Policiales
En Oberá los presos tienen celulares y acceden a Facebook e Instagram
“Compro celu con WhatsApp que sea chiquito”, se lee en una página de compraventa por Facebook y el aviso parece inofensivo, uno más de tantos que circulan a diario por la red. El comprador se presenta como Nano CL, ofrece 1.200 pesos y agrega un número como contacto con característica local. Hasta aquí nada fuera de lo común, de no ser porque el interesado en adquirir un teléfono es en realidad Ángel Preste (20), un interno de la Unidad Penal II de Oberá condenado por homicidio en concurso real con tenencia y portación ilegal de arma de fuego de uso civil.
El mismo sujeto tiene un segundo perfil de Facebook en el que se identifica como Santi Martínez, estudiante con domicilio en Neuquén. Todo es falso. En otro aviso, el mismo Preste ofrece un celular marca TCL: “Permuto por otro más chico, anda todo”, asegura y acompaña la oferta con cinco fotografías del aparato que desea permutar. Su interacción en las redes sociales deja en claro por lo menos dos cuestiones: la fragilidad de las requisas en la cárcel de Oberá y la necesidad de los presos de contar con celulares pequeños para que sea más sencillo hacerlos pasar desapercibidos, tal como consta en los avisos publicados por Ángel Preste.

En su perfil falso, bajo el seudónimo de Santi Martínez, el mismo Preste aparece con otro reo condenado de nombre Marino Domínguez, quien a su vez posee una cuenta de Facebook con su propio nombre. El miércoles pasado, el primero cambió su foto de perfil. En el régimen carcelario está absolutamente prohibido que los internos posean teléfonos, aunque en la cárcel de Oberá los controles parecen extremadamente flexibles. En las fotos que publican los presos se observan fondos con sábanas y frazadas que evitan exhibir las rejas y el encierro al que están sometidos.
Fuentes judiciales se mostraron sorprendidas por el descontrol que se evidencia en la Unidad Penal II y anticiparon que exigirán que se investiguen las responsabilidades del caso. Según fuentes oficiales, no se descarta la connivencia entre los internos y algunos penitenciarios encargados de la requisa. “Es muy grave que los reclusos tengan celulares porque certifica que no se está trabajando bien y que hay personal que no cumple con su labor. Además, si entran y usan celulares sin ningún problema, al extremo que tienen cuentas de Facebook, no se puede descartar que ingresen y comercialicen otros elementos y sustancias”, reconoció una fuente.
Respecto al caso del citado de Preste, existen fuertes indicios que desde la cárcel se encargaría de reducir elementos robados. Tampoco se descarta que actúe en complicidad con algunos guardias que requisan celulares, no los registran y luego los venden afuera. En este punto, un familiar del reo que lo visita regularmente sería una pieza clave en el entramado. Tiempo atrás, una mujer de 24 años denunció que su pareja la amenazó de muerte a través de mensajes de texto que enviaba desde la cárcel de Oberá, donde el sujeto se encuentra purgando una condena por homicidio.
Además del contacto con el exterior, la posibilidad de organizar un escape y hasta secuestros virtuales, algunos internos usan sus celulares para presionar a sus abogados. En tal sentido, un profesional obereño se mostró preocupado por una situación que persiste desde hace tiempo y reconoció que recibe mensajes y hasta llamadas por parte de algunos clientes que están alojados en la cárcel local. “Comentando con colegas, varios me dijeron que les pasa lo mismo. Es parte del folclore de la cárcel, sabemos que entran celulares y otras yerbas, pero el tema es cuando te nombran a la familia. Ahí ya cruzan un límite que preocupa”, alertó.
En este contexto, la semana pasada, el ministro de Gobierno, Marcelo Pérez, se reunió con jueces de la segunda circunscripción judicial, quienes manifestaron su preocupación por las condiciones de hacinamiento que se registran en la Unidad Penal II. Pérez se habría mostrado sorprendido por lo crítico del cuadro de situación expuesto. Por ejemplo, le informaron que actualmente la cárcel local está desbordada en su capacidad original en alrededor de un centenar de internos, lo que pone en serio riesgo las condiciones de seguridad, como la requisa. Al respecto, mencionaron que el sector A fue diseñado para albergar 150 reos, aunque en la actualidad superan los 200. En tanto, el sector B -la antigua cárcel- se construyó para un máximo de 60 presos, pero ya superan los 100.
El Territorio
Policiales
Leonardo Fabio volvió a ser detenido en Paraguay: historial de robos y fugas
Leonardo Fabio Martínez, más conocido como el “Rey del Escruche” en Misiones, volvió a ser detenido en Paraguay, donde también registra un amplio prontuario por delitos contra la propiedad.
El posadeño, de 49 años y vinculado a la delincuencia desde hace más de 20 años, con pasado en la cárcel incluido, fue atrapado el domingo a la siesta en la localidad de Quiindy, unos 250 kilómetros al norte de Encarnación.
Su detención fue concretada por agentes de la comisaría Décima de la Policía Nacional de Paraguay, mientras el hombre caminaba en inmediaciones a un depósito denominado San Agustín.
Sobre el argentino recaía un pedido de detención por un intento de hurto denunciado por una ciudadana de Quiindy, quien mediante las cámaras de seguridad advirtió que desconocidos dañaron las cerraduras de su negocio para ingresar a la fuerza.
Al momento de su captura, el sindicado delincuente tenía entre sus pertenencias un destornillador y una palanca de metal con mago de goma, elementos habitualmente utilizados por delincuentes que operan bajo la modalidad de barreteros o escruche.
Martínez ya había sido detenido en abril pasado en Encarnación, bajo los mismos motivos: delitos contra la propiedad. Sin embargo, duró poco tras las rejas y solo unos meses después volvió a ser aprehendido.

