Judiciales
El capo narco misionero Pity Arrúa recibió una pena única de 22 años de cárcel

El Tribunal Oral Federal (TOF) de Concepción del Uruguay, Entre Ríos, impuso una pena de única de 22 años de prisión para el misionero Pedro Amadeo “Pity” Arrúa (61), uno de los mayores “capo narco” de los últimos años en la zona del Litoral, en el marco de cuatro causas que derivaron en condenas previas por hechos de narcotráfico cometidos en Misiones, Entre Ríos y Córdoba.
Entre sus antecedentes Arrúa registra un total de seis condenas, de las cuales cuatro fueron contempladas para el cálculo final de la aplicación de una pena única, castigo que para la fiscal general subrogante de Concepción del Uruguay, Gabriela Agustina Velázquez, debía ser de 30 años de prisión.
En la fundamentación de su pedido, la fiscal interviniente expuso como agraventes la gravedad de los hechos cometidos, que consistió en la organización de maniobras de narcotráfico, algunas de ellas realizadas mientras gozaba de libertad condicional e incluso mientras ya se encontraba preso, como así también que la inclusión de sus familiares directos a la estructura delictiva y la diversidad de territorios abarcados para llevar adelante su plan criminal.
En el análisis de la cuestión, finalmente los magistrados Jorge Sebastián Gallino, Mariela Emilce Rojas y Noemí Marta Berros, decidieron aplicar una pena única de 22 años de prisión, considerando además el estado de salud de Arrúa, quien presenta un diagnóstico oncológico avanzado que le valió el otorgamiento de la prisión domiciliaria a mediados de este año, medida que en primera instancia había sido rechazada.
La resolución fue firmada ayer y publicada en el Centro de Información Judicial (CIJ).

En 2009 Pity Arrúa fue vinculado a la “ruta de la efedrina” y lo atraparon escondido en el ropero de su casa en el barrio Alta Gracia de Posadas.
Pity Arrúa y su carrera delictiva
La vinculación del sindicado capo narco con el delito no es para nada nueva y en Misiones tiene un gran historial.
El hombre nacido en Dos de Mayo apareció por primera vez en las crónicas policiales a mediados de los 90 por una acusación de fraude.
También lo relacionaron con un homicidio, aunque fue sobreseído, y en 2009 fue mencionado en el expediente que investigaba la ruta de la efedrina, lo cual incluso le valió un procedimiento en su chalet del barrio Alta Gracia de Posadas, donde lo hallaron escondido en un ropero y le incautaron un Mini Cooper.
De ahí en más Pity Arrúa comenzó a aparecer en causas de narcotráfico. En 2012 fue condenado por primera vez en Córdoba. Allí recibió 7 años y 6 meses de prisión, pero se la unificaron a 9 teniendo en cuenta que en 2014 recibió otra condena en Posadas por tenencia de arma de guerra.
En 2019 recibió otro fallo en contra. Fue de 8 años de prisión, siendo declarado reincidente por segunda vez y sumado a la causa de Córdoba tuvo una pena única que ascendió a 13 años de cárcel.
Pero la faena narco tampoco se detuvo después de todo ello. Allí empezaron sus causas en Entre Ríos, donde en total recibió tres sentencias por causas que datan desde 2017 a 2021.
Todos los casos juzgados en la provincia entrerriana se produjeron mientras Arrúa gozaba de libertad condicional por la condena impuesta en Córdoba y luego mientras se encontraba alojado en distintas cárceles, desde donde continuaba orquestando maniobras de narcotráfico que luego eran ejecutadas por sus cómplices extramuros, entre ellos familiares directos como alguno de sus hijos.

