Ambiente
La ONU reconoció el trabajo de restauración del bosque atlántico

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) nombró a los trabajos de restauración del bosque atlántico como Iniciativa Emblemática de Restauración Mundial (World Restoration Flagship, en inglés).
El anuncio por parte de la organización internacional se realizó hoy, durante la Conferencia de Biodiversidad de la ONU (COP15), realizada en Montreal, Canadá.
El proyecto de recuperación es liderado por el Pacto por la Restauración del Bosque Atlántico (Pacto) y la Red Trinacional de Restauración del Bosque Atlántico, que incluye organizaciones de Argentina, Brasil y Paraguay.
En un contexto de cambio climático, desde la iniciativa sostienen que la selva es una aliada fundamental para enfrentarlos impactos asociados al calentamiento global.
El Pacto tiene por objetivo recuperar 15 millones de hectáreas para 2050 y se trata de una coalición formada por más de 300 entidades multisectoriales que buscan restaurar la Mata Atlántica. También está presente la Red Trinacional de Restauración del Bosque Atlántico, un movimiento que cubre la Ecorregión Trinacional del Alto Paraná en Argentina, Brasil y Paraguay, con 30 organizaciones.
Una de las organizaciones miembro es la Fundación Vida Silvestre Argentina, desde donde sostuvieron que ser distinguidos como Iniciativa Emblemática Mundial en Restauración Mundial es un reconocimiento a muchos años de trabajo: “Es una puerta a nuevas oportunidades que permiten impulsar la restauración y generar más beneficios. La acción trinacional es un diferencial en nuestra forma de trabajar”, sostuvo Lucía Lazzari, coordinadora de paisajes terrestres.
“Para poder conducir y propiciar verdaderos procesos de conservación y restauración del Bosque Atlántico, nuestra selva misionera, es fundamental que las comunidades locales estén informadas e involucradas. Son ellas y ellos los verdaderos agentes de cambio”, agregó.
Por su parte, la directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), Inger Andersen, indicó que “rn todo el mundo, nuestros bosques están bajo asedio”.
“La restauración del bosque atlántico a través de la participación de las comunidades locales es un poderoso recordatorio de que la naturaleza puede sanar cuando se le da la oportunidad y ofrece enormes beneficios en el proceso”, apreció.
Según explicaron desde Vida Silvestre, el título de la ONU reconoce no solo el legado de la restauración del bosque atlántico, sino que también destaca que las iniciativas actuales de las redes fortalecen las coaliciones y una sólida estrategia de conservación, alineada con el Plan de Acción de la Década de Restauración de Ecosistemas de la ONU.
¿Qué es el bosque atlántico?
El bosque atlántico latinoamericano es uno de los de mayor diversidad de vida del planeta. Se extiende a lo largo de la costa oriental de Brasil y penetra tierra adentro hacia Argentina, en la Selva Paranaense o Misionera, y Paraguay. Más de 148 millones de personas viven y dependen social, cultural y económicamente de los servicios ambientales que brinda esta masa boscosa.
Su riqueza biológica es muy variada, ya que contiene el 7% de las especies de plantas y el 5% de las especies de animales vertebrados del mundo; muchas de ellas no existen en ningún otro lugar del planeta.
Está conformado por 15 ecorregiones- donde abundan especies únicas de plantas y animales como el yaguareté, el tapir, el oso hormiguero, la yacutinga, entre otros. Originalmente, cubría 1.345.300 kilómetros cuadrados. Sin embargo, en los últimos 40 años fue reducido significativamente debido a la deforestación, urbanización, producción y hoy queda sólo el 17% de los bosques originales.
Ambiente
Dos años de prisión para los cazadores que mataron un yaguareté en Formosa

