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Juicio Horacelia: una puñalada perforó el corazón y llegó hasta una vértebra

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Juicio Horacelia Marasca, fiscal Glinka

La segunda jornada del juicio oral por el femicidio de Horacelia Marasca (16), asesinada y descuartizada en su casa de Villa Cabello en 2015, continuó esta mañana con la declaración de cuatro testigos y el principal foco de atención estuvo puesto en el aporte de peritos forenses, quienes detallaron la mecánica y las características de las lesiones que presentaba la joven, al tiempo que descartaron que las mismas se hayan producido de manera “accidental”.

Tal como estaba previsto, esta mañana se abrió la etapa de incorporación de pruebas con la toma de testimoniales y el primero en pasar al recinto de debates del Tribunal Penal Dos de Posadas fue el médico de extensa trayectoria Juan Antonio Galuppo, quien intervino en el examen de autopsia practicado a los restos de la joven que fue desmembrada en cinco partes y luego descartada en distintas alcantarillas de la zona Oeste de la ciudad.

Como Galuppo no realizó el examen, sino que solo acompañó el proceso, el fiscal Vladimir Glinka consideró que su testimonio podía ser incorporado por lectura, pero Miguel Ángel Varela, el defensor oficial del único imputado, Martín Fernando Monzón (39), pareja de la víctima al momento del hecho, estimó necesaria su comparecencia en la sala del testigo para responder preguntas.

El debate giró en torno a los tres puntazos que presentaba el cuerpo en la región del tórax y a la falta de tres dientes. Determinar en qué tiempo y de qué manera fueron producidas las mismas era el objetivo tanto de la fiscalía como de la defensa, dado que las heridas propias del descuartizamiento del cadáver están fuera de cualquier tipo de duda e incluso fue confesado por el imputado.

En ese marco, el forense recordó que el cuerpo presentaba “heridas en la cara, en el tronco y en piezas dentarias”, al tiempo que apuntaló que todas eran “vitales”, es decir, producidas mientras la víctima aún tenía vida y no post-mortem.

“Eran lesiones muy marcadas, muy contundentes y vitales todas”, recalcó el testigo ante el tribunal presidido por el magistrado César Yaya e integrado por sus pares Gregorio Busse y Fernando Verón (subrogante).

Juicio Horacelia Marasca - Monzón

Martín Monzón enfrenta una acusación que prevé prisión perpetua.

En esa misma línea, pero en último orden, fue convocada a declarar la doctora Silvina Lanzos, encargada principal de la operación de autopsia practicada los restos de la adolescente asesinada.

Lanzos también fue contundente al mencionar que todas las lesiones fueron provocadas con la víctima en vida.

El testimonio de Lanzos se extendió durante largos minutos en los cuales repasó con lujo de detalles cada una de las lesiones que detectó y asentó en su informe de conclusiones.

De esa manera, la doctora contó que el cuerpo de Horacelia presentaba tres lesiones punzocortantes en el tórax, más precisamente en la región intermamaria, sobre el esternón.

El detalle de las lesiones -en orden de gravedad, no de ubicación espacio-temporal- marca que  la primera lesión fue “sobre el esternón, superficial y de 1 centímetro”. La segunda, en tanto, fue un poco más grave: “Atravesó el esternón, de 2 centímetros y  potencialmente mortal si no recibía asistencia médica pronto”.

Y la tercera fue la más contundente, dado que “fracturó los cartílagos del esternón, atravesó el saco pericárdico, perforó el corazón y la hoja del cuchillo finalizó en la sexta vertebra dorsal”. Esa puñalada tuvo una profundidad de 14 centímetros y de máximo poder letal, ya que la profesional estimó que el tiempo de sobrevida ante una lesión así no supera los 60 segundos.

A partir de estos detalles, el fiscal Glinka ahondó en la posibilidad de que esas lesiones se hayan producido de manera accidental, tal menciona una teoría defensiva,  ante lo cual la respuesta de Lanzos fue clara: “Accidental no. Es muy difícil. Para que una lesión así se produzca sin querer el arma debería estar fijo en un lugar y el cuerpo debería caer sobre él”.

