Policiales
Tiene una hija con discapacidad, les entraron a robar y defecaron en su living
En horas de la madrugada de ayer, en el barrio A 3-2 de Posadas, ladrones rompieron una ventana y entraron en la vivienda de Sonia, de 48 años, y de su hija Sol, de 26, que está en sillas de ruedas luego de sufrir un accidente cerebrovascular (ACV) en el 2020.
En diálogo con La Voz de Misiones, Sonia relató que, mientras ella y su hija dormían en la habitación, alrededor de las 4 de la mañana, los amigos de lo ajeno entraron por un ventiluz que tienen en la cocina: “Me rompieron la ventana, me llevaron la tele, el celular de mi hija y el mío, mi billetera con todos los documentos de ella”, indicó en referencia a su hija Sol.
Según detalló la mamá a LVM, se trataría de un delincuente conocido en el vecindario como “Laiti”, aunque Sonia sospecha que no actuó solo, sino con su cómplice “Papita”, con quien hizo guardia en los alrededores de la casa hasta que ellas se fueron a dormir.
“Me lamento más por Sol, porque ella tiene la mitad de su cuerpo inmovilizado, del lado izquierdo puede usar, y se comunicaba y entretenía con su celular. Me hicieron un perjuicio enorme, porque ahora, por cómo está la situación, no le da a uno para ir a comprar uno nuevo”, manifestó la damnificada.
En esa línea, la vecina relató que “cuando yo me doy cuenta de que me robaron, llamo a la Policía, ellos vienen y me preguntan los datos de las cosas que se llevaron”.
Y continuó: “Cuando le doy los datos de la tele me dicen: ‘Está en la comisaría’, y que había llevado el sereno del Foro de Seguridad, que vio al chico Laiti con el aparato en la calle y se lo sacó, pero no vio los celulares”.
Afortunadamente, los ladrones descartaron la billetera de Sonia, con todos los documentos y la tarjeta de cobro de Sol, aunque se llevaron un dinero que tenía dentro, mientras que el televisor terminó descompuesto.
“Me lo dejaron ahí”
“Ellos me estaban junando, estaban escondidos”, enfatizó la mamá y contó que, además de robarle, los delincuentes le dejaron un “regalo” en el living de la vivienda.
“Me defecaron en la sala, no sé si es una seña o algo, pero me dejaron ahí. La Policía me dijo que eso es una seña que ellos dejan. Eso es lo que más me asustó, porque no sé si es que dejaron una marca de que van a volver”, pensó la denunciante.
Por estas horas, Sonia y su hija confían en que los agentes de la fuerza provincial puedan recuperar los celulares que los delincuentes se llevaron. Sin embargo, su mayor preocupación es que regresen debido a que consideró que la materia fecal que dejaron en su living es una señal de que “van a volver”.
La mujer radicó la denuncia en la Comisaría Décima, dependiente de la Unidad Regional X y cerró: “Tengo miedo y ahora que lo pienso, la sacamos barata”.
Judiciales
Viuda de Guirula tras el fallo: “Pensé que ya no íbamos a tener justicia”
La última audiencia del juicio por la muerte de Carlos Guirula, marcada por la última palabra de los acusados y la sentencia, fue seguida de cerca por la familia de víctima, principalmente de su esposa, sus hijos y su hermana, quienes destacaron el fallo como “el cierre” de una dolorosa etapa que duró once años.
“En general conforme, pero más que nada por mis hijos. Para ellos es importante tener un cierre, saber que se hizo un poco de justicia después de tantos años. Ellos hoy son chicos felices, libres de toda bronca, porque así lo quise yo, de protegerlos todos estos años”, expresó Nora Acosta, viuda de Guirula, en conversación con La Voz de Misiones en los pasillos del Tribunal Penal Dos de Posadas, antes de salir al encuentro de sus hijos, que la esperaban con un abrazo grupo fuera del recinto.

Hijos y más familiares de Guirula a los abrazos fuera del tribunal.