Leonardo Fabio en su última detención en Encarnación en abril.
Historial
Leonardo Fabio es considerado un “peso pesado” en el ámbito delictivo, dado sus numerosos antecedentes.
El posadeño es calificado como un experto en planificar asaltos y robos millonarios y su vinculación con el delito data desde el 2005, al menos.
En 2005 fue detenido por el atraco a una vivienda sobre la calle Herrera de Posadas y por ese caso finalmente fue condenado a ocho años de prisión en 2009.
Sus andanzas volvieron a quedar en evidencia cuando lo detuvieron en agosto de 2021 por al menos tres casos de robo perpetrados contra comercios y viviendas particulares, aunque en su nombre aparecía en al menos otras diez causas tramitadas en diferentes juzgados de la capital provincial.
Estuvo detenido hasta el 14 de marzo de 2022, cuando logró escapar de la comisaría Tercera de Posadas y de allí se refugió en Encarnación (Paraguay), donde armó una gavilla dedicada a lo mismo: asaltos y hurtos.
En ese país fue capturado casi un año después, en enero de 2023, donde también supo trascender en el mundo del hampa y lo denominaban como el “rey del escruche”.
Meses después, en junio de 2023, fue detenido una vez más, esta vez en Oberá, acusado de robar a un comerciante que denunció la sustracción de unos 200.000 pesos y varias joyas.
Su nombre volvió a aparecer en las noticias en marzo de 2025, cuando la Policía lo identificó como “el cerebro” detrás de una banda de asaltantes dedicada a cometer ilícitos en Oberá.
En aquel entonces los investigadores asentaron un procedimiento en el cual detuvieron a dos sospechosos, pero Martínez logró escapar a tiempo y esquivó las rejas.
Luego de ello volvió a refugiarse en Paraguay, donde en abril fue detenido una vez más, aunque duró muy poco en el calabozo y apenas recuperó la libertad regresó a las andanzas delictivas.
Golpe a banda de asaltantes liderada por el “rey del escruche” en Oberá
Policiales
Bruno Zapelli recuperó la libertad y su denunciante recibió custodia policial
Tras su detención del jueves pasado y luego de comparecer ante la Justicia, el posadeño Bruno Zapelli (35) recuperó la libertad con una restricción acercamiento hacia su denunciante, joven que además obtuvo una custodia policial como medida de resguardo.
La excarcelación se dio en las últimas horas, aunque el implicado continuará imputado y supeditado a la causa que se instruye en el Juzgado de Instrucción Dos de Posadas, a cargo del magistrado Juan Manuel Monte.
Como condición para obtener el beneficio, se le impuso una nueva restricción de acercamiento hacia su denunciante María José Humeniuk (32), medida que si incumple lo volverá a dejar tras las rejas.
En paralelo, la muchacha aceptó una custodia policial permanente por 30 días, con posibilidad de prórroga, según confirmó su abogado Maximiliano Medina.
El caso se hizo público el jueves pasado, cuando la propia víctima brindó una extensa entrevista a La Voz de Misiones donde contó el calvario que afirma padecer a manos de Zapelli, con quien mantuvo una relación de pareja años atrás.
En dicha nota, la joven reveló haber sufrido violencia física, hurto de dinero, hostigamiento, amenazas y persecución constante.
Tras la publicación de su testimonio, ese mismo jueves el hombre que trabaja como empleado provincial en el Parque del Conocimiento quedó detenido en la comisaría Decimosexta de Posadas y al otro día compareció ante la Justicia.
En simultáneo, más jóvenes de Posadas se animaron a sumar testimonios contra el acusado, sobre quien relataron haber sufrido episodios de violencia mientras tenían relación de pareja, aunque admitieron que su momento ninguna radicó denuncia formal sobre los episodios.
Una de ellas fue Cintia Magri (30), quien a pesar del temor, se animó revelar su identidad. “Cuando él me pegó fue como un antes y un después. Ahí fue donde me di cuenta de que algo pasaba. En cualquier situación a él algo lo sacaba, insultaba, gritaba, golpeaba o tiraba cosas. Me acuerdo que una vez me empujó, me dio una patada, estábamos peleando por una pavada”.
Jóvenes suman acusaciones contra Bruno Zapelli: “Mucha gente fue víctima de él”
Policiales
Joven misionero murió embestido por una camioneta en Entre Ríos
Un joven motociclista oriundo de Misiones y su acompañante fallecieron anoche tras ser embestidos desde atrás por una camioneta que circulaba por la ruta provincial 32 de Entre Ríos.
El trágico hecho ocurrió cerca de las 20.30, en un tramo de la mencionada arteria comprendido entre las localidades de Viale y Seguí, a unos 60 kilómetros, aproximadamente de Paraná, la capital entrerriana.
Los fallecidos fueron identificados como Juan Carlos Muller de Campos (23), oriundo de Alba Posse (Misiones), aunque con residencia registrada en la localidad de Crespo, de donde era su acompañante Sasha Grandoli (18).
Las víctimas viajaban a bordo de una moto de 110 cilindradas hasta que, por causas que se investigan, fueron embestidos desde atrás por una camioneta Volkswagen Amarok conducido por un hombre de Sáenz Peña, Chaco.
Diarios locales reportaron que ambos jóvenes perdieron la vida en el acto, mientras que el automovilista resultó ileso, aunque quedó detenido mientras avanzan las pericias para esclarecer las circunstancias del siniestro.

El accidente ocurrió anoche, sobre la ruta provincial 32, entre Viale y Seguí, en Entre Ríos.
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