Judiciales
Bolsonarista prófugo por intento de golpe en Brasil vive en Puerto Iguazú
Joelson Sebastiao Freitas (48), un seguidor de Jair Bolsonaro actualmente prófugo de la Justicia brasileña por el intento de golpe de Estado y asalto al edificio de gobierno en Brasilia en enero del año pasado, reside en la localidad misionera de Puerto Iguazú y desde su país denuncian que incluso cuenta con residencia argentina.
La historia marca que Bolsolavista, como se hace llamar en redes sociales, era guardia municipal en Foz de Iguazú desde 1995 y fue uno de los tantos seguidores del ex presidente Jair Bolsonaro que en enero de 2023 se movilizaron e invadieron el Palacio de Planalto como protesta tras la victoria de Luiz Inácio Lula Da Silva, quien apenas un mes antes había tomado posesión del edificio gubernamental tras imponerse en las elecciones presidenciales de 2022.
El brasileño, que también fue candidato a diputado ese mismo año, fue captado en las imágenes de los actos de vandalismo registrado ese 8 de enero de 2023 y ubicado en cercanías a campamentos de militantes de extrema derecha e integrantes del Ejército brasileño, según la acusación judicial.
Además, él mismo grabó un montón de situaciones para luego publicarlas en sus redes sociales, donde se presenta como “Cristiano, conservador, bolsonarista y Olavista” y se dedica a realizar posteos de índole política.
Sin ir más lejos, el 3 de septiembre publicó un video grabado desde el hito Tres Fronteras de Puerto Iguazú para denunciar el “abandono” del nuevo puente que une Brasil con Paraguay.
Justamente, esas imágenes llamaron la atención en Brasil, dado que en su país denuncian que el implicado posee un pedido de captura activo en el marco de la causa Lesa Patria, que investiga los hechos acaecidos el 8 de enero de 2023 en el Palacio del Planalto en Brasilia.
Fue la periodista, también conservadora, Ana María Cemin, la que se encargó de exponer la situación en el portal Bureau da Comunicacao.

La toma del Palacio del Planalto se registró el 8 de enero de 2023.
Fugado/Exiliado
Cemin repasó que Bolsolavista estuvo detenido desde el 17 de marzo hasta el 29 de noviembre de 2023, cuando obtuvo la libertad tras argumentar problemas de salud como hipertensión y disminución auditiva, entre otras afecciones.
Sin embargo, después de ello se cortó la tobillera electrónica, cruzó la frontera y desde el 10 de junio es considerado prófugo de la Justicia. Por esa razón, posee un pedido de captura emitido por el ministro del Supremo Tribunal Federal de Brasil Alexandre de Moraes, uno de los jueces considerados entre “los más poderosos” de ese país y recientemente mencionado internacionalmente por el conflicto que enfrentó al gobierno brasileño con el multimillonario dueño de X -entre otras compañías- Elon Musk.
La periodista brasileña también expuso que Bolsolavista no solo que se muestra libremente en Puerto Iguazú, sino que publicó que el implicado se encuentra en Argentina desde el 5 de mayo y que primero estuvo en La Plata junto a otros compatriotas en su misma condición, para luego afincarse en Puerto Iguazú tras obtener un permiso de residencia permanente otorgado por el gobierno de Javier Milei el pasado 19 de julio.
El último 29 de agosto, el brasileño publicó otro video en su cuenta de Instagram, donde recuerda haber estado preso y describe que vive “un infierno” como consecuencia de las medidas de Alexandre de Moraes. También aduce ser un “exiliado político” que hoy “vive del otro lado”.
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Vida en Iguazú
En su artículo, Cemin indicó que Bolsolavista arguyó a travesar dificultades financieras y deudas por más 270.000 reales en abogados, mientras que en Puerto Iguazú encontró una vida más barata.
“Encontré un apartamento pequeño, con un alquiler barato. Los muebles los hice yo misma con madera. Los electrodomésticos, que aquí son muy caros, los logré traer de Brasil. Tengo toda mi documentación al día desde el principio y siempre que sea posible. Si tengo dudas, hablo con la gente de la Defensoría Pública (Buenos Aires). Tienen especial cariño y cuidado con los presos políticos brasileños. Me dijeron que cualquier proceso de deportación demoraría alrededor de 6 años”, sostuvo el brasileño, según publicó Cemin.
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“Estuve en Brasilia el 8 de enero y no invadí, no destrocé, no me enfrenté a la Policía. Cuando llegamos a la Praça dos Três Poderes ya no había barandillas ni policías bloqueando el acceso. El camino estaba despejado. Tenía la intención de manifestarme pacíficamente y registrar los hechos como periodista registrado en la Orden de Periodistas de Brasil”, se defendió el extranjero en la misma entrevista.
