Nuestras Redes

Ambiente

Ante baja de población de yaguareté, piden reforzar medidas de conservación

Publicado

el

yaguareté

En 2005, las proyecciones hablaban de la existencia de entre 30 a 55 ejemplares en el remante del bosque atlántico paranaense que comparte Misiones y Brasil.

Las cifras preocuparon entonces, pero la población del emblemático felino en la región mostró síntomas de recuperación en los años siguientes, merced a políticas y estrategias de conservación de ambos países, llegando a duplicarse para 2016.

Ahora, un nuevo monitoreo de la Subcomisión Selva Paranaense para la Conservación del Yaguareté, presentado este lunes en Puerto Iguazú, a propósito del Día Internacional y Provincial del Yaguareté, volvió a encender las alarmas, registrando una disminución de los ejemplares desde 2018.

Según el informe, la población de yaguaretés en la región disminuyó a menos de 100 ejemplares, en comparación con el mismo monitoreo realizado hace dos años.

De un total estimado en un rango entre 84 y 125 individuos (con una media de 105) en 2018, el estudio realizado entre 2020 y 2021 indica que ahora son aproximadamente entre 76 y 106 los yaguaretés (con una media de 90).

Organizaciones y grupos que trabajan por conservación de la especie, estos datos son abiertamente desalentadores, y exponen la necesidad de redoblar los esfuerzos por la supervivencia de una especie que no solo hace al equilibrio del ecosistema, sino a la identidad cultural de la región, ligada a saberes y cosmogonías ancestrales que ubican al yaguareté en la mitología.

El Censo

El trabajo es realizado a manera de censo bianual por el equipo de investigadores argentinos del Proyecto Yaguareté (CeIBA-Unam-Conicet), y el equipo del Proyecto Onças do Iguaçu, de Brasil (ICMBio-PNI), y que cuenta hace más de 18 años con el apoyo de la Fundación Vida Silvestre Argentina y WWF.

El estudio constituyó un gran esfuerzo que abarcó más de 560.000 hectáreas de los dos países, donde se colocaron 215 estaciones de muestreo provistas con cámaras trampas.

“La estimación que presentamos es levemente inferior a la obtenida en el año 2018, y muy similar a la del 2016. Luego de la recuperación poblacional sostenida que veníamos observando entre el 2005 y el 2018, encontramos que esa tendencia creciente parece haberse detenido”, destacó Agustín Paviolo, investigador del Conicet y coordinador del Proyecto Yaguareté.

“Los datos del próximo relevamiento que haremos en el año 2022 van a ser muy importantes porque nos mostrarán si la leve disminución observada en 2020-2021 se consolida como tendencia y si la población comienza a declinar nuevamente”.

“Lo más importante ahora es entender que necesitamos que los esfuerzos de la comunidad, las organizaciones ambientales y el gobierno continúen incrementándose y comprometiéndose así a retomar la tendencia en alza poblacional del yaguareté en uno de los hábitats con mayor potencial para la especie”, argumentó Manuel Jaramillo, director general de Fundación Vida Silvestre Argentina.

“Los datos muestran que, a pesar de nuestros esfuerzos en actividades de investigación, sensibilización, trabajo conjunto con comunidades locales y articulaciones internacionales, necesitamos hacer más para que estos animales sobrevivan”, añadió.

Bajar la velocidad

La presión de caza hacia el yaguareté y sus presas, la deforestación y fragmentación del bosque, y los atropellamientos en rutas y caminos, son las principales razones que amenazan a la especie, argumentan investigadores y conservacionistas.

Nicolás Lodeiro, fundador y titular de Red Yaguareté, apuntó que las represalias de productores por episodios de predación de ganado y mascotas, y los atropellamientos en la ruta nacional 12 son los principales problemas que tiene la especie en Misiones.

“El principal problema es la cacería asociada a las represalias por ataques de yaguaretés contra animales domésticos, y ganado”, afirmó Lodeiro a La Voz de Misiones.

Su organización está encaminando un proyecto, que ya tiene dictamen favorable de la cartera ambiental del gobierno nacional, para la reducción de la velocidad en la ruta 12, en los tramos donde hay presencia de yaguaretés.

