Judiciales
Hallaron sangre de Fernando Báez Sosa en la ropa de cuatro rugbiers

Este miércoles 11 de enero se realizó la octava audiencia del juicio oral que se lleva adelante en el Tribunal de Dolores contra los ocho rugbiers acusados del crimen de Fernando Báez Sosa en enero de 2020.
César Guida, uno de los peritos especialistas en ADN, especificó en dónde se halló material genético de la víctima. De su descripción se desprendió que había manchas de sangre de la víctima en cuatro prendas de vestir y en tres zapatillas de los imputados.
Aunque en ningún momento precisó o identificó de quién se trataba cada prenda, el abogado de la familia, Fernando Burlando, les puso nombre y apellido a los rugbiers dueños de esa ropa: Matías Benicelli, Ciro y Luciano Pertossi y Máximo Thomsen.
“Al día de hoy no sé a quién pertenece cada prenda y quién la usó”, explicó el perito responsable del Área Genética Forense del Instituto de Investigación Criminal y Ciencias Forenses Norte de Ministerio Público Fiscal. Es que la metodología del análisis que hizo el profesional así lo requiere, puesto que las muestras son numeradas.
En su declaración ante el tribunal, Guida sí describió las muestras donde fue hallada la sangre. Por ello, cuando habló del calzado, estaban las dos zapatillas marca Cyclone negras con suela blanca de Thomsen, que en la jornada de este martes quedó confirmado por otros dos peritos que fue la que le dejó una marca en la cara de la víctima.
Según Fernando Burlando, “la zapatilla Cyclone derecha tenía dos manchas de sangre de Fernando y la izquierda, una”.
Además, había un tercer calzado con sangre de Báez Sosa. Se trata de una zapatilla marca Nike que se corresponde con la que calzaba Matías Benicelli esa noche del 18 de enero de 2002 en que mataron al estudiante de abogacía a golpes frente al boliche Le Brique.
En tanto, entre las prendas de vestir de los rugbiers en las que el profesional halló material genético de la víctima se destacan: una camisa floreada, un pantalón de gabardina gris y dos jeans, uno marca Le Utthe y otro Tasty.
El representante de los padres de Fernando le puso a cada artículo el nombre y apellido que no pudo el genetista: “La camisa floreada blanca tenía dos manchas de sangre de Fernando y era de Matías Benicelli”, el mismo de la zapatilla Nike. Asimismo, también es el dueño del “jean marca Tasty, que tenía una mancha” hemática de la víctima, según el letrado.
Burlando también detalló que “el pantalón de gabardina gris, que tenía dos manchas de sangre de Fernando, era de Luciano Pertossi y el jean clásico marca Le Utthe, que tenía una mancha de sangre, era de Ciro Pertossi”.
ADN rugbier
En la misma línea, el especialista César Guida confirmó que en el meñique izquierdo de Báez Sosa había ADN de Blas Cinalli, el mismo que se jactó de su muerte por chat.
Además, en el allanamiento del 18 de enero de 2020, el personal de Policía Científica notó que Thomsen tenía sangre en su mano derecha. Ni siquiera se le había lavado tras el ataque. Entonces, fue hisopada.
De ese test, “se obtuvieron diferentes perfiles mezcla, de al menos tres individuos, en los cuales se observa coincidencia solamente” con la propia sangre de Thomsen. Es decir, los perfiles estaban incompletos.
Judiciales
Se aguarda por un testigo para iniciar los alegatos en el juicio a De Menes

A la espera de un último testigo, se espera que mañana inicie la ronda de alegatos en el juicio contra Nelson Orlando De Menes (51), imputado por el asesinato de su madre Elsa Díaz (70), cometido en febrero de 2019 en la localidad de Candelaria, hecho por el cual es pasible de ser condenado a prisión perpetua.
La etapa de testimoniales continuó hoy con la declaración de tres peritos y un vecino, mientras que se aguarda por la comparecencia de un último testigo, un hombre identificado como Antonio Delfín Hermosa, quien en su momento mantuvo un vínculo de sentimental con la víctima, aunque hasta el momento no fue localizado ni por los funcionarios judiciales ni por los agentes policiales de la comisaría Quinta de Garupá.
Quien insiste en esta declaración es la abogada defensora oficial Celina Silveira Márquez, aunque ya adelantó que en caso de que el testigo no pueda ser ubicado su testimonio será incorporado por lectura, medida que cuenta con el visto bueno del fiscal Martín Alejandro Rau.
Entre los testigos que declararon este lunes se encuentra la profesional Cintia Beyer, que al momento del hecho cumplía funciones en el área de psicología forense del Poder Judicial.
La mujer explicó que su labor está dividida en dos etapas. Inicia su trabajo en el exterior de la escena del crimen, realizando entrevistas retrospectivas para reconstruir las últimas actividades de la víctima, mientras que la segunda etapa consiste en la observación y búsqueda de “huellas médicas” en el escenario del hecho.

