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Familia de fallecido escritor Aníbal Silvero donó su biblioteca personal a Cultura

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Son 630 libros, la mayoría de autores misioneros, que formaban parte de la biblioteca personal del escritor Aníbal Silvero, fallecido hace pocas semanas. Desde hace unos días ocupan un espacio en la Biblioteca Daniel Stefani, de la Secretaría de Cultura de la Provincia, en 25 de Mayo 1460, de Posadas.

Leo Duarte, funcionario de Cultura y quien gestionó a través de Misioletras con la familia de Silvero la custodia del lote de libros, indicó a La Voz de Misiones que el patrimonio incluye los distintos premios que el escritor cosechó a lo largo de su carrera.

Entre los títulos, se destacan las obras del mismo Silvero, incluso el poemario titulado Euforias, que antecede a su primer libro oficial Cenizas del tiempo, y que el escritor “no consideraba un libro, porque parece más un folleto, y por eso no lo contaba como una obra”, contó Duarte.

Autores misioneros, como Pablo Camogli, Antonia Arrechea, Ricardo Argañaraz y Rubén García dominan la colección Silvero, donde también se destacan poetas y narradores argentinos como Jorge Boccanera y Lucía Arslanián; y latinoamericanos, como el Premio Cervantes paraguayo, Augusto Roa Bastos, de quien el escritor misionero conservó las novelas Hijo de Hombre y la consagrada Yo, el Supremo.

Joyas de papel

Duarte es bibliotecario, miembro de la Junta de Estudios Históricos de la provincia, y un entusiasta divulgador del pasado misionero.

El grupo Posadas del Ayer, que guarda en la nube un acervo de 30.000 fotografías de las distintas épocas de la ciudad, y congrega en Facebook una comunidad de cerca de 40.000 miembros, es una plataforma que Duarte mantiene permanentemente activa.

La biblioteca Daniel Stefani, que dispondrá un sector Aníbal Silvero para la colección recientemente incorporada, atesora un vasto patrimonio documental.

Guarda la primera biblioteca de la Dirección de Estadísticas y Censos (hoy Ipec); una hemeroteca con ejemplares de antología de los diarios El Territorio, El Paraná, y El Libertador; y joyas únicas como el Plan Urbis, el primer diseño urbanístico de Posadas, de 1957.

“Es el único ejemplar que se conserva. Si Posadas es lo que es, es en gran parte por este plan”, ilustró Duarte.

Cenizas del tiempo

Junto a la biblioteca y los premios de Silvero, la familia del escritor cedió también sus cenizas, y le confió la inhumación de los restos en San Ignacio, informó Leo Duarte.

Señaló que la ceremonia se realizará en febrero de 2022, en el predio de la casa de Horacio Quiroga, en la ciudad jesuítica, donde también se plantará un lapacho.

“Será como un epílogo en la obra de Anibal Silvero”, dijo Duarte. Como las palabras que aparecen en la contratapa del poemario “Cenizas del tiempo”, que le valió al escritor el Premio Arandú en 1999: “Yo sé a quién elijo para amar, más si me equivocara, volveré sobre mis pasos y limpiaré mis huellas hasta que el tiempo borre tu nombre”.

Los textos donados por la familia de Silvero, ya ordenados.

Foto de portada: Facebook


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Cocineros Argentinos “es mi familia”, dijo la chef misionera Gladys Olazar

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Gladys

Hoy se despidió Cocineros Argentinos luego de más quince años de emisión en la TV Pública, con todos sus integrantes emocionados hasta las lágrimas, incluso la misionera Gladys Mabel Olazar, quien era parte del programa desde el 2010. “Recibí tanto cariño que no me entra en el cuerpo”, reconoció Gladys a La Voz de Misiones.

Para la chef que nació en Jardín América y se crió en el Cuña Pirú, Cocineros Argentinos “es familia. Es un programa que reivindicó la gastronomía argentina que no la conocíamos como cocineros. Porque uno estudia, se recibe pero Cocineros llegó a todos los rincones del país, donde pudimos rescatar recetas que quedan en alguna localidad”.

Gladys pasó frente a cámara hace unos siete años pero antes fue productora del mismo programa. Se fue de Misiones a los veinte años para estudiar gastronomía en Buenos Aires y, al momento de ser convocada al ciclo televisivo, ella trabajaba en el Museo Evita.

“Yo me crié en la chacra y tuve un punto a favor por conocer tanto de productos como de alimentos”, consideró. De todos los momentos hermosos que pasó durante estos años, el que más recuerda es el primer día que se sumó, cuando se hacía una transmisión desde Tecnópolis. “Lloré tanto como hoy”, rememoró Gladys. “Estuvo el Chango Spasiuk. Tocó kilómetro 11, había un fogón, una olla de reviro y eso me tocó el corazón y dije ‘esto es lo que yo quiero’. Así fui creciendo hasta que llegué a estar delante de cámara”.

