Cultura
San Martín: el viaje de una reliquia de España a Misiones
La Asociación Sanmartiniana de Posadas conserva la lápida que cubría la tumba del padre del general José de San Martín en la cripta de la parroquia de Santiago, en Málaga, España. “Aquí yace el Señor Don Juan de San Martín que falleció el día 4 de diciembre año 1796”, reza la placa que se exhibe en la sede de la calle Junín.
Se trata de una reliquia que viajó, en febrero de 1998, junto con los restos de Juan de San Martín y Gregoria Matorras, desde el cementerio porteño de la Recoleta a Yapeyú, Corrientes, al Templete que protege las ruinas de la casa natal del Libertador.
El traslado no fue sencillo. De hecho, que el mármol funerario del padre de San Martín haya terminado en Posadas ayuda a ilustrar lo accidentado del periplo del conjunto de reliquias históricas, de Buenos Aires a Corrientes.
La Voz de Misiones viajó a Yapeyú, donde entrevistó a historiadores sanmartinianos que fueron testigos de aquellos acontecimientos hace 23 años. Además, el mayor retirado Enrique Gentiluomo dio su testimonio como uno de los ideólogos del proyecto de traslado desde el cementerio de La Recoleta a la localidad correntina.
Funcionario colonial
La familia San Martín se estableció en Yapeyú en 1774, cuando Juan de San Martín fue nombrado administrador de ese enclave sobre la costa del río Uruguay.
El sitio fue parte de los dominios jesuitas hasta 1767, en que la Compañía de Jesús es expulsada del continente, y las misiones se integran administrativa y políticamente al mundo colonial español.
“El gobernador de Buenos Aires, don José Berti, designa a don Juan de San Martín teniente gobernador de Yapeyú a fines de 1774, y llegan a principios de 1775, la familia San Martín, que ocuparon esta casa”, relata Liliana Suarez, encargada del Templete, ubicado a espaldas del río Uruguay, frente a la plaza principal del pueblo.
“Aquí nacieron dos hijos más: Justo Rufino, en 1776, y José Francisco, en 1778”, agrega.
Cuando José de San Martín tenía 3 años y 8 meses, sus padres abandonaron Yapeyú y volvieron a la capital del Virreinato del Río de La Plata y, desde allí, regresaron a España, donde murieron y fueron sepultados.
En 1947, el gobierno de Juan Domingo Perón logró traer los restos de los padres del Libertador al cementerio de la Recoleta, donde arranca el accidentado viaje que concluye en Yapeyú.
Comienza la polémica
La controversia se instaló a partir del Decreto N° 1381, del 17 de diciembre de 1997, en el que el entonces presidente Carlos Menem dispone el traslado a Corrientes de las urnas de madera con los restos de los padres del Libertador.
La decisión provocó la reacción de entidades patrióticas porteñas que promovieron un amparo judicial. El juez en lo contencioso y administrativo de Buenos Aires, Martín Silva Garretón, ordenó la inmediata restitución de las cenizas al panteón de Recoleta.
La orden judicial fue, sin embargo, desconocida por las autoridades nacionales y provinciales. El ministro del Interior Carlos Corach y el gobernador correntino Pedro Braillard Poccard se excusaron con el argumento de no haber recibido la notificación. El traslado se efectúo el 16 de febrero. La prensa de la época destaca que “las urnas viajaron hasta su destino final casi en secreto”.
La historia oficial las ubica reposando en medio de la batalla judicial en la Catedral correntina. Pero historiadores como el doctor Jorge Enrique Deniri, director del Archivo General de Corrientes, quien además fue testigo de primera mano de los acontecimientos, sostiene que las urnas estuvieron extraviadas cinco días en un depósito de equipaje no reclamado, en el aeropuerto Cambá Punta, y que después deambularon por varias comisarías hasta que fueron embarcadas hacia Yapeyú, donde arribaron el 25 de febrero.
“Las vinieron escondiendo en las comisarías, porque un juez había largado una orden para que no pudieran mover los restos de Buenos Aires, porque los de La Recoleta, los que cuidan las tumbas y eso, hicieron toda una presentación judicial”, afirma Deniri, autor de 17 libros y cientos de artículos.
“Eso lo sé yo porque estaba en el trasfondo de eso viendo lo que pasaba y los fueron trayendo en las comisarías”, afirma el historiador. “Los restos de los padres de San Martín merecían algo más digno que andarlos escondiendo en las comisarías”, se lamenta.
