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Vecina que delató a Kiczka: “Me dijo que vino por un retiro espiritual”

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Vecina que delató a Kiczka: “Me dijo que vino por un retiro espiritual”

Julia, la vecina que denunció la presencia del diputado Germán Kiczka en el camping municipal de Loreto, Corrientes, contó cómo descubrió que la persona con la cual había generado una confianza hace seis días resultó ser un prófugo de la Justicia misionera y buscado por la Interpol en el marco de una causa por tenencia, consumo y distribución de material de abuso sexual infantil.

“Estuve hablando con él. Como no tengo luz acá, miro las noticias en el celu y me encontré con la cara de este señor. Me asusté, casi me agarró un infarto“, relató la mujer que vive en las inmediaciones del camping, al ser entrevistada por Noticiero El 9, que se transmite en la hora central por Canal Trece local.

Cuando Julia reconoció que el huésped era ni más ni menos que un diputado prófugo, no dudó en llamar a la Policía de correntina: “Les dije si me podían buscar porque me sentía mal. Cuando llegué a la comisaría, el comisario me preguntó: ‘Está segura que es la misma persona’, y le dije que sí”.

Consultada por el periodista desde cuándo Kiczka estaba rondando por el predio municipal, la mujer detalló que la primera vez que vio al diputado fue el pasado jueves y, aunque no precisó un horario, coincide con el día que la Legislatura misionera trató su desafuero a raíz de la orden de detención que libró el juez de Instrucción Cuatro de Apóstoles, Miguel Ángel Faría, contra los hermanos apostoleños.

“Se presentó el primer día que le conocí y le pregunté: ‘Che que necesitas, perdóname que te tutee así’, y me contestó: ‘No pasa nada’, y entonces le dije: ‘Mira, si vos necesitás algo, te traigo algunas cositas para vos, alguna comida’, y me dijo: ‘No, no, tranquila, estoy un poco caído, me siento triste y vine por unos días para hacer un retiro espiritual’“, reconstruyó la mujer sobre las conversaciones que había tenido con el ahora diputado preso en la comisaría Segunda de Apóstoles.

En esa línea, la mujer continuó relatando que Kiczka solía sentarse a unos metros de ella y conversar “como cualquier persona, tranquilamente”. También detalló que los primeros días el misionero durmió en el Toyota Corolla gris, con el cual se había fugado, y luego el encargado del predio le “dio una piecita”.

Tras denunciar el hecho, Julia contó que se sintió afligida por la situación, ya que había intentado empatizar con el legislador, quien le había manifestado que “estaba pasando un mal momento”.

“Me dolió mucho, todos los días hablábamos, le dije: ‘Germán, anda contándome, a ver si yo te puedo ayudar’, porque lo vi dolido. Y eso fue todo“. La mujer, además, añadió otro dato sobre la estadía de Germán en el camping: “Fue a buscar trabajo en el vivero, yo lo veía solo”.

Por último, la vecina de Loreto descartó haber denunciado para obtener la recompensa de 5 millones de pesos que ofreció el gobierno de Misiones para quien aporte datos sobre el paradero de los hermanos Kiczka.

“Estas cosas injustas que se viven en el mundo, porque yo crie diez hijos, nunca pasó nada. Ahora miren los inocentes se pierden, mueren, los judean, no tienen derecho a vivir ¿por qué?, recién le estuve escribiendo a mi hija porque yo le pido a Dios que no me pasé nada, porque yo no lo hago por el dinero, sino por la justicia y la paz de los chicos, que vivan en su libertad, que puedan disfrutar de su infancia, por qué tanta injusticia, ahora porque tanta violencia”, cerró la mujer.

El Toyota Corola gris en el que se movilizaba Germán Kiczka y que fue secuestrado anoche durante su detención.

 

Solo, con $100.000 y durmiendo en un camastro: así cayó Germán Kiczka

Judiciales

Testigos ratificaron acusaciones contra Pablo Schoenfisch por ataque parricida

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Pablo Schoenfisch

Tras una nueva desestimación de la declaración autoincriminatoria de su padre, esta mañana se reanudó al juicio contra Pablo Schoenfisch (23), jornada que incorporó las primeras testimoniales, entre ellas la de un hermano del sospechoso, quien apuntó al acusado como autor del ataque parricida que acabó con la vida de su madre Faustina Antúnez (54) y dejó ciego a su progenitor Arnoldo (67), ex intendente de Santiago de Liniers.