“Es una cuestión de decisión política, asumir el costo, son 700.000 dólares, que es el equivalente a 20, 22 días de entradas en el Parque Nacional Iguazú; es que mentira que no hay plata, se la llevan para otro lado”, afirmó.

“El tema de las rutas es preocupante. Hay que hacer cambios en el asfalto, porque mientras no nos obliguen a frenar va a seguir habiendo atropellamientos”, señaló.

La Red de Lodeiro viene trabajando con los productores ganaderos de Misiones en el uso de alambrados electrificados para prevenir ataques de yaguareté al ganado.

“Ahora es momento de que esta técnica que ya tiene 8 años de funcionamiento pleno, sea ampliada como una política pública a toda la provincia. Se trata de una solución altamente comprobada que pone freno a la principal causa de extinción de nuestros yaguaretés no solo en Argentina, sino en todo el continente: la muerte por represalia”, argumentó.

Conexión verde

Otro aspecto que preocupa a las organizaciones ambientalistas es la “continuidad de los corredores verdes”, es decir la interconexión de la masa selvática protegida en los parques nacionales y provinciales.

“La supervivencia de la especia depende de eso, hay que garantizar que los yaguaretés, que son una especie que a diferencia de otras que tenemos en la provincia necesita grandes extensiones para vivir, puedan desplazarse desde Puerto Iguazú hasta Salto Encantado y Moconá”, ilustró el guardaparque Diego Ciarmello a LVM.

Guardaparques como Ciarmello y Santiago Belliti, que trabajaron en Moconá, señalaron que el avistamiento del yaguareté es sumamente difícil, pero no porque su número sea escaso, sino por las características de la masa boscosa misionera y el fino olfato del animal que “siempre te ve mucho antes”.

“La situación del yaguareté la reflejan las investigaciones, que son muy serias; es un problema íntimamente relacionado con la continuidad de selva, los corredores biológicos”, expresó Ciarmello.

“Hay que proteger la selva y desde una planificación que se sustente en los corredores biológicos, unir las grandes porciones de selva; lo que es el norte, el parque Iguazú, con el parque Uruguai, y de ahí sostener la conexión con Yaboti, que está debilitada; es necesaria una fuerte presencia y la restauración de los sectores de selva que todavía existen”, afirmó.

Ambiente

Dos años de prisión para los cazadores que mataron un yaguareté en Formosa

Publicado

el

Dos años de prisión para los cazadores que mataron un yaguareté en Formosa

Este miércoles, el Juzgado Federal Uno de Formosa sentó jurisprudencia en el país al condenar por primera vez a cuatro hombres que mataron, carnearon y comieron a un yaguareté en julio del 2024 y ahora deberán pasar dos años en prisión efectiva. La especie fue declarada Monumento Natural Nacional en 2001 y se encuentra en peligro crítico de extinción por la caza furtiva y la deforestación de su hábitat.

Los acusados Máximo Cisneros (60), dueño del campo donde cazaron al ejemplar, y los tres peones rurales involucrados, Viterman Ponce De León (37), Walter Hugo Ponce De León (44) y Claudio Cisneros (29), admitieron la comisión del delito en la segunda audiencia de debate oral y firmaron un acuerdo de juicio abreviado que fue homologado por el magistrado Pablo Morán.

El magistrado formoseño impuso una pena de dos años de prisión efectiva a los cuatro imputados por cazar a un ejemplar de la especie, protegida por la Ley 25.463, y los condenados consiguieron un permiso especial para trabajar.

Con el veredicto del Juzgado Federal Uno de Formosa, los implicados fueron detenidos inmediatamente para comenzar el cumplimiento de la pena.

El caso

Los hechos ocurrieron a fines de julio del 2024 entre las localidades formoseñas Ibarreta y Estanislao del Campo, en la propiedad de Máximo Cisneros.

De acuerdo a la defensa de los ahora condenados, todo comenzó con la desaparición de una vaca lechera de la chacra que los cuatro salieron a buscar armados y con perros por la zona.

Cuando finalmente la hallaron, la vaca estaba muerta y cerca de su cuerpo se encontraba el yaguareté que, según el mismo testimonio de los acusados, “trituró” a dos de los perros que los acompañaban y en “defensa propia” Claudio Cisneros ejecutó el disparo que le quitó la vida al ejemplar.

