Policiales
Sicarios: la fiebre del vino en la frontera
En menos de dos años, cuatro personas fueron asesinadas por sicarios en la localidad de Bernardo de Irigoyen y la hipótesis común es que todos los hechos se trataron de ajustes de cuentas vinculados al comercio informal de mercaderías, principalmente a la fiebre del vino, un negocio que explotó tras la pandemia y maneja cifras multimillonarias.
Las víctimas de esta clase de crímenes fueron Juan María López (50), Rafael Antúnez de Olivera (45), Sebastián “Chany” Fernández Da Rosa (42) y Carla De Olivera (37). El primer caso ocurrió en mayo de 2021 y el último en diciembre de 2022
La vida de todos ellos fue cegada a balazos ejecutados por asesinos a sueldo a bordo de motocicletas que se esfumaron por la frontera seca, sin ser atrapados, ni tampoco identificados siquiera. De ellos solo quedó el miedo. También el drama y la angustia.
Las familias de Fernández y De Olivera aún no entienden los motivos del ataque y reclaman justicia. Admiten que las familias se dedican al contrabando, como casi todos en Bernardo de Irigoyen, donde el comercio fronterizo informal es una cuestión cultural y de sobrevivencia económica ante la falta de otras oportunidades rentables, pero reconocen que los crímenes de este tipo conforman un fenómeno nuevo en la zona.
“Nosotros nos criamos pasando cosas de Brasil de contrabando: muebles, cerámicas, cosas que todo el mundo pasa. Hasta para Gendarmería y para las autoridades nosotros pasamos. Nos criamos así, mi papá era chivero, nosotros somos chiveros, yo soy chivera. Yo digo que fue por eso, porque él no debía a nadie. Él salía de casa y le pegaron un balazo a unos 20 metros de mi casa, en frente del local de él”, confesó y recordó Viviana, hermana de Chany Fernández.
Chany era un comerciante “multirrubro”, dueño de una cancha de fútbol 7 y bombero voluntario. Fue asesinado el 23 de septiembre a plena luz del día. Eran cerca de las 9 de la mañana cuando un solitario motociclista se acercó y le disparó siete veces en distintas partes del cuerpo.
Viviana además era cuñada de Carla de Olivera, otras de las víctimas. La mujer era docente y estudiaba abogacía. Fue ultimada el 28 de diciembre pasado, mientras estaba junto a su marido dentro de su automóvil Renault Sandero y dos sicarios pararon a un costado para abrir fuego a quemarropa.
Se estima que los disparos iban dirigidos a su marido, que alcanzó tener un acto reflejo que le permitió arrojar su asiento atrás -rompiendo la palanca incluso- y las balas atravesaron el habitáculo hasta llegar a De Olivera, que se ubicaba en la butaca del conductor.
“Estos hechos tienen en común la utilización de estos vehículos chicos, rápidos, ágiles, sumado a la proximidad nuestra pegada al país vecino que posibilita el abandono del lugar del hecho y rápido paso al otro lado”, explicó el comisario Leonardo Viera, jefe de la Unidad Regional XII.
Para los investigadores, dado las características de los hechos y los elementos recolectados, cuyos detalles optaron mantener en reserva, todos los crímenes están vinculados al comercio informal, principalmente de vinos, negocio predilecto en la actualidad en la ciudad más oriental de la Argentina.
“La pandemia hizo que el contacto o el paso de ciudadanos a Brasil sea prácticamente nulo y eso hizo que por ahí la actividad en la frontera se haya reducido casi al 100%. Luego de la apertura comercial que se dio con el fin de las restricciones pospandemia, el movimiento de ciudadanos de distintas partes del país se acentuó acá en la frontera, buscando un mejor pasar económico, trabajo. El vino argentino es el producto más buscado por los ciudadanos brasileros”, describió el comisario Viera.
Fiebre del vino
En una breve recorrida por la localidad, que actualmente cuenta con unos 35.000 habitantes, La Voz de Misiones contabilizó no menos de 45 bodegas o comercios que incorporaron la venta de vinos a su emprendimiento como oferta.