Para dimensionar la gravedad la lesión, la forense fue más grafica: “Para introducir el cuchillo y dejar la marca hasta la vértebra debió hacer sido realizado con mucha fuerza. Habrá costado sacar el cuchillo del esternón”.

Más tarde fue consultada sobre lo mismo por el letrado Varela y la doctora se mantuvo en su postura: “Ni la segunda ni la tercera lesión que detallé pueden ser producidas de manera accidental, porque hay que atravesar un hueso. Por la mecánica, descarto que sea accidental, si fue en el fragor de un forcejeo ya no lo puedo determinar yo”.

Es que Varela consultó si dichas lesiones pudieron haberse producidas en el marco de un forcejeo defensivo, tal como el imputado aduce que sucedió, pero la doctora respondió que carecía de idoneidad para llegar a tal determinación.

Juicio horacelia - varela - glinka

El defensor Varela, en diálogo con el fiscal Glinka durante un receso.

Las consultas a Lanzos también estuvieron dirigidas a esclarecer de qué manera se produjo la pérdida de dos dientes en Horacelia. En su indagatoria, Monzón dio a entender que ello se pudo haber producido cuando hizo fuerza para descartar en la basura la cabeza del cuerpo desmembrado, mientras que para la hipótesis acusatoria todo pudo haber sido producto de una golpiza previa a las puñaladas.

Ante ese contexto, la doctora señaló que en la autopsia se observó la pérdida de tres dientes, uno producto de la descomposición de los restos y fue hallado dentro de la misma bolsa donde estaba la cabeza, mientras que otros dos se desprendieron de manera traumática -por golpes- mientras Horacelia aún estaba viva porque en los alvéolos se hallaron coágulos o signos de coágulos de sangre, evidencia clave para arribar a dicha conclusión.

“Dos incisivos centrales superiores tenían coágulos y había una lesión en la nariz con características vitales”, precisó.

Por último, la profesional se refirió al descuartizamiento y graficó que “el cuerpo estaba desarticulado, no había fracturas, las incisiones fueron para hacer separaciones. No había marcas, no había huesos astillados. La separación fue perfecta”.

La doctora Lanzos analizando las imágenes de la autopsia frente a los jueces Busse y Yaya.

En el medio de ambos peritos, también declararon dos licenciados en criminalística, quienes se refirieron a las manchas de sangre detectadas en la escena del hecho en la escena del hecho y reconocieron el cuchillo de mango blanco tipo carnicero incautado en el lugar.

El debate por el femicidio de Horacelia continuará hoy, a partir de las 8.30, con la declaración de más testigos. El proceso se extenderá hasta el 10 de marzo.

Monzón está imputado por el delito de “homicidio agravado por el vínculo”, figura que prevé prisión perpetua.

El acusado no niega el descuartizamiento del cuerpo, pero su versión apunta a que él actuó en defensa propia ante un primer ataque de la adolescente y que en el “forcejeo” se produjo la estocada que terminó ocasionando la muerte de su concubina.

Horacelia fue asesinada en la noche del 16 de agosto de 2015, luego de una discusión con Monzón en el departamento que habitaban en la chacra 150 de Villa Cabello. La joven permaneció desaparecida varios días, hasta que sus restos fueron hallados en bolsas descartadas en distintos alcantarillas y túneles que desembocan en el arroyo Mártires.

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Policía imputado declaró que Escobar y Tabarez patearon a Guirula en el piso

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Guirula tavarez y escobar

De los seis policías sentados en el banquillo de los acusados por la muerte del albañil Carlos Raúl Guirula (33) en un procedimiento realizado en 2014, dos optaron por declarar hoy ante el Tribunal Penal Dos de Posadas y uno de ellos incriminó en forma directa a los imputados Lourdes Beatriz Tabarez (42) y Ricardo Rafael Escobar (42) como quienes “patearon en el piso” y “en la cabeza” a la víctima.