Fueron cinco las testimoniales recibidas hoy por el Tribunal Penal Uno de Eldorado, todas ellas reveladoras para la hipótesis del caso que maneja la fiscalía, pero la de mayor emotividad fue la de Lucas Szumkoski (35), medio hermano del acusado, hijo de la mujer fallecida e hijastro del hombre baleado.

Entre lágrimas, el testigo no dudó en apuntar contra su hermano y en ratificar todo lo que declaró durante la etapa investigativa.

“Nunca imaginé que iba a ser él”

Szumkoski fue quien durante aquella madrugada del 14 de mayo de 2020 trasladó a ambas víctimas en su camioneta desde la casa familiar de Santiago de Liniers hasta el hospital Samic de Eldorado, donde se constató el deceso de su madre como consecuencia de un balazo en la cabeza y las graves lesiones que dejaron con secuelas de por vida a su padrastro por una lesión similar. 

A diferencia de la versión trazada por su padrastro la semana pasada cuando efectuó una declaración autoincriminatoria para desligar al imputado del caso, Szumkoski robusteció las sospechas que giran contra Pablo.

Nunca me imaginé que iba a ser él. Fui a la comisaría al día siguiente y le dije ‘sabes lo que hiciste’, mataste a tu mamá y a tu papá y él me dijo “sí”. Ahí le dije que no iba a ir al velorio de su mamá. Ahí ya la Policía me sacó para afuera. Yo siempre le defendí, decía que no podía ser. Pero mi hermanito le dio”, señaló mientras miraba al imputado y lo señalaba con el dedo.

Szumkoski también recordó una conversación que tuvo con su padrastro tiempo después del hecho: “Estaba mi primo René también. Yo le decía que siempre peleé por mi hermanito chiquitito. Ahí él (por Arnoldo) me dice ‘mirá como me dejó y vos le defendés’. Yo decía que él no era, pero me dijo: ‘Vos te vas a arrodillar ahí y te va sacar la cabeza de un tiro. Si a mí me dejó ciego, a vos te va a matar’”.

El joven describió a su hermano preso como “malcriado” y “vago como cualquier gurisada”, al tiempo que confirmó que el sospechoso sabía manipular armas de fuego. “Él siempre andaba tirando por ahí, a las palomas”, dijo.

El policía Patiño Benítez también arrojó declaraciones relevadoras.

“Pablito hizo cagada”

Otra de las testigos que compareció para la reanudación del debate oral fue Margarita Radke, una de las primeras personas en llegar al lugar para asistir a Arnoldo Schoenfisch tras sus gritos de auxilio.

A diferencia de su pareja Alberto -hermano de Arnoldo-, la mujer ratificó que en esos primeros minutos del caso el ex intendente atacado respondía que “Pablito hizo cagada” cuando le consultaban sobre qué había sucedido.

Esa misma expresión fue oída por Claudia Padilla (30), integrante de la misma familia y otra de las personas que intervino en auxilio de las víctimas esa madrugada.

“Cuando yo entro Arnoldo estaba parado, ensangrentado. Tina (Antúnez) estaba en la cama agonizando. Salgo de la habitación y Polaco (por Arnoldo) se tocaba la cara y decía ‘no veo nada, no sé lo que pasó, Pablito hizo cagada”, recordó la muchacha que además hacía tareas de limpieza en la casa de la abuela del imputado.

Justamente, trabajando en esa vivienda, ubicada en la misma propiedad donde ocurrió el hecho, Padilla encontró un guante oculto en una gaveta instalada en la habitación donde Pablo Schoenfisch durmió la noche del crimen.

La hipótesis acusatoria sostiene que ese guante fue utilizado por el imputado para disparar y no dejar marcas en el revólver calibre 38 utilizado como arma homicida.

“Fui a buscar una cortina a un baúl que estaba cerca de la cama. Cuando abrí estaba cortina y cuando saco veo un par de guantes, una bufanda y una gorra. Me pareció raro porque eso nunca estuvo ahí. Cuando lo comenté me dijeron que llame a la Policía”, reconstruyó Padilla, quien ante la consulta del fiscal Federico Rodríguez reconoció que “eran de Pablo. Era la gorra y la bufanda habitual que siempre utilizaba en invierno”.