Y la cantidad de bodegas en Irigoyen encuentran relación en los números que maneja la Receita Federal de Dionisio Cerqueira -organismo similar a la Afip-Aduana en Argentina-, que se encarga del control y fiscalización de productos ingresados de contrabando al vecino país.
LVM se entrevistó con el delegado local de dicho organismo, Mark Tolemmache, quien brindó números que grafican la situación.
Dinero
El funcionario indicó que, en 2022, se incautaron 38,5 millones de reales en productos de contrabando en su jurisdicción, de los cuales 12,5 millones (unos 875.000.000 de pesos, según la cotización actual) se corresponden a vino argentino, es decir, un 30% del total.
Otra cifra que sirve para dimensionar la cuestión apunta a que en 2021 se secuestraron 595.000 botellas de vino en todo Brasil, de las cuales 200.000 fueron decomisadas en la jurisdicción de Dionisio Cerqueira, que incluye desde Capanema (limítrofe con Andresito) y Porto Soberbo (frente a El Soberbio).
Pero todos estos números también se traducen en dividendos multimillonarios y en una escalada de violencia que empezó a mostrar su peor cara.
Tolemmache sostuvo que los vinos argentinos tiene un promedio de entre 100 y 300% de sobreprecio en lugares de destino, llegando a 500% en caso de los vinos más codiciados, como los de la bodega Catena Zapata.
Para el funcionario, detrás de estas operaciones hay organizaciones con buen capital para poder montar una estructura y logística que comprende una multiplicidad de actores.
“Necesitan de una buena estructura porque tienen personas que hacen la parte de manoseo de las cargas, transportadores, personas que actúan de campana, responsables de depósitos clandestinos para el acopio y la distribución, que hoy es mucho por internet, por redes sociales. Entonces las personas hoy reciben los productos del crimen en su casa, lo cual complica nuestra fiscalización”, describió Tolemmache a LVM.
El delegado señaló que la logística del contrabando de esta clase productos arranca en cruces clandestinos distribuidos en los 70 kilómetros de frontera seca que comparten Irigoyen con los estados brasileños de Santa Catarina y Paraná, donde se encuentran Dionisio Cerqueira y Barracao, respectivamente.
En muchos casos, los cruces se dan por propiedades rurales que tiene la mitad de territorio en Argentina y la otra en Brasil, lo que convierte a ese lugar prácticamente en una aduana paralela.
En esos lugares se almacenan las cargas de bebidas y de allí luego son transportadas hacia ciudades mayores de Brasil.
“Las principales son Pato Branco, Francisco Beltrán y Chapecó y San Miguel. Son puntos donde hay grandes depósitos clandestinos. De estos puntos los criminales utilizan las redes y las mercaderías se pulverizan por comercio electrónico por todo el país”, continuó Tolemmache.
Sobre los crímenes vinculados a estas operaciones, el delegado plantó postura: “Estos crímenes, en mi visión, es más una disputa entre los propios criminales, porque la confrontación entre las autoridades y los criminales generalmente no es tan violenta. Nosotros trabajamos con más inteligencia y seguridad. Pero entre ellos hay una escalada de violencia con muchos asesinatos por esta disputa del control del comercio legal de vino”.
Sangre
La familia de Chany, en tanto, no encuentra explicación a lo sucedido. Busca y reclaman respuesta.
“Son cosas que pasan muy de golpe, que vos no esperas, cosas que antes no pasaban. Esto nunca pasó antes y ahora de repente si vos miras feo para una persona viene y te pega un balazo. Así estamos viviendo en Irigoyen y nadie hace nada. La ley, las autoridades no se mueven y todos tienen miedo. Yo tengo miedo de venir y hablar y que me pase algo a mi familia. Yo tengo miedo que comience a hablar y me maten”, advirtió Viviana.
La mujer reconoció que trabajar en la frontera hoy es un riesgo, pero muchas más opciones no hay.
