Judiciales
Caso Horacelia: Monzón sostiene que se defendió y reclamó por suero de la verdad
El juicio oral por el femicidio de Horacelia Marasca (16), asesinada a puñaladas y descuartizada en 2015 en su casa de Villa Cabello, comenzó esta mañana y el único acusado del caso, Martín Monzón (39), mantuvo la versión de que la muerte de la adolescente se produjo durante un forcejeo defensivo de su parte y volvió a pedir para declarar bajo los efectos del “suero de la verdad”.
“Como sabía que desde el principio no me iban a creer, había solicitado a través de mi defensa que se me tome declaración bajo los efectos del suero de la verdad, porque encontraba en eso la única manera de hacer creíble mi relato”, sostuvo el imputado ante el Tribunal Penal Dos de Posadas, apenas se le concedió la palabra esta mañana, luego de la lectura del requerimiento de elevación a juicio de la causa y de la apertura formal del proceso oral en el que cual se ventilará el femicidio registrado el 16 de agosto de 2015 en Posadas.
En esa misma instancia, Monzón señaló que no iba a responder preguntas ni agregar nada, solamente deseaba ratificar lo ya declarado en indagatorias producidas durante la etapa de investigación, que estuvo a cargo del magistrado Ricardo Balor, titular del Juzgado de Instrucción Seis de Posadas.
“No deseo agregar otra cosa, solo que se lea mi declaración ya escrita, sin agregar, ni quitar nada hasta que se me conceda el derecho de declarar bajo el suero de la verdad, porque encuentro esa la única forma de hacer creíble mis palabras. No voy a responder ninguna pregunta”, recalcó respecto a su planteo, lo cual ya fue solicitado en instancias previas por su defensa y rechazado hasta por el Superior Tribunal de Justicia (STJ) de la provincia.
En consecuencia, el tribunal, presidido por el magistrado César Yaya e integrado por Gregorio Busse y Fernando Verón (subrogante), ordenó que se leyera ante las partes las declaraciones indagatorias vertidas por el imputado durante la etapa de instrucción y agregadas al expediente.

Martín Monzón, de 39 años, está detenido desde 2015 y puede ser condenado a prisión perpetua.
La teoría defensiva
Dichas declaraciones fueron vertidas el 28 de agosto y el 14 de septiembre de 2015 y en las dos Monzón refiere haberse defendido de una agresión inicial de Horacelia, situación que devino en un forcejo en el que la joven culminó con un cuchillo incrustado en el pecho.
En esas declaraciones, el imputado sostuvo que había conocido a Horacelia cuando esta trabajaba de enfermera en casa de su madre y él decidió pelearse con su familia para convivir con ella.
Sostuvo que a los pocos meses de relación la joven quedó embarazada y que al tener al pequeño comenzaron los problemas, la mayoría de ellos vinculados a cuestiones de “infidelidad”.
Sobre el día del hecho, recordó que esa noche (16 de agosto de 2015) Horacelia pretendió irse de la casa, pero él se opuso, lo cual dio inicio a una discusión en la que -según Monzón- él fue atacado primero.
“Se vistió y me dijo que iba a salir. Yo le negué. Ahí ella trajo un cuchillo, empezó a amenazarme y en el forcejeo se le clava el cuchillo en el pecho. Ahí tuve miedo y me deshice del cuerpo e hice como si fuese que ella se había ido”, dijo en su primera indagatoria.
Luego, en la ampliación dada en septiembre, agregó que “ella me atacó con una puñalada, yo le torcí el brazo y cayó al piso. En el forcejeo veo el cuchillo incrustado en el pecho. Empezó a salir mucha sangre y empezó a temblar. Me asusté. Yo la quería mucho”.

El acusado, ante el tribunal y el fiscal Vladimir Glinka.
Sobre lo realizado posterior al crimen, es decir, el desmembramiento del cuerpo, manifestó que “a la mañana llevé los restos, dos bolsas dejé en un contenedor, dos en un desagüe y otra en un caño. Pensé que nunca se iba a saber nada”.
