Judiciales
Tres víctimas misioneras declararán en juicio por lesa humanidad en Corrientes
Tres ex presos políticos misioneros declararán el jueves en el mayor de los juicios por crímenes de lesa humanidad contra represores de la dictadura de los tramitados en Corrientes, y que comenzó el lunes en el Tribunal Oral Federal (TOF) de la capital provincial.
Se trata del escritor posadeño Roberto Parodi Ocampo, Pedro Ireneo Ávalos y Ramón Nicolás Cura, quienes figuran entre las 104 víctimas de crímenes atribuidos a la Brigada de Infantería VII, que tenía su asiento en el Regimiento de Infantería 9, de la capital correntina.
Es el décimo juicio por delitos de lesa humanidad que se realiza en Corrientes y el de mayor cantidad de víctimas y acusados.
La primera audiencia fue seguida en la calle por familiares y referentes de diversas organizaciones de derechos humanos de la provincia, que se concentraron en la zona del tribunal con la consigna: “Justicia y condena a los genocidas”, y fue también acompañada por el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla Corti, cuya cartera es querellante en la causa.
Se encuentran imputados Eduardo Antonio Cardoso, Alfredo Carlos Farmache y José Emilio Mechulán, oficiales del comando de la Brigada VII; Abelardo Carlos De la Vega y Horacio Losito, integrantes de la plana mayor del Regimiento de Infantería 9; Raúl Horacio Harsich y Juan Carlos De Marchi, personal de inteligencia de RI 9, y los ex gendarmes Raúl Reynoso, Abelardo Palma y Pedro Armando Alarcón.
Serán juzgados por los delitos de asociación ilícita, privación ilegítima de la libertad, aplicación de tormentos y homicidios.
Dos imputados fallecieron y otros dos fueron apartados por problemas de salud, en el transcurso de los casi cuatro años que demoró la instrucción del juicio oral.
Por el Ministerio Público actúan el fiscal Flavio Ferrini, junto a la unidad de Derechos Humanos de la fiscalía de primera instancia de Corrientes, y el fiscal Diego Vigay, y por la querella de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación interviene el abogado Manuel Brest Enjuanes.
Margarita
Parodi es hermano del militante de la Juventud Peronista y Montoneros, Manuel Parodi Ocampo, uno de los cuatro misioneros asesinados durante la Masacre de Margarita Belén, en diciembre de 1976, en el Chaco.
El escritor posadeño vivió la represión, primero con la captura y la muerte de su hermano mayor, y después con su propio secuestro en Posadas, y su detención en el regimiento correntino donde se asentaba la brigada en que prestaban servicio los militares y gendarmes que esta mañana estarán en el banquillo.
“Manucho le decíamos y éramos muy buenos amigos. Era muy bueno, tolerante, si había una disputa él te dejaba ganar, era muy generoso. Sobre todo cuando nos hicimos más adultos y más conscientes yo me daba cuenta que él adquirió una enorme autoridad sobre mí, en el sentido de quién era él y como veía las cosas. Yo eso lo respeté muchísimo. Era un tipo excepcional”, dijo Parodi sobre su hermano en una entrevista con El Territorio, en 2020.
Vida o muerte
El nombre de Ávalos, aparece también en otras causas tramitadas en la justicia federal de Misiones, como la que condenó a los jefes militares de la entonces Área 232, Carlos Humberto Caggiano Tedesco y Juan Beltrametti.
Él mismo contó en diversas oportunidades detalles de su paso por las cárceles clandestinas de la dictadura en la tierra colorada.
“El estado de incomunicación de las personas detenidas formaba parte de las torturas que ejercían los militares, que decidían quién vivía y quién moría”, describió en una entrevista periodística.
Ávalos declaró también en la causa que juzgó los crímenes del Departamento de Informaciones, de la Policía de Misiones, y los centros clandestinos de detención conocidos como Casita de Mártires y Casita del Rowing.
Fuerzas
Cura, el tercero de los ex presos políticos misioneros que declaran a partir de hoy en el juicio correntino por lesa humanidad, tenía 17 años y estudiaba la carrera de medicina en la Universidad Nacional del Nordeste cuando fue secuestrado y llevado al Regimiento 9.
