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Empresa transforma a seres queridos en abono orgánico después de muertos

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La empresa, llamada Recompose, completó recientemente un estudio piloto con los cadáveres de varios voluntarios y dice que el proceso de transformar los restos humanos en abono orgánico se puede completar de manera segura en 30 días.

EEUU. Según la compañía, el proceso permite ahorrar más de una tonelada de carbono, en comparación con las cremaciones o los entierros tradicionales.

Y en declaraciones exclusivas, la directora ejecutiva y fundadora de Recompose, Katrina Spade, dijo que las preocupaciones sobre el cambio climático han hecho que numerosas personas ya hayan mostrado interés en ese servicio.

“Hasta la fecha unas 15.000 personas se han suscrito a nuestro boletín. Y la legislación para permitir esto en el estado de Washington recibió apoyo bipartidista, lo que le permitió ser aprobada a la primera”, agregó.

Según Katrina Spade, la posibilidad del “compost humano” ha ganado popularidad por causa del cambio climático.
“El proyecto ha avanzado así de rápido debido a la urgencia del cambio climático y la conciencia de que debemos corregirlo”.

Spade habló con la BBC luego de la presentación de los resultados del estudio científico sobre el proceso de compostaje, que Recompose llama “reducción orgánica natural”, durante una reunión de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia en Seattle.

En una de las pocas entrevistas concedidas desde que anunció los detalles del proyecto hace un año, Spade contó que la idea se le ocurrió hace 13 años, cuando comenzó a reflexionar sobre su propia mortalidad (aunque para ese entonces solo tenía 30 años).

“Cuando muera, a este planeta, que me ha protegido y apoyado toda mi vida, ¿no debería devolverle lo que me queda? Es lógico y también hermoso”, dijo del proyecto de transformar los restos humanos en abono orgánico.

La reducción orgánica natural se ofrece como una alternativa ecológica a cremaciones y funerales tradicionales. Spade habló con la BBC luego de la presentación de los resultados del estudio científico sobre el proceso de compostaje, que Recompose llama “reducción orgánica natural”, durante una reunión de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia en Seattle.

En una de las pocas entrevistas concedidas desde que anunció los detalles del proyecto hace un año, Spade contó que la idea se le ocurrió hace 13 años, cuando comenzó a reflexionar sobre su propia mortalidad (aunque para ese entonces solo tenía 30 años).

“Cuando muera, a este planeta, que me ha protegido y apoyado toda mi vida, ¿no debería devolverle lo que me queda? Es lógico y también hermoso”, dijo del proyecto de transformar los restos humanos en abono orgánico.

“Para muchas personas, esta alternativa encaja con la forma en que tratan de llevar sus vidas. Quieren elegir un plan de atención de la muerte acorde con la forma en que viven”, explicó.

Pero ¿cómo funciona el proceso? La metodología piloteada por Recompose consiste en colocar el cuerpo en un recipiente cerrado que contiene astillas de madera, alfalfa y paja.

El cuerpo también se hace girar lentamente para permitir que los microbios lo descompongan de forma pareja. Treinta días después, los restos están disponibles para que los parientes los esparzan entre las raíces de árboles o plantas.

Es un proceso sencillo, pero se necesitaron cuatro años de investigación científica para perfeccionar la técnica, tarea que corrió a cargo de la profesora Lynne Carpenter Boggs, una experta en suelos.

El compostaje de ganado es una práctica bien establecida en el estado de Washington, y la tarea de la profesora Carpenter Boggs fue adaptarla a sujetos humanos y garantizar que los restos fueran seguros para el medio ambiente.

Para ello realizó estudios piloto con seis voluntarios que habían dado su entusiasta consentimiento a la investigación antes de su muerte, lo que sin embargo no evitó que el trabajo tuviera un profundo efecto emocional en ella y su equipo.

¿Qué ocurre con los cuerpos que se donan a la ciencia?

“Todos nos interesábamos constantemente por el estado de los otros. Mi fisiología se sentía diferente, no dormía bien durante algunas noches, no tenía hambre, era una respuesta de angustia”, le contó a la BBC.

Durante su estudio, Carpenter Boggs descubrió que los cuerpos en recomposición pueden alcanzar temperaturas de hasta 55 °C.