El testimonio se correspondió a Claudio Alberto Da Silva (35), que al igual que Carlos Alberto Zidorak (35), Lucas Nahuel Saravia Allosa (37), Claudio Marcelo Servián, más los ya mencionados Escobar y Tabarez, afrontan una imputación por “tortura seguida de muerte” y “ocultamiento de pruebas”, acusación bajo la cual son pasibles de ser condenados a prisión perpetua.

En aquella madrugada del 19 de julio de 2014, Da Silva fue uno de los primeros agentes en acudir al motel Park, donde el conserje del lugar solicitó la intervención policial ante la presencia del albañil Guirula, que en forma violenta se negaba a pagar dos botellas de wiskis a la salida de un turno.

Da Silva era un agente recién recibido y fue parte de la patrulla de la comisaría Decimotercera que acudió al lugar en una Toyota Hilux con el cabo Servian como chofer y con la oficial Tabarez como encargada.

El imputado narró que llegaron al motel cerca de las 3.20 y encontraron a Guirula ubicado en el asiento trasero de un Renault 19 que era propiedad de un compañero de trabajo suyo con el que había compartido la salida esa noche.

Para ese entonces, según ratificaron más testigos, el conflicto por el saldo de las bebidas ya se había solucionado, aunque de igual manera “Tabarez da la orden para detenerlo” a Guirula.

Da Silva relató que cuando eso sucedió Guirula pretendió encerrarse dentro del vehículo, lo cual fue impedido por Servian que atajó una puerta y juntos intentaron hacerlo descender, pero no pudieron.

“Ahí Tabarez ingresó por la puerta del otro lado y trató de empujarlo hacia afuera. Ahí a Guirula se escapa de nosotros y le pega un manotazo a la oficial”, continuó el acusado ante la atenta mirada del resto de los imputados.

Después de esa primera secuencia, Da Silva contó que logró colocarle una esposa a Guirula pero volvió a “alterarse” y recién logró ser extraído del vehículo cuando el cabo Escobar llegó como refuerzo del Comando Radioeléctrico.

Da Silva -el primero a la izquierda- fue uno de los imputados que declaró hoy.

Patadas y saltos

“Logramos sacarle del vehículo y lo paramos a un costado del auto, no podíamos reducirlo. Servián le propina tres golpes en el abdomen y tampoco pudimos. Ahí llega Zidorak, que le toma de la mano que tenía la esposa y Guirula cae boca abajo. Zidorak se acomoda con la rodilla sobre el hombro de la persona y me pasa la mano que no tenía la esposa”, describió.

Y continúa el relato de una de las secuencias del hecho que es una de las claves para esclarecer el caso: “Queríamos esposarlo por completo y en ese momento veo que Escobar le patea en la cabeza y Tabarez también. Zidorak los saca de un manotazo, pero Tabarez se va para atrás y vuelve a patearlo de frente”.

Da Silva añadió que una vez que lograron esposarlo por completo, levantan a Guirula para llevarlo hacia el patrullero, pero vuelve a resistirse y en medio de los nuevos forcejos cae sobre unas piedras.

Después logran subirlo en la cajuela de la camioneta Hilux, donde Saravia Allosa accionó un gas pimienta contra la víctima “a pedido de Escobar”, a quien Da Silva continuó incriminando.

“En el camino yo me fui del lado izquierdo de Guirula, Tabarez iba enfrente mío. Del otro lado estaba Bogado -otro policía que no fue imputado-, y Escobar estaba hacia el lado de la cabina. Él se paró arriba de Guirula y en reiteradas ocasiones le saltó encima con las dos piernas. Con Saravia le dijimos que se baje, que la persona ya estaba esposada, detenida, pero no logramos que se bajara”, apuntó.

Según Da Silva, el recorrido desde el motel Park hasta la comisaría Decimotercera habría durado “unos cinco minutos”, pero afirmó que al llegar a la dependencia Guirula ya no reaccionaba.