“La tortura fue salvaje, me llevaron a un pabellón del ejercito esposado y con los ojos vendados, había mucha gente, la mayoría eran jóvenes. A la noche te acostaban en un colchón y te esposaban a la cama. Había noches que te llevaban y pasaban torturándonos muchas horas, tantas que perdías la noción del tiempo, a veces te desmayabas, a veces el dolor eran tan grande que uno quería morirse”, relató.
Cura estuvo detenido cuatro meses. “Muchas veces pensé este es mi último día, llega un momento de la saturación que vos preferís morir, pero bueno uno sacaba fuerzas”, contó.

Judiciales
Perpetua a Schoenfisch por matar a su mamá y dejar ciego a su papá a tiros
El Tribunal Penal Uno de Eldorado, en voto dividido de sus magistrados, decidió condenar a prisión perpetua a Pablo Schoenfisch por asesinar a su madre y dejar ciego a su padre mediante un ataque a balazos efectuado mientras ambas víctimas dormían en su casa de Santiago de Liniers durante la madrugada del 14 de mayo de 2020.
El fallo fue leído esta mañana y debió repetirse minutos después debido a una falla técnica en la transmisión. La presidenta el tribunal, la jueza Adriana Andino, y el vocal subrogante Javier Jourdan, fueron quienes inclinaron la decisión hacia una sentencia condenatoria, mientras que Atilio León votó en disidencia, ratificando la postura expuesta cuando en varias instancias del debate planteó que el proceso debía suspenderse para que se investigue la autoincriminación del padre del imputado.
La condena emitida contra Pablo Schoenfisch (23) fue de prisión perpetua como autor de los delitos de “homicidio calificado por el vínculo y por haberse cometido con alevosía agravado por la utilización de un arma de fuego”, en perjuicio de su madre Faustina Antúnez (54), y “homicidio calificado por el vínculo y por haberse cometido con alevosía agravado por la utilización de un arma de fuego, en grado de tentativa”, contra su padre Arnoldo (67).
De esta manera, el joven continuará privado de su libertad en la Unidad Penal III de Eldorado, donde deberá cumplir 35 años de prisión efectiva.
El tribunal también dio lugar al pedido del fiscal Federico Rodríguez para remitir las actuaciones pertinentes para que la fiscalía de instrucción investigue a Arnoldo Schoenfisch por falso testimonio.
“Yo no fui”
Poco antes de oír el fallo condenatorio, el joven imputado hizo uso de sus últimas palabras e insistió en su inocencia: “Quiero poner en claro que yo no fui el que disparé a mi madre y tampoco atenté contra la vida de mi padre. Cómo yo haría un delito así, siendo que mis padres me daban de todo, ellos son todo para mí, son mi vida entera. No hay motivos para que yo haga eso que me acusan”.
Pablo Schoenfisch además se despachó contra los testigos que declararon en su contra, entre ellos sus hermanos, primos y agentes policiales, quienes ante el tribunal dieron cuenta de episodios de violencia, malos tratos y amenazas de muerte de parte del imputado hacia sus padres.
“Quisiera que se guíen por las pruebas, no por el se dice qué. Los testigos vienen a hablar pavadas y estupideces acá”, pidió ante los magistrados, al tiempo que expuso algo que no había dicho en ninguna de tres declaraciones que dio durante el transcurso del juicio.
“Quisiera que cuentan la agresividad que tenia mi viejo. Nunca se contó que pero él una vez le tiró una piedra a mi mamá”, relató y contó que en otra oportunidad su padre apuntó con un arma en la cabeza a uno de sus hermanos.
Ejecución
Nada prosperó, dado que el tribunal se inclinó por la condena y dictó un fallo coincidente con el pedido planteado por el fiscal Rodríguez, quien consideró acreditado que fue el joven quien atacó a balazos a sus padres mientras dormían y desestimó la autocriminación de Arnoldo Schoenfisch, que en pleno juicio pidió ser imputado por el crimen de su esposa y desligó a su hijo del hecho.
En su alegato, Rodríguez señaló que “como investigué mucho este caso llegó a esta instancia totalmente convencido de la responsabilidad del imputado en los hechos investigados. El hecho está probado irrefutablemente desde el punto de vista físico, está patentizado en las dos almohadas donde fueron ejecutados con la cabeza apoyada”.
Consideró, además, que “este hecho es el más grave que sucedió en los últimos tiempos: arremeter contra la vida de los padres y además tiene la connotación particular de que además fue hecho en alevosía”.