En uno de los últimos fallos se dispuso el decomiso de la vieja casona del barrio Alta Gracia. FOTOS: El Territorio.
Las investigaciones trazadas permitieron reconstruir que desde la cárcel, primero desde la Unidad Penal II de Gualeguaychú y luego desde la Unidad Penal IV de Concepción del Uruguay, Arrúa dirigía y coordinaba la compra y el traslado de cocaína desde Misiones hasta Corrientes y Entre Ríos, donde las dosis eran distribuidas a vendedores locales. También las comercializaba dentro de las penitenciarias.
El nivel de atención que el misionero, a quien en las escuchas lo mencionaban como “el jefe” o “el viejo”, mantenía de las actividades era tal que él mismo se encargaba de llamar a las empresas de colectivos para conocer los horarios de salida y llegada de los micros para poder coordinar el viaje de las “mulas” que utilizaba para transportar la droga, como así se comunicaba con las casas de cambio para saber las cotizaciones vigentes.
Por esas tres causas el misionero recibió una pena única de 13 años de prisión e incluso en uno de esos fallos la Justicia Federal de Entre Ríos dispuso el decomiso de la vieja casona que Arrúa tenía en el barrio Alta Gracia de Posadas, que en cada uno de los operativos fue objeto de allanamientos. Se decidió, además, su traslado al penal de Marcos Paz.
Ahora, en la sumatoria de todos los expedientes, la Justicia resolvió aplicar una condena única de 22 años de cárcel, ante lo cual se deberá realizar un nuevo cálculo de pena para determinar en qué año Arrúa podría volver a ser declarado hombre libre.
Judiciales
Grooming en Garupá: uno de los policías se defendió y pidió la excarcelación

El sargento Mario Enrique M. (43), uno de los dos policías detenidos en la causa que investiga delitos de grooming en perjuicio de una niña de 12 años que se encontraba cautiva en una fábrica abandonada de Garupá, aceptó declarar ante la Justicia este sábado y se dijo absolutamente inocente, desligándose de los hechos y negando conocer a los demás involucrados.
Según pudo averiguar La Voz de Misiones, al momento de comparecer ante el magistrado Juan Manuel Monte, titular del Juzgado de Instrucción Uno por subrogancia legal, el uniformado tomó la decisión de declarar y brindó su versión de los hechos, descartando su participación en el hecho investigado.
Las fuentes de este medio señalaron que en el desarrollo de su declaración el sargento afirmó que el domingo 12 de octubre, día en que se reporta la desaparición de las niñas del hogar Papa Francisco y en que presuntamente son trasladadas al galpón de Garupá, él estuvo todo el día en su casa junto a su familia dado que estaba de franco.
Agregó que al día siguiente se presentó a trabajar normalmente en la oficina del 911 en el microcentro posadeño y más tarde cumplió adicional en la planta de una reconocida empresa de lácteos en Garupá, de donde afirmó no moverse en ningún momento. Solicitó que se revisen cámaras de seguridad para que se coteje su relato.
Al día siguiente, ya martes, día en que se produjo el rescate de la niña, el uniformado llevó su auto al taller y llegó un poco más tarde a su trabajo con autorización de la Jefatura. Poco después terminó siendo detenido y en esa condición continúa, aunque su defensa legal, encabezada por el letrado Nicolás Emanuel Zayas, solicitó la excarcelación, lo cual podría resolverse en los próximos días.
Más implicados
En paralelo, la investigación continuará su curso. Este sábado también comparecieron ante el juez Monte los otros cuatro implicados que fueron detenidos el martes pasado. Ellos son Pedro G. (37), Eugenio A. (63), Samuel N. (63) y Matías C. (19).
Los tres primeros fueron capturados en el interior de la fábrica abandonada de la ex firma Envasadora Misionera, donde también fue encontrada y rescatada la niña de 12 años que estaba desaparecida desde el domingo. El restante implicado trabaja en una gomería de la zona y se cree que él tuvo alojada en ese lugar a la otra menor que logró escapar para llegar a la comisaría Quinta pidiendo auxilio.
La causa tiene un sexto implicado. Se trata de Cristian Rolando M. (38), otro agente de la Policía de Misiones que está sospechado de cometer hechos de abuso contra la misma niña.
El sargento fue detenido el viernes a la madrugada, cuando se entregó en el antiguo edificio de la seccional Quinta de Garupá. Su indagatoria fue programada para el lunes.
Todas las capturas se dieron gracias a un trabajo articulado entre la propia fuerza provincial y la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas (Saic), con coordinación conjunta entre el procurador general Carlos Giménez, el juez Juan Manuel Monte, el fiscal de Ciberdelitos Juan Pablo Espeche y el subjefe de la Saic Juan Pablo Vedoya Recio.
Detienen a otro policía en investigación por caso de grooming en Garupá
Judiciales
Indagan este viernes a los cinco detenidos por la niña cautiva en Garupá