“Me dicen que le tiremos agua para que se despertara porque por ahí estaba dormido, pero no lo logramos. Savaria se acercó, le tocó y dice que no tenía pulso”, cerró el oriundo de El Soberbio.

El otro policía que declaró este miércoles fue el oficial subayudante Zidorak, que integraba el segundo patrullero del comando que llegó en apoyo y uno de los que participó en la reducción de Guirula.

“Lo acostamos en el suelo, apoyo mi rodilla en el hombro derecho porque esta persona seguía gritando y moviéndose por todos lados. Estaba Da Silva tratando de ayudar a colocarle las esposas, pero la persona siguió resistiéndose. Ahí Escobar apoya el pie sobre esta persona y de atrás aparece otra persona que patea la costilla derecha de esta persona”, añade, aunque sin tantas precisiones como el otro imputado que declararía en segundo turno.

De los agentes apuntados en estas declaraciones, hasta el momento solo Escobar manifestó su intención de dar su versión de los hechos, aunque lo hará más adelante por recomendación de su abogada Mónica Olivera.

Tabarez, que es representada por el defensor oficial Mario Ramírez, decidió abstenerse, aunque pueden cambiar de estrategia cuando lo consideren necesario. Lo mismo corre tanto para Saravia Allosa como para Servian. Todos los imputados cuentan con abogados defensores diferentes.

Escobar es apuntado como por golpear y además “saltar encima” de la víctima durante su traslado en la cajuela de un patrullero.

Wiskis pagos

Tras oír a dos de los imputados, el tribunal presidido por el magistrado Gregorio Busse e integrado por subrogancia por los jueces de instrucción Fernando Verón y Miguel Mattos, dio inicio a la etapa de testimoniales.

En esa instancia, uno a uno declararon la mucama, el encargado de seguridad y el conserje del motel Park, como así también uno de los compañeros que estaba junto a Guirula en aquella noche que terminó en forma trágica.

Los cuatro coincidieron que el conflicto se inició cuando el albañil se negó a pagar dos botellas de wiski. Describieron que en ese momento el hombre se encontraba “eufórico” y “violento”, razón por la cual decidieron acudir a la Policía.

No obstante, tanto la mucama como el conserje del lugar ratificaron que la deuda ya había sido saldada por el amigo de Guirula cuando llegó la patrulla encabezada por Tabarez.

Yo salgo a recibir a la Policía y le aviso que me acababan de pagar, que ya estaba todo solucionado. Ahí me dicen ‘bueno, pero tenemos que proceder’. Después de eso volví a mi oficina”, señaló el conserje Rodolfo González.

Continuidad

El debate continuará mañana con más testimoniales. La programación trazada consigna que el proceso se extenderá hasta el 19 de noviembre y se espera la comparecencia de casi 90 testigos.

La muerte de Guirula se produjo esa madrugada del 14 de julio de 2014. En el requerimiento de elevación a juicio, la fiscal de instrucción Amalia Spinatto, consideró que uniformados actuaron en forma excesiva y concluyó que el deceso de la víctima se produjo como consecuencia de la golpiza recibida.

Para arribar a esa conclusión se basó en el testimonio de todos los testigos que ahora deben ratificar o rectificar esas declaraciones en el juicio, como así también el informe de autopsia, donde se asentó que Guirula murió como consecuencia de una serie de traumatismos que le provocaron fracturas de costillas, entre otras lesiones de gravedad.

Lourdes Tabarez -en el fondo- era la encargada de la comisión que intervino en el motel.

Caso Guirula: tres de los seis policías imputados pidieron declarar mañana

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Caso Guirula: tres de los seis policías imputados pidieron declarar mañana

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caso guirula

Culminada la primera jornada del juicio oral, tres de los seis ex policías imputados por “tortura agravada seguida de muerte” en perjuicio del albañil Carlos Raúl Guirula (34), acusación que prevé una pena de prisión perpetua, adelantaron que en la audiencia de este miércoles prestarán declaración ante los magistrados del Tribunal Penal Dos de Posadas que lleva adelante el proceso.