Tanto Padilla como Radke además manifestaron que la relación entre el imputado y sus padres se había tornada complicada, con varias actitudes agresivas por parte del joven hacia la pareja. Los conflictos se habrían acrecentado en los últimos meses cuando Antúnez y Schoenfisch padre le “recortaron” a su hijo el uso de un cuatriciclo, del celular y la entrega de dinero. 

“La relación de ellos ya estaba bastante pasada. Pablo estaba bastante testarudo. No quería estudiar, le mandaban a hacer algo y Pablo les mandaba a la mierda. Vivían discutiendo”, declaró Padilla.

“Gotas de sangre”

El quinto testigo tampoco pasó desapercibido. El subcomisario Raúl Bernardino Patiño Benítez era subjefe de la comisaría de Santiago de Liniers al momento del hecho y su accionar su clave para orientar las sospechas hacia un ataque parricida como principal hipótesis del caso.

Patiño Benitez declaró que a las 4.15 fue alertado del hecho por Szumkoski y que minutos antes de las 5 ya estuvo en el lugar, donde ordenó resguardar la escena, aguardar a criminalística e iniciar las averiguaciones.

En ese marco, sostuvo que al amanecer, cerca de las 8, tuvo su primer contacto con Pablo Schoenfisch. Cuando lo veo le saco hacia la calle para hablar. Le pregunto por qué no estaba en la casa si él vivía con los padres y dijo que estaba en la casa de su abuela. Ahí me dijo ‘ yo entré y vi que mi mamá estaba tirada en la cama, muerta, y mi papá recostado contra un ropero, para mí estaba muerto también’. Le pregunté qué más hizo y me dijo que salió no más y se fue a la casa de abuela a dormir. Me pareció muy extraño, estaba despreocupado totalmente”, reconstruyó Patiño Benítez sobre aquel diálogo.

El testigo además señaló que mientras conversaba con el joven advirtió que en su pantalón habían “gotitas de color a sangre”, ante lo cual decidió cortar el diálogo y mantenerlo bajo una “vigilancia discreta” hasta que el juzgado ordenó una requisa para incautar esas prendas en la comisaría, lugar donde posteriormente quedó detenido y desde ese día nunca más recuperó la libertad.

Pablo Schoenfisch volvió a pasar frente al tribunal y acusó que todas las declaraciones en su contra eran mentira.

Defensa

Después de escuchar todas las declaraciones en su contra, Pablo Schoenfisch volvió a pedir la palabra para una ampliación de declaración, aunque no respondió preguntas y solo se limitó a responder las acusaciones.

Para él, todos los testigos de la jornada efectuaron “un falso testimonio” hacia él, incluso mencionó que las palabras de su hermano eran “mentira”. “Me están acusado de un delito que jamás cometí”, expresó.

Tras esa breve declaración, el tribunal presidido por la magistrada Adriana Andino e integrado por Atilio León y Javier Jourdan (subrogante), pasaron un cuarto intermedio hasta mañana a las 8.30 para continuar con más testimoniales.

La defensa del imputado, encabezada por los letrados Fabián De Sá y María Laura Alvarenga, solicitaron que el padre del imputado vuelva a ser citado para continuar con la declaración que había iniciado la semana pasada y fue suspendida para que se investigue su autoincriminación.

Pablo Schoenfisch llega al debate privado de su libertad desde 2020 y enfrenta una acusación por los delitos de “homicidio calificado por el vínculo y por haberse cometido con alevosía agravado por la utilización de un arma de fuego”, en perjuicio de su madre, y “homicidio calificado por el vínculo y por haberse cometido con alevosía agravado por la utilización de un arma de fuego, en grado de tentativa”, contra su padre, imputación bajo la cual puede ser condenado a prisión perpetua.

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Judiciales

Pericia descarta “fenómenos alucinatorios” en detenido por femicidio de Medina

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medina pericia femicidio

Una pericia psicológica efectuada sobre el único acusado del femicidio de la enfermera Elvira Irene Medina (61), registrado a fines de septiembre en Puerto Esperanza, descarta patologías de salud mental que configuren una posible inimputabilidad y la causa ahora avanza hacia el dictado de la prisión preventiva.

