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Comerciante y dirigente de fútbol de Garupá detenido por violencia de género

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José Luis Ayala (55), administrador de varios locales comerciales del complejo La Saladita y además presidente de Garupá Fútbol Club, está detenido desde 13 de agosto por un hecho de violencia de género denunciado por su ex pareja, quien además afirma que el hombre desvalijó su casa y ahora teme por su seguridad en caso de que el acusado sea liberado.

La denunciante se trata de Raquel Freitas (31), quien dialogó con La Voz de Misiones y compartió su historia de padecimientos a lo largo de un año y medio de relación con el ahora detenido.

La mujer contó que los problemas comenzaron cuando vendió su casa y se mudó junto a Ayala, en una vivienda del barrio Horacio Quiroga de Garupá, en abril de este año.

“Él es una persona muy celosa, muy posesiva, me quería tener todo el tiempo ahí, a su disposición. Yo salía sola, me iba a llevar a los chicos a la escuela y cuando volvía él ya estaba tomado, me hacía problemas y me insultaba en frente de mis hijos”, expresó Raquel.

La víctima narró episodios de este tipo empezaron a replicarse con mayor asiduidad, pero el último 5 de agosto el drama llegó a una situación extrema.

Según contó la denunciante, esa madrugada, “unas horas antes de que él llegue, me mandó un audio diciéndome que desaloje la casa ya. Yo le contesté que yo me iba a ir apenas amanecía, que no iba a salir a esa hora de la madrugada con mis hijos a la calle”.

Luego de eso, contó que “él llegó y me levantó, yo estaba durmiendo con mi hijo de 5 años en la cama y me echó'”.

Raquel sostuvo que volvió a negarse, debido a que todavía era de madrugada y la situación empeoró. La mujer recordó que el dirigente deportivo, que también administra un parque acuático en Garupá, empezó a escuchar música a todo volumen, lo cual dio inició a una nueva discusión que derivó en golpes.

El último episodio de violencia que derivó en la denuncia y posterior detención del acusado se registró el 5 de agosto.

“Él le quitó el ventilador a mi hijo después y cuando yo estiro el brazo para agarrar el ventilador, él me pega una patada en el brazo. Después me agarra del pelo, me tira en el suelo y me empieza a patear por las piernas. Cuando me quiere pegar por la cara, yo meto el brazo y me pega una patada en el brazo”, describió.

“En eso había un pedazo de una silla ahí que estaba rota, de plástico. Con eso yo me defiendo y le raspo la mano, y ahí él se descontroló totalmente”, revivió Raquel durante un vivo con LVM. 

“Yo me levanto y me pegó cinco veces por el oído, yo me mareo y me caigo por la mesada. Él viene y me pega otra vez por la boca y me sangró todo”, añadió.

En medio de los hechos, la mujer que es madre de cuatro pequeños contó que, en ese momento, se despertó su hijo menor, de 9 años, que vio todo lo que estaba pasando y salió corriendo, a las 3 de la madrugada, en dirección hacia el destacamento policial del barrio para pedir ayuda.

“Él mientras me tenía del cuello y no me quería soltar. Yo empecé a gritar, a pedir auxilio y él se ve que se asusta y se va”, continuó Raquel.

De acuerdo a la víctima, el agresor salió corriendo a su casa familiar, que se encuentra a menos de 100 metros de la vivienda que comenzaron a construir juntos y en la que convivían hace hace pocos días.

“Cuando voy al destacamento, ya venía el móvil y cuando regreso a mi casa, la puerta ya estaba cerrada. Me llevaron a la comisaría, a la quinta, donde hice la denuncia”, recreó Raquel.

En ese punto, la denunciante criticó que en la comisaría Quinta recibió una atención deficiente y que recién fue examinada médicamente al día siguiente, cuando su hermana pidió intervención de la Policía mediante un llamado al 911.

La mujer fue trasladada al hospital Madariaga donde certificaron que presentaba traumatismos y hematomas en diversas partes del cuerpo.

Exclusión, detención y amenazas

Tras la denuncia radicada en Garupá por violencia de género, Ayala fue detenido y desde el 13 de septiembre permanece privado de su libertad. Fuentes consultadas por LVM confirmaron que el hombre fue sometido a audiencia de declaración indagatoria y las autoridades del Juzgado de Instrucción Siete de Posadas ya rechazaron un primer pedido de excarcelación.

En medio de la situación, el hombre también recibió una exclusión de hogar, pero Raquel señala que antes de abandonar el hogar el acusado vació la vivienda.

Actualmente, Raquel se encuentra sin trabajo debido a que además dependía laboralmente de Ayala. “Yo trabajaba para él y ahora no tengo donde trabajar. En otra ocasión, que también me golpeó, me dejó encerrada en casa varios días y a mis compañeras de trabajo le decía que yo no iba porque estaba descompuesta”.