Durante esas mismas indagatorias le preguntaron si sabía que la joven ya no tenía signos vitales cuando procedió a descuartizar el cadáver y respondió que “sí, le toqué el puso. Si estaba viva yo juro que iba a pedir ayuda”.
Al culminar la lectura de sus declaraciones, el tribunal dispuso un cuarto intermedio hasta mañana, a partir de las 8.30, para comenzar la etapa de testimoniales.
Según fuentes consultadas por La Voz de Misiones, hay al menos 26 testigos, entre familiares, vecinos, peritos y profesionales de diversas áreas, citadas a prestar declaración.
En el debate interviene el fiscal Vladimir Glinka, mientras que el imputado cuenta con la representación del abogado defensor oficial Miguel Ángel Varela.
Monzón está detenido desde el inicio de la causa y está imputado por el delito de “homicidio agravado por el vínculo”, que prevé una pena de prisión perpetua en caso de ser hallado responsable.
Tres golpes y tres puñaladas
Previo a comparecer Monzón ante el estrado, en la sala de audiencias se procedió a la lectura del requerimiento de elevación a juicio de la causa, formulada en su momento por la fiscal María Laura Álvarez.
En ese documento se plasman las pruebas obrantes en la causa, se traza la hipótesis acusatoria y se califica el hecho según el encuadre legal que se considera pertinente.
Allí se detalló que la investigación del caso comenzó el 17 de agosto de 2015, a las 8.30, cuando el propio Monzón se acercó a la Comisaría Séptima para denunciar la desaparición de su pareja. En esa instancia, aseguró que a las 00.30 de esa madrugada él la vio por última vez, cuando “dejó que se vaya” porque la joven quería “rehacer su vida”.
La pesquisa terminó develando cuestiones totalmente contrapuestas. Es que, en base a los elementos recolectados, se reconstruyó que la noche previa, es decir, el 16 de agosto, entre las 21.30 y las 23, mientras se disputaba un partido entre Arsenal y Boca Juniors, se produjo una discusión entre Horacelia y Monzón en el interior de departamento 3, de la planta baja del edificio A, de la chacra 150 de Villa Cabello, donde residían hace unos meses.

Monzón es representado por el defensor oficial Miguel Ángel Varela -a la derecha-.
La hipótesis acusatoria sostiene que la discusión se originó por una relación paralela de la adolescente, tras lo cual se inició una pelea, en la cual Horacelia recibió tres golpes, uno en la cara, que le provocó el desprendimiento de tres piezas dentarias, y tres puñaladas con un cuchillo tipo carnicero, una de 14 centímetros de profundidad, que le perforó el pulmón y el corazón.
Posteriormente, fue desmembrada en cinco partes, puestas en bolsas de consorcio y descartada en distintos puntos del barrio, algunos en desagües que desembocan en el arroyo Mártires.
Gran parte de los restos -no todos- fueron hallados horas después gracias a los señalamientos dados por el propio imputado, según se consigna en el requerimiento de elevación a juicio leído esta mañana ante todos los presentes en la sala de audiencias.
Antes de arrancar el juicio, en el marco de los planteos preliminares, el defensor Varela solicitó la nulidad de algunas medidas previas, referidas principalmente al rechazo de algunos testigos y al uso de pentotal sódico, pero el tribunal desestimó todos los pedidos.
Judiciales
Perpetua a Schoenfisch por matar a su mamá y dejar ciego a su papá a tiros
El Tribunal Penal Uno de Eldorado, en voto dividido de sus magistrados, decidió condenar a prisión perpetua a Pablo Schoenfisch por asesinar a su madre y dejar ciego a su padre mediante un ataque a balazos efectuado mientras ambas víctimas dormían en su casa de Santiago de Liniers durante la madrugada del 14 de mayo de 2020.