Este miércoles, el Juzgado Federal Uno de Formosa sentó jurisprudencia en el país al condenar por primera vez a cuatro hombres que mataron, carnearon y comieron a un yaguareté en julio del 2024 y ahora deberán pasar dos años en prisión efectiva. La especie fue declarada Monumento Natural Nacional en 2001 y se encuentra en peligro crítico de extinción por la caza furtiva y la deforestación de su hábitat.
Los acusados Máximo Cisneros (60), dueño del campo donde cazaron al ejemplar, y los tres peones rurales involucrados, Viterman Ponce De León (37), Walter Hugo Ponce De León (44) y Claudio Cisneros (29), admitieron la comisión del delito en la segunda audiencia de debate oral y firmaron un acuerdo de juicio abreviado que fue homologado por el magistrado Pablo Morán.
El magistrado formoseño impuso una pena de dos años de prisión efectiva a los cuatro imputados por cazar a un ejemplar de la especie, protegida por la Ley 25.463, y los condenados consiguieron un permiso especial para trabajar.
Con el veredicto del Juzgado Federal Uno de Formosa, los implicados fueron detenidos inmediatamente para comenzar el cumplimiento de la pena.
El caso
Los hechos ocurrieron a fines de julio del 2024 entre las localidades formoseñas Ibarreta y Estanislao del Campo, en la propiedad de Máximo Cisneros.
De acuerdo a la defensa de los ahora condenados, todo comenzó con la desaparición de una vaca lechera de la chacra que los cuatro salieron a buscar armados y con perros por la zona.
Cuando finalmente la hallaron, la vaca estaba muerta y cerca de su cuerpo se encontraba el yaguareté que, según el mismo testimonio de los acusados, “trituró” a dos de los perros que los acompañaban y en “defensa propia” Claudio Cisneros ejecutó el disparo que le quitó la vida al ejemplar.
Sin embargo, tras matar al yaguareté, los cazadores se fotografiaron sonrientes junto al cuerpo a punto de ser carneado para luego comérselo. En tanto, la Justicia nunca logró dar con la piel del animal, por lo que la principal hipótesis es que fue comercializada.
Las fotografías que se habían tomado los cuatro involucrados junto al animal llegaron a Ana Magdalena Gutiérrez, representante de la Subcomisión Chaqueña para la Conservación del Yaguareté y representante titular ante el Comité General de Gestión Yaguareté del Plan Nacional de Conservación del Monumento Natural Yaguareté (PNCMNY), quien realizó la denuncia y dio inició a la investigación que resultó con la primera condena de su tipo en el país.
Se calcula que en Argentina quedan entre 200 y 300 ejemplares del felino más grande de América, de los cuales la mayoría se encuentran en la selva misionera.

En un juicio abreviado, los cuatro cazadores fueron condenados a dos años de prisión.
Ambiente
Juzgan por primera vez en el país a cuatro hombres por cazar a un yaguareté

Un juicio oral y público sin precedentes en el país inició este martes en el Juzgado Federal Uno de Formosa contra cuatro hombres acusados de matar, carnear y comer a un yaguareté en julio del 2024. La especie está en peligro crítico de extinción en Argentina y se calcula que solo quedan entre 200 y 300 ejemplares.
Máximo Cisneros, Walter Hugo Ponce De León, Claudio Cisneros y Viterman Ponce De León son las primeras personas en ser juzgadas por la caza de un yaguareté en la Argentina y podrían ser condenados a una pena de hasta tres años de prisión.
Los hechos ocurrieron a fines de julio del 2024 entre las localidades formoseñas Ibarreta y Estanislao del Campo, en la propiedad de Máximo Cisneros. De acuerdo a lo relatado por los involucrados, todo comenzó por la desaparición de un animal vacuno de la chacra.
Armados y acompañados de perros, Máximo Cisneros junto a Walter Hugo Ponce De León, Claudio Cisneros y Viterman Ponce De León, tres changarines que trabajaban en la zona, salieron en busca de la vaca perdida.
Para cuando los cuatro hombres encontraron a la vaca, estaba muerta y cerca de sus restos se hallaba el ejemplar de yaguareté.
Según el testimonio de los acusados a la prensa, el yaguareté los empezó a “atacar” y “trituró” a dos de los perros. Fue en ese momento que, “en defensa propia”, Claudio Cisneros ejecutó el disparo que le quitó la vida al ejemplar.
Sin embargo, luego de matar al yaguareté, se fotografiaron sonriendo junto al cuerpo antes de ser carneado, para después comerlo. En tanto, la Justicia nunca pudo hallar la piel del ejemplar, por lo que la principal hipótesis es que fue comercializada.
Juicio histórico
Las fotografías que se habían tomado los cuatro involucrados junto al animal llegaron a Ana Magdalena Gutiérrez, representante de la Subcomisión Chaqueña para la Conservación del Yaguareté y representante titular ante el Comité General de Gestión Yaguareté del Plan Nacional de Conservación del Monumento Natural Yaguareté (PNCMNY), quien realizó la denuncia.
En consecuencia, la Policía formoseña allanó el campo de Máximos Cisneros, quien ante la presencia de los uniformados intentó huir, pero fue detenido.
Un mes después, los otros tres señalados que tenían pedido de captura se presentaron ante la Justicia y permanecieron detenidos hasta que obtuvieron la prisión domiciliaria.
Finalmente, los cuatro imputados son juzgados por matar, carnear y comer a un yaguareté. La condena del tribunal podría sentar jurisprudencia y establecer un precedente clave en la protección de especies en peligro crítico de extinción.
El yaguareté está en peligro crítico de extinción desde el 2001 debido a la caza furtiva y la perdida de su hábitat. La especie está protegida por la Ley 25.463, que lo declaró Monumento Natural Nacional.
Se calcula que en Argentina quedan entre 200 y 300 ejemplares del felino más grande de América, de los cuales la mayoría se encuentran en la selva misionera.
Ambiente
Registraron un yaguareté en el el Valle del Cuña Pirú después de tres años