Los cinco hombres, entre ellos un suboficial de la Policía, que el martes a la mañana fueron detenidos en el marco de una investigación que comenzó por grooming y que derivó en el rescate de una niña de 12 años cautiva en el galpón de una fábrica abandonada de Garupá, comparecerán ante la Justicia este viernes.
Las audiencias de declaración indagatoria se desarrollarán en el Juzgado de Instrucción Uno de Posadas, donde deberán comparecer ante el magistrado Juan Manuel Monte, actualmente titular de esa dependencia por subrogancia legal.
Hasta allí serán trasladados uno a uno los cinco sospechosos detenidos. Ellos son Pedro G. (37), Eugenio A. (63), Samuel N. (63), Matías C. (19) y Mario M. (43), quienes en principio afrontan acusaciones por grooming, aunque no se descarta que la imputación sume delitos mayores, dependiendo de lo que resulte de los estudios y pericias encomendadas a realizar.
Ante el juez Monte, todos tendrán la posibilidad de brindar su versión de los hechos o bien abstenerse de declarar, tal como lo ampara su derecho y sin que ese silencio signifique presunción de culpabilidad.
Los primeros tres sujetos mencionados fueron arrestados en la fábrica abandonada donde también fue encontrada y rescatada la niña de 12 años que estaba desaparecida desde el domingo anterior, tras ausentarse del hogar Papa Francisco en compañía de otra niña de 13 que había logrado escapar de una gomería cercana para llegar hasta la comisaría Quinta en busca de ayuda.
Todo ocurrió en el predio de la ex firma Envasadora Misionera, ubicada en el barrio Ñu Porá de Garupá, donde los investigadores llegaron a partir de los datos aportados por la primera niña auxiliada y tareas de geolocalización.

Así estaba acondicionado el interior del galpón donde fue encontrada la niña desaparecida.
El operativo se activó de inmediato, a tal punto que los primeros investigadores en llegar al predio se arriesgaron a ingresar sin esperar el apoyo de personal táctico para evitar que los sospechosos se fugaran.
Según describieron voceros del procedimiento, al llegar se encontraron con un portón cerrado con cadena y candado, y desde adentro la primera reacción fue entorpecer la acción policial, ante lo cual los presentes decidieron irrumpir.
Allí dieron con los tres primeros arrestados y en el lugar también encontraron a la niña desaparecida. La menor estaba semidormida -se investiga si era producto de algún somnífero o estupefaciente- sobre una cama, tapada con una manta y en compañía de uno de los implicados.
Pero el operativo no acabó ahí. Otro grupo se dirigió hacia la gomería de donde escapó la primera niña. Allí arrestaron al sospechoso de 19 años y en simultáneo otra comitiva arribó a la oficina del 911, en pleno microcentro posadeño, donde esposaron al suboficial de 43 años involucrado. En principio, se especula con que el uniformado obtuvo o buscaba fines sexuales con la menor cautiva.
Fuentes consultadas por La Voz de Misiones indicaron que la trama comenzó días antes, cuando una tercera adolescente del mismo hogar fue contactada a través de Instagram por un adulto que se hizo pasar por menor de edad y la convenció de escaparse para ir a dormir a otro lugar.