El juicio se realiza ante el Tribunal Penal Dos de Posadas, integrado por Gustavo Bernie, Viviana Cukla (en imagen) y Miguel Ángel Faría.
En ese punto, Beyer describió sus primeras impresiones al trabajar en la casa donde ocurrió el crimen aquel 10 de febrero de 2019. “Vi una escena adulterada, que no coincidía. Ni la hipótesis de un robo ni la de un crimen pasional coincidían con la escena”, puntualizó.
Sobre De Menes, indicó que “él estaba callado y nervioso. Se mostraba angustiado ante la gente. Me pareció notoria su actitud negativa y su nerviosismo respecto al depósito”, lugar donde finalmente se hallaron la tele y la garrafa de 10 kilos que el imputado había dado como robados.
También declaró una genetista que afirmó que de los rastros recolectados en el marco de la investigación no pudieron obtener muestras analizables y que un cotejo con el acusado dio negativo.
El caso
El crimen de Elsa Díaz se registró entre las 21 del 9 de febrero y las 8 del 10 de febrero de 2019 en su casa del barrio 2 de Febrero de Candelaria. La mujer murió como consecuencia de un traumatismo craneoencefálico provocado con un objeto contundente.
En la primera jornada De Menes aceptó declarar y se declaró inocente, alegando la mujer pudo haber sido asesinada por delincuentes que ingresaron a robar.
El tribunal es presidido por la magistrada Viviana Cukla e integrado por sus pares Gustavo Bernie y Miguel Ángel Faría (subrogante). En la fiscalía interviene Martín Rau y en representación del imputado está la defensora oficial Celina Silveira Márquez.
De Menes está acusado por “homicidio agravado por el vínculo”, figura que prevé una pena de prisión perpetua.
El juicio, día por día
Día 1: Lo acusan de matar a su mamá y se defendió en juicio: “Yo daba todo por ella”
Día 2: Perito repasó indicios que contradicen teoría de un robo en el caso Elsa Díaz
Día 3: Juicio por matricidio: “Ella se volvió más cerrada desde que llegó su hijo”
Judiciales
Juicio por matricidio: “Ella se volvió más cerrada desde que llegó su hijo”

Dos vecinas, un forense y dos trabajadores de salud completaron este jueves la tercera jornada del juicio oral contra Nelson Orlando De Menes (51), imputado por el asesinato de su madre Elsa Díaz (70), cometido en febrero de 2019 en la localidad de Candelaria.
Las primeras en declarar fueron Rosalía Itatí Fernández y Guillermina Surco, quienes solicitaron dar su testimonio sin la presencia del imputado en la sala donde se desarrolla el debate ante el Tribunal Penal Uno de Posadas.
Fernández pasó en primer turno. La joven contó que prácticamente se “crió” con Díaz y describió que vivía en la casa de al lado, inmuebles que estaban separados por un tejido.
“Yo conocía desde chiquita a la señora. Desde que él vino a vivir con ella, ella empezó a cambiar. Ella era muy dada con nosotras, pero después se volvió más discreta y ya no hablaba tanto”, recordó Fernández.
La muchacha además relató lo visto en la noche del 9 de febrero, horas antes del crimen. “Esa noche volvimos de la iglesia. Después ellos (por Díaz y De Menes) estuvieron sentados en el patio. Después se hizo las 23.30-24, se venía una tormenta. Había viento fuerte. Ahí veo a De Menes salir de la casa. Sale solo, vuelve a la casa y vuelve a salir”, contó.
En determinado momento, a pedido del fiscal Martín Rau, repasó lo que había declarado en la etapa de instrucción y ratificó un detalle que constaba en ese primer testimonio: “Sí, así fue. Él salió con la moto y después guardó esa moto en el depósito. Después volvió a salir pero ya no le vi más”.
El depósito es clave en el caso porque en ese lugar fueron encontrados la tele y la garrafa de 10 kilos que el imputado dio como robados cuando se descubrió el crimen.
Esa casilla fue lo último que se inspeccionó dado que De Menes no entrega las llaves, según declaró ayer la perito Andrea Strocen Schelske, que encabezó la búsqueda de indicios. En ese depósito también estaba la moto en cuestión y una zapatilla cuya suela coincidió con las pisadas de barro relevadas en la escena del hecho.
Fernández también rememoró una vieja conversación donde Elsa Díaz admitía que “Orlando la quebrantaba mucho porque quería plata”.
En siguiente orden declaró la vecina de enfrente, Guillermina Surco, quien coincidió con Fernández al señalar que Díaz “se volvió más cerrada” desde que su hijo llegó a vivir con ella en la casa que compartían en el barrio 2 de Febrero de Candelaria.