El equipo de Red Yaguareté rastreó un ejemplar del “tigre criollo” dentro de un área monitoreada con cámaras en el Valle del Cuña Pirú. Si bien el hallazgo fue celebrado, los miembros de la organización solicitaron al Ministerio de Ecología “poner fin, sin contemplaciones, a la caza en toda la región”.
El anuncio fue dado en las últimas horas, a través de sus redes sociales, mediante un comunicado en el que detallaron: “Huellas inconfundibles en el barro de una picada nos devolvieron la alegría”.
Finalmente, esta semana las marcas fueron reconfirmadas con nuevos hallazgos, por lo que aseguraron: “El Valle del Cuña Pirú nuevamente alberga a un yaguareté”.
Se trata del primer ejemplar registrado luego de más de tres años: “La espera pareció eterna y fue sumamente preocupante, luego de un esfuerzo descomunal que modificó para siempre la convivencia del yaguareté con las actividades productivas en Misiones, especialmente la ganadería. El equipo de la Red Yaguareté que durante una década y media trabajó a destajo en el Valle del Cuña Pirú y áreas vecinas, asistió con desolación a la desaparición del gran depredador misionero de las bellas serranías de Aristóbulo del Valle, Ruiz de Montoya y adyacencias”.
Y recordaron: “La habitual presencia de yaguaretés, ampliamente documentada por los monitoreos de la Red, se terminó, y Amboty, el entonces macho residente y dominante, que había sido documentado con cámaras en 209 oportunidades entre 2019 y 2022, no solo no fue vuelto a ver, sino que ningún otro ejemplar tomó su lugar, como venía ocurriendo desde años atrás, en un proceso saludable de intercambio de individuos”.
Con varias amenazas latentes como la “sobrecaza” y el desmonte, la preocupación de los ambientalistas fue ascendiendo al dejar de observar rastros y pistas compatibles con el felino. Pese a ello, quienes tienen como principal objetivo “salvar a los yaguaretés”, continuaron intensificando relevamientos, la colocación de cámaras y los rastrillajes.
“Fueron necesarios tres años hasta que hace unas semanas, a principios de julio, la felicidad fue toda de los yaguareteros, huellas inconfundibles en el barro de una picada nos devolvieron la alegría, que fue reconfirmada esta semana con nuevos hallazgos: EL VALLE DEL CUÑA PIRÚ NUEVAMENTE ALBERGA A UN YAGUARETÉ”, enfatizaron.
Alerta máxima
En el mismo documento la organización se declaró en “estado de alerta máxima” ante el registro de casos de caza furtiva, sobre lo que lamentaron: “la amenaza de la caza inentendiblemente se mantiene a estas alturas sin castigos reales, sigue siendo una tremenda amenaza”.
“En esta zona donde la interacción entre el máximo depredador y las actividades productivas es muy alta, el yaguareté solamente puede sobrevivir si existe una política eficaz de convivencia, no hay otra solución que la de una presencia activa y eficiente de las autoridades competentes junto al desarrollo e implementación de las medidas antidepredatorias y compensatorias que establece la Ley de Grandes Felinos, con eliminación total de amenazas como la caza, los atropellamientos en rutas y la deforestación que continúa vigente”, resaltaron.
Para finalizar, solicitaron al Ministerio del Agro “intervenir activamente para la implementación de medidas de mitigación de depredaciones en todas las propiedades productivas”.
En tanto, al Ministerio de Ecología sugirieron “ponerle fin, sin contemplaciones, a la caza en toda la región. Solo tendremos yaguaretés si se acaban las balas”.
El último relevamiento publicado por la fundación Vida Silvestre en junio del corriente año, alertó sobre una leve baja en la población, con una media de 84 ejemplares a lo largo y ancho de Misiones, cuando el mismo estudio en 2022 contabilizaba 93.
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