La Policía investiga el asesinato de un joven mbya ocurrido en el interior de la comunidad guaraní Fortín Mbororé de Puerto Iguazú y por el hecho hay dos detenidos, entre ellos un adolescente de 16 años, quienes habrían participado en una riña que derivó en el crimen.

De acuerdo a lo consignado por fuentes policiales, el fallecido fue identificado como César Núñez (18), cuyo cuerpo fue encontrado esta mañana en trillo ubicado detrás de la Escuela BOP N.º 11.

Tras conocerse el hecho, en el lugar intervino el personal de la División Criminalística y un médico policial que solicitó un examen de autopsia para establecer fehacientemente la causa de muerte.

Mediante averiguaciones practicadas, el personal policial reconstruyó que horas antes Núñez había compartido una ronda de tragos con otro joven identificado como Osbaldo V. (19) y un adolescente 16 años, quienes ahora se encuentran bajo la lupa.

Ambos sospechosos fueron detenidos y mientras el mayor quedó a disposición del Juzgado de Instrucción Tres de Puerto Iguazú, el menor fue trasladado al Cemoas de Eldorado.

En la escena del hecho la Policía incautó un trozo de rama y prendas de vestir de la víctima que serán sometidas a pericias. Más tarde, durante un allanamiento en la vivienda del adolescente demorado incautaron más ropa.

Lo que se cree que después de la ronda de tragos se desató una riña que terminó con el homicidio de Núñez.

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Misiones debe anotar otro caso de femicidio, el séptimo del año. La nueva víctima es Elvira Irene Medina, una enfermera de 61 años que el viernes a la tarde se fue trabajar a la casa de un anciano que cuidaba en Puerto Esperanza y se cree que el hijo del hombre la asesinó a golpes apenas llegó.

El cadáver de la mujer fue encontrado anoche, tendido boca abajo en un baldío contiguo a la vivienda de su paciente, lugar en el cual había empezado a trabajar hace poco más de un mes. La víctima presentaba múltiples traumatismos en el rostro, aunque la Justicia ordenó un examen de autopsia para determinar con precisión la causa de muerte.

El caso comenzó a investigarse a partir de una denuncia por desaparición radicada por una de las hijas de Medina, quien relató que el viernes a la tarde, cerca de las 15, su madre salió de casa rumbo a su trabajo en el barrio Villa Nueva de Esperanza, pero nunca volvió ni tampoco respondió los mensajes ni las llamadas.

Los efectivos iniciaron la búsqueda de la mujer y al primer lugar que fueron fue a la casa del adulto mayor que Medina cuidaba, donde fueron atendidos por el hijo del hombre, quien cuando atendió a la puerta se mostró reticente, nervioso y con rasguños, tanto en el rostro como en el cuello.

El hombre, identificado como Andrés Darío Garcete (45), en primera instancia no aceptó el ingreso de la Policía a la vivienda y en un segundo intento los agentes entraron, donde se entrevistaron con su padre, quien presenta dificultades motrices pero se encuentra lúcido y afirmó desconocer el paradero de su cuidadora.

Garcete hijo afirmó lo mismo. Contó que la mujer se fue después de terminar su trabajo y no supo más de ella, pero su situación se complicaría a los pocos minutos, cuando la Policía encontró el cuerpo de Medina descartado en un baldío contiguo a su propiedad.

Garcete quedó detenido y en las próximas horas será citado a declaración indagatoria.

Pistas

Para ese entonces, el magistrado Martín Brites, titular del Juzgado de Instrucción Tres de Puerto Iguazú, ya contaba con toda la información previa que había sido relevada por los uniformados y libró una orden de allanamiento para ingresar al inmueble a recabar más pistas. También dispuso la detención de Garcete, que ahora aparece como el único sospechoso del femicidio.

El procedimiento comenzó a las 22 y se extendió durante toda la madrugada e incluso esta mañana los agentes de Criminalística continuaban trabajando en el lugar, tanto en la escena del hallazgo del cuerpo como en el interior de la vivienda, donde se cree se cometió el crimen.

Según detallaron fuentes consultadas por La Voz de Misiones, en el inmueble los investigadores secuestraron palos y machetes, como así también un escurridor, trapos de piso y otros artículos de higiene ante la sospecha que el asesino limpió la escena para borrar rastros.

Tampoco pasó desaparecido un trofeo de fútbol que estaba en una repisa y evidenciaba manchas que podrían de ser de sangre. El objeto también fue incautado y dependiendo del resultado de las pericias podría transformarse en una prueba clave del caso.