Así el estaba el resto del predio donde anteriormente funcionó la ex Envasadora Misionera.
La invitación se extendió hacia las otras dos menores, quienes finalmente lograron fugarse del hogar a pesar de la custodia y de esa forma cayeron en la trampa que, se presume, tenía fines de abuso y explotación sexual en ese predio abandonado y sórdido descubierto el martes a la mañana.
Los investigadores ahora aguardan por el resultado de varios estudios. En principio determinar si existen signos de abuso en las niñas y lo que pueda aparecer mediante el peritaje de aparatos telefónicos y el análisis de cuentas en redes sociales que fueron preservadas ante la volatilidad de la prueba digital.
El operativo general fue coordinado de manera conjunta por el procurador general Carlos Giménez, el magistrado Juan Manuel Monte y el fiscal de Ciberdelitos Juan Pablo Espeche, quienes presenciaron y supervisaron las labores de rescate.
En el procedimiento participaron agentes de la comisaría Quinta, de la División Investigaciones de la Unidad Regional X y personal especializado de la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas (Saic), bajo directivas del subjefe Juan Pablo Vedoya Recio, que también estuvo en el lugar.

El juez Monte, el fiscal Espeche y el subjefe de Saic Vedoya Recio, supervisaron las labores.
Hay otros dos detenidos por el caso de la niña rescatada en Garupá
Judiciales
De Menes fue absuelto por el homicidio de su mamá y es libre 6 años después

Nelson Orlando De Menes (51) estuvo 2741 días detenido como único acusado por el asesinato de su madre Elsa Díaz (70), pero hoy la Justicia dictaminó que no había pruebas suficientes en su contra y decidió absolverlo por el beneficio de la duda. “Estoy conforme”, expresó ya como hombre libre, mientras subía al patrullero que lo llevaría hasta el penal para simplemente retirar sus pertenencias y despedirse de los internos con quienes compartió el encierro durante más de seis años.
La sentencia del Tribunal Penal Uno de Posadas se ajustó a lo solicitado por la defensora oficial Celina Silveira Márquez, desestimando a su vez el planteo del fiscal Martín Alejandro Rau, quien en su alegato había solicitado una pena de prisión perpetua al considerar que De Menes cometió un “homicidio doblemente agravado por alevosía y el vínculo” en perjuicio de su madre.
El tribunal encargado del caso arribó al fallo con el voto mayoritario de los magistrados Viviana Cukla -presidenta- y Miguel Ángel Faría -subrogante-, mientras que Gustavo Bernie votó en disidencia al entender que lo apropiado era el dictado de la perpetua.
De esta manera, la absolución vino acompañada de la inmediata libertad del acusado, quien salió del tribunal sin esposas y solamente debía regresar a la Unidad Penal IV de Miguel Lanús para retirar sus pertenencias. Una nueva vida le espera, salvo que una posible casación logre revertir el fallo a instancias del Superior Tribunal de Justicia (STJ).
“Estoy conforme”, expresó en forma escueta De Menes antes de subirse al móvil del Servicio Penitenciario Provincial (SPP). Previo a ello, al momento de ejercer el derecho a sus últimas palabras, había ratificado su inocencia ante los jueces.
“Soy inocente de todo lo que se me acusa. Yo daba por ella. Eso que dijeron los vecinos que vinieron acá es todo mentira. Ella era una mujer libre, yo no le hacía nada”, dijo De Menes en referencia a los testigos que durante el juicio declararon que Díaz se había vuelto más “retraída” cuando su hijo se mudó con ella a la casa que compartían en el barrio 2 de Febrero de Candelaria, donde también se produjo el crimen que ahora quedó sin resolverse.