“Yo pensé que ya no íbamos a tener justicia, que esto ya no salía. Pero esto es un cierre para ellos. Ahora veremos qué hacemos y cómo seguimos, pero lo bueno es que no quedó en vano”, añadió.
Para Nora los pedidos de disculpa de los acusados no fueron del todo sinceros, mucho menos suficientes. “Esperar once años para solo decir ‘lo sentimos’”, apuntó y agregó que “solo me llegó la palabra de Da Silva, a él si lo sentí muy sincero”.
Si bien se mostró conforme con el fallo, admitió que le hubiese gustado una pena más alta para los otros imputados. “Nuestro día del padre es ir al cementerio hace once años. Es dolorosísimo, pero repito: es bueno saber que esto no quedó en vano”.
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“Clemencia” y “disculpas”: la palabra de los condenados por el caso Guirula
Judiciales
“Clemencia” y “disculpas”: la palabra de los condenados por el caso Guirula
Más de once años pasaron del día en que el albañil Carlos Raúl Guirula (34) fue a un motel de Posadas y tras unos disturbios acabó muerto, con un edema cerebral, nueve costillas rotas y un pulmón perforado. La Justicia hoy determinó que ese desenlace mortal fue consecuencia de los pisotones y las patadas de los borceguíes policiales que calzaban Lourdes Beatriz Tabarez (42) y Ricardo Rafael Escobar (42), quienes recibieron una pena de prisión de perpetua por el delito de “tortura agravada seguida de muerte”.
La sentencia fue impartida por el Tribunal Penal de Dos de Posadas, que además condenó a 4 años de prisión por omisión a los ex policías Lucas Nahuel Saravia Allosa (37) y Carlos Alberto Da Silva (34) y absolvió por el beneficio de la duda del mismo delito a los también ex uniformados y Carlos Alberto Zidorak (37) y Claudio Marcelo Servián. Los cuatro quedaron en libertad apenas culminó la lectura del fallo.
Previo al veredicto, todos ellos hicieron uso de sus últimas palabras y la primera en hablar fue Tabarez, quien pidió disculpas a la familia de la víctima y solicitó clemencia al tribunal.
Tabarez se había mantenido en silencio durante las diez audiencias previas que se desarrollaron en el marco del debate oral. Soportó las incriminaciones de sus consortes de causa y aguantó las acusaciones del fiscal Vladimir Glinka, que en su alegato la señaló como quien pisó la cabeza y pateó en las costillas a Guirula estando esposado en el suelo del motel.
Esta mañana, en su última oportunidad para hablar, hizo uso de su derecho. “Esto fue una tragedia y pido disculpas a toda la familia. No va a volver a la vida su hijo, no va a volver a la vida nadie, tampoco nosotros. Todos tenemos una familia atrás nuestro. Mi corazón se va a salir del pecho porque entre hoy y mañana va a volver a cambiar nuestras vidas para peor, si así lo decide la Justicia”, comenzó.
Luego hizo un breve repaso de su vida, describiendo que tiene una hija, que es la mayor de siete hermanos y que proviene de una familia humilde, con padre albañil y madre ama de casa, que le “inculcó valores y buenas costumbres”.
“Las palabras de mi papá me resuenan en la cabeza: Lourdes sos el ejemplo y el espejo de tus hermanos. Pido clemencia, pido justicia por mí, por mi familia, por cada uno de nosotros. Se nos dio esta comisión y yo simplemente fui a cumplir mi trabajo. La situación que se dio fue una tragedia para todos”, lanzó antes de volver a su lugar, apoderada por las lágrimas.
En segundo término habló Escobar, a quien el fiscal acusó de dar patadas, pisar e “ir saltando” sobre la espalda de Guirula durante el traslado del detenido desde el motel hacia la comisaría Decimotercera, donde llegó muerto.
“Quería pedir disculpa a los familiares, quiero que sepan nosotros nunca tuvimos esa intención. Pido disculpas, sé lo que es perder un hijo. Nunca tuve antecedentes de ser agresivo, ni de golpear a nadie. Espero que esto nos de tranquilidad a todos, ya sea para bien o para mal, así lo decida el Tribunal. Que sea lo justo para todos. Que se termine todo y podamos estar en paz”, resumió.