Los acusados que a través de sus patrocinantes legales expresaron su intención de declarar fueron Ricardo Rafael Escobar (42), Carlos Alberto Da Silva (35) y Carlos Alberto Zidorak (35), mientras que quienes comunicaron que por el momento guardarán silencio fueron Lourdes Beatriz Tabarez (42), Lucas Nahuel Saravia Allosa (37) y Claudio Marcelo Servián.

Todos ellos afrontan la misma acusación, aunque al momento del hecho pertenecían a diferentes dependencias policiales y esa madrugada del 19 de julio de 2014 confluyeron en el procedimiento terminó con la muerte a golpes y costillas fracturadas del albañil Guirula.

El inicio

De acuerdo a la reconstrucción del caso trazada en el requerimiento de elevación a juicio de la causa, documento que se leyó íntegramente en la jornada de hoy, el hecho que se pretende esclarecer tuvo su origen a las 3.15 de aquella madrugada, cuando una mujer solicitó presencia policial en el motel Park, ubicado en Santa Catalina y Comandante Andresito de Posadas, debido a que un hombre estaba ocasionando disturbios.

Al lugar se dirigió un patrullero Toyota Hilux de la comisaría Decimotercera, con la oficial Tabarez como encargada, el cabo Servían como chofer y el agente Da Silva como acompañante.

Al llegar, el conserje afirmó que el conflicto comenzó cuando un cliente se negó a pagar dos botellas whisky, aunque añadió que las bebidas ya habían sido abonadas al momento de la llegada del móvil policial.

Ese cliente era Guirula, que para ese entonces se encontraba en el asiento trasero de un Renault 19. En ese contexto, la oficial Tabarez ordenó su detención, pero el albañil se resistió al procedimiento y en medio de forcejos efectuó un golpe contra la mujer policía.

Lourdes Tabarez -al fondo- era la encargada del primer patrullero que arribó al operativo.

Ante esas circunstancias, Tabarez pidió apoyo al Comando Radioeléctrico y al lugar acudieron otros dos patrulleros: un Corsa en el que iba Escobar y otro Corsa en el que iba Zidorak.

Finalmente, entre todos lograron que Guirula descienda del rodado y lo redujeron aprisionándolo contra el suelo, donde fue esposado y recibió una primera tunda de golpes antes de ser cargado en la caja trasera de la camioneta Hilux.

Instantes después, el albañil volvió a prestar resistencia y alcanzó a zafarse de los uniformados, cayéndose contra unas piedras ubicadas en las afueras al motel Park, donde volvió a ser reducido a golpes.

Para ese entonces, al lugar ya había arribado otro patrullero en el que se encontraba el último imputado, Saravia Allosa, quien a pedido de otro uniformado accionó un gas pimienta.

Traslado y muerte

Allí, Guirula volvió a ser colocado en la cajuela de la camioneta. Según la acusación planteada en etapa de instrucción, Tabarez ordenó que junto a él vayan Da Silva, Saravia Allosa y otro agente que no resultó imputado en la causa.

Durante el traslado desde el motel hasta la comisaría Decimotercera, la víctima habría continuado recibiendo golpes de todo tipo, incluso patadas y hasta se menciona que uno de los agentes iba saltando sobre su espalda.

La consecuencia fue el fallecimiento del detenido. Para cuando llegaron a la comisaría, distante a unas siete avenidas (3 kilómetros), Guirula ya no respondía y tampoco reaccionó ante un baldazo de agua, ni a las labores de reanimación practicadas.

La autopsia estableció que el hombre sufrió traumatismos graves en zonas de cabeza y tórax que a su vez provocaron fracturas costales múltiples y bilaterales. Todo ellos derivó en una contusión pulmonar bilateral grave, con insuficiencia aguda grave y edema cerebral difuso, que en su suma generó el paro cardiorespiratorio que lo llevó a la muerte.

El debate oral se extenderá hasta el 19 de noviembre en el TP-2 de Posadas.

