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El Tribunal comunicará el martes los fundamentos del fallo contra los Kiczka

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El Tribunal Penal Uno de Posadas programó para el martes a las 11 la lectura de los fundamentos de la sentencia dictada el 16 de abril contra los hermanos Germán (44) y Sebastián Kiczka (47), quienes fueron condenados a 14 y 12 años de prisión, respectivamente, por delitos vinculados a archivos Masi y abuso sexual.

El procedimiento mediante el cual se harán públicos las consideraciones tenidas en cuenta y los argumentos esgrimidos por los jueces Gustavo Bernie, Viviana Cukla y César Yaya para alcanzar el fallo se realizará en la sala de debates del TP Uno, ubicado por calle La Rioja 1561 de Posadas.

La audiencia, además, será transmitida en vivo a través de Youtube, tal como sucedió con el primer y último día del histórico juicio que ubicó a Misiones en el centro de la escena nacional.

El fallo contra los hermanos Kiczka fue dictado el 16 de abril.

El juicio culminó con una condena de 14 años de prisión para Germán Kiczka, quien para el tribunal fue hallado penalmente responsable de los delitos de “tenencia, facilitación y distribución de material de explotación sexual infantil agravado por ser las víctimas menores de 13 años de edad en concurso real”.

Sebastián, en tanto, recibió 12 años de cárcel como autor “tenencia y facilitación de material de explotación sexual infantil agravado por ser las víctimas menores de 13 años de edad y abuso sexual sin acceso carnal, todo en ello en concurso real”.

En ambos casos hubo disidencia de juez Viviana Cukla, quien consideró que las penas más ajustadas al caso eran 8 años para Germán y 6 para Sebastián.

Los Kiczka y su esquema de archivos Masi, desentrañado por los fiscales

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Médicos en juicio a cacique por femicidio: “No recomendamos quemar el cuerpo”

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Muerte por covid o femicidio. Sobre ese interrogante se centró esta mañana el primer día del juicio oral contra el ex cacique Marcelo Núñez, acusado de asesinar a su pareja criolla María Solange Diniz Rabela (22), para luego incinerarla y enterrarla en una fosa a metros de su casa dentro de la comunidad mbya guaraní Tarumá Poty de San Vicente.

Núñez, que enfrenta una acusación que puede conducirlo a prisión perpetua, mantuvo su inocencia al declarar este miércoles al mediodía, una vez concluida la presentación de los trece testigos citados para la fecha, varios de los cuales optaron por no declarar al ser familiares del imputado.

El cacique insistió en la versión defensiva que sostiene desde el 12 de abril de 2020, día en que se produjo el deceso de Diniz Rabela, aunque el hecho recién se descubrió cuatro días después, tras una denuncia radicada por el padrastro de la joven.

“Yo soy inocente”, sostuvo Núñez, apoyado por un intérprete de idioma guaraní, al momento de declarar ante el magistrado Francisco Aguirre, que preside el Tribunal Penal Uno de Oberá con sus pares Horacio Paniagua y Jorge Carvallo como vocales.

El imputado reiteró que Diniz Rabela murió por un cuadro de covid y apuntó que la cremación del cadáver se efectuó por recomendación de la médica Adriana Mariel Ferreyra Díaz (55), que declaró minutos antes que el cacique y repitió en al menos cinco oportunidades que nunca emitió tal consejo.

La doctora mintió. No fue así. Yo le llamé y llamé pero no atendió nunca. Recién a los tres días vino. Ella dijo que la enterrara o hiciera algo más rápido. Me dijo: ‘Vos Núñez hace mi palabra y yo me hago cargo”, lanzó el cacique, atribuyéndole la responsabilidad del cruento final de Diniz Rabela a la médica.

El cacique además se desligó de la cremación del cadáver, tarea que -según su testimonio- fue realizado por otro paisano que actuó sin su consentimiento como autoridad máxima de la comunidad. También negó haber ejercido violencia de género sobre la víctima en ocasiones anteriores.