“La mayoría ahora tiene miedo. Ahora tenemos que cuidarnos de motos brasileras que vienen y te disparan sin tener un motivo. Pero tenemos que sobrevivir, tenemos que trabajar. Acá no hay muchos negocios, todo el mundo vive del contrabando y si no trabajamos de eso, vamos a morir de hambre”, lanzó.
Viviana reclamó que las fuerzas brasileñas tienen menos preocupación a la hora de cruzar la frontera para perseguir a sus maleantes, mientras que del lado misionero, una vez que los delincuentes cruzan, las persecuciones se detienen para no interferir en territorio brasileño.
Para la hermana de Chany, una solución sería el aumento de presencia de uniformados federales o la llegada de investigadores oriundos de otros puntos del país. Pero nada es garantía.
El comisario Viera explicó que su jurisdicción, que se extiende desde Piñalito Norte y San Antonio hasta Dos Hermanas, cuenta actualmente con un plantel de 200 efectivos policiales, y se trabaja en aumentar esa cantidad, como así también en la colocación de más cámaras de seguridad que permitan tener un mejor monitoreo de la zona.
Lo mismo sostuvo el intendente, Guillermo Fernández, quien señaló que la cuestión ya fue tratada en diversas reuniones de trabajo y prometió que la seguridad será la prioridad del 2023.
Ambas autoridades destacaron la labor conjunta con sus pares brasileños, mediados por el Consorcio Intermunicipal de Frontera (CIF), pero lo cierto es que una vez que los asesinos que matan en Irigoyen cruzan la frontera y parecen esfumarse de la tierra.
Policiales
Denunció a guardias de un boliche por golpiza: “Me estaban por matar”

Rodrigo Ocampos (20) denunció a los guardias de seguridad del boliche Holy, ubicado en la Costanera de Posadas, por una golpiza que sufrió el último sábado en el lugar. “Me estaban por matar”, afirmó el joven.
En diálogo con La Voz de Misiones, el muchacho contó que todo comenzó cerca de las 3.30, cuando ingresó a la discoteca junto a un amigo para encontrarse con tres amigas que esperaban adentro.
“Nos dirigimos al sector camarotes, que es como un sector ultra vip ubicado atrás de la cabina del DJ, y nos quedamos ahí una media hora”, recordó Rodrigo.
Pasado ese lapso de tiempo, un guardia de seguridad del boliche se acercó y les ordenó que se retiraran del camarote, según el testimonio del denunciante.
“Sin ninguna razón el patovica nos hizo bajar. Nosotros en ningún momento discutimos, simplemente bajamos y nos quedamos en el vip normal y compramos nuestra consumición”, continuó su relato.
El posadeño añadió que, media hora después, el mismo empleado de seguridad de Holy volvió hasta donde estaba junto a su amigo y les ordenó retirarse. “Otra vez nos querían hacer bajar, pero no estábamos haciendo nada. No sé si nos querían sacar del boliche o qué”, cuestionó.
Consultado por este medio si habían abonado el costo de la entrada vip para el lugar, Rodrigo afirmó: “Sí, pero igualmente nos querían sacar”.
Fue entonces que los jóvenes dialogaron con otro personal de la discoteca, quien les permitió que permanecieran en el lugar “y ahí no pasó más nada”.
Golpiza y denuncia
Una vez que el boliche cortó la música y encendió las luces, en señal de que la fiesta había terminado, Rodrigo y su amigo emprendieron el camino de salida sin imaginar lo que sucedería.
“Terminó todo y mientras voy bajando las escaleras me empujan los de seguridad. Ahí caigo por las escaleras, pero me levanto y cuando estoy saliendo del boliche veo que lo agarran a mi amigo”, denunció el posadeño.
Ante la situación, el joven decidió intervenir: “No sé si yo bruscamente cuando me quise sacar le habré pegado o algo al de seguridad y me agarran a mí entre dos. Uno me tira al suelo y viene otro. Me llevan a una parte oscura donde no hay cámaras, me vuelven a tirar al piso, uno me pone la rodilla en el piso y me empiezan a pegar sin parar”.