De acuerdo a lo consignado por fuentes consultadas por La Voz de Misiones, el informe psicológico concluye que el detenido identificado como Andrés Darío Garcete (45) no presenta “fenómenos alucinatorios” ni tampoco se observan “ideas de tipo delirantes” o “tendencia al pensamiento mágico”.

Otro punto clave del estudio señala que el imputado es capaz de “comprender y conducir sus actos”, como así también para comprender y adherirse a las normas y leyes sociales.

La pericia fue incorporada al expediente que dirige el magistrado Martín Brites, titular del Juzgado de Instrucción Tres de Puerto Iguazú, que continúa recabando elementos para avanzar en el dictado de la prisión preventiva. Garcete está imputado por femicidio, figura que prevé una pena de prisión perpetua.

Enfermera asesinada en Esperanza sufrió un traumatismo facial gravísimo

Irene Medina era enfermera y cuidaba al padre del sospechoso.

El caso

El femicidio de la enfermera Medina se descubrió el 26 de septiembre, cuando la Policía salió a buscarla tras permanecer desaparecida desde las 15 de ese mismo y finalmente la encontró sin vida en un baldío contiguo a la vivienda de un adulto mayor al que cuidaba hace aproximadamente un mes.

Justamente, el hijo de ese paciente que Medina atendía es el hombre que ahora aparece como sospechoso. Cuando la Policía llegó a su casa Garcete se mostró nervioso, reticente y exhibía rasguños tanto en la cara como en el cuello.

Dentro de la vivienda más tarde encontraron pelos, un bolso con elementos de primeros auxilios y un trofeo de fútbol con manchas que podrían ser de sangre. Todo fue incautado, al igual que un escurridor y varios trapos de piso ante la posibilidad de que el lugar haya sido limpiado antes de la llegada de la Policía.

La búsqueda de Medina se inició cuando una de sus hijas se preocupó por su paradero. Es que la mujer salió de su casa a las 15 de ese viernes con destino a su trabajo en el barrio Villa Nueva, pero nunca regresó ni respondió llamadas o mensajes de texto.

La autopsia estableció que la víctima murió como consecuencia de una fractura de vértebra cervical. También tenía un traumatismo facial gravísimo que le ocasionó rotura de huesos de la cara. El crimen fue cometido a golpes.

Garcete quedó detenido esa misma noche y días después declaró ante la Justicia, instancia en la que admitió haber estado drogado con crack y no recordar nada sobre lo sucedido ese día.

Femicidio en Esperanza: enfermera fue a trabajar y la asesinaron a golpes

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Policiales

Sargento correntino murió de un disparo en la Escuela Militar de Iguazú

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gonzalo tigre tauma

Un militar correntino falleció el martes a la mañana consecuencia de un disparo de FAL que sufrió en la cabeza mientras se encontraba en la Escuela Militar de Monte Andrés Guacurarí y Artigas de Puerto Iguazú, y las autoridades investigan las circunstancias en las que se produjo el trágico suceso.

El fallecido fue identificado como el sargento Gonzalo “Tigre” Tauma (39), oriundo de Goya, donde además se transformó en un personaje público tras su destacada participación en el concurso “El hombre más fuerte del mundo”, que se emitía en 2012 por Canal 13.

Los primeros datos señalan que Tauma fue socorrido a primera hora este martes y trasladado de urgencia al hospital Samic de Iguazú, donde minutos después se produjo su deceso como consecuencia de una lesión de arma de fuego en el cráneo.

Se cree que el disparo fue efectuado por el fusil FAL que manipulaba el propio Tauma, aunque todo es materia de investigación por parte de la Fiscalía Federal de Puerto Iguazú.

Como hipótesis preliminares se analiza la posibilidad de que el hecho se producido de manera accidental o que la lesión haya sido autoinfringida.

Este miércoles el cuerpo de Tauma era trasladado hacia su ciudad natal para su correspondiente velatorio e inhumación.

gonzalo tigre tauma

Tigre Tauma se hizo conocido al participar de un concurso en Canal 13.

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