“Siempre íbamos bien con ella. Ella iba a la iglesia, a la religión de ellos y yo seguía mi religión guaraní. Yo nunca le hice mal, le amo mucho a ella”, aseguró.

cacique femicidio

Marcelo Núñez está detenido con prisión preventiva y puede ser condenado a prisión perpetua.

Los médicos

Sin embargo, varios de los testimonios recolectados previamente marcan episodios diametralmente opuestos al relato brindado por el cacique imputado.

Los aportes más esperados de la jornada eran los de la médica Ferreyra Díaz y la de su compañero, el chofer de ambulancia, Ricardo Sabal (45), quienes relataron cómo fueron esos primeros días del caso.

“Era domingo de Pascuas en 2020. Era pandemia, es decir que estábamos alerta. Yo estaba en mi casa y me llama Núñez solicitando que vaya con la ambulancia porque había obitado su pareja y él pensaba que era covid. Yo le dije que no podía hacer eso, que debía llamar a la Policía porque se trataba de un óbito en domicilio”, recordó la médica que desde 2012 realiza visitas sanitarias en comunidades aborígenes de San Vicente y alrededores.

En idéntica sintonía declaró Sabal, a quien Núñez llamó solicitando lo mismo y recibió la misma respuesta. “Nos preguntó si podíamos ir a buscar el cuerpo de su pareja, que había fallecido. Supuestamente él se despertó y ella estaba fallecida. Yo me comuniqué con mi jefe y me dice que no, que nosotros no somos la morgue, que debía intervenir la Policía”, afirmó.

Lo que ocurrió después, según ambos testigos, fue que el cacique los volvió a llamar, pero esta vez pidió que acudieran a la comunidad porque habían niños con síntomas similares al coronavirus.

Ferreyra Díaz contó que esa visita sí fue autorizada y decidieron ir hasta Tarumá Poty, pero antes de ello pasaron por la comisaría Segunda de San Vicente para advertir que en el lugar había una persona fallecida, lo cual fue prácticamente desoído por los oficiales en turno.

“Yo hablo con un oficial y le empiezo a comentar. Él me dice que estaban en conocimiento porque vino el padrastro de la señora (de Diniz Rabela). Me dijo que nadie nos iba a acompañar porque la costumbre de ellos era enterrar el cuerpo en la comunidad. Ahí yo le avisé que ella no era de la comunidad”, profundizó en ese punto Sabal.

La cuestión es que al llegar a la comunidad el equipo sanitario revisó a sus integrantes, donde había niños con cuadros subfebriles pero ninguno presentaba mayores síntomas, ni hubo que trasladar a ninguno para una atención más pormenorizada.

“Cuando estábamos allá me acerqué a la carpa donde estaba el óbito. Yo ya sabía que estaba ahí, pero yo ya había dicho que no iba a revisar el cuerpo. El señor Núñez nos volvió a pedir que trasladáramos el cuerpo hasta Fracrán, pero nosotros terminamos nuestro trabajo y volvimos al pueblo”, alegó la médica.

Tanto el fiscal David Milicich, como el defensor particular Jorge Zabulandez e incluso los magistrados realizaron varias preguntas relacionadas a la cremación del cuerpo de Diniz Rabela, a lo que la médica contestó, una y otra vez: “Yo jamás dí esa recomendación. Juro por Dios y los Santos Evangelios. Ni se me hubiese ocurrido”.

“Cuando terminamos todo la doctora se acercó a Núñez y le recomendó que traten de resolver lo antes posible porque el cuerpo se iba a descomponer. En ningún momento recomendamos que quemaran el cuerpo”, ahondó Sabal.

Según consta en el requerimiento de elevación a juicio de la causa, tras el deceso de Diniz Rabela el cacique le ordenó a varios paisanos que colaboren para deshacerse del cuerpo, siempre siguiendo la teoría del fallecimiento por covid. Tal fue así que algunos participaron en el traslado del cadáver y otros ayudaron en la cremación.