Para que ese presente suceda, Gladys atravesó distintas etapas durante unos siete años. Pasó de productora a jefa de cocina, luego a intermediaria entre los conductores y los chefs que venían de las provincias. Hasta incluso trabajó confeccionando las recetas junto a Guillermo Calabrese, cuando todavía era conductor del ciclo. “Hoy sentía una gran emoción. Por todos los cocineros que conocí, hablé con ellos para traer sus propuestas y los iba guiando en base a lo que cocineros querían mostrar”, afirmó la misionera.

De a poco, Gladys fue dando un paso al frente a pedido de sus compañeros. “Porque me decían ¿porqué no te haces chipa guazú, un mbeyú, y así fui quedando adelante hasta perder la vergüenza frente a cámara. Los productores me decían ‘tenes que estar’ y me fui preparando. Porque no es lo mismo que estar atrás, hablarle a la gente y a la cámara”.

“Para mí, Cocineros Argentinos va a seguir”

Gladys no descarta que algún día pueda conducir su propio programa ni tampoco cree que la despedida de hoy es el final definitivo de Cocineros Argentinos. “Es un producto que se puede llevar a otro lugar. Todavía no hay nada certero. Para mí, Cocineros argentinos va a seguir. Cerró un ciclo dentro de la TV Pública”.

No obstante, la cocinera de Cuña Pirú remarcó que los quince años de emisión en el canal estatal significó un crecimiento enorme por su alcance. “No solamente lo ve alguien de Capital, que puede pagar un cable. Llega a todos lados. Es integrar productores de distintas partes del país”, remarcó y para poner en consideración lo que ha significado ser parte de tamaña producción para la pantalla chica apuntó que sus hijos nacieron mientras ella consolidaba su papel dentro del programa “y van a cumplir 12 años. Su infancia fueron Los Cocineros Argentinos”.

Cocineros

Juan Ferrara, Luciano García, Sofía Pachano, Juan Braceli, Diego Sívori y Gladys Olazar, parte del ciclo de Cocineros

“Fantaseaba con que algún día me iban a invitar”

Desde Misiones, uno de los invitados frecuentes de los últimos tiempos de Cocineros Argentinos era la pareja de Poytava, Ángeles de Muro y Saúl Lencina. “Nos dejaron siempre hablar de lo que queríamos. Nos dieron el espacio para exponer lo que queríamos con mucho respeto. Una vez llevamos un montón de hongos y hablamos con un silencio atrás de cámara, los camarógrafos mirándonos, una conexión que estaba pasando ahí, sabiendo que todo ese era transmitido a todo el país”, rememoró Lencina a La Voz de Misiones.

Como varios chefs de Misiones, Ángeles y Saúl fueron convocados por el ciclo televisivo para mostrar cómo era la gastronomía de la región. “La jefa -Ángeles-hace poco hizo helado de mandioca. Estuvo súper interesante en la TV Pública, en Cocineros Argentinos para todo el país. Era como su recetita que se le ocurrió hace unos diez años, que cada tanto lo hacía y pensó que era interesante mostrarlo. Nadie le dijo ‘no, hace de otra cosa’ o decí ‘esto’. Era un espacio de libertad, nos conocían, sabían por dónde iba. Se charlaba antes para saber adónde enfocar pero nosotros proponíamos. Hasta muchas veces armaban un plan alrededor de lo que nosotros proponíamos. Decíamos ‘llevamos tal cantidad de hongos’ y armaban un plan alrededor de eso”.

Lencina

Gladys Olazar y Saúl Lencina, en Cocineros Argentinos.

Saúl siempre soñó con ser parte del ciclo  y “fantaseaba con que algún día me iban a invitar. Antes miraba Utilísima, El Gourmet y muchas veces era contenido antiguo de Karlos Arguiñano, del Gato Dumas o de otros países. Costaba que hubiera algo argentino. Y eso estaba ahí y los años pasaban. El programa se mantuvo. Y yo decía que algún día me van a llamar y cuando pasó no podía creer, era feliz. Era tipo un sueño, tipo un premio que te convoquen”.

La última emisión de Cocineros Argentinos reunió a todos los conductores y productores frente a la cámara, con Juan Braceli emocionado hasta las lágrimas. “Les mandamos un cariño inmenso a todos los que pasaron por Cocineros Argentinos, a todos los que laburaron, a todos los que participaron, a todos los que nos abrieron las puertas de sus casas, de sus corazones; a vos que estás ahí bancando desde el primer día o quizás solo desde ayer… todos formamos parte de esta gran familia”, dijo Braceli. Además de Braceli, “Cocineros Argentinos” contó entre sus filas a Guillermo Calabrese, Ximena Sáenz, Juan Ferrara, y Luciano García, entre otros.