“Estamos seguros de que se consigue destruir la gran mayoría de [organismos causantes de enfermedades] y productos farmacéuticos debido a las altas temperaturas que alcanzamos”, expuso.

Recompose comenzará operaciones a finales de este año y cualquiera puede participar, aunque el proceso solamente es legal en el estado de Washington.

La legislación para permitir la reducción orgánica natural ya está siendo considerada en Colorado, y Spade cree que será cuestión de tiempo antes de que esté más ampliamente disponible en EE.UU. y otros países.

“Esperamos que otros estados recojan la idea una vez que comencemos en Washington. Y también hay mucho entusiasmo en Reino Unido y otras partes del mundo, por lo que esperamos abrir sucursales en el extranjero en cuanto sea posible”, manifestó.

Fuente: BBC.

Ambiente

Un plan para restaurar la selva misionera superó los 200.000 árboles plantados

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La Fundación Vida Silvestre celebró la plantación de más de 200 mil árboles nativos con el objetivo de restaurar la selva misionera en zonas deforestadas. Al mismo tiempo, consideraron que la iniciativa es clave para recuperar al yaguareté, entre otras especies que habitan la fauna y flora regional.

A través de un comunicado, afirmaron que “la pérdida y fragmentación del monte es una de las principales amenazas para el felino”. Sin ir más lejos, según datos del último censo del yaguareté en la región del Corredor Verde entre Misiones y Brasil, esta población descendió a una media de 84 ejemplares, frente a los 93 registrados en 2022.

De manera preventiva ante esta situación, hace más de quince años Vida Silvestre trabaja en la provincia para recuperar y reconectar la selva misionera y el hábitat del yaguareté, de la mano de más de 200 familias de pequeños y medianos productores rurales de Andresito y San Pedro.

Fue así que en la última década y media lograron plantar más de 200.000 árboles nativos y restaurar unas 640 hectáreas de selva en áreas clave para recuperar corredores de biodiversidad. 

En el mismo documento, detallaron que actualmente los esfuerzos están focalizados en San Pedro y en reforzar la conectividad de la selva entre el Parque Provincial Cruce Caballero y la Reserva de Biósfera Yabotí. “En esta región, tanto las y los pobladores como los fragmentos de bosque nativo aún conservan la memoria del rugido del yaguareté”, señalaron. 

“Desde Vida Silvestre estamos convencidos de la necesidad de recuperar la selva misionera no sólo para el yaguareté y la biodiversidad, sino también para las personas ya que los beneficios o servicios ecosistémicos que brinda el monte son esenciales para el bienestar y para afrontar el cambio climático”, señaló Claudia Amicone, especialista en restauración y comunidad de la fundación. 

Además, indicó: “Nuestro trabajo de restauración lo realizamos en sitios de alto valor para el hábitat del yaguareté en donde, mediante diversos estudios, las necesidades de intervención para no perder la conectividad de los grandes bloques de serva que quedan en Misiones son urgentes”. 

“Sin selva, no hay fauna. Sin conectividad ecológica, el yaguareté no tiene futuro. Cada hectárea restaurada es una pieza clave en el rompecabezas de la conservación”, concluyó Amicone. 

Acciones colectivas para la conservación

A través de acuerdos voluntarios, acompañamiento técnico y económico, y prácticas productivas sostenibles, varias familias participan activamente en la recuperación del bosque en sus chacras. 

En este momento, 38 familias preparan el terreno para enriquecer con árboles nativos sectores de selva existentes, plantar sobre áreas degradadas y trabajar en procesos productivos de manera amigable con el ambiente, como los sistemas agroforestales.

Se trata de acciones que sumarían en el mediano y largo plazo contribuyendo con la recuperación de flora y fauna, además de impulsar prácticas que atenten contra la pérdida del hábitat, como la caza furtiva, los conflictos con actividades productivas y los atropellamientos. 

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Rescatan a mona que estuvo siete años en cautiverio en una casa de Puerto Rico

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Ayer en horas del mediodía, personal policial, junto a un equipo de ambientalistas, procedió al rescate de una mona Caí que estuvo casi una década en cautiverio, dentro de una jaula de un metro cuadrado.

