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“Con esto se pudre copado”: los chats sobre el armado de otra revuelta policial

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revuelta policial

La detención el último lunes del oficial ayudante Diego Hernán Correa y el secuestro de su teléfono celular fueron clave para que la Justicia desactive el armado de otra revuelta policial en Misiones.

El uniformado con prestación de servicios en la comisaría Décima de Posadas fue denunciado por otro camarada a quien incitaba a participar de nueva protesta policial y cuando los peritos analizaron su teléfono celular encontraron todas las pruebas que derivaron ayer en la detención de -hasta ahora- siete agentes, tanto activos como retirados, entre ellos el vocero Ramón Amarilla.

Las medidas ordenadas ayer por el magistrado Fernando Verón, titular del Juzgado de Instrucción Tres de Posadas, fueron en el marco de una causa que investiga posibles delitos caratulados como “intento de sedición y conspiración” y encontraron sustento en una serie de chats detectados en un grupo de whatsapp llamado “Solo Cola”, donde los involucrados proponían diferentes acciones para desestabilizar a la cúpula de la institución.

“Con esto se pudre copado”, celebró Diego Correa -según los chats que se filtraron- cuando otro de los miembros del grupo propuso provocar incendios de malezas en diferentes puntos de la ciudad para luego sustraer los móviles de Bomberos.

“Llamar al 911 en simultáneo y hacer incendio de malezas, o cerca del Parque de la Ciudad prender fuego. Que vayan los bomberos. Ahí hay que estar atento, apresto. Una vez que baja el chofer agarrar el móvil. Y así las demás jurisdicciones”, fue el audio que envío uno de los ahora detenidos.

“Nosotros tenemos que hacer primero los móviles de bomberos. Porque si ya robaron un móvil de cualquier comando o comisaría, el móvil de bombero no va a salir por un incendio de malezas, solo por un incendio de QTH (casas) o una persona atrapada”, respondió y redobló la apuesta otro.

Y agregan: “Eso se planifica. Primero nos podemos centrar en el móvil de bomberos y otro grupo en el móvil de las comisarías. Para eso estábamos hablando con los choferes a ver si se prestan”.

Entre quienes se alcanzan a ver como integrantes de ese grupo están los tres agentes detenidos ayer a la tarde Ramón Alejandro Arrieta, Elías Horacio Coutto y Lisandro Ramón Cantero, quienes también están imputados en la otra causa que se tramita en forma separada en el Juzgado de Instrucción Seis de Posadas por el acampe policial que se extendió desde el 17 hasta el 29 de mayo pasado.

Pero no fueron los únicos detenidos, ya que el número ascendió anoche a siete, siendo el último aprehendido Ramón Amarilla, a quien fueron a buscar a su casa pero él se presentó en la Jefatura de Policía para ponerse a disposición de las autoridades.

En ese lugar, Amarilla fue subido a un patrullero y trasladado a la comisaría Segunda, donde pasó la noche y quedó detenido en carácter de incomunicado.

“Esto podía haber sido una citación”

El vocero estuvo acompañado de su abogado defensor, el ex juez penal Ramón Grinhauz, quien dialogó con La Voz de Misiones y confirmó que la nueva causa se desencadenó a partir de los chats mencionados.

“Esta causa dio origen a través de una denuncia de un oficial de policía que supuestamente había recibido un pedido para tomar la jefatura. A raíz de esa denuncia se desencadena todo esto y hay un chats y se desencadenó todo este operativo”, precisó.

“Como siempre, todos quisieron estar a disposición de la Justicia. En esta, no hacía falta hacer todo este despliegue, desgaste jurisdiccional. Amarilla como hombre de la Justicia, como auxiliar de la Justicia, se presentó para comparecer”, agregó.

El letrado afirmó “esto es todo nuevo, no tengo idea de lo que hay dentro del expediente. Me llamó la atención este despliegue. Esto podía haber sido un comparendo, una citación y la gente se iba a presentar. Acá no hay posibilidad de fuga, ni entorpecimiento. No hay nada que amerite tamaña detención”.

Grinhauz también es defensor de Correa, el primer policía detenido, quien se abstuvo de declarar ante el juez Verón y se pidió por su excarcelación, aunque la solicitud todavía no tuvo respuesta.