Hoy miércoles, 27 de marzo, fue la última transmisión en vivo de Cocineros Argentinos pero el domingo habrá una emisión más, aunque está grabada especialmente para Pascuas. Las nuevas autoridades designadas por el presidente Javier Milei tomaron la decisión abrupta de levantar el célebre programa sin dar explicaciones. Mientras tanto, hay trascendidos de que el plan gubernamental es concesionar las señales estatales, vender los inmuebles y despedir a toda la planta de trabajadores, una situación que trajo gran preocupación e incertidumbre.


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Malvinas: memorias de la guerra en dos muestras en Posadas

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Malvinas

A 42 años de la guerra por las Islas Malvinas en el Atlántico Sur, dos muestras que se inauguraron este miércoles en Posadas reconstruyen la memoria del conflicto.

En el Museo Lucas Braulio Areco, del Palacio del Mate, se exhiben objetos utilizados por los soldados en los 74 días que duró la guerra con el Reino Unido por la soberanía del archipiélago usurpado en 1833 y recuperado por Argentina el 2 de abril de 1982.

Cascos de combate, uniformes, impermeables, guantes, kit de primeros auxilios de campaña, cantimploras, cinturones, cajas de proyectiles de 105 milímetros, fotografías, cartas, telegramas y varios recipientes con tierra de las islas, son algunos de los objetos exhibidos en la muestra de la Municipalidad de Posadas en el Bossetti.

“Todo pertenece a ex combatientes y organizaciones de veteranos”, explica Marta Samudio, funcionaria municipal del museo encargada de recibir a los visitantes.

La réplica de un FAL (Fúsil Automático Liviano), de fabricación argentina, descansa sobre una pared en actitud de combate. Abajo, un ejemplar de un diario patagónico reproduce la imagen de dos soldados argentinos cuerpo a tierra, vigilantes, observando hacia el mar, junto a una noticia sobre los anuncios del presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, de sanciones económicas para la Argentina y ayuda material a Gran Bretaña.

Una foto recuerda la partida de las tropas del Regimiento de Infantería de Monte 4 “Coronel Manuel Fraga”, con asiento en la localidad correntina de Monte Caseros, hacia el sur: los soldados saludan y sonríen a la cámara por las ventanillas de los vagones del Ferrocarril Urquiza.

La emotiva despedida retratada en la fotografía fue el 12 de abril de 1982. Día de sol en Monte Caseros y en las islas. Muchos de los rostros que sonríen, no volvieron.

Un sueter de lanilla, una gorra, un ejemplar de la revista Gente: “Hundí una fragata”, dice el título de una nota donde un piloto naval cuenta cómo hundió un buque de guerra enemigo con su avión Douglas A4C, el legendario “Skyhawk”​ o “Halcón del Cielo”, en inglés; un avión de ataque ligero desarrollado por la Armada estadounidense.

“Esquirla de una bomba”, se lee sobre un pedazo de metal; un resto de metralla oxidado, mortal souvenir rescatado del campo de batalla, relicario del horror.

 

Un recipiente de vidrio guarda tierra de las islas, negra, volcánica. Una campera de piloto. El paquete de curación individual del soldado misionero Rodolfo Pocho Ramírez: “2 apósitos autoadhesivos, 1 venda, 1 sobre de Sulfanilamida”, se lee en la etiqueta del sobre.

También, hay telegramas fechados en Puerto Argentino y Buenos Aires, intercambiados por el soldado Manuel Vieytes, de la Compañía de Ingenieros Mecanizada 10, y su familia. Hay bendiciones, besos, abrazos lejanos. “Estoy bien, telegrafíen”, les dice él desde el frente.

Utensilios de rancho, vainas servidas, bayonetas, puñales, completan el glosario de recuerdos de la guerra exhibidos en el Palacio del Mate, una muestra que estará abierta hasta el 30 de abril, en el horario de 7 a 19.

Relatos de las islas

En el Centro Cultural del Cuarto Tramo de la Costanera de Posadas, se instaló la muestra “Relatos de Malvinas”, del Parque del Conocimiento, que reúne fotografías del archivo de la agencia pública de noticias Télam, captadas durante el conflicto, y recortes de diarios de la época, que le ponen contexto noticioso a la galería de imágenes.

