Judiciales
“Le empezamos a gritar pero él nunca frenó”, declaró una testigo contra Lutz
Clara, precisa y contundente. Los más de siete años transcurridos no fueron impedimento alguno para que Florencia Wille Bille, una testigo clave en el juicio contra Julio Werner Lutz (30), pudiera recordar y describir cada segundo vivido dentro del Ford Fiesta Kinetic con el cual el acusado embistió y mató al motociclista Fernando Vázquez (24) en agosto de 2016 sobre la ex ruta provincial 213 de Posadas.
Su testimonio, al igual que el de Sabina Chávez -que declara mañana-, era aguardado con expectativas en el Salón de Usos Múltiples (SUM) del Palacio de Justicia, donde se desarrolla el juicio que comenzó ayer, dado que era una de las dos jóvenes que iban como acompañantes del imputado al momento del siniestro fatal y cuyo aporte brindado en la etapa de investigación prácticamente sentó las bases para que Werner Lutz sea acusado por el delito de “homicidio simple” y no por “homicidio culposo”, carátula aplicada mayormente para este tipo de hechos.
Y Wille Bille no cambió ninguna palabra de lo dicho anteriormente. En lágrimas por momentos y con dejos de bronca o impotencia en otros, la joven que actualmente es policía declaró esta mañana ante el Tribunal Penal Uno de Posadas y volvió a comprometer al acusado.
Ante los magistrados Gustavo Bernie -presidente-, Vivana Cukla y Miguel Mattos (subrogante), la testigo recordó que aquella tarde del 20 de agosto de 2016 Werner Lutz, que era amigo de su amiga Sabina Chávez, la pasó a buscar por su casa y juntos se fueron a ver una exposición de autos en el autódromo, lugar en el cual según su estimación permanecieron dos horas.
Wille Bille sostuvo que en el autódromo Werner Lutz “consumió cerveza y fumó porro”, hasta que se fueron porque el joven debía cerrar su local de celulares en el centro.
Fue en ese trayecto que se produjo el siniestro fatal. “Él salió muy fuerte. En la ruta ya pasamos un semáforo en rojo. Al llegar frente al club Centro de Cazadores el semáforo estaba en rojo. Del lado derecho había autos y del lado izquierdo estaba solo el chico de la moto, parado. Él (por Werner Lutz) no frenó. Se veía perfectamente todo, por eso le empezamos a gritar ‘el chico, el chico’, pero nunca frenó”, describió la testigo y no una, sino dos veces, ante las consultas tanto del fiscal Martín Rau como de los defensores Pablo Luján y Eduardo Paredes.

Florencia Wille Bille, durante su declaración testimonial brindada esta mañana.
La joven también sostuvo que como ella iba en el asiento trasero alcanzó a ver el velocímetro del auto y afirmó ver que las agujas del tablero marcaban “130 kilómetros por hora”.
Además, remarcó que “dos o tres veces le pedimos que baje la velocidad y no bajó. Le gritamos ‘el chico, el chico’ y no frenó. Frenamos solo cuando mi amiga estiró la palanca del freno de mano”.
Por último, ratificó que ellos circulaban por el carril izquierdo de la 213 -en sentido hacia a la avenida Quaranta- y que no evadieron ningún otro auto, contradiciendo la versión dada ayer por el imputado.
“Él no se preocupó por nada, solo se preocupó por su auto”, lanzó casi sobre el final de su exposición y en otro asalto de lágrimas.
Múltiples lesiones
Previo a su testimonio declararon otros tres testigos, entre ellos el médico Silvio Bojanovich, quien realizó la autopsia al cuerpo de la víctima y quien enumeró las lesiones que padeció Vázquez.
El profesional detalló que la causa de muerte fue “un traumatismo cráneo encefálico con compromiso vertebral que provocó una hemorragia en el cerebro, bulbo y médula”, pero además de ello también sufrió múltiples fracturas costales en el tórax que derivó en un estallido de pulmón, hígado y bazo.
Aportó, además, que en el impacto el joven experimentó un “latigazo” que provocó un desnuque, secuencia de hechos que puede estar relacionada a la “velocidad del impacto” y aseguró que el casco no puede evitar un desenlace de este tipo.
Por último, declararon dos jóvenes que también estuvieron en la misma exposición de autos en el autódromo y quienes llegaron a la escena entre 5 y 10 minutos después del hecho.
Uno de ellos, Eduardo Encina, recordó que mientras salían “él nos cruzó con el auto e iba bastante rápido”.

