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Policiales

A Nahir Galarza la aislaron, luego de las fotos en Facebook dentro de la cárcel

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El director general del Servicio Penitenciario de Entre Ríos, Marcelo Sánchez, confirmó que la joven fue “separada preventivamente”. Se inició una investigación interna para determinar cómo llegó a sus manos un teléfono celular

Aunque está prohibido, Nahir Galarza utilizó un celular para subir fotos junto a una compañera de pabellón y actualizar su perfil en las redes sociales. Marcelo Sánchez, director general del Servicio Penitenciario de Entre Ríos, confirmó que la reclusa fue sancionada y se decidió su “separación preventiva”.

En las últimas horas, la joven de 20 años, que cumple una condena a prisión perpetua por el asesinato de su novio Fernando Pastorizzo, escribió en su muro de Facebook: “Creen saber lo que nos pasó porque conocen nuestra condena (social) pero no nuestra historia. Hablar van a hablar igual…”.

Junto al críptico mensaje, Galarza subió cuatro fotos que muestran cómo pasa sus días en la Unidad Penal 6 de Concepción Arenal. Y firmó el posteo con sus iniciales y las de su compañera de pabellón: SL.

En una de las imágenes, la otra mujer posa haciendo el inconfundible gesto de empuñar un arma. “Mi hermana de otra vidaaaa (y cuatro corazones)”, fue el mensaje de Nahir.

Las publicaciones fueron detectadas por la división de informática que descubrió el uso ilegal de telefonía celular dentro del penal y al ingresar al perfil de la red social utilizada, comprobó que se trataba del de Galarza.

En la Unidad Penal 6 de Concepción Arenal, los reclusos no pueden ni tener ni usar celular, está vedado por las reglamentaciones internas. “Los detenidos tienen prohibido el uso de telefonía celular”, explicó Sánchez y confirmó que la joven fue “separada preventivamente” y alojada en un calabozo.

El abogado de Galarza presentó una queja con el argumento de que otras internas también suelen subir fotos a las redes sociales sin ser castigadas.

Además, el responsable del penal adelantó que se inició una investigación interna para determinar cómo llegó a manos de Galarza el teléfono. “Trabajamos para determinar la responsabilidad o no del personal que tiene a su cargo la supervisión diaria de la joven”, precisó.

Finalmente, Sánchez habló sobre el comportamiento de Galarza dentro del penal. “Ella actúa dentro de los parámetros normales, con altibajos que dejan entrever una no adecuación al 100% de las reglamentaciones internas”.

El crimen de Pastorizzo ocurrió entre las 5:10 y 5:15 del viernes 29 de diciembre de 2017, cuando el joven fue encontrado en una calle de Gualeguaychú con un tiro en la espalda y otro en el pecho, junto a su moto y dos cascos tirados en el suelo.

Inicialmente, al declarar como testigo, Galarza dijo que había visto a su ex novio la noche anterior al crimen, aunque ante la sumatoria de indicios en su contra quedó detenida y en una segunda declaración reconoció que lo había matado pero que había sido de manera “accidental”.

La estrategia defensista apuntó a demostrar que Galarza y Pastorizzo no habían tenido una relación de noviazgo y que la joven había sido víctima de violencia de género, aunque durante el juicio no se logró comprobar ninguna de esas hipótesis.

Finalmente, el 3 de julio de 2018, el Tribunal de Juicio y Apelaciones de Gualeguaychú integrado por Mauricio Derudi, Arturo Dumón y Alicia Vivian, condenó por unanimidad a Galarza a prisión perpetua por considerar que “ha quedado destruida la hipótesis de la defensa de que los disparos se produjeron de manera involuntaria”.

Policiales

Una pareja se electrocutó con una conexión de agua en Villa Cabello

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patrón saucedo policiales

Una pareja de posadeños resultó gravemente herida este jueves a la tarde al sufrir una descarga eléctrica mientras realizaban una conexión de agua en una casa de Villa Cabello y uno de los lesionados quedó internado en sala de shock room del hospital Favaloro.

