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Una notebook del diputado Kiczka tenía 603 archivos de abuso sexual infantil

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PRO Misiones

Las horas en libertad parecen estar contadas para el diputado Germán Kiczka. Hoy lo cubren sus fueros, pero eso puede cambiar en la sesión parlamentaria de mañana y a partir de ahí quedar a merced de la Justicia, que anoche ordenó tanto su detención como la de su hermano Sebastián, ambos imputados en una causa que los investiga por la tenencia y distribución de al menos 603 archivos con contenido de abuso sexual infantil y zoofilia.

El pedido detención contra los hermanos Kiczka fue firmado por el magistrado Miguel Ángel Faría, titular del Juzgado de Instrucción Cuatro de Apóstoles, luego de un requerimiento formulado por la fiscal Silvia María Barronis y el oficio con la solicitud de desafuero del legislador como paso previo fue enviado a la Legislatura el martes a la noche, tras lo cual el asunto será tratado en la sesión de este jueves.

En el transcurso de este miércoles tanto el oficialismo como los bloques opositores adelantaron que acompañarán el pedido de desafuero, por lo cual todo indica que mañana a la noche el diputado apostoleño perderá la inmunidad que gozaba como privilegio parlamentario tras ser electo diputado en 2021. 

Después de ello, la Cámara de Representantes deberá remitir un oficio con la decisión del cuerpo hacia la Justicia y a partir de ahí Kizcka podrá ser detenido por la fuerza pública.

La misma orden de detención corre para su hermano Sebastián, quien no cuenta con ningún tipo de inmunidad, pero hasta el momento la medida no fue concretada y la Policía continúa realizando labores de inteligencia para dar con su paradero.

Tanto la casa familiar de los Kizca en el barrio Illía como la pizzería de ellos en pleno centro de Apóstoles se encontraban esta tarde completamente cerrados, con candados puestos y persianas bajas.

Una vez que se concreten las detenciones, los hermanos deberán ser citados a prestar declaración indagatoria ante el juez Faría. Allí serán notificados de los elementos de prueba que se registran en sus contra, como así también de los hechos investigados, los cuales preliminarmente puede ser enmarcados como tenencia y distribución de contenido de menores en actividades sexuales explícitas, tipificados en el artículo 128 del Código Penal de la Nación. 

Sebastián y Germán Kiczka, los hermanos investigados por consumo y distribución de pedofilia.

La notebook de Germán

Según pudo averiguar La Voz de Misiones, las medidas judiciales libradas en las últimas horas por el juez Faría tienen relación directa con los informes periciales efectuados sobre los aparatos informáticos incautados durante el operativo que dio origen a la causa a fines de febrero.

En aquella ocasión, las acciones fueron impulsadas por la fiscal especializada en Delitos Informáticos de Ciudad de Buenos Aires, Daniela Dupuy, en el marco del mega operativo “Guardianes digitales por la niñez”, que disparó la ejecución de ocho allanamientos simultáneos en diversas localidades del país.

Uno de esos procedimientos fue realizado en la casa familiar de los Kiczka en el barrio Illía, donde residen Leonardo (padre de los hermanos) y Sebastián, aunque en el lugar también se encontró una notebook Acer perteneciente al diputado, con nombre y fotografía suya registrada como usuario.

Esa computadora portátil fue clave para que la investigación se extienda hacia el diputado, dado que el informe pericial remitido a la Justicia concluye que el soporte informático almacenaba al menos 603 archivos Masi (material de abuso sexual infantil) y zoofilia con menores involucrados, tanto en fotos como en videos.

Según la “autopsia digital”, los archivos en cuestión fueron descargados y distribuidos en un marco de tiempo comprendido desde el 2 de diciembre de 2023 hasta el 10 de enero de 2024.

Tal como adelantó LVM, del análisis efectuado también surgen registros de actividades en programas de intercambio de archivo tipo P2p (peer-to-peer o red de pares), que son encriptados y requieren de una clave. En este caso, la herramienta utilizada era Emule, una de las predilectas por consumidores de esta clase de contenidos en la dark web.

La casa familiar de los Kiczka, sin movimientos y con persianas bajas.

Los chats de Sebastián

Contra Sebastián, en tanto, también se recuperaron chats con usuarios no identificados hasta el momento donde el propio implicado admite su “adicción a las menores”.

En una de esas conversaciones, el señalado cuenta “estoy con mi vecinita. Te quiere conocer. Le presté mi cel para que juegue” y agrega “la voy a esperar tres años más, máximo”.