Martín Rau interviene como representante del Ministerio Público Fiscal.
El debate
El debate oral continuará mañana, otra vez a partir de las 8.30 y en el SUM del Palacio de Justicia. Se prevé la declaración de otros seis testigos, entre ellos el de Sabina Chávez, la otra muchacha que iba en el auto del acusado al momento del siniestro.
Fernando Vázquez era playero. La noche del 20 de agosto de 2016 se dirigía hacia su trabajo y aguardaba la luz verde en el semáforo a bordo de su motocicleta Yamaha YBR cuando fue embestido desde atrás por el Ford Fiesta Kinetic del acusado.
Producto del impacto, el motociclista “voló” más de 100 metros hasta caer sin vida sobre la acera como consecuencia de las múltiples lesiones padecidas.
Judiciales
Acampe docente: condenan a Gurina y Sánchez por desobediencia y corte de calle
Para la Justicia misionera, los docentes y dirigentes sindicales Mónica Gurina y Leandro Sánchez cometieron delitos durante el acampe que interrumpió el tránsito sobre lo avenida Uruguay a mediados del año pasado durante una protesta multisectorial en reclamo de mejoras salariales.
Así lo determinó esta tarde la jueza Correccional y de Menores Uno de Posadas, Marcela Leiva, quien como presidenta del tribunal unipersonal encargado de llevar adelante el juicio oral decidió condenar a ambos trabajadores de la educación como coautores de los delitos de “desobediencia judicial y entorpecimiento del normal funcionamiento de los medios de transporte”, misma imputación con la cual llegaron a esta instancia.
Las penas impartidas fueron 10 meses de prisión en suspenso para Gurina y 8 meses de prisión en suspenso para Sánchez, quienes además deberán realizar 8 horas mensuales de tareas comunitarias dando clases en comedores infantiles.
Los fundamentos del fallo serán comunicados el 1 de diciembre, jornada para la cual el colectivo de docentes y trabajadores de la educación unidos en acompañamiento a los ahora condenados anunció un paro con posible movilización hacia el Palacio de Justicia, donde esta mañana volvieron a montar una vigilia y luego reclamaron que el veredicto busca “criminalizar la protesta”.
La defensa de los docentes, encabezada por el abogado Eduardo Paredes, junto a Roxana Rivas y María Laura Alvarenga, adelantó que una vez conocido los argumentos apelarán el fallo y de ser necesario insistirán hasta llevar el caso a la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN).

La fiscal María Laura Álvarez fue la primera en alegar y solicitó condenas para los imputados.
“No hay derecho absoluto”
El fallo se ajustó casi en su totalidad con el planteo efectuado previamente por la fiscal María Laura Álvarez, que al momento de su alegato consideró que ambos docentes habían cometido los delitos imputados en el marco de la protesta realizada el año pasado y, por ende, pidió 1 año de prisión en suspenso para Gurina y 10 meses en suspenso para Sánchez.
Álvarez argumentó que el mayor pedido contra Gurina fue porque ella “tenía un plus en la ejecución” de las acciones enmarcadas en la protesta y el acampe instalado sobre la avenida Uruguay, casi Trincheras de San José, una cuadra antes del campamento similar montado por agentes policiales frente al Comando Radioeléctrico Uno.
En su alegato, la fiscal remarcó los perjuicios económicos sufridos por unos 80 comerciantes de la avenida Uruguay, tomando como ejemplo a Gustavo Cardozo, dueño de Vicar Muebles, que como testigo declaró que sus ventas bajaron un 40% durante los días que duró la protesta.
Consideró, además, que ambos docentes incumplieron en forma “dolosa” con la orden de despeje de la calle emitida por el juez Ricardo Balor y para ello se apoyó en las declaraciones de varios agentes policiales que hoy comparecieron como testigos, entre ellos Mariela Acosta, mediadora de la fuerza provincial.
“Nadie está en contra del derecho a la protesta, pero la Corte dijo que no hay ningún derecho absoluto”, expresó Álvarez que anoche además presentó un escrito solicitando que la audiencia de hoy se restrinja al público.
En sus argumentos, expuso que el martes se sintió “coaccionada, intimidada y acosada” por el público que acompañaba a los docentes enjuiciados.
La defensa se opuso y la jueza Leiva también, que aceptó el ingreso del público, aunque reiteró las normas de comportamiento. Lo que no hubo fue transmisión oficial en vivo, como suele en la mayoría de los debates orales, salvo excepciones como casos de abuso sexual donde prevalece el derecho a la intimidad de la víctima.