De acuerdo a lo consignado por fuentes policiales, el hecho fue alertado a las 19.35, cuando una patrulla de la comisaría Séptima fue comisionada a una vivienda ubicada en inmediaciones a las avenidas Tambor de Tacuarí y Jauretche, en la chacra 159 de la capital provincial.

Al llegar constataron que previamente una pareja estaba realizando una conexión de agua y, por causas que se intentan establecer, recibieron una fuerte descarga eléctrica y debieron ser trasladados de urgencia al hospital de la zona.

Al avanzar en la averiguación del caso, verificaron que la mujer estaba siendo atendida en la guardia del nosocomio, mientras que hombre permanecía bajo procedimiento en el shock room del hospital debido a la gravedad de su cuadro.

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Judiciales

Caso Guirula: el fiscal pidió perpetua para dos de los seis policías imputados

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Guirula perpetua

Después de nueve audiencias, la ex oficial ayudante Lourdes Beatriz Tabarez (42) quebró en lágrimas. Lo hizo esta mañana, mientras oía al fiscal Vladimir Glinka formular un pedido de prisión perpetua en su contra como una de las máximas responsables de la muerte del albañil Carlos Guirula, ocurrida el 19 de mayo de 2014 durante un procedimiento policial que comenzó por disturbios en un motel y que culminó en la comisaría Decimotercera de Posadas. No fue el único planteo.

Para Glinka, tanto Tabarez como el cabo Ricardo Rafael Escobar (42) fueron los autores de los pisotones y los puntapiés que provocaron las lesiones que derivaron en la muerte de la víctima, por lo que pidió prisión perpetua para ambos como responsables del delito de “tortura seguida de muerte”, previsto por el artículo 144 ter, inciso 2 del Código Penal de la Nación.

En cuanto a los otro cuatro ex policías que llegaron a juicio, el fiscal los acusó a uno de ellos por haber participado de las vejaciones con el lanzamiento de un gas pimienta y a los restantes por no haber intercedido para impedir las agresiones de sus camaradas, lo que encuadraría en omisión.

En detalle, solicitó 7 años de prisión para el cabo primero Lucas Nahuel Saravia Allosa (37); 6 años y 6 meses para el oficial subayudante Carlos Alberto Zidorak (35) y para el sargento primero Claudio Marcelo Servián: y, por último, 6 años para el agente Carlos Alberto Da Silva (34). Los pedidos además incluyen una inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos en todos los acusados.

Tabarez era la de mayor de jerarquía y la encargada del procedimiento que culminó con una muerte.

“Operativo policial catastrófico”

En su alegato de casi dos horas, el representante del Ministerio Público Fiscal calificó el hecho como “un operativo policial catastrófico” e hizo un repaso cronológico del caso, desde el disturbio que derivó en el llamado a la Policía, hasta la llegada de los patrulleros, el traslado del detenido hacia la comisaría y el “punto oscuro” de una hora donde sostuvo que los implicados se dedicaron a ocultar pruebas. 

En base a testimonios recolectados, Glinka sostuvo que esa noche Guirula estaba borracho (con 3,0 gramos de alcohol por litro de sangre, según pericias), pero desacreditó las versiones que lo ubicaban como “violento”, “agresivo” e “incontrolable”. “No era un Goliat”, resumió.

“Se puso denso para no pagar sí, pero no es cierto que los encargados se tuvieron que armar con un palo para defenderse. No hubo violencia. No pegó, ni golpeó a nadie y pagó su deuda. Si a las 3.15 se iban todos a dormir, hoy no estaba nadie acá”, planteó.

Glinka reconstruyó que el primer patrullero (Toyota Hilux, móvil 3-423), integrado por Tabarez como encargada, Servian como chofer y Da Silva como acompañante, llegó al motel de Santa Catalina y Andresito a las 3.18, cuando Guirula ya había abonado las dos petacas de whisky que le reclamaban y se aprestaba a retirarse del lugar junto a sus amigos en el auto de uno de ellos.