Y ahondó: “Porque no solamente que mató a su madre e intentó matar a su padre, sino que también hubo alevosía, porque ejecutó a sus padres mientras dormían, sin darles ninguna posibilidad de defensa y con total inmunidad para su persona. Y también hay una connotación extra: la premeditación. Esto fue fríamente calculado, tanto por dónde entró, por dónde salió y la utilización de los guantes”.
Fiscal pide perpetua para Schoenfisch: “Ejecutó a sus padres mientras dormían”
Judiciales
Denunciante de Bruno Zapelli ratificó sus acusaciones en la Justicia
Luego de que María José Humeniuk (32) diera a conocer públicamente los hechos de violencia física, verbal y hostigamiento por parte de su ex pareja Bruno Zapelli (35) y recibiera custodia policial, el pasado jueves volvió a declarar ante la Justicia y ratificó cada una de sus acusaciones.
Tras ser citado a prestar declaración testimonial en el marco de la causa que investiga a su ex pareja, la joven se presentó ante el Juzgado de Instrucción Dos de Posadas y ratificó las mismas acusaciones que dejó asentado en la denuncia que disparó el caso y en una entrevista con este medio.
En su declaración Humeniuk recordó que conoció a Zapelli en el año 2020 e inició un vínculo de pareja dos años más tarde.
La denunciante aseguró que la relación se tornó conflictiva pasados unos meses con “problemas de convivencia”, además de “insultos, forcejeos y empujones” que se incrementaron paulatinamente cada vez que ella le sugería que la ayudara económicamente, ya que habría sido ella quien “sostenía el hogar” e incluso las actividades escolares diarias del hijo de Zapelli, quien convivía con ambos.
Desde entonces, transitaron varias separaciones y reconoció que “los insultos y maltratos nunca pararon”, pero que “con la manipulación él intentaba volver” y ella “accedía”, hasta que finalmente, la ruptura definitiva se dio en mayo de 2024, cuando se produjo otro hecho de violencia física.
Los detalles de estos episodios fueron publicados el 4 de diciembre por La Voz de Misiones, horas antes de la detención de Zapelli, quien finalmente fue liberado al día siguiente con una orden de restricción de acercamiento hacia la denunciante, entre otras medidas, como una prohibición de salida de la provincia y la obligación de acreditar tratamiento de salud mental.
A raíz de la visibilización de ese caso, otras presuntas víctimas de Zapelli dieron a conocer su experiencia y también revelaron agresiones, dejando expuesto un “patrón de conducta” reiterativo, caracterizado por manipulación, mentiras y reacciones violentas, tanto verbales como físicas.
Por su parte, Humeniuk recibió tres custodias renovables por 10 días y obtuvo un botón antipánico.
Judiciales
Fiscal pide perpetua para Schoenfisch: “Ejecutó a sus padres mientras dormían”
El juicio contra Pablo Schoenfisch (23), marcado por una serie de particularidades que tornaron el proceso lento, tedioso y mucho más extenso de lo previsto, finalmente entró en etapa decisiva con un pedido de prisión perpetua formulado por la fiscalía y un planteo de absolución efectuado por la defensa, cuestión que se definirá el próximo martes cuando el Tribunal Penal Uno de Eldorado dicte sentencia.
En la audiencia de hoy el magistrado Atilio León, vocal del tribunal que preside Adriana Andino y que también integra Javier Jourdan (subrogante), insistió en su postura de suspender el proceso en virtud de las declaraciones autoincriminatorias efectuadas por Arnoldo Schoenfisch (67), quien pidió ser imputado en lugar de su hijo al confesar que él asesinó a su esposa Faustina Antúnez (54) y luego intentó suicidarse.
Esta vez León hizo su planteo a través de un escrito dirigido a Andino y leído ante las partes previo al inicio de los alegatos, etapa cuyo inicio volvió a demorarse unos minutos por un cuarto intermedio dictaminado para resolver la cuestión.
“Tenemos aquí dos sospechados por un mismo hecho delictuoso, con la única diferencia que uno llegó por el camino de rito y otro que vino como testigo”, advirtió el magistrado, quien reiteró su postura de suspender el debate hasta tanto la confesión de Arnoldo Schoenfisch sea investigada por un fiscal de instrucción para que se determine la consistencia o no de esa versión antes de avanzar sobre Pablo.