Sin embargo, ninguno de ellos aceptó declarar hoy, amparándose en que todos guardaban algún lazo de parentesco con Núñez, lo cual los exime de testimoniar, según la legislación vigente.

El cacique Zayas y la médica Ferreyra Díaz, cara a cara, para un careo.

Careo

El único que aborigen que sí declaró fue Pablo Alejandro Zayas, cacique de otro pueblo mbya guaraní distante a unos 20 kilómetros de Tarumá Poty.

“Todos los testigos que estuvieron acá, por miedo o timidez ante la autoridad, no se animan a contar la verdad. La policía, el blanco, siempre llega atropellando. Por eso yo hoy estoy acá, para decir que Marcelo Ñúñez es inocente y que la señora falleció de enfermedad”, arrancó Zayas, que no dudó que atribuir responsabilidades en el caso a la médica Ferreyra Díaz.

El cacique narró que “doña María (por Diniz Rabela) una semana atrás ya estaba muy enferma. Ella contó todo, tenía un tumor y seguramente eso le fue perjudicando la vida física de ella”, aunque ante una repregunta del fiscal Milicich admitió que a pesar de ello “nadie llamó al médico”.

Sobre la cremación del cuerpo, tampoco vaciló y cuestionó a la médica: “Yo escuché que la doctora mandó a quemar el cuerpo. Yo por eso fui el martes, para que no se haga eso, pero ya era tarde”.

La contraposición entre ambos era evidente, por lo cual el fiscal solicitó la realización de un careo, donde los dos mantuvieron sus mismos postulados. La doctora negó haber dado esa recomendación y Zayas insistió en su acusación.

Violencia

Independientemente del debate en torno a la quema del cadáver, en esta primera jornada también declararon dos testigos que dieron cuenta de episodios de violencia de género contra Diniz Rabela.

Uno de ellos fue Leonardo Benítez (44), padrastro de la víctima. El hombre contó que la muchacha era “maltratada” y que llevaban cinco meses sin hablar con ella porque Núñez impedía las comunicaciones.

“Él le golpeaba y le maltrataba. Ella intentó escapar dos veces y él le salía a buscar de nuevo en la moto. Yo creo que fue más muerte por delito, que por covid. Ella fue matada por el señor”, incriminó.

Otro que testigo que mencionó situaciones de violencia fue Cristian Reinel (24), vecino de la comunidad. Si bien el joven no presenció los hechos, sí relató lo que su esposa, Juana Sierra -también aborigen-, le contó.

“Yo escuchaba gritos cada noche, pero no sabía nada. Pensé que por ahí era que estaban jugando naipes. Mi señora me contó que un día estaban en la casa de su abuela y escuchó a la señora gritar. Ella me contó que la señora salió corriendo, con un dedo cortado y que Marcelo venía con un machete atrás”, describió.

Leonardo Benítez, padrastro de la víctima, relató episodios de violencia.

Día clave

El debate oral continuará mañana, a partir de las 8.30, con la declaración de dos testigos citados a último momento: uno es el médico policial que participó de la excavación y otro es el médico forense que realizó la autopsia a los restos carbonizados de la víctima.

La declaración de ambos será clave para abordar cuestiones referidas al fallecimiento de la joven. En este punto cabe recordar que la autopsia no pudo precisar la causa de muerte debido al estado de carbonización total que presentaban los restos, aunque sí consideró que el deceso fue violento.

Se prevé que después de ello se dará inicio de la etapa de alegatos, donde las partes expondrán sus conclusiones finales, para que posteriormente el tribunal dicte sentencia.

El debate puede observarse en vivo a través de Youtube. 

Desde el Equipo Misiones de Pastoral Aborigen (Emipa) advirtieron “aunque la causa fue presentada públicamente como un femicidio, lo cierto es que no existen pruebas concluyentes que incriminen a Marcelo Núñez, quien lleva años en prisión preventiva”.

