Tres niñas de entre 11 meses y 3 años que se encontraban en estado de abandono desde hace varios días en el barrio Nueva Esperanza de Posadas fueron resguardadas ayer por la Policía, cuyos efectivos continúan en la búsqueda de los progenitores de los menores.

De acuerdo a lo consignado por fuentes policiales, el hecho se conoció ayer a la tarde, cerca de las 16.30, cuando vecinos del barrio alertaron sobre la presencia de tres niñas en completa soledad dentro de una vivienda ubicada sobre la calle Gorriti.

Al lugar acudió un patrullero de la comisaría Decimoctava, cuyos efectivos constataron la situación, encontrándose con dos niñas, una de 3 años y otra de apenas 11 meses, quienes evidenciaban un estado de descuido general.

Ambas menores fueron trasladadas hasta la Comisaría de la Mujer de Fátima, donde recibieron asistencia y poco después un allegado a los progenitores de las niñas se acercó con la tercera beba, de 2 años, que también quedó al cuidado del gabinete multidisciplinario de la Policía.

En el lugar las nenas fueron higienizadas, arropadas con prendas del “roperito solidario”, alimentadas y también recibieron elementos de primera necesidad como pañales.

En paralelo se le dio intervención en el caso a las autoridades del Juzgado de Instrucción Seis de Posadas, como así también a la Defensoría de Menores Seis y a la subsecretaría de Infancia de la Municipalidad.

La fuerza provincial consignó que esta madrugada lograron ubicar a un abuelo de las niñas, quien se ofreció a hacerse cargo de las menores en su casa del barrio San Jorge y los organismos intervinientes autorizaron la entrega provisoria de las menores, con el seguimiento de un equipo interdisciplinario.

Independientemente de ello, los agentes policiales continúan trabajando en el caso para dar con el paradero de los padres de las niñas, esclarecer las circunstancias de lo sucedido, establecer responsabilidades y garantizar el resguardo integral de las menores.

Las niñas fueron asistidas por un gabinete multidisciplinario en la Comisaría de la Mujer de Fátima.

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Un productor yerbatero irrumpió esta mañana en el secadero Agro Moreno, ubicado en Salto Encantado, con dos bidones de gasoil decidido a prenderse fuego en reclamo por un pago de hoja verde que la empresa le adeuda desde el año pasado. “Me pagan o me sacan de acá en cenizas”, lanzó en su amenaza, que minutos después declinó y fue retirado sin ofrecer resistencia ante los uniformados policiales que intervinieron en el lugar.

“Yo tomé una decisión. Me jodieron con el cheque el día sábado. Esperé desde las 14 hasta las 20 y ustedes me dieron un cheque sabiendo que no tenía fondos. Me jodieron aquel día, me hicieron esperar como bobo. Yo esperé para cobrar mi platita del año pasado“, reclamó el productor identificado como Alejandro Cuz ante las trabajadoras del secadero, mientras sostenía los dos bidones en la mano y un trapo con el cual intentaría prenderse fuego.

Tras agarrar una silla que estaba detrás del mostrador de la oficina, el productor yerbatero de San Vicente se sentó y manifestó cuál era su intención si no recibía el pago que la empresa le debía.

“Ahora yo tomé una decisión. Voy a salir preso de acá si tengo que salir, pero acá mirá, dos bidones de nafta, yo me voy a sentar acá y me voy a prender fuego acá dentro de esta oficina de ustedes. De acá no me van a sacar a mí, es triste, pero la verdad, yo acá me voy a prender fuego, porque yo quiero mi plata“, sostuvo el colono, al tiempo que alentó a las secretarias a que le tomaran una fotografía y le enviarán al encargado del establecimiento.

“Por favor que le comuniquen a Marco que yo no voy a salir de acá. Que traiga la Policía, que traiga al que quiera traer, pero de acá me van a sacar en cenizas dentro de una caja. Voy a quedar acá para recuerdo para ustedes, pero quiero mi plata”, amenazó Cuz ante la mirada de las trabajadoras.

Y continuó contando la situación familiar que atraviesa: “Tengo a mi hijo enfermo, tengo que llevarle al médico, no tengo un peso y Marco jugando con el sentimiento de nosotros los productores. Pueden avisarle eh, sáqueme una foto y mande para Marco, acá yo estoy, ustedes no tiene la culpa, yo vine con esa decisión, yo vine preparado”.

De acuerdo al testimonio del productor, la empresa Agro Moreno se comprometió a ir pagándole $700.000 por semana correspondiente a la deuda por hoja verde. Sin embargo, el último sábado recibió un cheque con fondos a cobrar recién en octubre y ante la desesperación esta mañana irrumpió en el secadero decidido a tener una respuesta.

“Me voy a quemar dentro de esta oficina porque yo estoy desesperado. No tengo señora, él no entiende, será, él vino a casa, habló, me prometió $700.000 por semana y me cagó. Yo sé que ustedes no tienen la culpa, pero yo ya le digo que de acá voy a salir quemado, porque de acá no me voy a mover”, insistió el Alejandro Cuz.

Ante lo cual, una de las secretarias del lugar le contestó: “Nosotros entendemos, también somos empleadas y tenemos familias, pero nosotras no podemos resolverle la situación”.

El productor yerbatero volvió a repetir que no saldría de la oficina sin una respuesta del encargado del secadero y sostuvo: “Si quieren llamar a la Policía, llamen, de acá me van a llevar preso, pero voy a pelear por mi sudor, por las necesidades de mi hijo. Estoy sufriendo, tengo que llevarle a Paraguay al médico, tiene problema de convulsiones y no tengo de donde sacar. Qué quiere que yo haga, la yerba estoy entregando, a 60, a 90 días me van a pagar la yerba, de dónde saco plata, qué hago, voy a salir a matar algo, teniendo mi sudor”.

En un último intento porque las trabajadoras del lugar le dieran una respuesta ante su reclamo, Cuz volvió a decir que se prendería fuego: “Ustedes quieren salir, salgan, pero yo voy a quedar acá. Yo voy a luchar por lo que es mío, por mi sudor. Me mate plantando yerba para que hoy venga un amarillento a joderme a mí. Me tiene de pelotudo, yo no soy ningún pelotudo, disculpen, pero de acá no voy a salir”.

Finalmente, el productor oriundo de San Vicente fue detenido por uniformados de la comisaría de Salto Encantado. Todo lo ocurrido fue grabado por las personas que lo acompañaban esta mañana.

 

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A una semana de la masacre familiar registrada en el barrio San Lorenzo de Posadas, Paola Vieira (44), una de las sobrevivientes, continúa internada en terapia intensiva del hospital Madariaga.

El último parte médico consigna que la paciente sigue hospitalizada en una sala de la Unidad de Terapia Intensiva, donde permanece con asistencia respiratoria mecánica y pronóstico reservado. La mujer cursa un embarazo de doce semanas. 

La mujer ingresó de urgencia al nosocomio posadeño hace exactamente una semana, cuando fue rescatada en estado agonizante de su casa en el barrio San Lorenzo, donde fue atacada a golpes y machetazos por su marido, José Daniel Ferreyra (47), que también hirió a su cuñado Hugo Ríos (50) y asesinó a sus hijos Evelyn (13) y Mariano (21).

Justamente, el hermano de la mujer es el otro sobreviviente de la masacre y el hombre también continúa internado en el Madariaga, aunque en sala general. El paciente recibe un control muldisciplinario, aunque sigue con pronóstico reservado.

La mujer que sobrevivió a la masacre del barrio San Lorenzo está embarazada

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