de 21 años, avisó a la Policía que, en cercanías al ingreso del barrio Pindapoy, en un arroyo, había visto una mochila parecida a la que llevaba la víctima el día que desapareció. Según dijo, se lo informó a su padre, que le dijo que avisaría a las autoridades, “pero no lo hizo”, por lo cual decidió acudir a la comisaría.
  • En sucesivos allanamientos, se incautó el rifle del profesor de kung fu, así como objetos punzocortantes que podrían haber sido utilizados para ultimar al adolescente. Cristaldo declaró que no disparó el día que salió a cazar junto a su vecino, pero que lo había hecho días antes, algo que confirmó la pericia sobre el arma. Los exámenes para hallar sangre en los elementos incautados dieron negativo.
  • Durante la pesquisa, que se extendió más allá de los límites de La Rosita, se incautaron ropas y objetos en puntos ubicados a varios kilómetros del lugar del hallazgo del cuerpo. Uno de ellos, una campera, fue reconocida por la mamá Mariza Da Rosa como la vestimenta de Daniel, pero los exámenes realizados sobre la prenda terminaron confirmando que no pertenecía a su hijo.
  • Durante la madrugada posterior a la desaparición, un vecino de Richard Cristaldo, de 16 años, sobrino de Valdair de Escobar y primo de Daniel, declaró que, alrededor de las 2 de la mañana, escuchó ruidos en su patio. Al salir a ver qué pasaba, observó que de la letrina de su casa “salió Richard y cuando lo vi se fue corriendo”. El muchacho contó que corrió al intruso, que “se perdió hacia la cancha de Pindapoy”. La declaración llevó al juez a realizar un allanamiento en la vivienda del primo, bajo la sospecha de que Cristaldo había ido a descartar el arma homicida, pero no se encontró nada.
  • El mismo sobrino de Valdair recordó que “dos semanas antes de que desaparezca Dani”, Cristaldo lo había invitado a cazar, “pero me dormí y no pude ir”.
  • Una pareja amiga de Richard aseguró que, la mañana del domingo 30 de agosto, el cazador y César Daniel Tizato pasaron por su casa. Cristaldo preguntó por el hombre de la casa, que no estaba. Entonces, “se llevó dos perros de caza” de su amigo. Al volver, “yo estaba tomando cerveza con amigos y vi que Richard salió solo del monte, me dijo que no cazó nada, le invité cerveza, tomó un trago y se fue; me sorprendió que estuviera mojado, porque es muy argel para cazar”.
  • La familia de Mariza Da Rosa, así como los familiares de Ricardo Tizato, padre biológico de César Daniel, señalaron la mala relación de la mujer con Valdair “Ome” De Escobar: “Se droga y toma mucho y después les pega a ella y a los chicos”, dijo una tía.

Judiciales

Jabornicky denunció por acoso judicial a Flores y pidió sancionar a Risko

Publicado

el

Jabornicky

El abogado Alejandro Jabornicky, que enfrenta una causa por violencia de género de su ex pareja, la diputada provincial electa Rita Flores, denunció a -ésta por “acoso judicial” y “mala fe procesal”, y pidió al juez de Instrucción 7, Miguel Mattos, que sancione a su colega y abogada de la querellante, Silvia Risko.

En un escrito, patrocinado por el abogado José Paulino Medina, Jabornicky contestó a la denuncia y el pedido de prisión preventiva por “violencia de género digital”, formalizados la semana pasada por Flores, por haber subido a su cuenta de Instagram fotos con ella en un posteo, que la legisladora electa y Risko, consideran una publicación pagada de la red social, que violenta la orden judicial de restricción de septiembre pasado.

“La petición de la querella constituye un claro acoso judicial: pretende transformar una fotografía en redes sociales en un delito inexistente, invocar un riesgo de femicidio sin sustento y emplear figuras de violencia política y digital de modo oportunista”, sostiene la presentación de Jabornicky y sentencia: “Estos actos constituyen un abuso del proceso y deben ser sancionados”.