“El propio encargado del motel contó que el problema ya estaba solucionado y pidió disculpas por el llamado a la Policía, pero Tabarez dijo ‘no importa, lo llevamos detenido igual. Se fijó en él”, recordó, aunque mencionó que Guirula se resistió a ser aprehendido, lo que derivó en el pedido de otro tres patrulleros que llegaron como refuerzos.

El fiscal Glinka e imágenes de la reconstrucción del hecho, donde se recreó de qué manera Tabarez pisó en la cabeza a Guirula.

En ese punto, Glinka hizo un paréntesis, marcó un punto de inflexión y reforzó su postura: “Es verdad que Guirula se opuso y estuvo mal. Pero cuando le pusieron las esposas se terminó el procedimiento. Todo lo que vino después de ser esposado es delito y los acusados deben responder por ello”.

A partir de ahí desarrolló la parte central de su teoría del caso. El fiscal dio por acreditado que con la víctima esposada y en el suelo, Tabarez la pisó la cabeza primero y luego le aplicó al menos cuatro patadas.

Sobre Escobar, apuntó que también efectuó patadas al detenido y lo acusó de ir “saltando” sobre la espalda de la víctima durante el traslado del hombre hacia la comisaría en la caja de la Toyota Hilux. 

Asoció, además, las mecánicas de esas agresiones con los resultados de la autopsia y vinculó el accionar de Tabarez con el edema cerebral y las tres fracturas costales que perforaron el pulmón izquierdo de Guirula.

Para Glinka, los saltos de Escobar sobre la víctima ocasionaron la fractura lineal de seis cosquillas del lado derecho y se basó en los forenses para concluir que cada una de esas lesiones por separado ya revestían carácter de letal, aunque era atendibles en caso de recibir una asistencia médica urgente.

A Saravia Allosa, por su parte, le adjudicó el lanzamiento de gas pimienta contra la víctima, como así también la omisión de no haber impedido las agresiones de Tabarez y Escobar, misma responsabilidad que le atribuyó a los otros tres imputados.

También planteó que después de constatar la muerte de Guirula los acusados llevaron adelante una serie de acciones para ocultar pruebas del caso, como lavar el patrullero, limpiar vestigios de sangre e iniciar ellos mismos la investigación del hecho. 

Como cierre de su alegato, Glinka consideró que los acusados “no estaban capacitados” para ejercer como policías, cuestionó la actitud de camaradería que todavía impera entre uniformados y reclamó un proceso más “estricto” para la selección de agentes dentro de la fuerza.

Escobar y más atrás Saravia Allosa, otro de los imputados en la causa.

Vías alternativas de la defensa

A continuación, expuso el defensor oficial Mario Ramírez en representación de la oficial Tabarez. El letrado contrapuso lo desarrollado por Glinka y ofreció cuatro vías posibles para resolver el proceso sin que su defendida reciba prisión perpetua.

Ramírez arrancó su exposición con un video con un compilado de diferentes procedimientos donde se observan agentes policiales de diferentes lugares en tareas para reducir a un detenido. “Esto es como para tener un contexto, porque es muy fácil decir cómo debe actuar un policía con el diario del lunes”, señaló.

A diferencia de Glinka, Ramírez sí consideró que Guirula actuó con violencia aquella noche del hecho, sumado a que resaltó sus características físicas (1,80 metros de alto y casi 100 kilogramos), como así también su potencia como albañil.

“Él si fue violento esa noche y también es una realidad que entre tres no pudieron detener a un tipo. Guirula era un albañil que levantaba bolsas de cemento como cajas de pizza”, ilustró.

También pidió tener en cuenta que “debajo de los uniformados hay personas” y consideró que en el procedimiento hubo un “un desorden y un componente emocional”.