“Ellos buscaban un pequeño aumento nuevamente, porque como todo sube, todo cuesta, las cosas siguen subiendo (de precio), todos tienen conocimiento de ello. Así que entonces sí, ellos estaban luchando con sus compañeros para que las cosas sigan mejorando. O sea, no esperaba, creo yo, no tenía deseos de que pasara esto. Él quería seguir luchando con sus compañeros para que se pueda conseguir ese aumento (salarial)”, expresó a Agencia Hoy la pareja de Correa tras la detención del agente.

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Acampe docente: condenan a Gurina y Sánchez por desobediencia y corte de calle

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condenas a Monica Gurina y Leandro Sanchez

Para la Justicia misionera, los docentes y dirigentes sindicales Mónica Gurina y Leandro Sánchez cometieron delitos durante el acampe que interrumpió el tránsito sobre lo avenida Uruguay a mediados del año pasado durante una protesta multisectorial en reclamo de mejoras salariales.

Así lo determinó esta tarde la jueza Correccional y de Menores Uno de Posadas, Marcela Leiva, quien como presidenta del tribunal unipersonal encargado de llevar adelante el juicio oral decidió condenar a ambos trabajadores de la educación como coautores de los delitos de “desobediencia judicial y entorpecimiento del normal funcionamiento de los medios de transporte”, misma imputación con la cual llegaron a esta instancia.

Las penas impartidas fueron 10 meses de prisión en suspenso para Gurina y 8 meses de prisión en suspenso para Sánchez, quienes además deberán realizar 8 horas mensuales de tareas comunitarias dando clases en comedores infantiles.

Los fundamentos del fallo serán comunicados el 1 de diciembre, jornada para la cual el colectivo de docentes y trabajadores de la educación unidos en acompañamiento a los ahora condenados anunció un paro con posible movilización hacia el Palacio de Justicia, donde esta mañana volvieron a montar una vigilia y luego reclamaron que el veredicto busca “criminalizar la protesta”.

La defensa de los docentes, encabezada por el abogado Eduardo Paredes, junto a Roxana Rivas y María Laura Alvarenga, adelantó que una vez conocido los argumentos apelarán el fallo y de ser necesario insistirán hasta llevar el caso a la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN).

La fiscal María Laura Álvarez fue la primera en alegar y solicitó condenas para los imputados.

“No hay derecho absoluto”

El fallo se ajustó casi en su totalidad con el planteo efectuado previamente por la fiscal María Laura Álvarez, que al momento de su alegato consideró que ambos docentes habían cometido los delitos imputados en el marco de la protesta realizada el año pasado y, por ende, pidió 1 año de prisión en suspenso para Gurina y 10 meses en suspenso para Sánchez.

Álvarez argumentó que el mayor pedido contra Gurina fue porque ella “tenía un plus en la ejecución” de las acciones enmarcadas en la protesta y el acampe instalado sobre la avenida Uruguay, casi Trincheras de San José, una cuadra antes del campamento similar montado por agentes policiales frente al Comando Radioeléctrico Uno.

En su alegato, la fiscal remarcó los perjuicios económicos sufridos por unos 80 comerciantes de la avenida Uruguay, tomando como ejemplo a Gustavo Cardozo, dueño de Vicar Muebles, que como testigo declaró que sus ventas bajaron un 40% durante los días que duró la protesta.

Consideró, además, que ambos docentes incumplieron en forma “dolosa” con la orden de despeje de la calle emitida por el juez Ricardo Balor y para ello se apoyó en las declaraciones de varios agentes policiales que hoy comparecieron como testigos, entre ellos Mariela Acosta, mediadora de la fuerza provincial.

“Nadie está en contra del derecho a la protesta, pero la Corte dijo que no hay ningún derecho absoluto”, expresó Álvarez que anoche además presentó un escrito solicitando que la audiencia de hoy se restrinja al público.

En sus argumentos, expuso que el martes se sintió “coaccionada, intimidada y acosada” por el público que acompañaba a los docentes enjuiciados.

La defensa se opuso y la jueza Leiva también, que aceptó el ingreso del público, aunque reiteró las normas de comportamiento. Lo que no hubo fue transmisión oficial en vivo, como suele en la mayoría de los debates orales, salvo excepciones como casos de abuso sexual donde prevalece el derecho a la intimidad de la víctima.

Sánchez reinvidicó el derecho a protesta al dar sus últimas palabras, poco después de sufrir un cuadro de presión alta.

“Fue un hecho público y multitudinario”

En defensa de los imputados alegaron los tres letrados del equipo técnico legal, siendo Paredes y Rivas los principales oradores.