Sánchez reinvidicó el derecho a protesta al dar sus últimas palabras, poco después de sufrir un cuadro de presión alta.
“Fue un hecho público y multitudinario”
En defensa de los imputados alegaron los tres letrados del equipo técnico legal, siendo Paredes y Rivas los principales oradores.
En primer término, Paredes realizó un repaso de las luchas sociales y conquistas de derechos obtenidas en el marco de protestas en las calles. A nivel nacional mencionó la protesta del campo contra la resolución 125 que lideró Alfredo De Angeli -hoy senador nacional- y en materia provincial recordó el tractorazo que derivó en la creación del Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym).
“Hubo tractores sobre la plaza, se cortó el tránsito, los empleados apenas podían ingresar a la casa de gobierno. Aún así, el gobierno reconoció que eran derechos constitucionales y no tomó ninguna medida. Así salió el Inym y el gobierno provincial nunca impulsó un proceso”, ejemplificó.
Rivas, por su parte, consideró que la causa carecía de pruebas para dar por acreditada las acusaciones. “Fue un hecho público y multitudinario. No hay pruebas de que ambos hayan ‘liderado’ la protesta. Esto era, además, multisectorial. Es imposible endilgarle un ‘poder de dirección’ en los hechos”, apuntó.
También cuestionó que “los daños económicos en los comerciantes son presumido, no está acreditado” y aseveró que “la salida acá es entender que este conflicto ya se resolvió en sede administrativa”.
En consecuencia, la defensa pidió la absolución de los acusados o, en forma subsidiaria, la aplicación del estado de necesidad justificante o del estado de necesidad disculpante.
Los planteos defensivos no prosperaron. Tras más de dos horas de deliberación, la magistrada Leiva regresó a la sala con el veredicto y por secretaría se leyó la condena para ambos docentes.

La sentencia de la jueza Marcela Leiva fue impartida poco después de las 14.
Gurina y Sánchez en juicio: “Ir al acampe fue colectivo y asambleario”
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La defensa pidió la absolución y hay cuarto intermedio hasta sentencia
Tras el pedido de absolución planteado por la defensa, los docentes y dirigentes sindicales Mónica Gurina y Leandro Sánchez hicieron uso de sus últimas palabras antes del cuarto intermedio para deliberar la sentencia por parte de la magistrada Marcela Leiva.
Sánchez, visiblemente emocionado y hasta con un cuadro de suba de presión, reinvindicó el derecho a protesta e insistió en el carácter asambleario de todas las decisiones tomadas durante la protesta del año pasado. “No tenemos liderazgos, tenemos asambleas en las plazas“, señaló.
Y afirmó: “No somos el diablo. Somos ciudadanos insurrectos, que no soportan la injusticia y no se resignan a ser maestros sin casa”.
A lo que agregó: “Si nos condenan, van a condenar la protesta social. Sentarán un precedente para el país y se llenarán las cárceles de maestros y trabajadores”
Gurina también se expresó brevemente y adhirió a las palabras de su colega.
Luego, la jueza Leiva dispuso un cuarto intermedio por tiempo indeterminado para deliberar y dictar sentencia.
Minutos antes, la fiscal María Laura Álvarez había solicitado penas de 1 años y 10 meses de prisión en suspenso para los imputados, siendo el mayor pedido contra Gurina.
La fiscalía pidió condenas contra Mónica Gurina y Leandro Sánchez
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La fiscalía pidió condenas contra Mónica Gurina y Leandro Sánchez
La fiscal María Laura Álvarez solicitó 1 año de prisión para Mónica Gurina y 10 meses de prisión para Leandro Sánchez.
El cumplimiento de la pena es en suspenso, es decir, que no implica ir a la cárcel y también contempla la realización de tareas comunitarias.
Para la fiscalía, ambos fueron coautores de los delitos de “desobediencia judicial” y “entorpecimiento del normal funcionamiento de los medios de transporte”, misma imputación bajo la cual llegaron a juicio oral.
Alvarez argumentó que el mayor pedido de pena fue para Gurina porque “tenía un plus en la ejecución” de las acciones enmarcadas en la protesta y el acampe docente desarrollado entre mayo y junio de 2024.
En su alegato, la fiscal remarcó los perjuicios económicos sufridos por los comerciantes de la avenida Uruguay y el entorpecimiento del transporte.
“Nadie está en contra del derecho a la protesta, pero la Corte dijo que no hay ningún derecho absoluto”, expresó Álvarez.
A continuación es el turno de alegar a la defensa de los docentes imputados y más tarde la jueza Marcela Leiva dictaría sentencia.
Comenzó el segundo día de juicio a Mónica Gurina y Leandro Sánchez
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