Lo mismo había planteado la semana pasada, cuando el padre del imputado declaró por segunda vez, aunque sus pares votaron por continuar el proceso, mientras que este jueves decidieron diferir la resolución de la cuestión al momento del dictado de sentencia, ante lo cual dieron inicio a la ronda de alegatos.

El fiscal exhibió imágenes de la escena del hecho, de armas y otros elementos incautados.
Alevosía
El primero en exponer fue el fiscal Federico Rodríguez, que mantuvo la hipótesis acusatoria que ubicado a Pablo Schoenfisch como autor de un ataque parricida y tachó la autoincriminación de su padre como un “injerto introducido a destiempo por la defensa”.
“Como investigué mucho este caso llegó a esta instancia totalmente convencido de la responsabilidad del imputado en los hechos investigados. El hecho está probado irrefutablemente desde el punto de vista físico, está patentizado en las dos almohadas donde fueron ejecutados con la cabeza apoyada”, postuló.
Rodríguez consideró que “este hecho es el más grave que sucedió en los últimos tiempos: arremeter contra la vida de los padres y además tiene la connotación particular de que además fue hecho en alevosía”.
Y ahondó: “Porque no solamente que mató a su madre e intentó matar a su padre, sino que también hubo alevosía, porque ejecutó a sus padres mientras dormían, sin darles ninguna posibilidad de defensa y con total inmunidad para su persona. Y también hay una connotación extra: la premeditación. Esto fue fríamente calculado, tanto por dónde entró, por dónde salió y la utilización de los guantes”.
De esta manera, el fiscal dio por acreditado que Pablo Schoenfisch fue quien el 14 de mayo de 2020 utilizando un revólver calibre 38 disparó a corta distancia contra sus padres mientras dormían en su casa de Santiago de Liniers, provocando la muerte de su madre Faustina Antúnez y provocando graves lesiones en su padre Arnoldo, que como consecuencia de la agresión quedó ciego.

El fiscal Federico Rodríguez fue en el encargado de formular la acusación.
La defensa, encabezada por los letrados María Laura Alvarenga y Fabián De Sá (concejal de Puerto Iguazú desde el 10 de diciembre), confrontó con la hipótesis acusatoria y argumentó que no hay pruebas “que ubiquen a Pablo en la escena del hecho”.
“No hay una prueba de que Pablo haya estado en ese lugar. Pablo no se llevó nada de esta escena y tampoco dejó nada. No hay ADN de Pablo. En Pablo no hay sangre de Arnoldo, ni de Faustina, ni rastros de pólvora. Tampoco en el supuesto guante que encontró la empleada”, desarrolló la defensa, entre otros argumentos.
En etapa de réplicas y dúplicas, en tanto, Rodríguez respondió con las declaraciones efectuadas por el padre del imputado en etapa de instrucción y ratificadas por varios testigos: “Fue el propio Arnoldo el que ubicó a Pablo en la escena cuando pidió auxilio y dijo: ‘Por culpa de Pablito. Pablito hizo cagada”.
“En este proceso se vio una falta de respeto tremenda de este chico hacia a sus padres. A su madre le insultaba, no le hacía caso, le empujaba y le robaba”, trazó.
También contestó que “por la fuerza de gravedad la pólvora no subió al brazo, pero sí quedó en el guante” utilizado por el acusado.
Los alegatos culminaron con un pedido de absolución por el beneficio de la duda por parte de la defensa y una solicitud de prisión perpetua formulado por Rodríguez, quien consideró al imputado como autor de “homicidio calificado por el vínculo y por haberse cometido con alevosía agravado por la utilización de un arma de fuego”, en perjuicio de su madre, y “homicidio calificado por el vínculo y por haberse cometido con alevosía agravado por la utilización de un arma de fuego, en grado de tentativa”.
Las partes volverán a encontrarse en audiencia el martes de 16 de diciembre, fecha fijada por el tribunal para las últimas palabras del imputado y el posterior dictado de sentencia.
El debate para esclarecer este hecho registrado en 2020 comenzó el 10 de noviembre, pero tras la incriminación del padre del imputado el proceso entró a un sinuoso camino cargado de interrupciones, pedidos de nulidad e idas y vueltas.

Pablo Schoenfisch tiene 23 años y está detenido desde 2020.
Desestiman otra autoincriminación en el caso Schoenfisch y pasan a los alegatos
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