Sin embargo, tras matar al yaguareté, los cazadores se fotografiaron sonrientes junto al cuerpo a punto de ser carneado para luego comérselo. En tanto, la Justicia nunca logró dar con la piel del animal, por lo que la principal hipótesis es que fue comercializada.

Las fotografías que se habían tomado los cuatro involucrados junto al animal llegaron a Ana Magdalena Gutiérrez, representante de la Subcomisión Chaqueña para la Conservación del Yaguareté y representante titular ante el Comité General de Gestión Yaguareté del Plan Nacional de Conservación del Monumento Natural Yaguareté (PNCMNY), quien realizó la denuncia y dio inició a la investigación que resultó con la primera condena de su tipo en el país.

Se calcula que en Argentina quedan entre 200 y 300 ejemplares del felino más grande de América, de los cuales la mayoría se encuentran en la selva misionera.

En un juicio abreviado, los cuatro cazadores fueron condenados a dos años de prisión.

Seguir Leyendo

Ambiente

Juzgan por primera vez en el país a cuatro hombres por cazar a un yaguareté

Publicado

el

Juzgan por primera vez en el país a cuatro hombres por cazar a un yaguareté

Un juicio oral y público sin precedentes en el país inició este martes en el Juzgado Federal Uno de Formosa contra cuatro hombres acusados de matar, carnear y comer a un yaguareté en julio del 2024. La especie está en peligro crítico de extinción en Argentina y se calcula que solo quedan entre 200 y 300 ejemplares.

Máximo Cisneros, Walter Hugo Ponce De León, Claudio Cisneros y Viterman Ponce De León son las primeras personas en ser juzgadas por la caza de un yaguareté en la Argentina y podrían ser condenados a una pena de hasta tres años de prisión.

Los hechos ocurrieron a fines de julio del 2024 entre las localidades formoseñas Ibarreta y Estanislao del Campo, en la propiedad de Máximo Cisneros. De acuerdo a lo relatado por los involucrados, todo comenzó por la desaparición de un animal vacuno de la chacra.

Armados y acompañados de perros, Máximo Cisneros junto a Walter Hugo Ponce De León, Claudio Cisneros y Viterman Ponce De León, tres changarines que trabajaban en la zona, salieron en busca de la vaca perdida.

Para cuando los cuatro hombres encontraron a la vaca, estaba muerta y cerca de sus restos se hallaba el ejemplar de yaguareté.

Según el testimonio de los acusados a la prensa, el yaguareté los empezó a “atacar” y “trituró” a dos de los perros. Fue en ese momento que, “en defensa propia”, Claudio Cisneros ejecutó el disparo que le quitó la vida al ejemplar.

Sin embargo, luego de matar al yaguareté, se fotografiaron sonriendo junto al cuerpo antes de ser carneado, para después comerlo. En tanto, la Justicia nunca pudo hallar la piel del ejemplar, por lo que la principal hipótesis es que fue comercializada.

Juicio histórico

Las fotografías que se habían tomado los cuatro involucrados junto al animal llegaron a Ana Magdalena Gutiérrez, representante de la Subcomisión Chaqueña para la Conservación del Yaguareté y representante titular ante el Comité General de Gestión Yaguareté del Plan Nacional de Conservación del Monumento Natural Yaguareté (PNCMNY), quien realizó la denuncia.

En consecuencia, la Policía formoseña allanó el campo de Máximos Cisneros, quien ante la presencia de los uniformados intentó huir, pero fue detenido.

Un mes después, los otros tres señalados que tenían pedido de captura se presentaron ante la Justicia y permanecieron detenidos hasta que obtuvieron la prisión domiciliaria.

Finalmente, los cuatro imputados son juzgados por matar, carnear y comer a un yaguareté. La condena del tribunal podría sentar jurisprudencia y establecer un precedente clave en la protección de especies en peligro crítico de extinción.

El yaguareté está en peligro crítico de extinción desde el 2001 debido a la caza furtiva y la perdida de su hábitat. La especie está protegida por la Ley 25.463, que lo declaró Monumento Natural Nacional.