El voto de los jueces en orden: Gustavo Bernie condena; Viviana Cukla y Miguel Ángel Faría absolución.
“Solo me quedan preguntas”
En defensa del imputado intervino Celina Silveira Márquez, que fue la última en alegar pero cuyo planteo fue atendido en forma favorable por dos de los magistrados del tribunal.
“Es una causa rica en testimonios, pero no tenemos ninguna prueba directa sobre este triste suceso. No hay una sola prueba de cargo, son solo indicios. Ser introvertido y pedirle plata a la madre no te convierte en un matricida”, postuló la defensora oficial.
Y continuó: “Las pruebas científicas dicen que no tenemos el arma homicida. Todas las pericias de ADN dieron negativo. El ADN de De Menes no fue encontrado en nada. Entonces, después de todo, a mí solo me quedan preguntas. Acá no hay pruebas suficientes para una sentencia condenatoria, no hay forma de darlo como autor del hecho, no hay nada que quebrante su principio inocencia”.

De Menes estuvo detenido desde el día del crimen: 10 de febrero de 2019.
La teoría acusatoria
El alegato de Silveira Márquez fue la respuesta a la exposición dada por el fiscal Martín Rau, quien en contrapartida había considerado “acreditada” la autoría del hecho criminal por parte de De Menes y en consecuencia había solicitado la máxima pena en su contra.
En su teoría del caso, Rau apuntó que durante la madrugada del 10 de febrero de 2019 el acusado aguardó que su madre se durmiera para atacarla “sobre seguro” y matarla de un garrotazo en la cabeza sin que siquiera la víctima se de cuenta.
Para ello, el fiscal se apoyó en los testimonios recolectados tanto en la etapa de instrucción como durante el debate oral que comenzó el martes pasado y se extendió a lo largo de cinco audiencias.
En ese marco, repasó las declaraciones de dos vecinas de Díaz, quienes manifestaron que la mujer había manifestado que su hijo “la quebrantaba” por plata e indicaron que esa noche vieron a De Menes en el lugar.
También hizo énfasis en los aportes dados por otro grupo de testigos, entre ellos las peritos Andrea Strocen Schelske y Cintia Beyer, que ante las partes describieron que la escena del crimen no coincidía con un caso de robo, tal como había planteado el acusado apenas se descubrió el crimen.
“Es falsa la tesis del olor a sangre y de la ventana abierta que dio el imputado en esta sala”, refutó en una parte de su alegato el fiscal Rau, que también hizo mención a las pisadas de barro detectadas en la escena compatibles con una zapatilla del acusado y la actitud evasiva que De Menes tuvo durante el procedimiento respecto a la llave que abría el depósito donde se hallaron los elementos que él había dado como robados ante la Policía.

El fiscal Rau exhibiendo imágenes de la causa. En el fondo, el juez Bernie, el único que votó por la condena.
“Sobre la mesa había una billetera con plata, pero resulta que en un robo nadie se llevó esa billetera con cash. La tele y la garrafa estaban en el depósito, donde también había una moto y un casco, elementos de valor que tampoco nadie se robó. Los testigos dijeron que la casa estaba impecable. El escenario es incompatible con un robo y la teoría de un crimen pasional también está descartada. El acusado fue dando diferentes hipótesis para germinar eso en los vecinos y desviar la investigación”, trazó Rau.
Y cerró: “La hipótesis más certera es que el imputado mató a Elsa. En el lugar todos los caminos conducen a Roma y Roma está sentado ahí en frente. Estoy convencido de su autoría. Lo hizo sobre seguro, aprovechando mientras ella dormía. No hay ningún signo de defensa”.
Bajo esa premisa, el fiscal pidió que De Menes sea condenado a prisión perpetua como autor del delito de “homicidio doblemente agravado por alevosía y el vínculo”, aunque el planteo no prosperó.
El juicio, día por día
Día 1: Lo acusan de matar a su mamá y se defendió en juicio: “Yo daba todo por ella”
Día 2: Perito repasó indicios que contradicen teoría de un robo en el caso Elsa Díaz
Día 3: Juicio por matricidio: “Ella se volvió más cerrada desde que llegó su hijo”
Día 4: Se aguarda por un testigo para iniciar los alegatos en el juicio a De Menes
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