El fallo fue leído esta mañana y debió repetirse minutos después debido a una falla técnica en la transmisión. La presidenta el tribunal, la jueza Adriana Andino, y el vocal subrogante Javier Jourdan, fueron quienes inclinaron la decisión hacia una sentencia condenatoria, mientras que Atilio León votó en disidencia, ratificando la postura expuesta cuando en varias instancias del debate planteó que el proceso debía suspenderse para que se investigue la autoincriminación del padre del imputado.
La condena emitida contra Pablo Schoenfisch (23) fue de prisión perpetua como autor de los delitos de “homicidio calificado por el vínculo y por haberse cometido con alevosía agravado por la utilización de un arma de fuego”, en perjuicio de su madre Faustina Antúnez (54), y “homicidio calificado por el vínculo y por haberse cometido con alevosía agravado por la utilización de un arma de fuego, en grado de tentativa”, contra su padre Arnoldo (67).
De esta manera, el joven continuará privado de su libertad en la Unidad Penal III de Eldorado, donde deberá cumplir 35 años de prisión efectiva.
El tribunal también dio lugar al pedido del fiscal Federico Rodríguez para remitir las actuaciones pertinentes para que la fiscalía de instrucción investigue a Arnoldo Schoenfisch por falso testimonio.
“Yo no fui”
Poco antes de oír el fallo condenatorio, el joven imputado hizo uso de sus últimas palabras e insistió en su inocencia: “Quiero poner en claro que yo no fui el que disparé a mi madre y tampoco atenté contra la vida de mi padre. Cómo yo haría un delito así, siendo que mis padres me daban de todo, ellos son todo para mí, son mi vida entera. No hay motivos para que yo haga eso que me acusan”.
Pablo Schoenfisch además se despachó contra los testigos que declararon en su contra, entre ellos sus hermanos, primos y agentes policiales, quienes ante el tribunal dieron cuenta de episodios de violencia, malos tratos y amenazas de muerte de parte del imputado hacia sus padres.
“Quisiera que se guíen por las pruebas, no por el se dice qué. Los testigos vienen a hablar pavadas y estupideces acá”, pidió ante los magistrados, al tiempo que expuso algo que no había dicho en ninguna de tres declaraciones que dio durante el transcurso del juicio.
“Quisiera que cuentan la agresividad que tenia mi viejo. Nunca se contó que pero él una vez le tiró una piedra a mi mamá”, relató y contó que en otra oportunidad su padre apuntó con un arma en la cabeza a uno de sus hermanos.
Ejecución
Nada prosperó, dado que el tribunal se inclinó por la condena y dictó un fallo coincidente con el pedido planteado por el fiscal Rodríguez, quien consideró acreditado que fue el joven quien atacó a balazos a sus padres mientras dormían y desestimó la autocriminación de Arnoldo Schoenfisch, que en pleno juicio pidió ser imputado por el crimen de su esposa y desligó a su hijo del hecho.
En su alegato, Rodríguez señaló que “como investigué mucho este caso llegó a esta instancia totalmente convencido de la responsabilidad del imputado en los hechos investigados. El hecho está probado irrefutablemente desde el punto de vista físico, está patentizado en las dos almohadas donde fueron ejecutados con la cabeza apoyada”.
Consideró, además, que “este hecho es el más grave que sucedió en los últimos tiempos: arremeter contra la vida de los padres y además tiene la connotación particular de que además fue hecho en alevosía”.
Y ahondó: “Porque no solamente que mató a su madre e intentó matar a su padre, sino que también hubo alevosía, porque ejecutó a sus padres mientras dormían, sin darles ninguna posibilidad de defensa y con total inmunidad para su persona. Y también hay una connotación extra: la premeditación. Esto fue fríamente calculado, tanto por dónde entró, por dónde salió y la utilización de los guantes”.
Fiscal pide perpetua para Schoenfisch: “Ejecutó a sus padres mientras dormían”
Judiciales
Denunciante de Bruno Zapelli ratificó sus acusaciones en la Justicia
Luego de que María José Humeniuk (32) diera a conocer públicamente los hechos de violencia física, verbal y hostigamiento por parte de su ex pareja Bruno Zapelli (35) y recibiera custodia policial, el pasado jueves volvió a declarar ante la Justicia y ratificó cada una de sus acusaciones.