Su interlocutor contesta “pero calmate Sebastián… quieto… tiene como 5 la nena…” y el implicado responde: “Bueno, la voy a esperar 5 años… Hay dios me tengo que sacar esa adicción a las menores… pero es que me gustan…”.

De las conversaciones también se desprende la existencia de un grupo de Whatsapp denominado “Los verdaderos”, donde aparentemente se organizaban fiestas y se planificaba la presencia de menores.

Ante todo este compendio de información fue que el juez Faría primero ordenó las nuevas medidas judiciales que se concretaron el 6 de agosto, instancia en la cual la Policía volvió a allanar la casa familiar de los Kizcka, pero también irrumpió en la vivienda del diputado.

En esos operativos se incautaron más aparatos pertenecientes al legislador, entre ellos dos celulares, otra notebook y un pen drive. Esos dispositivos se encuentran en manos del personal de Cibercrimen y de la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas (Saic).

“Lo hallado en los primeros aparatos es solo la punta del iceberg”, confió una fuente consultada por LVM. El resultado de la segunda tanda pericial podría conocerse en los próximos días, aunque varios se animan a adelantar la existencia de más elementos sumamente comprometedores.

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Giro en caso Schoenfisch: el acusado se defendió y su padre se autoincriminó

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pablo schoenfisch

El juicio contra Pablo Schoenfisch (23), acusado de asesinar a su madre Faustina Antúnez (54) y herir gravemente a su padre Arnoldo (67) -ex intendente de Santiago de Liniers-, en un presunto ataque parricida registrado el 14 de mayo de 2020 en Santiago de Liniers, arrancó esta mañana con un exponencial giro en la trama: el sobreviviente se adjudicó el crimen de su esposa y pidió ser imputado en lugar de su hijo.

“Yo la asesiné y después me quise suicidar”, lanzó Arnoldo Schoenfish, víctima del hecho según el expediente que llegó a juicio y primer testigo que compareció para declarar ante el Tribunal Penal Uno de Eldorado, presidido por la magistrada Adriana Andino, que después de lo ocurrido dispuso un cuarto intermedio hasta mañana para evaluar los próximos pasos a seguir.

El debate, cuya continuidad ahora está a merced del análisis de los magistrados, comenzó tal lo previsto, con el acusado en la sala, acompañado de sus abogados defensores Fabián De Sá y María Laura Alvarenga, por un lado, y del otro lado el fiscal Federico Rodríguez.

El primer paso fue dar lectura al auto de elevación a juicio de la causa, documento donde se desarrolla la hipótesis acusatoria que sostiene que Pablo Schoenfisch atacó a balazos a sus padres mientras dormían y donde además se consignan los informes periciales y las testimoniales que forman parte de la carga probatoria contra el sospechoso.

El joven llega al debate privado de su libertad desde 2020 y enfrenta una acusación por los delitos de “homicidio calificado por el vínculo y por haberse cometido con alevosía agravado por la utilización de un arma de fuego”, en perjuicio de su madre, y “homicidio calificado por el vínculo y por haberse cometido con alevosía agravado por la utilización de un arma de fuego, en grado de tentativa”, contra su padre, imputación bajo la cual puede ser condenado a prisión perpetua.

Pablo Schoenfisch tiene 23 años y está detenido desde 2020.

Giro en la trama

Pero hoy, tras oír su imputación, Schoenfisch aceptó declarar sin responder preguntas y ante el tribunal se desligó de los crímenes. 

El joven afirmó que ese día estuvo en la casa de su abuela ubicada en la misma propiedad que la casa de sus padres, que se durmió cerca de las 21 y que recién se enteró de lo ocurrido al día siguiente, cuando un primo lo despertó a las 7 de la mañana.

El imputado contó que después lo llevaron a declarar y reclamó que lo “torturaron” y “golpearon” al momento de las pericias de rigor dentro de la comisaría jurisdiccional.

Pero lo trascendental de su declaración y casi como antesala a lo ocurriría después llegó sobre el final de su relato. “Pasó un largo tiempo y me enteré por parte de mi padre que él había cometido un delito y yo solamente no lo quería decir por miedo”, planteó el joven imputado.

Y en esa misma línea declaró, instantes después Arnoldo Schoenfisch, padre del imputado, viudo de una de las víctimas y señalado como sobreviviente del ataque, cuyas palabras pusieron bajo análisis la continuidad del juicio.