En primer término, Paredes realizó un repaso de las luchas sociales y conquistas de derechos obtenidas en el marco de protestas en las calles. A nivel nacional mencionó la protesta del campo contra la resolución 125 que lideró Alfredo De Angeli -hoy senador nacional- y en materia provincial recordó el tractorazo que derivó en la creación del Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym).

“Hubo tractores sobre la plaza, se cortó el tránsito, los empleados apenas podían ingresar a la casa de gobierno. Aún así, el gobierno reconoció que eran derechos constitucionales y no tomó ninguna medida. Así salió el Inym y el gobierno provincial nunca impulsó un proceso”, ejemplificó.

Rivas, por su parte, consideró que la causa carecía de pruebas para dar por acreditada las acusaciones. “Fue un hecho público y multitudinario. No hay pruebas de que ambos hayan ‘liderado’ la protesta. Esto era, además, multisectorial. Es imposible endilgarle un ‘poder de dirección’ en los hechos”, apuntó.

También cuestionó que “los daños económicos en los comerciantes son presumido, no está acreditado” y aseveró que “la salida acá es entender que este conflicto ya se resolvió en sede administrativa”.

En consecuencia, la defensa pidió la absolución de los acusados o, en forma subsidiaria, la aplicación del estado de necesidad justificante o del estado de necesidad disculpante.

Los planteos defensivos no prosperaron. Tras más de dos horas de deliberación, la magistrada Leiva regresó a la sala con el veredicto y por secretaría se leyó la condena para ambos docentes.

La sentencia de la jueza Marcela Leiva fue impartida poco después de las 14.

 

Gurina y Sánchez en juicio: “Ir al acampe fue colectivo y asambleario”

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La defensa pidió la absolución y hay cuarto intermedio hasta sentencia

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Tras el pedido de absolución planteado por la defensa, los docentes y dirigentes sindicales Mónica Gurina y Leandro Sánchez hicieron uso de sus últimas palabras antes del cuarto intermedio para deliberar la sentencia por parte de la magistrada Marcela Leiva.

Sánchez, visiblemente emocionado y hasta con un cuadro de suba de presión, reinvindicó el derecho a protesta e insistió en el carácter asambleario de todas las decisiones tomadas durante la protesta del año pasado. “No tenemos liderazgos, tenemos asambleas en las plazas“, señaló.

Y afirmó: “No somos el diablo. Somos ciudadanos insurrectos, que no soportan la injusticia y no se resignan a ser maestros sin casa”.

A lo que agregó: “Si nos condenan, van a condenar la protesta social. Sentarán un precedente para el país y se llenarán las cárceles de maestros y trabajadores”

Gurina también se expresó brevemente y adhirió a las palabras de su colega.

Luego, la jueza Leiva dispuso un cuarto intermedio por tiempo indeterminado para deliberar y dictar sentencia.
Minutos antes, la fiscal María Laura Álvarez había solicitado penas de 1 años y 10 meses de prisión en suspenso para los imputados, siendo el mayor pedido contra Gurina.

La fiscalía pidió condenas contra Mónica Gurina y Leandro Sánchez

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La fiscalía pidió condenas contra Mónica Gurina y Leandro Sánchez

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La fiscal María Laura Álvarez solicitó 1 año de prisión para Mónica Gurina y 10 meses de prisión para Leandro Sánchez.

El cumplimiento de la pena es en suspenso, es decir, que no implica ir a la cárcel y también contempla la realización de tareas comunitarias.

Para la fiscalía, ambos fueron coautores de los delitos de “desobediencia judicial” y “entorpecimiento del normal funcionamiento de los medios de transporte”, misma imputación bajo la cual llegaron a juicio oral.

Alvarez argumentó que el mayor pedido de pena fue para Gurina porque “tenía un plus en la ejecución” de las acciones enmarcadas en la protesta y el acampe docente desarrollado entre mayo y junio de 2024.

En su alegato, la fiscal remarcó los perjuicios económicos sufridos por los comerciantes de la avenida Uruguay y el entorpecimiento del transporte.

“Nadie está en contra del derecho a la protesta, pero la Corte dijo que no hay ningún derecho absoluto”, expresó Álvarez.

A continuación es el turno de alegar a la defensa de los docentes imputados y más tarde la jueza Marcela Leiva dictaría sentencia.

Comenzó el segundo día de juicio a Mónica Gurina y Leandro Sánchez

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