Por último, reconoció y cuestionó: “Hubo golpes, hubo lesiones, hubo incumplimiento, sí. Pero el artículo 144 (tortura seguida de muerte) es sumamente grave y forzado. Estamos ante un debate de tipicidad y de desproporcionalidad de la pena”.

Los imputados llegaron libres al juicio pero ahora aguardan el fallo en “arresto preventivo” por decisión del tribunal presidido por Gregorio Busse.

Ante ese panorama, como planteo principal solicitó que el caso sea considerado como “lesiones en riña” (artículo 95), al entender que contra Guirula hubo varios agresores y no está claro quien efectuó el golpe determinante.

De prosperar esto, Ramírez entendió que a Tabarez debía dársele por cumplida la pena por los años que ya estuvo presa durante la instrucción de la cusa y quedar en inmediatamente en libertad tras el dictado de la sentencia. 

En forma subsidiaria, solicitó aplicar el artículo 80, inciso 9 (homicidio en abuso de su función), atenuando por emoción violenta.

La tercera opción que trazó sería enmarcar el caso como un “ejercicio excesivo de la fuerza”, contemplado por el artículo 35, mientras que, por último, solicitó que se mantenga la acusación por tortura pero en concurso real con abandono de persona seguido de muerte, pero que en ese caso su defendida mantenga su libertad hasta tanto el fallo quede firme.

El debate continuará mañana, a partir de las 8.30, con los demás alegatos defensivos. Una vez culminada esas exposiciones, el Tribunal Penal Dos, presidido por el magistrado Gregorio Busse, decidirá cuándo dar el veredicto.

Mientras tanto, los seis acusados continuarán alojados en diferentes unidades penitenciarias, cumpliendo así con “la medida administrativa de arresto preventivo” ordenada por Busse en la previa a los alegatos.

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Policiales

Un detenido en investigación por tenencia de Masi en Garupá

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En la madrugada de hoy allanaron, secuestraron dispositivos electrónicos y detuvieron a un hombre de 54 años en el barrio Las Calandrias de Garupá, durante un operativo internacional realizado de manera simultánea en 12 provincias argentinas, con el objetivo de desbaratar redes de transmisión y tenencia de material de abuso sexual infantil (Masi).

El operativo lleva el nombre de “Escudo infantil” y en Misiones fue dispuesto por la Fiscalía Especializada en Ciberdelitos y ordenado por el Juzgado de Instrucción en turno, bajo la coordinación de la Procuración General, encabezada por Carlos Jorge Giménez

En tanto, la investigación surgió a partir de datos aportados por la Unidad Forense y de Investigación Digital (UFID) de Berazategui, en Buenos Aires, en el marco de una causa que detectó redes internacionales de intercambio de Masi

Con esa información, la fiscalía misionera inició pedidos de informes a prestadores telefónicos y cruces de bases de datos que permitieron identificar al presunto usuario involucrado.

Con una orden judicial, los investigadores allanaron el domicilio del sospechoso y secuestraron tres teléfonos celulares y una notebook, de los cuales, uno de los aparatos coincide con la línea telefónica detectada en el caso que originó el operativo internacional.

Durante el procedimiento, el juez de Instrucción se presentó en el lugar y ordenó la detención del sospechoso identificado como Silvio B, quedando todos los dispositivos bajo resguardo para pericias informáticas orientadas a establecer si contienen material vinculado a la causa. 

El operativo fue ejecutado a las 6 de la mañana de hoy con participación de equipos técnicos y unidades policiales especializadas, entre ellas: personal técnico de la Secretaría de Apoyo para Investigaciones Complejas (SAIC), la División de Delitos Sexuales de la Policía de Misiones, el Grupo de Operaciones Especiales (GOE) y la Dirección de Investigaciones Complejas, garantizando la aplicación de protocolos específicos para este tipo de delitos.

Detenido por Masi en el microcentro posadeño es un informático de 55 años

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