Testamentos fantasmas
Entre los argumentos que hasta hoy alimentan la controversia, se señala el supuesto quebrantamiento de la última voluntad de Juan de San Martín y Gregoria Matorras, de descansar en su España natal.
“Los padres de San Martín eran españoles, se fueron de acá. ¿Por qué no se quedaron? ¿Por qué no se quedaron en Yapeyú? Se fueron a España, murieron allá”, dice Deniri.
“Pongámonos en el lugar de ellos”, propone el historiador correntino. “Yo, Juan de San Martín, ¿quiero que me entierren en donde nací, en la España para la que trabajé tanto tiempo, o que me lleven a un lugar en el que estuve incidentalmente como un funcionario colonial?”, pregunta.
Para Enrique Gentiluomo, en cambio, la cuestión es si realmente existen o existieron tales testamentos: “Yo honestamente nunca vi el testamento del padre de San Martín… honestamente no lo vi, a lo mejor lo inventó alguien pero no tengo idea”, señala.
Un proyecto ambicioso
El traslado del padre y la madre a la ciudad natal del Libertador fue el primer acto del denominado Proyecto Yapeyú, cuyo autor es el fundador de la Asociación Sanmartiniana de Posadas, el mayor retirado del Ejército Argentino, Enrique Gentiluomo, e impulsado por los gobernadores de Corrientes y Misiones, Braillard Poccard y Ramón Puerta; el intendente de la capital correntina, Raúl Rolando Romero Feris, y el empresario yerbatero y presidente de la Asociación Sanmartiniana de Virasoro, Adolfo Navajas Artaza.
La idea pretendía constituir una especie de ruta sanmartiniana a través de ambas provincias, con el argumento del pasado jesuítico de Yapeyú, e incluso hay quienes sostienen que el objetivo principal era el traslado de los restos del mismo San Martín, de la Catedral Metropolitana de Buenos Aires al templete de Yapeyú.
“Esto no es así”, dice Gentiluomo a La Voz de Misiones, mientras ojea el único ejemplar que existe del “Proyecto Yapeyú”, abandonado luego de la accidentada travesía de los padres del Libertador a Yapeyú.
El misterio de la cruz
En el periplo a la ciudad natal de San Marín, desapareció una cruz de mármol que habría pertenecido al padre del Libertador, y formaba parte del conjunto de reliquias trasladadas a Corrientes.
“Registros no quedaron, acá lo único que quedó registrado, y debe estar en la Escribanía de Gobierno y en el Archivo de la Provincia es la recepción de esta urna y el basamento”, recuerda la historiadora, escritora, titular de la Asociación Sanmartiniana de Yapeyú y miembro de la Junta de Historia de Corrientes, Martha Neumann.
“Yo le tengo terror a los traslados de muertos, porque siempre, reitero, en este desapareció la cruz de mármol que había dentro de la urna, está la foto en la corona fúnebre”, señala Deniri.
“Se tuvo que haber desprendido originalmente desde que esta urna y su pie empezaron a trasladarse”, especula Neumann sobre la reliquia desaparecida.
Hasta hoy, nadie sabe qué fue de ella. Las versiones sugieren rastros difusos que se esfuman en un regimiento de granaderos, pero sobre el destino de la pieza se tejen múltiples e insólitas especulaciones. Todas tropiezan con el mismo muro de misterio de 23 años.
Destino final
El destino posadeño de la lápida corrió de la mano del mayor Gentiluomo. El militar sanmartiniano relató a LVM que la trajo a Posadas meses después del acto por los padres de San Martín en Yapeyú.
“Había pasado el tiempo y yo le propuse a (Adolfo) Navajas Artaza para ir a Yapeyú a ver cómo estaba lo que habíamos dejado allí”, contó.
La lápida había sido colocada al pie del atril que sostiene el cofre de bronce de más de 250 kilos, que contiene las urnas funerarias de Juan de San Martín y Gregoria Matorras. Fotos de la época la documentan.
Pero, según Gentiluomo, cuando llegaron al templete con Navajas Artaza ya no la encontraron, hasta que, finalmente, la hallaron en un depósito al cuidado de un empleado.
Aquí, la historia adquiere contornos bizarros. Cuenta Gentiluomo que, con Navajas Artaza, intercambiaron con el encargado del depósito, la lápida y una placa de bronce por productos que el empresario yerbatero llevaba en el baúl de su auto.
“Yo me la robé”, dice Gentiluomo, como castigándose por un hecho que más bien resultó en un rescate de la bicentenaria reliquia de un final incierto, que a la luz de los hechos, bien pudo haber sido el de la cruz que nunca apareció.
