Hace exactamente un mes que nada se sabe sobre el paradero de Loan Danilo Peña (5). La historia que atrapó al país empezó bajo la tesis de un niño extraviado en el monte, pero viró a un caso de trata de personas con un oscuro entramado de encubrimiento o al escabroso escenario de un accidente fatal con ocultamiento del cuerpo, aunque hasta el momento no hay absolutamente ninguna certeza sobre lo ocurrido, ni sobre la responsabilidad de los siete sospechosos que por el momento se encuentran detenidos bajo pesquisa.
Loan desapareció después de un almuerzo familiar en la casa de su abuela en un campo del paraje Algarrobal de la localidad correntina de 9 de Julio. Se alejó de la casa en compañía de unos primitos de su edad y junto a otros tres adultos, entre ellos uno de sus tíos, y nunca más se supo de él.
La primera versión fue que todos juntos se dirigieron hacia un naranjal del campo y en esas circunstancias el niño se perdió de vista. Sin embargo, todo parece indicar que hubo algo muchos más turbio, dado que Loan nunca fue hallado a pesar de un imponente operativo de búsqueda del cual incluso participó la Policía de Misiones con sus modernos drones y porque se descubrió que durante esas primeras horas se plantaron pistas para desviar el foco de atención como, por ejemplo, un botín.
Con el paso de los días, las sospechas se fueron acrecentando sobre las personas presentes en ese último almuerzo en la casa de la abuela del pequeño y en base a los sugestivos actos de esos mismos protagonistas se empezó a tejer la posible trama de un caso de trata de personas. La presunción inicial fue que, mínimamente, algo tenían que saber.
Los primeros detenidos fueron los últimos adultos que estuvieron con Loan. Ellos fueron su tío Antonio Benítez y una pareja amiga del hombre, conformada por Mónica Millapi y Daniel “Fierrito” Ramírez, aunque el círculo de sospechosos se fue agrandando de tal manera que actualmente hay siete personas arrestadas.
El cuarto detenido fue el comisario Walter Maciel, jefe de la comisaría local y encargado del caso en el minuto cero, aunque ahora se sospecha que no solo demoró el inicio de la búsqueda sino que también plantó pruebas (el botín) para encausar el hecho como una simple desaparición y dirigir los rastrillajes hacia una dirección para específica para liberar otra.
Esa otra trama que emergió se transformó en la principal hipótesis que ahora maneja la Justicia y allí aparecen otros dos detenidos: la ex funcionaria municipal María Victoria Caillava y su marido, el ex capitán de navío Carlos Pérez, quienes también estuvieron presentes en ese almuerzo realizado el 13 de junio pasado.
Carlos Pérez y Victoria Caillava, en diálogo con Canal 13.
Tras descartar la posibilidad de que el pequeño se haya extraviado en el monte, la Justicia consideró el hecho como un caso de captación con fines de trata, maniobra en la cual supuestamente intervinieron todos los detenidos, aunque con distintos grados de responsabilidad.
Sobre Benítez, Millapi y Ramírez se cree que se encargaron de alejar al niño de su grupo familiar íntimo y crear el escenario perfecto para entregarlo al matrimonio Caillava-Pérez, quienes aparentemente trasladaron a Loan hacia un destino absolutamente incierto.
La cuestionada pareja quedó bajo la lupa a partir de determinados actos realizados luego de ese almuerzo. En primer lugar se comunicaron con el comisario Pérez para pedir permiso para viajar a una consulta médica en Corrientes capital, aunque luego también cruzaron a Resistencia (Chaco), donde tienen una hija mayor de edad viviendo.
También se adelantaron pidiendo custodia para sus vehículos ante la posibilidad de que se le “planten pruebas” e incluso Pérez hizo mención a una hipotética pericia con canes sobre sus vehículos, procedimiento que finalmente se terminó efectuando y dio positivo, pero mucho tiempo después.
Fue mucho antes de eso que los investigadores ya habían avanzado sobre ellos. Fueron detenidos, sus domicilios fueron allanados y sus dos vehículos (una Ford Ranger y un Ford Ka) peritados en múltiples oportunidades y por especialistas de diversas fuerzas.
De la camioneta se recogieron los principales elementos que sostienen la tesis de la trata y quienes condujeron la investigación hacia allí fueron tres canes que olfatearon rastros de Loan en su interior, técnica pericial que se denomina odorología, aunque para muchos solo se trata de una pista orientativa.
Pericias en la camioneta del matrimonio Caillava-Pérez.
Con esto sobre la mesa, quien tomó protagonismo en el caso fue Laudelina, tía de Loan y esposa de Antonio Benítez, el primer detenido de la causa. Ocurrió que, a catorce días de la desaparición del niño, la mujer pidió radicar una denuncia contra Caillava y Pérez por amenazas efectuadas hacia ella.
Su relato abrió el camino de una segunda hipótesis, dado que en su denuncia declaró que Loan fue murió atropellado por la camioneta del matrimonio y que ellos luego se encargaron de ocultar del cuerpo, teniéndola a ella amenazada para que no cuente nada.
El testimonio fue tomado por los investigadores, quienes de inmediato ordenaron una batería de nuevas pericias de urgencia, con la camioneta Ford Ranger como epicentro de atención.
Durante esa labor se detectó una mancha de sangre humana masculina bajo una de las ópticas delanteras y una muestra que podría ser pelo humano. Lo que se aguarda ahora es que las taras de laboratorio permitan establecer si esos vestigios contienen alguna carga genética que pueda ser cotejada con el ADN de los padres de Loan.
Estas pruebas podrían resultar clave, aunque hasta el momento no hay definiciones al respecto. La expectativa también se centra en la apertura de los 19 teléfonos celulares incautados en el expediente, de donde se podrían reconstruir conversaciones, contactos y recorridos de los implicados.
Pero nada culmina ahí, dado que en medio de todo esto Laudelina también quedó detenida e incluso trasladada por seguridad al pabellón de mujeres del penal de Ezeiza, dado que todo indica que mintió en su teoría del accidente con fines de alejar a los investigadores de la hipótesis de la trata.
La tía Laudelina.
Como si fuera poco, ahora su hija denunció que la secuencia del accidente fue inventada a pedido de su anterior abogado José Codazzi, quien aparentemente le prometió una vivienda a cambio de la declaración.
Para más suspicacias, el letrado aparece como un hombre cercano al gobernador Gustavo Valdes, quien tampoco pasó desapercibido ya que cuando aún ni se sabía sobre el testimonio de Laudelina tuiteó que el caso estaba cerca de resolverse y su explicación al respecto se limitó a un simple: “Me estaba informando por la tele y me dejé llevar por la ansiedad”.
Mientras tanto, el mediático abogado porteño Fernando Burlando interviene como querellante en representación de la madre de Loan y no para de denunciar que detrás del caso opera una mafia de trata de personas que alcanzaría hasta altas esferas de la política correntina. Prepara, además, viajes a Paraguay y Bolivia con la intención de obtener más información, aunque por el momento tampoco hay nada claro y la única certeza es que Loan hace mes que falta en su casa.