“La querellante ha presentado un pronto despacho solicitando la detención y prisión preventiva, invocando un supuesto ‘ciber-hostigamiento’ por publicaciones en Instagram. Acto seguido, sostiene que existe riesgo de femicidio, violencia política y amenaza agravada, imputando hechos graves que no están acreditados en autos ni son consistentes con la medida cautelar”, señala la presentación de Jabornicky y asegura que “ello evidencia una estrategia de hostigamiento procesal, encaminada a presionar al imputado mediante la reiteración de pedidos desproporcionados y sin sustento jurídico”.

Temerarias

El escrito señala que la orden de restricción que le impuso el juez Mattos a Jabornicky el 9 de septiembre pasado, luego de la denuncia de Flores en su contra, dispuso “la prohibición de acercamiento en un radio de 500 metros”, y “todo tipo de contacto físico, verbal, telefónico, de correo electrónico y/o cualquier otro tipo o medio que signifique intromisión injustificada”, pero que “no se prohibió publicar fotografías, ni expresar ideas en redes sociales”.

Según la presentación judicial, desde la notificación de la medida, el imputado Jabornicky “ha respetado íntegramente la prohibición de contacto: no hubo acercamientos físicos, llamadas, mensajes, correos, ni interacción de ningún tipo con la denunciante”, y asegura que “las supuestas ‘publicaciones’ en redes sociales son fotografías genéricas de hechos pasados y no constituyen ninguna forma de contacto ni intromisión injustificada”.

El escrito dirigido al juez Mattos, acusa a Flores y Risko de “presentaciones reiteradas y desproporcionadas”, “afirmaciones falsas o sin prueba”, “calificaciones jurídicas infundadas” y “temeridad y mala fe procesal”.

Afirma que, en la última denuncia de Flores, Risko “asevera que el imputado ‘abonó publicidad de la publicación de Instagram’ e interpreta que ello configura violencia digital”, y asegura que “estas afirmaciones no están acompañadas de prueba alguna”.

“La querella invoca la Ley 27.736 sobre violencia de género digital y la Convención de Belém do Pará, pretendiendo encuadrar una publicación genérica como un delito de ciber-hostigamiento”, relata Jabornicky y acusa: “Esta ampliación no solo carece de sustento fáctico, sino que constituye un abuso del derecho penal al pretender equiparar una fotografía con un acto de violencia digital”.

Desmiente, asimismo, que hubiera incurrido en “violencia política” contra Flores, en su rol de legisladora electa a punto de asumir, y que tal afirmación ignora que “el proceso penal en curso se refiere a hechos anteriores y que el suscripto ha mantenido un comportamiento respetuoso y alejado de la vida pública de la Sra. Flores”.

“No existe en autos ningún indicio de que las publicaciones referidas tuvieran un ánimo de obstaculizar la función pública”, señala el escrito.

Jabornicky invoca el artículo 32, del Código Procesal Penal de Misiones, y el artículo 34, inciso 6º, del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, para acusar a Flores y Risko de llevar a cabo “un ejercicio irresponsable y abusivo del derecho de acción que persigue hostigar y estigmatizar al imputado”, que “constituye, en términos doctrinales, acoso judicial” y “justifica que se disponga un llamado de atención o sanción al profesional interviniente”.

“La conducta de la querella no solo busca imponer una prisión preventiva desproporcionada, sino que pretende censurar la libertad de expresión y asociación del imputado mediante el bloqueo de sus redes sociales”, lo que “atenta contra los derechos constitucionales a la libertad de expresión, al trabajo y a la defensa en juicio, pues se pretende privar al imputado de medios lícitos de comunicación y de interacción social sin fundamento legal alguno”.

Amonestación

Por todo lo expuesto, Jabornicky pide al juez Mattos que declare “la existencia de temeridad procesal y abuso de derecho” por parte de Risko y la amoneste, “recordándole su obligación de ajustarse a la verdad y al derecho, bajo apercibimiento de imponer sanciones”.