Cultura
“Perros Salvajes” ganó certamen nacional de cine y se filmará en Misiones
El proyecto de largometraje gestado en Misiones con la productora Punio Cine y llamado “Perros Salvajes”, del director Martín Servente, quedó seleccionado como ganador del concurso Raymundo Gleyzer para desarrollar primeras o segundas películas, organizado anualmente el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) y de esa manera recibirá de premio 3.400 dólares para parte de su realización.
Servente es el mismo cineasta que este año ganó un premio Arandú por su cortometraje “Batallas freestyle”, sobre las improvisaciones y competencias de jóvenes raperos de Posadas.
La 14° edición del Concurso Federal de Desarrollo de Proyectos de Largometraje Raymundo Gleyzer distinguió a la obra de Servente y se convirtió en el único representante de Misiones.
La categoría “Documental” quedó desierta en el NEA así como en las Regiones de Cuyo. De esa manera, el Concurso Gleyzer premió a los proyectos de seis ficciones y cuatro documentales de todo el país dividido en regiones.
“Perros Salvajes” fue co-escrito por Martín Servente junto a la dramaturga Carolina Gularte y con producción de Lorena Wik.
El texto atravesó un proceso extenso que incluyó una preselección nacional, tutorías en las áreas de producción, dirección y guion, distintas instancias de evaluación desarrolladas entre marzo y agosto de 2025, y un pitch final presencial, realizado en la sede de la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (Enerc), de Buenos Aires.

Servente. En el Mercado Audiovisual Entre Fronteras (MAEF) de Asunción, en 2023
La historia de “Perros Salvajes” es sobre Julián, un joven cosechero de la yerba mate atrapado en luchas clandestinas organizadas por su patrón, hasta la llegada de su hermano mayor, Bruno, decidido a sacarlo de ese circuito violento.
La narrativa combina drama y elementos del thriller social, con una mirada cercana a las dinámicas de los trabajadores de la yerba mate y las tensiones que atraviesan sus vidas.
La selección en el Gleyzer no solo aporta visibilidad a una historia que nace desde Misiones, sino que también respalda un trabajo de investigación y desarrollo que lleva tiempo gestándose. El proyecto cuenta, además, con apoyo del Instituto de Artes Audiovisuales de Misiones (IAAviM) a través de la línea de Ventanilla Continua, destinada a fortalecer producciones con equipos mayoritariamente misioneros.
Por su lado, a mediados de año, junto a “Los Desprotegidos”, de Ignacio Quaranta, “Perros Salvajes” quedó seleccionados para el 8º Encuentro de Coproducción del Mercosur – ECM+LAB 2024, el evento de mercado del Festival Internacional de Cine Audiovisual del Mercosur de Florianópolis – FAM 2024.
El premio Gleyzer se suma a un año de fuerte actividad para Punio Cine, que continúa consolidando su presencia en la región. En 2025, la productora recibió el Premio Arandú por la obra “Batallas Freestyle”, también dirigida por Servente.
Asimismo, participó en el mercado de cine y contenido audiovisual Ventana Sur con el proyecto “Aguas del Paraná”, seleccionado por el programa de fortalecimiento de coproducciones Mercosur-RECAM; y obtuvo un nuevo reconocimiento con “La extranjera”, ganador de la Convocatoria Internacional Entre Fronteras (IAAviM – INAP – Fondec).
Cultura
Vuelve la banda posadeña Prismáticos: “Caligaris va a grabar un tema mío”
Con José Palacio como frontman hace más de veinte años, vuelve la banda de rock y pop Prismáticos este sábado, con Marcelo Fernández y Daniel Rodríguez en guitarras, Charly González en bajo y Héctor Arce en la batería. Con dos discos publicados hasta el momento, Prismáticos estrenó el sábado “Interior”, una canción hitera que elogia los paisajes y rutas de Misiones.
Sin embargo, la banda vuelve a escena después de mucho tiempo. El último concierto de Prismáticos ocurrió el 18 de febrero de 2017. “Un error. Debí seguir”, reflexionó Palacio, quien además atesora canciones de dos discos inéditos: “Rock and roll” y “Escenas del último capítulo”, que contiene el tema “Interior”.
Ocho años del último vivo, Palacio tiene bien en claro el objetivo. “Queremos seguir empujando la cultura misionera desde las canciones de autor, sin desmerecer tantos proyectos de covers que hay, de música urbana y reguetón”, reflexionó el cantante y compositor.