“Técnicamente, los abogados hicieron un trabajo perfecto y como me di cuenta de que la persecución política continuaría, decidí cortarme la tobillera y cruzar la frontera antes de ser arrestado nuevamente. Sin embargo, la verdad no se puede ocultar por mucho tiempo y la gente ya está empezando a tomar conciencia de lo que realmente pasó en Brasilia el 8 de enero”, concluyó.
Mientras tanto, en Brasil lo esperan para ser llevado a juicio. Le acusan por cinco delitos que podrían traducirse en una pena de entre 14 y 17 años de prisión.
Judiciales
Acampe docente: condenan a Gurina y Sánchez por desobediencia y corte de calle
Para la Justicia misionera, los docentes y dirigentes sindicales Mónica Gurina y Leandro Sánchez cometieron delitos durante el acampe que interrumpió el tránsito sobre lo avenida Uruguay a mediados del año pasado durante una protesta multisectorial en reclamo de mejoras salariales.
Así lo determinó esta tarde la jueza Correccional y de Menores Uno de Posadas, Marcela Leiva, quien como presidenta del tribunal unipersonal encargado de llevar adelante el juicio oral decidió condenar a ambos trabajadores de la educación como coautores de los delitos de “desobediencia judicial y entorpecimiento del normal funcionamiento de los medios de transporte”, misma imputación con la cual llegaron a esta instancia.
Las penas impartidas fueron 10 meses de prisión en suspenso para Gurina y 8 meses de prisión en suspenso para Sánchez, quienes además deberán realizar 8 horas mensuales de tareas comunitarias dando clases en comedores infantiles.
Los fundamentos del fallo serán comunicados el 1 de diciembre, jornada para la cual el colectivo de docentes y trabajadores de la educación unidos en acompañamiento a los ahora condenados anunció un paro con posible movilización hacia el Palacio de Justicia, donde esta mañana volvieron a montar una vigilia y luego reclamaron que el veredicto busca “criminalizar la protesta”.
La defensa de los docentes, encabezada por el abogado Eduardo Paredes, junto a Roxana Rivas y María Laura Alvarenga, adelantó que una vez conocido los argumentos apelarán el fallo y de ser necesario insistirán hasta llevar el caso a la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN).

La fiscal María Laura Álvarez fue la primera en alegar y solicitó condenas para los imputados.
“No hay derecho absoluto”
El fallo se ajustó casi en su totalidad con el planteo efectuado previamente por la fiscal María Laura Álvarez, que al momento de su alegato consideró que ambos docentes habían cometido los delitos imputados en el marco de la protesta realizada el año pasado y, por ende, pidió 1 año de prisión en suspenso para Gurina y 10 meses en suspenso para Sánchez.
Álvarez argumentó que el mayor pedido contra Gurina fue porque ella “tenía un plus en la ejecución” de las acciones enmarcadas en la protesta y el acampe instalado sobre la avenida Uruguay, casi Trincheras de San José, una cuadra antes del campamento similar montado por agentes policiales frente al Comando Radioeléctrico Uno.
En su alegato, la fiscal remarcó los perjuicios económicos sufridos por unos 80 comerciantes de la avenida Uruguay, tomando como ejemplo a Gustavo Cardozo, dueño de Vicar Muebles, que como testigo declaró que sus ventas bajaron un 40% durante los días que duró la protesta.
Consideró, además, que ambos docentes incumplieron en forma “dolosa” con la orden de despeje de la calle emitida por el juez Ricardo Balor y para ello se apoyó en las declaraciones de varios agentes policiales que hoy comparecieron como testigos, entre ellos Mariela Acosta, mediadora de la fuerza provincial.
“Nadie está en contra del derecho a la protesta, pero la Corte dijo que no hay ningún derecho absoluto”, expresó Álvarez que anoche además presentó un escrito solicitando que la audiencia de hoy se restrinja al público.
En sus argumentos, expuso que el martes se sintió “coaccionada, intimidada y acosada” por el público que acompañaba a los docentes enjuiciados.
La defensa se opuso y la jueza Leiva también, que aceptó el ingreso del público, aunque reiteró las normas de comportamiento. Lo que no hubo fue transmisión oficial en vivo, como suele en la mayoría de los debates orales, salvo excepciones como casos de abuso sexual donde prevalece el derecho a la intimidad de la víctima.

Sánchez reinvidicó el derecho a protesta al dar sus últimas palabras, poco después de sufrir un cuadro de presión alta.