A la vez, solicita “advertir a la querella que cualquier nueva presentación deberá fundarse en hechos objetivos y acreditados en autos, absteniéndose de utilizar el proceso como medio de hostigamiento o propaganda política”, y “reafirmar que la medida de restricción vigente prohíbe el contacto e intromisiones con las víctimas, pero no suprime la libertad de expresión, ni la posibilidad de publicar contenidos generales, por lo que cualquier interpretación extensiva debe desecharse”.

DENUNCIA_DE_ACOSO_JUDICIAL_Y_ABUSO_DE_PROCEDIMIENTO (1)
Seguir Leyendo

Policiales

Cruzaba la avenida Quaranta con su hijo y murió arrollada por un auto

Publicado

el

quaranta

Una mujer de 47 años falleció esta mañana al ser embestida por un automóvil mientras cruzaba la avenida Quaranta de Posadas junto a su hijo.

De acuerdo a lo consignado por fuentes policiales, la víctima fue identificada como Antonia Isabel Lima (47).

El hecho ocurrió esta mañana, cerca de las 11, cuando la mujer cruzaba la avenida Quaranta, en inmediaciones a la avenida Zapiola, hasta que, por causas que se intentan establecer, fue arrollada por un automóvil Fiat Siena que circulaba en sentido Oeste-Este.

Como consecuencia del hecho, la mujer perdió la vida en el acto, mientras que su hijo menor de edad debió recibir asistencia profesional.

En el sitio trabajaron diversas dependencias policiales que llevaron adelante las tareas de rigor y las correspondientes pericias para esclarecer las circunstancias del siniestro.

Seguir Leyendo

Judiciales

Piden detención de Alejandro Jabornicky por publicar fotos con su ex pareja

Publicado

el

Jabornicky

La diputada provincial electa, Rita Marina Flores, denunció a su ex pareja, el abogado Alejandro Jabornicky, por “violencia de género digital” y a través de la querella pidió su prisión preventiva, por haber subido a su cuenta de Instagram fotos con ella en una publicación pagada de la red social.

Flores oficializó la presentación judicial el jueves pasado, en la Fiscalía de Instrucción Dos de Posadas, y solicitó que se agregue al Expediente 1353277/2025, de la causa por violencia de género contra el letrado por hechos ocurridos a principios de septiembre en el domicilio de Jabornicky, que se tramita en el Juzgado de Instrucción Siete, a cargo del juez Miguel Mattos.

En la ocasión de esa primera denuncia, el domicilio del abogado fue allanado, y Jabornicky fue detenido y estuvo cuatro días recluido en una celda de la comisaría Segunda, sobre la avenida Tambor de Tacuarí, incomunicado.

A la par, la Justicia le concedió a Flores un botón de pánico y le impuso a Jabornicky una orden de restricción que, ahora, con la publicación de su foto con ella en Instagram, la represente legal de la diputada provincial electa considera violentada por el letrado.

Boluda

“La orden de restricción es una manda judicial y desobedecer es una falla penal; es desobediencia judicial”, afirmó Silvia Risko, abogada de Flores en declaraciones a LVM, y agregó: “La orden es que no puede ni acercarse físicamente, ni por teléfono, ni mail u otro contacto”.

“Son fotos del año pasado, que él promocionó pagando publicidad”, apuntó Risko y lanzó: “Eso es cagarse en la orden del juez”.

La abogada remarcó, además, “la intención de hostigamiento, invalidación y revictimización”, de parte de Jabornicky hacia su cliente, e incluso acusó al letrado de “intentar minar la imagen pública” de Flores, de cara a su asunción en la Legislatura el 10 de diciembre próximo.

“Paga una publi en la red social a días de asumir ella”, precisó Risko y contó que, a partir de esta publicación de Jabornicky, Flores “comenzó a recibir mensajes de gente que le pregunta si volvió con él, y eso la hizo perder la tranquilidad”.