“Yo estoy haciendo un asado acá y ella me está golpeando el plato allá, quiere un pedazo de asado y yo le doy asado. Le doy fruta, le doy lo que sea. Es como un animal cualquiera”, se escucha relatar a quien sería el propietario de la vivienda, ubicada en el Barrio 130 de Puerto Rico, donde estuvo encerrada la mona de especie Caí (Sapajus nigritus), en un video que no tardó en viralizarse. 

Sin embargo, tras el arribo de policías y ambientalistas, el responsable hizo entrega de manera voluntaria del animal que habría estado al menos 7 años en situación de mascotismo. 

Nuestra fauna silvestre no merece este destino. Hoy, gracias al trabajo conjunto de la Policía de Misiones, a través de su División de Defensa del Medio Ambiente, el Ministerio de Ecología y el Centro de Conservación de Fauna (Ohana), esta mona inicia su segunda oportunidad de vida”, aseveró la Policía de Misiones a través de un posteo en Instagram.

Peligro de extinción 

A lo largo y ancho del país habitan cinco especies de monos, entre ellas, dos aulladores, dos capuchinos (o Caí) y el mono de noche o mirikiná. 

En Misiones se encuentran las especies Caí y Carayá, esta última en peligro de extinción, por lo que en septiembre de 2022, el mono Carayá negro y dorado (Aloutta), fue declarado Monumento Natural Provincial, para protegerlos y tratar de recuperar sus poblaciones frente a la caza furtiva, los brotes de fiebre amarilla y la deforestación que los llevó a ser una especie en peligro de extinción en Misiones.

De acuerdo a la categorización nacional de conservación para mamíferos argentinos, las poblaciones de monos aulladores carayá en el país “han sufrido una reducción poblacional del 10% en una generación (10 años) y se infiere una reducción para el futuro a 2 generaciones (20 años) de al menos 20%”.

En Misiones particularmente, la población de ambas especies es muy escasa comparada con otras provincias. Debido a los cambios del suelo por deforestación, muchos se vieron obligados a migrar, mientras que otros no resistieron el cambio de habitat. 

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Ambiente

Invitan a jornada por el Día Internacional del Ambiente en la FCEQyN

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En el marco de una fecha que intenta promover la conciencia y pensar qué implica educar en contextos de crisis ambiental, la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales (FCEQyN) de la Universidad Nacional de Misiones (Unam) convoca a estudiantes, docentes y a la comunidad en general a la XIII Jornada del Día Internacional del Ambiente, este viernes 27 de junio de 14 a 19, en su sede ubicada en calle Félix de Azara 1552 de Posadas.

En esta oportunidad el lema será “Unidos por un mundo sin plásticos: de la Ley Yolanda a la acción”, con el objetivo de reflexionar y divulgar esta legislación Nº 27.592, sancionada en noviembre del año 2020.

La misma establece la obligatoriedad de la capacitación en temas ambientales en todos los niveles del Estado y adherir a la campaña del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), que declara al 2025 como el Año Internacional para poner fin a la contaminación por plásticos.

Su nombre surgió en homenaje a Yolanda Ortiz, quien fuera secretaria de Recursos Naturales y Ambiente Humano en Argentina, reconociendo que “su trabajo en la protección del ambiente fue muy importante en toda Latinoamérica”.

Temas y disertantes

El encuentro se llevará a cabo el aula magna, ubicada en el primer piso del edificio central, donde los presentes debatirán sobre distintos ítems, que van desde presencia de microplásticos en el río Paraná; bioplásticos de almidón de mandioca; gestión de residuos compostables en la Facultad de Exactas (Tekororiq); innovación empresarial: materiales a partir de plásticos reciclados (Terekua sustentable), entre otros.

Las disertantes serán Gladys Garrido, directora del Instituto de Ciencia Ambiental y Desarrollo Sostenible (Icades) y las docentes e investigadoras Pamela Cuenca y Natasha Schvezov.

La actividad es organizada por dicha casa de estudios, el Icades, el Programa de Extensión Educación Ambiental para la Sostenibilidad (PEA) y la Cátedra de Ecología de la FCEQyN.

Los interesados deberán inscribirse a través del enlace https://bit.ly/3GgpsiY, y recibirán certificaciones digitales al finalizar la jornada. 

Programa completo: https://www.fceqyn.unam.edu.ar/jornada-ambiente-2025/

 

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