De Menes está detenido desde el primer día de investigación.
Un solo golpe
Después fue el turno de los trabajadores de salud Tatiana Huzulack y Eramos Hugo Romero, quienes describieron en qué forma encontraron el cuerpo de la víctima sobre la cama de su habitación.
Coincidieron en que la mujer estaba en “decúbito lateral izquierdo”, con una lesión en la cabeza y vestigios de abundante sangre “coagulada” en los alrededores. Huzulack además indicó que en la revisión del acusado notó lesiones compatibles con rasguños en la cara.
El último en dar testimonio fue el forense Rogelio Cantero, quien se encargó de explicar los resultados de la autopsia realizada.
El profesional detalló que la causa de muerte fue un “traumatismo contusocortante” en el “temporoparietal derecho”. Precisó que la lesión consistió en “un solo golpe con un objeto contundente” que provocó un “corto período de agonía” porque la víctima alcanzó a “tragar y toser su propia sangre”.
Continuidad
El debate oral continuará el lunes, a partir de las 8.30, con la declaración de más testigos.
El crimen de Elsa Díaz se registró entre las 21 del 9 de febrero y las 8 del 10 de febrero de 2019 en su casa del barrio 2 de Febrero de Candelaria. La mujer murió como consecuencia de un traumatismo craneoencefálico provocado con un objeto contundente.
En la primera jornada De Menes aceptó declarar y se declaró inocente, alegando la mujer pudo haber sido asesinada por delincuentes que ingresaron a robar.
El tribunal es presidido por la magistrada Viviana Cukla e integrado por sus pares Gustavo Bernie y Miguel Ángel Faría (subrogante). En la fiscalía interviene Martín Rau y en representación del imputado está la defensora oficial Celina Silveira Márquez.
De Menes está acusado por “homicidio agravado por el vínculo”, figura que prevé una pena de prisión perpetua.
Perito repasó indicios que contradicen teoría de un robo en el caso Elsa Díaz
Judiciales
Perito repasó indicios que contradicen teoría de un robo en el caso Elsa Díaz

El juicio oral contra Nelson Orlando De Menes (51), imputado por el asesinato de su propia madre Elsa Díaz (70), continuó esta mañana en el Tribunal Penal Uno de Posadas con la declaración de seis testigos, entre ellos el de una licenciada en criminalística que encabezó las pericias en la escena del hecho y repasó en forma detallada cada uno de los indicios que contradijeron la teoría de un robo esbozada por el encartado apenas se descubrió el crimen.
Andrea Strocen Schelske es el nombre de la licenciada que aquel 10 de febrero de 2019 estaba de turno la División Criminalística de la Unidad Regional X y cuya intervención podría ser una de las claves para resolver la causa que tiene a De Menes acusado por “homicidio agravado por el vínculo”, delito que prevé una pena de prisión perpetua.
La profesional fue la tercera testigo en declarar esta mañana ante el tribunal integrado por los magistrados Viviana Cukla -presidente-, Gustavo Bernie y Miguel Ángel Faría -subrogante-.
Strocen Schelske explicó que su función fue “la búsqueda de indicios” y explicó que su manera de trabajar consiste en comenzar por el exterior y dejar el “núcleo crítico” del hecho para lo último, a fin de preservar lo máximo posible las condiciones del escenario a estudiar.
Bajo esa premisa, su intención era empezar el trabajo por el depósito ubicado en el fondo de la propiedad, pero se vio impedida de hacerlo porque De Menes afirmaba desconocer el paradero de la llave que permitía el ingreso al lugar. “Me acuerdo que me llegué a enojar porque no podía ser que no se encuentre la llave”, afirmó y admitió que hasta pensó en forzar la entrada.