Mediante las pericias los investigadores también establecieron que el móvil fue lavado y que a Guirula le quitaron el teléfono celular, entre otras cuestiones clave que derivaron en una orden de detención emitida para los sospechosos que ahora afrontan este debate oral donde se definirá el grado de participación de cada uno de ellos en el hecho.

Todos los acusados llegaron a esta instancia en libertad en virtud del vencimiento de los plazos de prisión preventiva, pero hoy el tribunal atendió a un planteo efectuado durante las cuestiones preliminares y dispuso que cada uno de ellos cuente con una consigna policial en sus respectivos domicilios como medida para garantizar de que nadie intente evadir el proceso.

La imputación contra los uniformados también incluye el delito de “ocultamiento de pruebas”, aunque la defensa de uno de ellos pidió la prescripción, cuestión que será atendida al momento del dictado de sentencia, según informó esta mañana el tribunal presidido por el magistrado Gregorio Busse e integrado por Fernando Verón y Miguel Mattos, ambos subrogantes.

En la fiscalía y encargado de la acusación interviene el fiscal Vladimir Antonio Glinka. 

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Juzgan a policías acusados de “tortura seguida de muerte” contra Guirula

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Transcurridos 4112 días desde el hecho, este lunes comenzó el juicio oral contra los seis ex policías acusados de la muerte del albañil Carlos Guirula (33), registrada el 19 de julio de 2014 durante un procedimiento en un motel de Posadas.

Tal como estaba previsto, el debate oral comenzó esta mañana, en la sala de audiencias del Tribunal Penal Dos de Posadas, presidido por el magistrado Gregorio Busse e integrado por sus pares Fernando Verón y Miguel Mattos, ambos últimos en carácter de subrogante legal.

El debate oral se extenderá hasta el 19 de noviembre y a lo largo de las catorce jornadas fijadas se oirá el testimonio de casi 90 testigos, entre trabajadores del motel, agentes policiales, peritos, médicos forenses y más.

En representación de la fiscalía interviene Vladimir Antonio Glinka, mientras que los acusados cuentan con diferentes abogados defensores, tanto oficiales como particulares.

Los imputados son la oficial Lourdes Beatriz Tabarez y los suboficiales Ricardo Rafael Escobar, Carlos Alberto Zidorak, Carlos Alberto Da Silva, Lucas Nahuel Saravia Allosa y Claudio Marcelo Servián. Todos ellos están acusados por el delito de “tortura seguida de muerte” y llegan a esta instancia en libertad por el vencimiento de sus prisiones preventivas, aunque culminado este juicio pueden ser condenados a prisión perpetua.

Una vez planteada las cuestiones preliminares, el tribunal dará inicio al proceso y el primer paso será la lectura del requerimiento y del auto de elevación a juicio del expediente.

Culminado ese trámite, se prevé que el tribunal consulte a los imputados si desean prestar declaración.

La audiencia se desarrolla ante una sala con aforo repleto y puede verse a través de Youtube: https://www.youtube.com/live/D69m61FqSDA?si=EOFCOVCf9bF1EPxr

El hecho

El hecho que se busca esclarecer ocurrió durante la madrugada del 19 de julio de 2014 en un motel ubicado en la intersección de las avenidas Santa Catalina y Comandante Andresito de Posadas.

En ese lugar estaba Guirula junto a unos amigos hasta que se produjo una discusión que derivó en la intervención de la Policía. Los primeros en llegar fueron tres agentes de la comisaría Decimotercera y más tarde se sumaron uniformados del Comando Radioeléctrico Centro.

Según la reconstrucción del caso, el albañil se resistió al procedimiento y en un momento se atrincheró en su vehículo, pero después de ello logró ser reducido, instancia en la que sufrió lesiones de diversa índole.

Después de ello, Guirula fue cargado a la caja de una camioneta y trasladado a la Decimotercera, donde llegó sin vida. La autopsia marcó que la causa de muerte fue un estallido de pulmón y también detectó marcas de borceguíes en el cuerpo del albañil.

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