Ricardo Escobar pidió disculpas en sus últimas palabras. Más tarde fue condenado a prisión perpetua.
Más disculpas
En mismo sentido se expresó Allosa, quien enfrentaba un pedido de 7 años de prisión por “vejaciones” y “omisión”, aunque finalmente recibió 4 y como estuvo ese mismo plazo privado de su libertad en prisión preventiva esquivó un segundo paso por la cárcel.
“Pido disculpas a la familia, yo sé que fue un sufrimiento para ellos estos once años. Para nosotros también y para nuestras familias. Estuvimos pendiente todos estos años para tratar de que esto se resuelva. Ha llegado el día. Si esa noche podía haber hecho algo más, lo siento por no haberlo hecho”, fueron sus palabras.
El siguiente fue Zidorak, que resultó absuelto. “Es un hecho lamentable lo que ha ocurrido. Son muchos años esperando. Obviamente nadie pensó lo que iba a pasar. Pedir disculpas a la familia”, había expresado antes del veredicto.
Servian, que también fue absuelto, expresó el mismo sentimiento. “Desde lo más profundo del corazón, mío y de todos, estamos arrepentidos de lo que pasó. Obviamente no va a devolver la vida, pero nosotros también somos conscientes de lo que pasó y que cada uno reciba lo que le corresponde, por su participación y su responsabilidad. Que se haga justicia”.

Allosa fue condenado a 4 años de prisión pero quedó libre por el tiempo que ya estuvo con preventiva.
El último en hablar fue Da Silva, uno de los primeros en declarar y señalar tanto a Tabarez como a Escobar por las agresiones contra la víctima, testimonio que fue valorado como prueba importante por la fiscalía.
“Realmente fue un hecho lamentable. Quiero pedir perdón de corazón a la familia, sé que hay una madre que se quedó sin un hijo, una hermana sin hermano, un niño sin padre. Realmente nos sentimos muy apenados por esa tragedia. Lamento no haber hecho más. Sé que no vamos a traer a la vida al señor Guirula, pero se puede hacer justicia. Creo que quedó demasiado claro lo que pasó esa noche y que tenemos ciertos grados de responsabilidades. Que se haga justicia”, pidió.
El tribunal presidido por Gregorio Busse e integrado por Fernando Verón y Miguel Mattos luego pasó a deliberar y tras más de una hora en reunión secreta regresaron con el fallo que condenó a dos ex policías a la pena de prisión perpetua, el equivalente a 35 años de encierro efectivo.

Servian -a la izquierda- y Zidorak -en el centro- fueron absueltos.
Tabarez y Escobar fueron condenados a prisión perpetua por el caso Guirula
Policiales
Hallaron cadáver con una bolsa en la cabeza flotando en el río Paraná
En las últimas horas fue hallado el cuerpo sin vida de un hombre, en avanzado estado de descomposición, flotando en el kilómetro fluvial 1880 del río Paraná, a unos 100 metros de la costa argentina, en jurisdicción de Puerto Libertad.
El hallazgo fue advertido en la tarde de hoy por la Prefectura Naval, que de inmediato dio aviso a la Policía de Misiones.
De acuerdo a los primeros informes del personal actuante, el cuerpo se encontraba desnudo y con una bolsa colocada en la cabeza, lo que motivó la intervención urgente de la Policía Científica y del médico policial de turno, quien solicitó la correspondiente autopsia para determinar las causas del deceso.
Asimismo, por disposición del Juzgado de Instrucción Tres de Iguazú, la Policía de Misiones inició compulsas con fuerzas de seguridad de Brasil y Paraguay para verificar registros recientes de personas desaparecidas en ambos países, con el fin de avanzar en la identificación de la víctima.
Hallaron el cuerpo del joven que desapareció en el río Paraná en Capioví
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