En la continuidad del relevamiento los agentes intervinientes también encontraron dos dientes de hebilla femenina, un bolso de mano azul con elementos de primeros auxilios y restos de cabello, como así también el teléfono celular de la víctima, que había sido descartado en un tanque de agua sin el chip puesto.

Todos estos elementos fueron enviados a laboratorio de Criminalística para las respectivas pericias, mientras que el cuerpo de Medina fue trasladado a la morgue judicial para el correspondiente examen de autopsia que arrojará más precisiones para reconstruir lo sucedido. 

El médico policial que examinó el cuerpo constató marcas compatibles con golpes en el rostro de la mujer, principalmente hematomas en la región de los ojos, labios y frente. Hasta el momento no hay signos de abuso sexual.

Las mismas fuentes consultadas indicaron que la última vez que el teléfono de Medina tuvo conexión fue poco después de las 15 de ayer y el dato coincide con la estimación dada por el médico policial en cuanto a la data de muerte, ante lo cual se cree que la mujer pudo haber sido asesinada apenas llegó a la vivienda donde trabajaba.

Por estas horas, Garcete está detenido en una celda policial y allí continuará hasta que el juez Brites lo cite a prestar declaración indagatoria como sospechoso de femicidio. La audiencia se daría una vez que la Policía culmine los procedimientos en curso y después de la autopsia.

Con este caso, ya son siete los femicidios que se registraron en Misiones en lo que va del año después de los asesinatos de Amanda Müller en Santa Ana; Soledad Machuca en Posadas; Juana Maciel en Puerto Iguazú; Claudia Batista en San José; Marciana Rodríguez en Salto Encantado; y Marisa Acuña en San Vicente.

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La Policía de Misiones detuvo este viernes por la tarde al docente de 7° grado de la Escuela de Frontera 617 de El Soberbio, quien acumula más de un quincena de denuncias por fotografiar a sus alumnas y alumnos a cambio de mejorarle las calificaciones.

La detención de Emanuel Emiliano F. (29) fue ordenada por el Juzgado de Instrucción Tres de San Vicente, a cargo del magistrado Gerardo Casco, y concretada esta tarde durante un procedimiento en el barrio Alem 2 de la ciudad de Leandro N. Alem, donde intervinieron los agentes de la División Investigaciones de la Unidad Regional II, con el apoyo de sus pares de la UR VI.

La medida fue dispuesta a partir de un primer informe remitido por la Dirección Cibercrimen de la Policía, dependencia encargada de peritar los dos teléfonos celulares que se le había incautado al docente.

El caso salió a la luz el fin de semana pasado, cuando un grupo de padres acudió a la Policía para denunciar que un maestro de la Escuela de Frontera 617 había incurrido en conductas inapropiadas con sus alumnas y alumnos de 12 y 13 años.

En sus presentaciones, los denunciantes acusaron al maestro de pedirle a los niños que se dejaran tomar fotografías de sus pies o en “posición de muerto” a cambio de mejorarle las notas.

Fueron los niños quienes contaron de lo sucedido a sus padres y los mayores acudieron a la Policía, donde en pocas horas se replicaron las denuncias. Hasta el momento hay más de quince presentaciones en contra del docente.

Según contó Aldo, uno de los padres denunciantes, el maestro tendría “un sistema aceitado hace rato” para “tomar pruebas sorpresa y hacer que las chicas reprueben” y señaló que “él sabía a qué niños le importa la nota y les chantajeaba con el tema del promedio, apuntando a quien, por ejemplo, quería ser abanderado y con esa excusa lograba que los chicos se quiten parte de la ropa y que se pongan en poses que él les decía para sacarle fotos”.

Consultado sobre qué prendas le pedía el docente a los niños que se quitaran, el padre precisó que “hacía que se saquen los zapatos y las medias” y añadió que no tiene más detalles si “hacía que solamente se saquen eso o si sacarse la ropa implicaba otras cosas”.

Tras las denuncias, la Justicia ordenó que el implicado sea notificado de una causa judicial en trámite en su contra y dispuso el secuestro de sus aparatos celulares. En paralelo, el Consejo General de Educación (CGE) lo apartó del cargo, como así también a otros cuatro docentes de la institución e intervino la escuela.

Acusan a docente de El Soberbio por fotografiar y “chantajear” a sus alumnos

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