El ex intendente de Santiago de Liniers llegó a la sala acompañado por un asistente debido a la ceguera que padece como consecuencia del hecho investigado y tras jurar decir la verdad, no sin antes ser advertido sobre el delito de falso testimonio, se autoincriminó en defensa de su hijo.

Sobre la mecánica del hecho relató que “estábamos acostados con mi esposa y discutimos un poco. Estaba un poco desorientado. Agarré el arma, la asesiné y después me quise suicidar. Después me quedé sorprendido por todo y llamé a mi hermano desde la ventana porque no sabía qué hacer”.

Schoenfisch padre luego ahondó: “Pasó lo que tenía que pasar. Pablo es inocente, yo hice todo y yo tengo que ser el imputado”.

El fiscal Rodríguez descreyó por completo la versión dada por el testigo, calificó la declaración como “una mentira” planeada como estrategia defensiva y acusó por falso testimonio, mientras que la defensa solicitó que Schoenfisch padre pase a ser imputado en la causa, ante lo cual el tribunal dispuso interrumpir la continuidad del debate hasta mañana a la mañana para definir de qué manera continúa el proceso.

Arnaldo Schoenfish -ex intendente de Santiago de Liniers-, junto a su esposa Faustina Antúnez, fallecida.

La carga probatoria

La nueva versión es contraria a lo expuesto en el requerimiento de elevación a juicio formulada por el fiscal Edgar Francisco Doldán y firmada por el magistrado Roberto Saldaña, ex juez de Instrucción Uno de Eldorado.

Según lo plasmado en ese documento, Pablo Schoenfisch mantenía una relación conflictiva con sus padres, motivada por desavenencias y mal comportamiento del muchacho, cuestión que fue ratificada por varios familiares y amigos del imputado al momento de declarar como testigos en la etapa investigativa.

Incluso, hay testimonios que apuntan sobre una posible premeditación del muchacho, quien ante varios de sus amigos y parientes manifestó abiertamente las intenciones de matar a sus padres con dichos como “voy a matar a toda esta mierda” o “cualquier día de estos le voy a pegar un tiro al viejo de mierda”.

A pesar de ello, el expediente remarca que las sospechas se centraron en él desde el primer momento, cuando los investigadores supieron que la primera expresión de Arnoldo Schoenfisch tras sufrir el ataque y pedir ayuda fue: “Pablito se mandó una cagada”.

No es todo. Durante el transcurso de la causa apareció otro integrante de la familia que recordó que semanas antes del hecho, en el marco de un asado, Pablo Schoenfisch le consultó cómo se podía ocultar los rastros de pólvora que deja la acción de percutir un arma de fuego y la respuesta fue la utilización de un guante.

El testimonio cobra mayor relevancia al mencionar que un par de guantes negros de cuerina fueron encontrados ocultos en una cajonera ubicada en la habitación donde el sospechoso durmió durante la noche del crimen. 

Además, sus propios amigos relataron que el joven solía mostrarse e incluso disparar con un revólver calibre 38, el mismo que fue utilizado para perpetrar el crimen que ahora busca ser esclarecido.

Los guantes de cuerina negro que podrían ser una de las claves del caso.

 

Hijo de ex intendente Schoenfisch a juicio por crimen parricida en 2020

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Pedro Núñez irá 25 años a prisión por violar e intentar asesinar a una joven

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Pedro Núñez

Su versión de una relación consentida con prácticas de sadomasoquismo no tuvo efectos en los integrantes del Tribunal Penal Uno de Posadas y Pedro Alejandro Núñez (30) fue condenado esta mañana a 25 años de prisión por golpear, violar e intentar asesinar a una joven estudiante a quien sorprendió en su departamento y en medio del ataque le obstruyó las vías respiratorias con cintas de embalaje.

La sentencia fue dictada a las 11 hoy por unanimidad entre los integrantes del tribunal presidido por el magistrado Gustavo Bernie y los vocales subrogantes Ricardo Balor (del Juzgado de Instrucción Seis) y César Yaya (del Tribunal Penal Dos de Posadas).

Los jueces declararon a Núñez como autor penalmente responsable de los delitos de “abuso con acceso carnal y homicidio doblemente agravado por femicidio y criminis causa en grado de tentativa, todo en concurso real”.

La pena impuesta fue de 25 años de prisión, diez menos de lo solicitado por la fiscal Patricia Clerici, que en su alegato había pedido que el imputado reciba la máxima pena prevista, es decir 35 años de cárcel.