Y reclamaron que “el proceso estuvo atravesado por irregularidades graves, la falta total de perspectiva intercultural y una condena social y mediática reforzada por prejuicios racistas y discriminatorios.

FOTO: Emipa

Comenzó el juicio contra el cacique acusado de matar y quemar a su pareja

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Habrá nuevo juicio contra hijo de funcionaria provincial acusado de abuso

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El Superior Tribunal de Justicia (STJ) de la provincia rechazó un recurso extraordinario federal presentado por la defensa del hijo de una funcionaria del Iprodha acusado de abuso sexual en perjuicio de su hija y confirmó la anulación de la sentencia absolutoria dictada a su favor a fines de 2022, ante lo cual no queda más opción que realizar un nuevo juicio oral.

Con esta presentación, la defensa del imputado J. R. G. (34), cuyos datos filiatorios completos se preservan para no identificar a la víctima, pretendía recurrir a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que analice las actuaciones del caso, pero el máximo órgano judicial de la provincia consideró inadmisible la cuestión y por ende denegó el recurso, lo que en consecuencia dejó firme la resolución anterior sobre la anulación del fallo absolutorio.

De esta manera, ahora el expediente deberá regresar al Tribunal Penal Uno de Posadas para que con magistrados diferentes se realice un nuevo debate oral contra el imputado.

El acusado enfrenta cargos por “abuso sexual sin acceso carnal, agravado por configurar un sometimiento gravemente ultrajante, calificado por el vínculo, varios hechos en concurso real” en perjuicio de su hija, que al momento de los hechos tenía 5 años de edad.

La denuncia se radicó en 2013 y el caso llegó a instancia de juicio oral casi diez años después, proceso en el cual intervinieron María Laura Álvarez como fiscal, el abogado Hugo Zapana como querellante particular y los letrados Eduardo Paredes, María Laura Alvarenga y Fausto Mauricio Vergara como equipo técnico defensivo.

El juicio se celebró ante el Tribunal Penal Uno de Posadas, integrado para la ocasión con los magistrados Viviana Cukla, Ángel Dejesús Cardozo (hoy jubilado) y Juan Manuel Monte (subrogante).

Tras varios días de audiencia, la fiscal y la querella solicitaron penas de 15 y 16 años de prisión para el acusado, aunque finalmente el tribunal resolvió absolver al imputado aplicando el beneficio de la duda.

Sin embargo, tras una casación trabada por las partes acusatorias, el STJ anuló la sentencia al considerar que la exclusión como prueba del aporte de una profesional que participó de la segunda Cámara Gesell realizada a la denunciante revestía “un vicio que afecta la validez de la sentencia” y, en contrapartida, esgrimió que los fundamentos de la defensa carecían sustento probatorio, entre otros planteos.

En consecuencia, en su resolución de agosto de 2024, el STJ resolvió declarar nula la sentencia y ordenar un nuevo juicio, pero en el medio atendieron el recurso extraordinario federal de la defensa, el cual ahora contestaron en forma negativa.

El STJ anuló sentencia que absolvió a imputado por abuso en Posadas

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Comenzó el juicio contra el cacique acusado de matar y quemar a su pareja

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Minutos antes de las 9 de hoy, en el Tribunal Penal Uno de Oberá, comenzó el juicio oral contra Marcelo Núñez (38), el ex cacique de la comunidad mbya Tarumá Poty de San Vicente acusado de asesinar a su pareja María Solange Diniz Rabela (22), cuyo cuerpo luego fue incinerado y enterrado a metros de su casa.

El hecho ocurrió el 12 de abril de 2020, en plena pandemia, y en su defensa el acusado alegó que la joven falleció como consecuencia del Covid y afirmó que quemó el cuerpo por recomendación de los médicos que realizaban visitas sanitarias en la comunidad. 