“El agravante es el hecho de que pague la publicación, con el claro objetivo de invalidar su denuncia por violencia, para que la gente diga: ‘Mirá, esta boluda volvió al final’”, afirmó.

Ciclo

La fitración del escrito de Flores, al que tuvo acceso La Voz de Misiones, encuadra jurídicamente todo lo argumentado por Risko.

“El hostigamiento a través de un medio público digital NO significa una intromisión menor, sino un ACTO DELIBERADO DE CIBER- HOSTIGAMIENTO que REACTIVA el ciclo de violencia, EXPONIENDO PÚBLICAMENTE A LA VÍCTIMA JUNTO  A  SU  AGRESOR, interrumpiendo de manera efectiva la indemnidad psicológica de la Sra. Rita Marina FLORES y REAFIRMANDO el poder y control que el imputado pretende tener sobre la víctima, REVICTIMIZÁNDOLA, quien revive la situación traumática sufrida por las amenazas de muerte y violencia ejercida hacia su persona y el de su niña, generando un estado de terror y total indefensión ante su agresor”, señala el texto.

Asimismo, en otro párrafo asegura que “las AMENAZAS DE MUERTE efectuadas por el Sr. JABORNICKY a la Sra. FLORES, como también, el incumplimiento de la manda judicial, constituyen ANTECEDENTES GRAVÍSIMOS, existiendo CLARO RIESGO DE FEMICIDIO, todo ello ya que, la desobediencia judicial de quien amenazó con MATAR, DEGOLLAR y luego TIRAR A UN ZANJÓN a la Sra. Rita FLORES…NO PUEDEN SER TOLERADOS POR LA JUSTICIA, quien debe actuar conforme a los protocolos, doctrina y jurisprudencia con PERSPECTIVA DE GÉNERO, PROTECCIÓN A LA VÍCTIMA Y DEBER DE DILIGENCIA DEBIDA, EXISTIENDO UN RIESGO CIERTO PARA DEJAR A LA VÍCTIMA LIBRADA A SU SUERTE EN TOTAL DESAMPARO”.

En tal sentido, argumenta que “la prisión preventiva es la ÚNICA medida de protección eficaz que se ajusta al estándar de debida diligencia ante casos de violencia de género, todo ello acorde al Art. 7, inc. b, de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención de Belém do Pará), que impone a los Estados el deber de actuar con la debida diligencia para prevenir y sancionar todo acto de violencia. Más aún, el Art. 7, inc. f, exige ‘establecer procedimientos legales justos y eficaces para la mujer que haya sido sometida a violencia, que incluyan, entre otros, medidas de protección’”.

Agravante

En otro tramo, la denuncia acusa a Jabornicky de ejercer “violencia política” contra Flores, habida cuenta de su investidura como diputada electa, y ubica la situación como “agravante del hostigamiento”.

“La Sra. Rita Marina FLORES reviste el carácter de Diputada Electa de la Provincia de Misiones, con asunción prevista para el 10 de diciembre de 2025. Esta temporalidad es fundamental, todo ello ya que la violencia política es aquella dirigida a ‘obstaculizar, menoscabar o anular el desempeño de una función pública’”, refiere el escrito.

“El accionar del Sr. JABORNICKY, al hostigar a la Sra. FLORES en un medio público de difusión masiva (Instagram) en un período crucial de transición, no solo busca quebrantar su integridad psicológica individual, sino que persigue un objetivo más amplio: DEGRADAR y MENOSCABAR su imagen, credibilidad y legitimidad pública como futura representante legislativa electa por el voto popular en las últimas elecciones legislativas provinciales de fecha 08/06/2025, intentando impedir o dificultar su pleno y libre ejercicio del cargo inminente, afectando no sólo psicológicamente a la víctima, sino también a su rol como representante político social”, afirma.

Seguir Leyendo
Publicidad

Lo más visto