El fallo fue dictado por unanimidad en los magistrados del Tribunal Penal Dos de Posadas.

“Brutalidad terrible”

En su exposición, la fiscal Clerici, que también intervino en la instrucción de la causa, consideró acreditado que el hecho se trató de un ataque sexual y no una relación de tipo sadomasoquista consensuada como arguyó en su defensa el imputado.

“La denunciante estaba dormida cuando este sujeto irrumpió en el lugar. Él afirma que habían acordado ese encuentro y que ella bajó a abrirle, pero esta versión está totalmente desacreditada por las pruebas producidas. No hay por qué dudar, ella no presenta indicios de fabulación”, expuso Clerici.

Y agregó: “Y no tenemos solo la palabra de la denunciante en cuanto al desconocimiento de este sujeto, tras el análisis de celulares y notebook no se registra dato alguno que los vincule o que los vincule a personas conocidas entre ellos. En ninguna red social figura nada de él. Entonces, en el mundo virtual se desvirtuó ese vínculo previo, pero en el mundo real también”.

La fiscal además contrapuso la versión dada por el imputado sobre una “cita previa” mantenida el fin de semana anterior al hecho registrado en la madrugada del 5 de diciembre de 2021 al mencionar que en ese momento la denunciante se encontraba junto a una amiga estudiando en otro lugar.

En base a ello, la encargada de la acusación planteó que “si no hay conocimiento previo, lógicamente tampoco hubo un acuerdo para encontrarse ese día”.

La fiscal Patricia Clerici había pedido 35 años de cárcel para el imputado.

Clerici también hizo hincapié en el accionar y las agresiones de Núñez a la víctima. Para la fiscal no quedó claro de qué manera el imputado ingresó al inquilinato de avenida Lavalle (casi Centenario), pero sí dio por acreditado que una vez dentro del complejo accedió al monoambiente de la denunciante ubicado en el tercer piso, cuya puerta estaba sin llave.

Allí se semidesnudó y se abalanzó sobre la víctima mientras dormía, quien despertó e intentó resistirse, pero fue golpeada y estrangulada hasta desvanecerse. Clerici reconstruyó que en ese momento el imputado obstruyó las vías respiratorias de la joven con dos vueltas de cinta de embalaje y finalmente la accedió carnalmente.

“Él no pudo consumar el hecho en un primer momento por la resistencia de la víctima, entonces hizo lo que sea necesario para consumar el hecho. Le pegó un golpe de puño, presionó su cuello con ambas manos y después tapó sus vías aéreas con cintas de embalar”, detalló.

La representante del Ministerio Público Fiscal consideró el hecho como de “una brutalidad terrible”, se refirió a “una tentativa acabada” y apuntó que Núñez debía “ser condenado por un delito consumado” en cuanto al homicidio al mencionar que al momento de su rescate la víctima ya estaba “en paro” y solamente sobrevivió gracias al alerta de sus vecinos y al accionar “heroico” de los policías intervinientes.

“No existió violación”

A continuación, expuso el abogado defensor particular Jorge Zabulanes, quien discrepó con la teoría narrada por la fiscal y mantuvo la postura de que el hecho se trató de una relación sexual de características sado con el consentimiento de la denunciante.

No existió violación porque el imputado no podría haber entrado al edificio solo. Todos los testigos hablaron del portón que sin llave no se puede ingresar. La Policía estuvo entre 20 y 30 minutos esperando porque no pudo ingresar al edificio”, señaló el letrado.

Sobre la tesis de la fiscalía, respondió que “dice que mi imputado hizo todo eso en solo 20 o 30 minutos. No sé qué tan rápido puede ser la gente para hacer tanto en tan poco tiempo”.

Núñez y su abogado defensor Jorge Zabulanes en el primer día de debate.

Zabulanes también remarcó que los informes médicos no constataron lesiones genitales y partiendo de esa base ironizó: “Fue la violación más sana que ha habido en años”.

Casi sobre el final, alegó que “tenemos practicas raras sí, con cosas que no nos gustan como la cinta y los golpes, pero está dentro de los actos privados. Son prácticas que existen y que son más comunes de lo que nosotros creemos”.

A consideración de la defensa, no existió abuso porque hubo consentimiento y tampoco hubo intento de homicidio porque la cinta no representó un riesgo para la víctima.

En otro tramo, desestimó algún daño psicológico en la víctima al argumentar que “continuó con su vida, se recibió y estudio otra carrera”.