Esa cuestión será el principal tema de controversia durante el debate. Por más que la autopsia no haya podido determinar la causa exacta del deceso debido al estado de carbonización total que presentaban los restos, para la Justicia hubo muerte violenta y, por ende, consideró el caso como un femicidio. 

La hipótesis se apoya en episodios previos de violencia de género que Núñez ejercía contra la víctima, además de los testimonios de los médicos intervinientes, quienes negaron haber dado la recomendación de cremar el cuerpo. 

Según la reconstrucción trazada en el requerimiento de elevación a juicio, el hecho ocurrió el 12 de abril de 2020, un día después de una jornada de asado y bebidas alcohólicas que hubo dentro de la comunidad, aunque el caso recién salió a la luz el 16 de abril, tras una denuncia radicada por el padrastro de Diniz Rabela.

Con el descubrimiento de los restos enterrados y carbonizados, la Policía reconstruyó lo sucedido en los días anteriores y se estableció que al lugar arribaron la médica Mariel Ferreyra Díaz y el enfermero Ricardo Sabal.

Los agentes sanitarios se encontraron con Núñez y constataron la muerte de la joven, aunque no procedieron al traslado del cuerpo ni realizaron ninguna otra acción porque esas labores le correspondían a un médico policial o forense. 

Al retirarse, Núñez le pidió ayuda otros paisanos para retirar el cuerpo de la vivienda y trasladarlo hasta la fosa donde incineró los restos con combustible. Ante todos ellos el acusado afirmó que la cremación del cadáver fue el consejo dado por los médicos en virtud de que el Covid era “una enfermedad contagiosa”.

Los restos quedaron carbonizados en su totalidad, lo que impidió a los forenses determinar la causa exacta del deceso, pero sí se supo que la incineración se produjo post-mortem.

Entre los testimonios recolectados también figuran vecinos y familiares de la víctima, quienes narraron antecedentes de violencia.

Una paisana, por ejemplo, recordó que “una vez yo estaba en la casa de mi abuela y María salió corriendo de su casa y mostró los dedos cortados. Él salió atrás de ella y le decía que vuelva. A veces los gritos duraban hasta una hora”.

También se tuvo en cuenta una declaración en Cámara Gesell vertida por uno de los dos hijos menores de Diniz Rabela, donde el niño reveló que “el cacique era malo para mí mamá, le daba piñas y patadas”.

La jornada de hoy

Ahora, todos esos testigos que declararon durante la instrucción de la causa deberán comparecer ante el tribunal durante la jornada de hoy. En total hay 13 personas citadas. 

Se prevé que el juicio se extenderá hasta mañana, jornada en la que se producirán los alegatos de las partes y posteriormente se dictará sentencia. El debate puede seguirse en vivo, a través de Youtube.

El cacique Marcelo Núñez, que en la comunidad era conocido como Claudio, enfrenta una acusación por femicidio, figura que prevé una pena de prisión perpetua.

El tribunal encargado de llevar adelante el juicio es presidido por el magistrado Francisco Aguirre e integrado por sus pares Horacio Paniagua y Jorge Villalba.

En representación de la fiscalía interviene David Milicich, en tanto que el implicado es defendido por Jorge Horacio Zabulanez. Del proceso también forma parte un intérprete del idioma guaraní para favorecer la comunicación y garantizar el entendimiento de las partes con el imputado.

En diálogo con Emipa, el letrado que defienda al cacique sostuvo la inocencia del acusado y reclamó en la causa hubo discriminación contra Nuñez por ser integrante de la comunidad indígena.

Él es totalmente inocente, si no hubiera sido aborigen probablemente ya estaría fuera. El abandono a las Comunidades Indígenas tiene una base institucional y racial”, planteó.

Y agregó: “Me gustaría que se haga justicia y que esta persona no siga en la cárcel porque no hay ningún elemento que pueda decir que cometió un asesinato. Sin embargo creo que aunque él salga, la situación en relación al trato y la discriminación con los indígenas no va a cambiar. Si no fuese Mbya, hubiese tenido acceso a otras cosas”.

 

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