“Fue un hecho público y multitudinario”
En defensa de los imputados alegaron los tres letrados del equipo técnico legal, siendo Paredes y Rivas los principales oradores.
En primer término, Paredes realizó un repaso de las luchas sociales y conquistas de derechos obtenidas en el marco de protestas en las calles. A nivel nacional mencionó la protesta del campo contra la resolución 125 que lideró Alfredo De Angeli -hoy senador nacional- y en materia provincial recordó el tractorazo que derivó en la creación del Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym).
“Hubo tractores sobre la plaza, se cortó el tránsito, los empleados apenas podían ingresar a la casa de gobierno. Aún así, el gobierno reconoció que eran derechos constitucionales y no tomó ninguna medida. Así salió el Inym y el gobierno provincial nunca impulsó un proceso”, ejemplificó.
Rivas, por su parte, consideró que la causa carecía de pruebas para dar por acreditada las acusaciones. “Fue un hecho público y multitudinario. No hay pruebas de que ambos hayan ‘liderado’ la protesta. Esto era, además, multisectorial. Es imposible endilgarle un ‘poder de dirección’ en los hechos”, apuntó.
También cuestionó que “los daños económicos en los comerciantes son presumido, no está acreditado” y aseveró que “la salida acá es entender que este conflicto ya se resolvió en sede administrativa”.
En consecuencia, la defensa pidió la absolución de los acusados o, en forma subsidiaria, la aplicación del estado de necesidad justificante o del estado de necesidad disculpante.
Los planteos defensivos no prosperaron. Tras más de dos horas de deliberación, la magistrada Leiva regresó a la sala con el veredicto y por secretaría se leyó la condena para ambos docentes.

La sentencia de la jueza Marcela Leiva fue impartida poco después de las 14.
Gurina y Sánchez en juicio: “Ir al acampe fue colectivo y asambleario”
Judiciales
La defensa pidió la absolución y hay cuarto intermedio hasta sentencia
Tras el pedido de absolución planteado por la defensa, los docentes y dirigentes sindicales Mónica Gurina y Leandro Sánchez hicieron uso de sus últimas palabras antes del cuarto intermedio para deliberar la sentencia por parte de la magistrada Marcela Leiva.
Sánchez, visiblemente emocionado y hasta con un cuadro de suba de presión, reinvindicó el derecho a protesta e insistió en el carácter asambleario de todas las decisiones tomadas durante la protesta del año pasado. “No tenemos liderazgos, tenemos asambleas en las plazas“, señaló.
Y afirmó: “No somos el diablo. Somos ciudadanos insurrectos, que no soportan la injusticia y no se resignan a ser maestros sin casa”.
A lo que agregó: “Si nos condenan, van a condenar la protesta social. Sentarán un precedente para el país y se llenarán las cárceles de maestros y trabajadores”
Gurina también se expresó brevemente y adhirió a las palabras de su colega.
Luego, la jueza Leiva dispuso un cuarto intermedio por tiempo indeterminado para deliberar y dictar sentencia.
Minutos antes, la fiscal María Laura Álvarez había solicitado penas de 1 años y 10 meses de prisión en suspenso para los imputados, siendo el mayor pedido contra Gurina.
La fiscalía pidió condenas contra Mónica Gurina y Leandro Sánchez
Judiciales
La fiscalía pidió condenas contra Mónica Gurina y Leandro Sánchez
La fiscal María Laura Álvarez solicitó 1 año de prisión para Mónica Gurina y 10 meses de prisión para Leandro Sánchez.
El cumplimiento de la pena es en suspenso, es decir, que no implica ir a la cárcel y también contempla la realización de tareas comunitarias.
Para la fiscalía, ambos fueron coautores de los delitos de “desobediencia judicial” y “entorpecimiento del normal funcionamiento de los medios de transporte”, misma imputación bajo la cual llegaron a juicio oral.
Alvarez argumentó que el mayor pedido de pena fue para Gurina porque “tenía un plus en la ejecución” de las acciones enmarcadas en la protesta y el acampe docente desarrollado entre mayo y junio de 2024.
En su alegato, la fiscal remarcó los perjuicios económicos sufridos por los comerciantes de la avenida Uruguay y el entorpecimiento del transporte.
“Nadie está en contra del derecho a la protesta, pero la Corte dijo que no hay ningún derecho absoluto”, expresó Álvarez.
A continuación es el turno de alegar a la defensa de los docentes imputados y más tarde la jueza Marcela Leiva dictaría sentencia.
Comenzó el segundo día de juicio a Mónica Gurina y Leandro Sánchez
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