Parece más coherentes que la chica le dejó ingresar y que las prácticas fueron un poco más excesivas de lo normal, por lo tanto no hubo aquí delito. Por lo cual pido que se desestime la misma y se declare a mi defendido como inocente de todo cargo y culpa”, finalizó Zabulanes, aunque su pedido no tuvo eco en el tribunal.

Golpes, asfixia y abuso: la acusación que pesa contra Pedro Alejandro Núñez

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Sentencia por la verdad del crimen de lesa humanidad de Carlos Tereszecuk

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Teresczuk

El Juzgado Federal de Primera Instancia N° 1, de Resistencia, Chaco, dará a conocer el martes 11 próximo la sentencia por el derecho a la verdad en el caso del misionero Carlos Tereszecuk, secuestrado y asesinado por la dictadura cívico militar en 1976.

La audiencia, de carácter virtual, está prevista para las 11:00, y según publicó el sitio web de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, de la Universidad Nacional de Misiones (Unam), donde Tereszecuk se graduó en Trabajo Social en los años ’70, estará presidida por la jueza federal Zunilda Niremperger y será trasmitida en vivo en el aula magna de la casa de estudios.

“La sentencia por el Derecho a la Verdad, se da en el marco del fallecimiento de los máximos responsables de la Jefatura de Policía del Chaco en 1976, los comisarios Carlos Thomas, Wenceslao Ceniquel y Lucio Humberto Caballero y ante la imposibilidad de avanzar con la identificación de otros responsables del secuestro y la desaparición de Tereszecuk”, informó el sitio.

Según los testimonios obrantes en la causa, el trabajador social y militante político misionero fue visto con vida por última vez a principios de noviembre de 1976, en la Jefatura de Policía de la capital chaqueña, donde fue ultimado y luego su cuerpo fue arrojado al Rio Paraná, del que, posteriormente, fue rescatado y sepultado como NN en el cementerio de la localidad correntina de Empedrado.

En su carácter de víctimas de un crimen de lesa humanidad, los familiares de Tereszecuk solicitaron a la Justicia Federal el dictado de una sentencia para reconstruir los hechos y garantizarle el derecho a la verdad de lo sucedido.

La Fiscalía acompañó el pedido de los familiares, fundado en el derecho a la verdad, tomando como base los juicios por la verdad de los años ’90 y el precedente del caso de Pablo Martinelli, un estudiante y militante político asesinado por la dictadura el mismo año que Tereszecuk y también sepultado como NN.

Militancia y desaparición

Carlos Enrique Tereszecuk nació en Posadas en 1952. Quiso ser sacerdote e ingresó en el Seminario de Fátima, en la provincia de Córdoba, pero al cabo de un tiempo abandonó aquellos estudios y volvió a la tierra colorada.

Como muchos de los jóvenes de su tiempo, el misionero despuntó en la militancia estudiantil y en 1974 fue elegido vicepresidente del Centro de Estudiantes de la Escuela de Servicio Social, de la Unam.

Al año siguiente, participó de la campaña electoral del Partido Autentico, y pasó a ser secretario de los diputados provinciales electos en 1975, el actual sociólogo y periodista Pablo Fernández Long y Juan El Negro Figueredo, maestro rural secuestrado por la dictadura y desaparecido desde entonces.

En 1975, Tereszecuk sufrió un intento de secuestro por parte de un grupo de tareas que se infiltró en la Cámara de Diputados, pero pudo escapar y se refugió en la provincia de Corrientes, donde, finalmente, fue chupado en otro operativo.

La última vez que lo vieron con vida, aquella en la Jefatura de Policía de Resistencia, los testimonios hablan de que se encontraba muy deteriorado por las torturas y que ya no podía caminar.

De acuerdo a la prueba recolectada, se puede reconstruir que Tereszecuk, fue secuestrado los primeros días del mes de noviembre de 1976, y alojado en el primer piso de la jefatura policial chaqueña que estaba acondicionado como Centro Clandestino de Detención, a cargo de la Policía del Chaco y el Ejército Argentino.

Según los elementos de prueba, el misionero fue asesinado en la segunda semana de noviembre y su cuerpo arrojado al Rio Paraná, de donde fue rescatado el 15 de noviembre de 1976, en la costa de Empedrado, a 70 kilómetros aguas abajo de Resistencia, y sepultado en una tumba sin nombre.

Tereszecuk estuvo como NN hasta 2018, en que fue identificado por el Equipo Argentino de Antropología Forense.

 

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