Un afiche de la primera marcha de ex combatientes reivindicando la memoria por Malvinas domina una de las esquinas del salón. La lámina convoca a la Marcha de Ex Combatientes por una Nueva Argentina, el 14 de junio de 1983, en el primer aniversario del final del conflicto. “Sufro por vos, Argentina”, dice el afiche sobre la foto de dos soldaditos que vuelven de la guerra.

Las fotos de Télam, tomadas por sus enviados a las islas, muestran Malvinas en primera persona. Las imágenes recorren preparativos, pertrechos, secuelas del encarnizado combate del 2 de abril, la última capitulación británica del siglo 20.

En casi todas las imágenes hay rostros, soldados sobre un tanque, patrullando las costas de la capital isleña, fortificadas, en los primeros días del conflicto. Casi no hay sonrisas, solo caras congeladas de expectación; se adivina la amenaza inminente.

Las fotos de Eduardo Farré se meten en otra de las caras de la guerra: la atención de los heridos. Las escenas transcurren a bordo del rompehielos Almirante Irízar, transformado entonces en buque hospital.

Las fotos de Télam forman parte del informe especial por los 40 años de Malvinas producido por la agencia estatal de noticias con material inédito de su archivo fotográfico y documental, y forma parte del acervo del Parque del Conocimiento, que le sumó los recortes periodísticos de la época, pertenecientes al Archivo Histórico de la Biblioteca Clotilde González, del Museo Regional Aníbal Cambas.

Los recortes, que forman una isla en el centro del salón, sitúan la galería de imágenes de Télam en el contexto informativo de los diarios locales de la época.

Ahí está la noticia del diario El Territorio del “Cálido tributo póstumo a los marinos misioneros desaparecidos”, una publicación que recuerda a los cabos Omar Maciel y Miguel Ángel Meza, caídos en el hundimiento del Crucero General Belgrano, en mayo de 1982.

Otro recorte habla de un marino misionero sobreviviente del ataque al buque insignia de la Armada Argentina: Mario Alberto Sosa, de 19 años, oriundo de Puerto Iguazú. El artículo recoge el testimonio de su mamá, Sofía Sosa, residente del barrio Villanueva de la ciudad de las cataratas.

Otra noticia habla de otros dos caídos en combate: el alférez Ricardo Julio Sánchez, que hasta 1980 se desempeñó como jefe de la Sección Esperanza, de Gendarmería Nacional; y el subalférez Guillermo Nasif, de Oberá.

“Relatos de Malvinas” estará abierta al público hasta fines de junio, en el horario de 8 a 12 y 13 a 20 horas.


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Karr Zamboni indaga en las relaciones tóxicas en su primer single “Dopamina”

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Karr

Dopamina” se llama el single con el cual Karr Zamboni se dio a conocer a mitad de marzo, para un videoclip que ya tiene más de 2600 visitas. El video está protagonizado por la propia Karr y la Lara Molina, una tiktoker que tiene 2 millones de seguidores.

“Es una canción bastante personal porque viví un vínculo tóxico y creí que haciendo esta canción podría ayudar a otras personas a atravesarlo porque, uno en esas situaciones, se siente solo y cree que no puede salir”, explicó Karr a La Voz de Misiones.

“No puede ser que de tanto estirar/ esto no se llegue a romper / estamos como títeres, tratando de mover/ pero la dopamina está al cien”, dice la letra de “Dopamina”, material que forma parte de las composiciones propias de Karr.

Karr

“Se expresa como a veces hay vínculos tóxicos que creemos que nos hacen bien, nos genera esa dopamina pero nos hace tan mal y se hacen un círculo vicioso del cual nos cuesta salir o es muy difícil”, manifestó la cantante que además es estudiante de Letras, poetisa y es nieta sobrina de la laureada escritora Olga Zamboni. “La parte artística creo que va por ese lado familiar”, consideró la cantante, aunque lamentó que no tenía relación con la escritora que falleció en 2016.

“En mi familia fui la única interesada en hacer música. Incluso cuando era chica siempre cantaba, desde los ocho años o menos. Mi hermana me incentivaba, me vestía y jugaba que estaba en los conciertos. Siempre me decía que iba a subir mis videos a YouTube pero nunca lo hizo. Por ese lado fue complicado porque no fui entendida por dónde quería seguir”.

Karla Zamboni es de Santa Ana como la tiktoker Lara Molina, quien amablemente aceptó sumarse al videoclip. “Siempre la escuchaba hablar y también la idea del video era representar a la comunidad LGBITQ y ella me pareció una buena imagen que podría dar. Me comuniqué con ella y luego de unos días me contestó, muy amable”.

Luego de esta canción que fue musicalizada por el misionero Rodrigo Bueno en Córdoba, el plan de Karr es seguir sacando singles. “La intención es seguir adelante para llegar con la música a más personas”, remarcó.


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