Tras ser citado a prestar declaración testimonial en el marco de la causa que investiga a su ex pareja, la joven se presentó ante el Juzgado de Instrucción Dos de Posadas y ratificó las mismas acusaciones que dejó asentado en la denuncia que disparó el caso y en una entrevista con este medio.
En su declaración Humeniuk recordó que conoció a Zapelli en el año 2020 e inició un vínculo de pareja dos años más tarde.
La denunciante aseguró que la relación se tornó conflictiva pasados unos meses con “problemas de convivencia”, además de “insultos, forcejeos y empujones” que se incrementaron paulatinamente cada vez que ella le sugería que la ayudara económicamente, ya que habría sido ella quien “sostenía el hogar” e incluso las actividades escolares diarias del hijo de Zapelli, quien convivía con ambos.
Desde entonces, transitaron varias separaciones y reconoció que “los insultos y maltratos nunca pararon”, pero que “con la manipulación él intentaba volver” y ella “accedía”, hasta que finalmente, la ruptura definitiva se dio en mayo de 2024, cuando se produjo otro hecho de violencia física.
Los detalles de estos episodios fueron publicados el 4 de diciembre por La Voz de Misiones, horas antes de la detención de Zapelli, quien finalmente fue liberado al día siguiente con una orden de restricción de acercamiento hacia la denunciante, entre otras medidas, como una prohibición de salida de la provincia y la obligación de acreditar tratamiento de salud mental.
A raíz de la visibilización de ese caso, otras presuntas víctimas de Zapelli dieron a conocer su experiencia y también revelaron agresiones, dejando expuesto un “patrón de conducta” reiterativo, caracterizado por manipulación, mentiras y reacciones violentas, tanto verbales como físicas.
Por su parte, Humeniuk recibió tres custodias renovables por 10 días y obtuvo un botón antipánico.
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Fiscal pide perpetua para Schoenfisch: “Ejecutó a sus padres mientras dormían”
El juicio contra Pablo Schoenfisch (23), marcado por una serie de particularidades que tornaron el proceso lento, tedioso y mucho más extenso de lo previsto, finalmente entró en etapa decisiva con un pedido de prisión perpetua formulado por la fiscalía y un planteo de absolución efectuado por la defensa, cuestión que se definirá el próximo martes cuando el Tribunal Penal Uno de Eldorado dicte sentencia.
En la audiencia de hoy el magistrado Atilio León, vocal del tribunal que preside Adriana Andino y que también integra Javier Jourdan (subrogante), insistió en su postura de suspender el proceso en virtud de las declaraciones autoincriminatorias efectuadas por Arnoldo Schoenfisch (67), quien pidió ser imputado en lugar de su hijo al confesar que él asesinó a su esposa Faustina Antúnez (54) y luego intentó suicidarse.
Esta vez León hizo su planteo a través de un escrito dirigido a Andino y leído ante las partes previo al inicio de los alegatos, etapa cuyo inicio volvió a demorarse unos minutos por un cuarto intermedio dictaminado para resolver la cuestión.
“Tenemos aquí dos sospechados por un mismo hecho delictuoso, con la única diferencia que uno llegó por el camino de rito y otro que vino como testigo”, advirtió el magistrado, quien reiteró su postura de suspender el debate hasta tanto la confesión de Arnoldo Schoenfisch sea investigada por un fiscal de instrucción para que se determine la consistencia o no de esa versión antes de avanzar sobre Pablo.
Lo mismo había planteado la semana pasada, cuando el padre del imputado declaró por segunda vez, aunque sus pares votaron por continuar el proceso, mientras que este jueves decidieron diferir la resolución de la cuestión al momento del dictado de sentencia, ante lo cual dieron inicio a la ronda de alegatos.

El fiscal exhibió imágenes de la escena del hecho, de armas y otros elementos incautados.