La perito Strocen Schelske fue el testimonio destacado de la jornada.
Ante esa situación, decidió avanzar con su trabajo en la vivienda. “Apenas entramos vimos una billetera con efectivo sobre la mesa. Eso me llamó la atención porque estábamos ante una posible escena de robo como dijo el hombre, que había dicho que robaron una tele y una garrafa”, adelantó la perito y continuó: “No había violencia en ningún acceso a la vivienda. El lugar además estaba muy ordenado y limpio”.
Un elemento importante en la pesquisa es la presencia de una serie de pisadas de barro que tuvieron compatibilidad con una zapatilla del acusado. En ese punto, Strocen Schelske se apoyó en un plano del inmueble y con el dedo índice acompañó el recorrido trazado a partir de las huellas relevadas.
La mujer detalló que las improntas comenzaban bajo una ventana de la misma habitación donde Díaz fue asesinada de un garrotazo en la cabeza mientras dormía y avanzaban primero hacia el hall y luego hacia una salida que se dirige al depósito, lugar que horas después arrojaría más indicios que derivaron en la detención del acusado ese mismo día.
La perito especificó que las labores dentro de la vivienda comenzaron a las 8 de la mañana y recordó que recién a las 5 de la tarde pudieron encontrar la llave de acceso al depósito.
“Las llaves estaban en un tacho con agua y ropa. Creo que por cansancio las terminó entregando y él mismo abrió el depósito”, dijo en relación al imputado.
“Cuando ingresamos encontramos muchas cosas encimadas y en un momento cuando cambio la mirada veo una zapatilla, la tele y la garrafa. Esas zapatillas después pusimos al lado de la huella y el tamaño coincidían”, ahondó la licenciada, que además indicó que la segunda puerta del depósito estaba obstruida desde adentro con herramientas, chapas y otros objetos.
En otro punto de su declaración también se refirió sobre las condiciones en las que se encontraba el cuerpo de Díaz y precisó que el cadáver estaba sobre la cama tendida, cuya parte posterior presentaba vestigios de sangre.
En un momento, el fiscal Martín Rau se apoyó en la declaración del acusado y consultó con la perito si en la escena había “olor a sangre”, a lo que la testigo respondió que no.

Orlando De Menes está detenido desde 2019 y puede ser condenado a perpetua.
Casa impecable
En la continuidad de la jornada también declararon Carolina Rojas y su esposo Néstor Fabián Lemes, quienes residían frente a la casa de la víctima y a quienes el acusado acudió esa mañana para alertar sobre el fallecimiento de su madre.
“Él llegó diciendo que su mamá había fallecido, que la habían matado, que le habían robado la tele y una garrafa”, coincidió al recordar la pareja, que además de vecinos son agentes policiales.
Rojas incluso entró el inmueble y constató el pulso de la mujer para confirmar el deceso. “Me acuerdo que entré a la casa y nunca había visto una casa tan impecable. Ella estaba como dormidita. No había olor a nada. Ella estaba fría ya”, describió.
Los siguientes en enterarse de la situación fueron Rogelio Díaz, hermano de la víctima, y su esposa Carmen Docarmo, quienes fueron desde Santa Ana avisados del hecho por De Menes.
“Nos llamó diciendo que mi hermana quería hablar conmigo. Cuando llegamos nos encontramos con todos los efectivos. Él lloraba y decía eso, que habían matado a la mamá”, contó Rogelio.
También señaló que “él era un muchacho bueno. Le ayudaba mucho a la mamá, le cocinaba, le lavaba la ropa, limpiaba la casa. A mi me extrañó mucho lo que pasó”.

Los jueces Bernie y Cukla observando documentos de la causa.
El debate oral continuará mañana con la declaración de más peritos, agentes policiales y médicos forenses.
El crimen de Elsa Díaz se registró entre las 21 del 9 de febrero y las 8 del 10 de febrero de 2019 en su casa del barrio 2 de Febrero de Candelaria. La mujer murió como consecuencia de un traumatismo craneoencefálico provocado con un objeto contundente.
En la primera jornada De Menes aceptó declarar y se declaró inocente.
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