Se calcula que en Argentina quedan entre 200 y 300 ejemplares del felino más grande de América, de los cuales la mayoría se encuentran en la selva misionera.

Seguir Leyendo

Ambiente

Registraron un yaguareté en el el Valle del Cuña Pirú después de tres años

Publicado

el

El equipo de Red Yaguareté rastreó un ejemplar del “tigre criollo” dentro de un área monitoreada con cámaras en el Valle del Cuña Pirú. Si bien el hallazgo fue celebrado, los miembros de la organización solicitaron al Ministerio de Ecología “poner fin, sin contemplaciones, a la caza en toda la región”.

El anuncio fue dado en las últimas horas, a través de sus redes sociales, mediante un comunicado en el que detallaron: “Huellas inconfundibles en el barro de una picada nos devolvieron la alegría”.

Finalmente, esta semana las marcas fueron reconfirmadas con nuevos hallazgos, por lo que aseguraron: “El Valle del Cuña Pirú nuevamente alberga a un yaguareté”.

Se trata del primer ejemplar registrado luego de más de tres años: “La espera pareció eterna y fue sumamente preocupante, luego de un esfuerzo descomunal que modificó para siempre la convivencia del yaguareté con las actividades productivas en Misiones, especialmente la ganadería. El equipo de la Red Yaguareté que durante una década y media trabajó a destajo en el Valle del Cuña Pirú y áreas vecinas, asistió con desolación a la desaparición del gran depredador misionero de las bellas serranías de Aristóbulo del Valle, Ruiz de Montoya y adyacencias”.

Y recordaron: “La habitual presencia de yaguaretés, ampliamente documentada por los monitoreos de la Red, se terminó, y Amboty, el entonces macho residente y dominante, que había sido documentado con cámaras en 209 oportunidades entre 2019 y 2022, no solo no fue vuelto a ver, sino que ningún otro ejemplar tomó su lugar, como venía ocurriendo desde años atrás, en un proceso saludable de intercambio de individuos”.

Con varias amenazas latentes como la “sobrecaza” y el desmonte, la preocupación de los ambientalistas fue ascendiendo al dejar de observar rastros y pistas compatibles con el felino. Pese a ello, quienes tienen como principal objetivo “salvar a los yaguaretés”, continuaron intensificando relevamientos, la colocación de cámaras y los rastrillajes.

“Fueron necesarios tres años hasta que hace unas semanas, a principios de julio, la felicidad fue toda de los yaguareteros, huellas inconfundibles en el barro de una picada nos devolvieron la alegría, que fue reconfirmada esta semana con nuevos hallazgos: EL VALLE DEL CUÑA PIRÚ NUEVAMENTE ALBERGA A UN YAGUARETÉ”, enfatizaron.

Alerta máxima

En el mismo documento la organización se declaró en “estado de alerta máxima” ante el registro de casos de caza furtiva, sobre lo que lamentaron: “la amenaza de la caza inentendiblemente se mantiene a estas alturas sin castigos reales, sigue siendo una tremenda amenaza”.

“En esta zona donde la interacción entre el máximo depredador y las actividades productivas es muy alta, el yaguareté solamente puede sobrevivir si existe una política eficaz de convivencia, no hay otra solución que la de una presencia activa y eficiente de las autoridades competentes junto al desarrollo e implementación de las medidas antidepredatorias y compensatorias que establece la Ley de Grandes Felinos, con eliminación total de amenazas como la caza, los atropellamientos en rutas y la deforestación que continúa vigente”, resaltaron.

Para finalizar, solicitaron al Ministerio del Agro “intervenir activamente para la implementación de medidas de mitigación de depredaciones en todas las propiedades productivas”.

En tanto, al Ministerio de Ecología sugirieron “ponerle fin, sin contemplaciones, a la caza en toda la región. Solo tendremos yaguaretés si se acaban las balas”.

El último relevamiento publicado por la fundación Vida Silvestre en junio del corriente año, alertó sobre una leve baja en la población, con una media de 84 ejemplares a lo largo y ancho de Misiones, cuando el mismo estudio en 2022 contabilizaba 93.

Alertan que en el Yabotí queda un solo yaguareté macho y desarrollan repoblación

 

Seguir Leyendo
Publicidad

Lo más visto