“Después venía, me curaba las heridas que él me hacía, me traía remedios, calmantes para los dolores. Cuando yo me mejoraba, me llevaba otra vez, todo esto bajo amenazas. Me manipulaba, pero yo nunca hice nada porque tenía miedo. Él esa una persona con muchos contactos y sé que tiene armas”, alertó la mujer.

Y detalló que “tengo miedo porque él me amenazó que me iba a meter un tiro y me iba a dejar tirada en el arroyo. Él tiene arma de fuego en la casa. Tengo miedo que él salga y tome represalias hacia mí y me lastime a mis hijos o a mí”.

Por estas horas, la mujer que denunció violencia de género en Garupá vive en base a la colaboración que le brinda los vecinos. En otra ampliación policial dejó asentado que el hombre se llevó una cocina y todas las camas de la casa, por lo cual ahora duerme en un colchón sobre el piso junto a sus hijos.

 

Placa violencia de género

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Detuvieron a dos hermanos menores de edad por un homicidio en San Pedro

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homicidio san pedro

La Policía detuvo a los dos adolescentes que estaban bajo la lupa por el asesinato de Facundo Giménez (21), crimen cometido anoche en una chacra de colonia San Lorenzo, en San Pedro.

Los detenidos son los hermanos Josías y David, de 15 y 17 años, quienes habían sido señalados como sospechosos del crimen apenas comenzó la investigación del caso.

Los implicados fueron localizados esta tarde durante una serie de procedimientos ejecutados en inmediaciones a la escena del crimen, en una zona rural ubicada a unos 17 kilómetros de la ruta nacional 14, en dirección a la Biósfera de Yabotí.

Ambos sospechosos quedaron a disposición del Juzgado Correccional y de Menores de Eldorado y en presencia de sus padres fueron trasladados al Cemoas de esa misma ciudad, donde quedarán alojados mientras avanza el expediente judicial.

Según detalló la Policía, en el marco de la causa se incautó una motocicleta 110 que pertenecería a uno de los dos hermanos detenidos y será sometido a pericias en busca de pistas que puedan orientar la investigación.

Mientras tanto, la Justicia aguarda el resultado del examen de autopsia al cuerpo de la víctima y los pesquisas continúan recolectando testimonios para esclarecer el móvil del crimen.

Facundo Giménez tenía 21 años, residía en el paraje Aster, también de San Pedro, y anoche fue ultimado de una puñalada en el tórax.

Buscan a dos sospechosos del crimen de un joven en San Pedro

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Buscan a dos sospechosos del crimen de un joven en San Pedro

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Un joven de 21 años fue asesinado a puñaladas el domingo a la noche en colonia San Lorenzo, una zona de difícil acceso ubicada en cercanías a la Biósfera de Yaboti en San Pedro, y por el hecho la Policía busca a dos adolescentes en la mira.

La víctima fue identificada como Facundo Giménez (21), domiciliado en el paraje Aster, también de San Pedro, mientras que los sospechosos serían dos hermanos de 16 y 17 años.

De acuerdo a lo consignado por fuentes policiales, el crimen de Giménez se registró en una zona rural de colonia San Lorenzo, unos 17 kilómetros adentro de la ruta nacional 14.

Allí los agentes policiales dieron con el cuerpo de la víctima, que presentaba una herida punzocortante en la región torácica, a la altura del arco costal derecho. Por las características de la lesión, se estima que fue efectuada con un arma blanca, aunque de igual manera el Juzgado de Instrucción Uno de San Pedro ordenó que se realice un examen de autopsia.

Por los testimonios recolectados, se estima que dos hermanos pudieron haber sido los autores del crimen. Los sospechosos ya están identificados y son intensamente buscados.

Una prueba que vincula a los hermanos al hecho es que en inmediaciones a la escena del crimen los policías encontraron una motocicleta Keller 110 abandonada que habría sido utilizada por al menos uno de los jóvenes apuntados.

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Judiciales

El miércoles juzgarán a cacique mbya acusado de femicidio en San Vicente

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El Tribunal Penal Uno de Oberá fijó para los días 18 y 19 de junio las audiencias de juicio oral contra el cacique acusado de matar e incinerar los restos de su pareja en la comunidad mbya guaraní Tarumá Poty de San Vicente en plena pandemia, contexto que utilizó como coartada, aunque las pruebas lo llevaron a ser imputado por femicidio, figura bajo la cual puede ser condenado a prisión perpetua.

El crimen de María Solange Diniz Rabela (22) se cometió el 12 de abril de 2020, aunque recién fue descubierto por las autoridades entre la tarde del 16 y la madrugada del día siguiente, y el único acusado del hecho es el cacique Claudio, formalmente identificado como Marcelo Núñez, quien enfrenta cargos por “homicidio agravado por femicidio”.