Alevosía
El primero en exponer fue el fiscal Federico Rodríguez, que mantuvo la hipótesis acusatoria que ubicado a Pablo Schoenfisch como autor de un ataque parricida y tachó la autoincriminación de su padre como un “injerto introducido a destiempo por la defensa”.
“Como investigué mucho este caso llegó a esta instancia totalmente convencido de la responsabilidad del imputado en los hechos investigados. El hecho está probado irrefutablemente desde el punto de vista físico, está patentizado en las dos almohadas donde fueron ejecutados con la cabeza apoyada”, postuló.
Rodríguez consideró que “este hecho es el más grave que sucedió en los últimos tiempos: arremeter contra la vida de los padres y además tiene la connotación particular de que además fue hecho en alevosía”.
Y ahondó: “Porque no solamente que mató a su madre e intentó matar a su padre, sino que también hubo alevosía, porque ejecutó a sus padres mientras dormían, sin darles ninguna posibilidad de defensa y con total inmunidad para su persona. Y también hay una connotación extra: la premeditación. Esto fue fríamente calculado, tanto por dónde entró, por dónde salió y la utilización de los guantes”.
De esta manera, el fiscal dio por acreditado que Pablo Schoenfisch fue quien el 14 de mayo de 2020 utilizando un revólver calibre 38 disparó a corta distancia contra sus padres mientras dormían en su casa de Santiago de Liniers, provocando la muerte de su madre Faustina Antúnez y provocando graves lesiones en su padre Arnoldo, que como consecuencia de la agresión quedó ciego.

El fiscal Federico Rodríguez fue en el encargado de formular la acusación.
La defensa, encabezada por los letrados María Laura Alvarenga y Fabián De Sá (concejal de Puerto Iguazú desde el 10 de diciembre), confrontó con la hipótesis acusatoria y argumentó que no hay pruebas “que ubiquen a Pablo en la escena del hecho”.
“No hay una prueba de que Pablo haya estado en ese lugar. Pablo no se llevó nada de esta escena y tampoco dejó nada. No hay ADN de Pablo. En Pablo no hay sangre de Arnoldo, ni de Faustina, ni rastros de pólvora. Tampoco en el supuesto guante que encontró la empleada”, desarrolló la defensa, entre otros argumentos.
En etapa de réplicas y dúplicas, en tanto, Rodríguez respondió con las declaraciones efectuadas por el padre del imputado en etapa de instrucción y ratificadas por varios testigos: “Fue el propio Arnoldo el que ubicó a Pablo en la escena cuando pidió auxilio y dijo: ‘Por culpa de Pablito. Pablito hizo cagada”.
“En este proceso se vio una falta de respeto tremenda de este chico hacia a sus padres. A su madre le insultaba, no le hacía caso, le empujaba y le robaba”, trazó.
También contestó que “por la fuerza de gravedad la pólvora no subió al brazo, pero sí quedó en el guante” utilizado por el acusado.
Los alegatos culminaron con un pedido de absolución por el beneficio de la duda por parte de la defensa y una solicitud de prisión perpetua formulado por Rodríguez, quien consideró al imputado como autor de “homicidio calificado por el vínculo y por haberse cometido con alevosía agravado por la utilización de un arma de fuego”, en perjuicio de su madre, y “homicidio calificado por el vínculo y por haberse cometido con alevosía agravado por la utilización de un arma de fuego, en grado de tentativa”.
Las partes volverán a encontrarse en audiencia el martes de 16 de diciembre, fecha fijada por el tribunal para las últimas palabras del imputado y el posterior dictado de sentencia.
El debate para esclarecer este hecho registrado en 2020 comenzó el 10 de noviembre, pero tras la incriminación del padre del imputado el proceso entró a un sinuoso camino cargado de interrupciones, pedidos de nulidad e idas y vueltas.

Pablo Schoenfisch tiene 23 años y está detenido desde 2020.
Desestiman otra autoincriminación en el caso Schoenfisch y pasan a los alegatos
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