El denunciante manifestó que los empleados del local bailable continuaron golpeándolo hasta dejarlo casi inconsciente mientras él gritaba auxilio sin poder defenderse. “Cuando ya casi no me podía ni mover, interviene la Policía”, apuntó.
Y siguió: “Yo no me podía parar, ni sostener bien. Me tiran a un costado y me siento, en todo momento pedí que me lleven a un hospital porque estaba muy mal, tenía toda la cara ensangrentada, no veía bien de un lado. Tengo un punto en una ceja, tengo heridas de que me arrastraron por el piso prácticamente y rasguños. Me estaban por matar, porque yo no estaba haciendo nada, estaba prácticamente inconsciente en el piso”.
El joven, de 20 años, terminó con severas heridas, según denunció. Primero fue examinado por un médico policial, luego trasladado al Hospital Favaloro y, más tarde, al Madariaga, donde le realizaron estudios clínicos para evaluar la gravedad de sus lesiones.
Posteriormente, Rodrigo Ocampo quedó detenido en la Comisaría Primera de Posadas hasta las 13.30, cuando su padre lo fue a buscar. Ante lo ocurrido, el joven radicó la denuncia en la Fiscalía de Instrucción Tres.
Debido a que lo denunciado ocurrió en un punto sin cámaras de seguridad dentro del boliche, el posadeño acude a la solidaridad de quienes hayan presenciado o registrado el hecho, se contacten con él para presentar las pruebas ante la Justicia.
Policiales
Incautaron una tonelada de marihuana en Puerto Esperanza

Más de una tonelada de marihuana fueron incautadas por agentes de la Policía Federal Argentina (PFA) durante un patrullaje realizado por zonas costeras de Puerto Esperanza.
Según informó dicha fuerza federal, el operativo fue ejecutado por integrantes del flamante Departamento Federal de Investigaciones (DFI), quienes en base a una serie de datos recabados mediante labores de inteligencia se dirigieron hacia una zona conocida como “El Arenero” y constataron movimientos extraños en medio de la selva.
Los uniformados se aproximaron al lugar e impartieron la voz de alto, pero los sospechosos escaparon entre la vegetación, abandonando en el lugar unos 60 bultos que contenían más de 300 ladrillos de marihuana, cargamento que ascendió a los 1.046 kilogramos.
Todo lo incautado más tarde fue trasladado al polideportivo municipal para las labores de conteo y quedó a disposición del Juzgado Federal de Eldorado, a cargo del magistrado Alejandro Gallandat Luzuriaga, por subrogancia.
Policiales
Encuentran una granada y evacuan un barrio en Bernardo de Irigoyen

Los habitantes del barrio Vista Alegre, de la localidad de Bernardo de Irigoyen, atravesaron horas de incertidumbre este mediodía por el hallazgo de una granada tirada en el suelo frente a una vivienda.
Al recibir el alerta, uniformados de la comisaría local fueron los primeros en llegar a la zona y constataron la presencia del artefacto explosivo, por lo cual activaron el protocolo de seguridad de inmediato.
En primer lugar, los agentes de la Policía de Misiones evacuaron a los vecinos de la barriada más cercanos al punto donde se hallaba la granada y aislaron la zona de manera preventiva.
Seguidamente, efectivos especializados de la División Explosivos de Bomberos realizaron el trabajado de retirar el artefacto explosivo de manera segura, sin que se registraran víctimas fatales ni incidentes.
De acuerdo a lo que informó la fuerza provincial, en los trabajos de investigación los especialistas determinaron que se trataría de una granada de mano sin palanca de accionamiento asegurada con alambre.
De igual manera, el artefacto explosivo y sus características de funcionamiento serán peritados por los profesionales.
Una vez que los Bomberos especialistas procedieron al secuestro de la granada hallada frente a una vivienda, la zona del barrio fue despejada y se normalizó la circulación de los vecinos.
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