El debate oral para esclarecer el caso ya había sido programado para agosto de 2024, pero la declaración de una nulidad en el requerimiento de elevación a juicio obligó a retrasar el proceso.

Subsanada esa cuestión, el expediente volvió a ser remitido al TP Uno de Oberá, cuyos autoridades ahora volvieron fijar a fecha para el inicio de las audiencias y los días elegidos para sentar a Nuñez en el banquillo de los acusados son este martes y miércoles.

Según consignaron fuentes consultadas por La Voz de Misiones, son catorce los testigos citados a comparecer ante el tribunal que estará conformado por los magistrados Francisco Aguirre, Horacio Paniagua y Julio Carvallo, este último como subrogante legal.

En representación de la fiscalía estará David Ezequiel Augusto Milicich, mientras que el acusado contará con la defensa del abogado particular Jorge Horacio Zabulanez y también se convocó a un intérprete del idioma guaraní para favorecer la comunicación y garantizar el entendimiento de las partes con el imputado.

Teoría del Covid

Diniz Rabela, que no era originaria y era madre de dos niños producto de una relación anterior, estaba en pareja con el cacique Claudio y hace unos siete meses había decidido mudarse a Tarumá Poty, comunidad ubicada a unos 30 kilómetros del casco urbano de San Vicente y donde residían otros 20 miembros en ese momento.

Hasta allí llegó la Policía el 16 de abril luego de varios pedidos de ayuda por parte de los familiares de la víctima, quienes sabían que la muchacha se encontraba sin vida desde el domingo de Pascuas (12 de abril), pero desconocían en qué circunstancias se produjo el deceso, al tiempo que desconfiaban del cacique por recientes antecedentes de maltrato hacia Diniz Rabela.

A partir de ese momento se inició una investigación que terminó develando una sombría trama detrás de la muerte de la joven.

El crimen ocurrió dentro de la comunidad Tarumá Poty, a unos 30 kilómetros del casco urbano de San Vicente.

El cacique Claudio quedó inmediatamente bajo la lupa y ante las preguntas de los investigadores trazó una curiosa coartada utilizando la pandemia como pretexto. Es que el aseguró que la muchacha falleció por Covid y que por recomendación de los médicos que visitaban la comunidad decidió cremar y sepultar el cuerpo.

“Ella tuvo fiebre y tos, como se escucha en la radio. Hicieron una acusación sobre mí, pero yo jamás le haría mal a la gente de mi aldea. Murió de enfermedad”, se oyó decir al cacique en un audio enviado durante esos días de incertidumbre a un funcionario municipal dedicado a atender cuestiones mbya en la zona, al tiempo que sobre la incineración del cuerpo agregó: “Eso yo hice por orden del médico, él me dijo que habló con el jefe de la Policía y no se podía trasladar el cuerpo a ningún lado”.

Esa misma teoría el cacique Claudio la expandió dentro de la comunidad, aunque varios habitantes del lugar luego declararon y pusieron en jaque la versión del acusado al desmentir que la cremación de los cuerpos sea un procedimiento habitual en sus creencias.

Los médicos y visitantes habituales de la aldea también declararon posteriormente en la causa judicial y negaron haberle dado esas instrucciones al cacique involucrado.

Femicidio

La pesquisa reconstruyó, en tanto, que el femicidio fue cometido ese domingo 12 de abril. Ese día el cacique incineró a su pareja y sepultó sus restos a unos 200 metros de la zona de viviendas.

Con esa información, los pesquisas recorrieron la comunidad, encontraron rastros de tierra removida y dieron con los restos óseos correspondientes a Diniz Rabela.

Los restos óseos carbonizados de la joven fueron hallados a unos 200 metros de su casa.

Según describieron las fuentes en ese momento, el cuerpo estaba totalmente carbonizado, a excepción de una mano que aún presentaba vestigios de piel y otras extremidades superiores que al no ser consumidas por el fuego fueron sepultadas por el cacique.

Debido a la acción del fuego sobre el cadáver, la autopsia no pudo establecer la causal de muerte de la víctima, aunque todos los elementos recogidos hacen presumir que la joven padeció una muerte violenta previo a la incineración de sus restos.

Además, en la vivienda del cacique involucrado los pesquisas encontraron un serrucho y dos mantas con manchas de sangre.

Ante este panorama, Núñez quedó detenido, tiempo después fue procesado con la prisión preventiva y más de cinco años después deberá sentarse en el banquillo de los acusados. En caso de ser hallado culpable, en su contra recaería una pena de prisión perpetua, que prevé 35 años de cárcel de cumplimiento efectivo.

Elevaron a juicio la causa por el femicidio de Diniz Rabela en una aldea mbya

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