Justamente, una de sus creaciones junto a Nico Landa se llama “Me lo dijo ella” y será grabado pronto por Caligaris con Ulises Bueno como invitado, según adelantó a La Voz de Misiones.
“En el caso mío buscando hacer música seriamente en los ratos libres, tratando de tocar los fines de semana. No soy músico profesional pero me he dado maña gracias a los amigos que me han enseñado, como el Nono Freaza, el Japo Fleitas, Osvaldo de la Fuente, Gervasio Malagrida”.
“Tantos compañeros de ruta que me han dado la herramienta para componer mis canciones. También amigos nuevos, como Luciano Enríquez, de Matiz que hemos compartido escenario, composiciones. También amigos de otras ciudades, como Nico Landa, con quien compusimos Me lo dijo ella, que lo va a grabar Los Caligaris con Ulises Bueno, como invitado”.
La vuelta de Prismáticos será en un lugar cerrado, con localización privada y localidades limitadas, para un concierto que arrancará a las 22. “No es solo una fecha. Es el comienzo de algo”, dicen en la invitación.

Cultura
Tras gira por Colombia y show con Gieco, Kossa Nostra despide su gran año
El grupo de titiriteros Kossa Nostra cerrará el año con una serie de actividades culturales en La Cabaña de los Muñecos de Iguazú, luego de una gira por Colombia y varias presentaciones en Misiones, incluso junto a León Gieco en el Paraje Laguna Azul en noviembre pasado.
El cierre anual de Kossa Nostra y su Cabaña de los Muñecos se realizará con tres jornadas consecutivas. El jueves 11 de diciembre, a las 21.30, se presentará la muestra abierta del taller de Teatro para Adultos “Jettatore”, coordinado por Javier Okseniuk, con entrada a la gorra.
El viernes 12, desde las 19, habrá una feria de exposición y venta de arte y artesanías, seguida a las 20 por la proyección “Sembrar en tiempos de guerra”, integrada por cortometrajes del ciclo “Seed Songs for Palestine“.
El programa aborda experiencias de soberanía de semillas, vínculo con la tierra y procesos de resistencia en Palestina, en articulación con iniciativas como Revive Gaza’s Farmlands. La actividad incluirá intercambios de semillas y espacios de conversación, también con contribución a la gorra.
La Cabaña de los Muñecos es un espacio cooperativo de artes escénicas y visuales en Puerto Iguazú y funciona como sede de actividades durante todo el año. Allí se desarrollaron funciones teatrales, presentaciones musicales, proyecciones, talleres y encuentros abiertos de conversación sobre distintos temas vinculados a la memoria, la ciencia y la historia.
El sábado 13, desde las 18, se repetirá la feria de arte y artesanías. A las 20.30 se realizará una peña folklórica con música, danza y títeres en el patio de La Cabaña de los Muñecos, con entrada libre y a la gorra.

Kossa Nostra en Colombia. La reciente gira que los llevó hacia el Caribe
Entre septiembre y octubre, Kossa Nostra realizó una gira por Colombia con funciones y talleres en Bogotá, el Eje Cafetero, Cartagena de Indias y otras localidades. En total concretaron catorce funciones y actividades de formación en teatros, escuelas y comunidades.
Tras ese recorrido regresaron al país y, a fines de octubre, participaron como teloneros de León Gieco en una gira de tres días por la provincia.
El encuentro con el autor de “Solo le pido a Dios” se desarrolló en la Escuela Agropecuaria del paraje Laguna Azul. Al cierre del recorrido, y en coincidencia con el reconocimiento Honoris Causa otorgado a Gieco por la Universidad Nacional de Misiones, la cooperativa Kossa Nostra le entregó un objeto cerámico creado en el taller Barro del Monte.
La pieza incluía una escultura sonora con forma de serpiente y una figura de guitarra con la Garganta del Diablo, elaborada por Leonel Tartaglini y Anouk Descalzo Guerra, coordinadores del taller de cerámica desarrollado en La Cabaña de los Muñecos durante 2024.
Durante 2025, el grupo titiritero mantuvo además un trabajo conjunto con el Ministerio de Ecología de Misiones mediante acciones destinadas a concientizar a estudiantes y comunidades sobre el cuidado de la selva y su biodiversidad. La propuesta se centró en intervenciones con títeres y actividades participativas destinadas a promover prácticas de conservación.

Hilario. Uno de los íteres de Kossa Nostra en la zona cafetera de Colombia
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