Judiciales
Descartan femicidio en caso Antonella y condenan a Vargas a 20 años

La familia de Antonella Bernhardt (27) volvió a llorar su muerte esta tarde. Contrariamente a lo solicitado tanto por la fiscalía como por la querella, el Tribunal Penal Uno de Posadas desestimó el agravante de femicidio y encuadró el asesinato de la joven como un homicidio simple, aplicando una pena de 20 años de cárcel para el fotógrafo Cristian Daniel Vargas (33), quien de esta manera esquivó la prisión perpetua.
El fallo fue dictado hoy, exactamente a las 14, luego de los tres extensos alegatos desarrollados por las partes involucradas y tras una deliberación de poco más de una hora por parte de los integrantes del tribunal presidido por la magistrada Viviana Cukla e integrado por sus pares Ángel Dejesús Cardozo y Gustavo Bernie.
Con el fallo resolutivo en manos, los jueces regresaron a la sala de debates y por secretaría se leyó la sentencia en la que Vargas fue declarado autor del delito de homicidio simple y condenado a purgar 20 años de prisión, de los cuales ya llevo cumplidos cuatro, debido a que permanece detenido desde el 4 de abril de 2019, día en que se cometió el hecho.
Según consta en el documento, el tribunal calificó el hecho como homicidio simple por unanimidad, al tanto que el magistrado Dejesús Cardozo votó en disidencia respecto al monto de la pena ya que consideró que lo correcto era la aplicación de 25 años de cárcel, el máximo previsto para el artículo 79 del Código Penal de la Nación.
“Vergüenza, vergüenza”, alcanzaron a gritar algunos de los presentes en un SUM del Palacio de Justicia colmado, aunque la totalidad de los presentes se retiraron del recinto sin mayores inconvenientes.
Ya en los pasillos del edificio tribunalicio, las escenas de abrazos, lamentos y llantos sí ganaron lugar, casi en forma de “gritos ahogados”, tal como algunos testigos describieron oír desde el interior del departamento de Antonella el día del crimen.
Los fundamentos del fallo serán comunicados el 28 de noviembre, a las 12.30, en la sede del TP Uno, ubicado por calle Catamarca. A partir de ahí las partes tendrán la posibilidad de apelar la sentencia para su posterior revisión por parte del Superior Tribunal de Justicia (STJ) de la provincia.
Antes de oír su sentencia, Vargas hizo uso de sus últimas palabras y se explayó durante diez minutos ante el tribunal. Allí pidió perdón a la familia, insistió por cuarta vez en su teoría defensiva, habló del “in dubio pro reo” y pidió “benevolencia” al tribunal.

El fallo fue dictado por el Tribunal Penal Uno y los fundamentos serán comunicados el 28 de noviembre. FOTO: Marcos Otaño.
La querella: “Él eligió matarla”
La sexta y última jornada del debate comenzó minutos después después de las 8.30, esta vez con transmisión en vivo a través de Youtube. El primero en exponer sus conclusiones finales fue el letrado Mauricio Vergara, querellante particular en representación de la familia Bernhardt.
Apenas comenzado, Vergara pidió al tribunal “resolver con perspectiva de género” y solicitó “una sentencia ejemplificadora para que no hayan más Antonella’s”.
Luego, reconstruyó que el acusado contactó a la víctima a través de un ofrecimiento para realizar un book de fotos y que con ello se “aprovechó de la condición de necesidad” de Antonella, dado que la joven atravesaba un difícil momento económico, en permanente búsqueda de trabajo.
“Se aprovechó de su situación de poder, de macho y decidió matarla para callarla y poder huir”, expresó Vergara.
Respecto a la calificación legal del hecho, eje principal de la discusión, el letrado querellante desestimó la aplicación del agravante de alevosía que añadió la fiscalía en jornadas previas y solamente ató el caso a la figura de femicidio (artículo 11 del artículo 80).
“Si no la hubiese matado, los golpes ya eran elementos constituyentes de violencia de género. Él eligió matarla, así que no cabe más que condenarlo por femicidio”, concluyó Vergara, aunque de manera subsidiaria pidió que si el tribunal consideraba el hecho como un homicidio simple se aplique el máximo de la pena.
La fiscalía: “Cuando recibió un no, la mató”
Seguido a Vergara, llegó el momento del fiscal Martín Rau, quien expuso durante casi dos horas, apoyándose en filminas con transcripciones de testimoniales, reproducción de chats y exhibición de fotografías.
Fiel a su estilo, el representante del Ministerio Público Fiscal comenzó su alegato desarrollando la versión dada por el imputado para luego contrastar cada fragmento de ese relato defensivo con las pruebas obrantes en el expediente y las recolectadas durante el proceso oral.
En sus tres indagatorias (una en instrucción y dos en juicio), Vargas sostuvo que, en medio de la sesión de fotos, mantuvo un encuentro sexual con Antonella que ella filmó y que luego utilizó para extorsionarlo, lo cual derivó en una discusión y un forcejeo que culminó en una puñalada “accidental” en el cuello de la víctima. Sobre ello, Rau fue directo: “Son falacias”.
Tal como lo había adelantado en la ampliación de imputación efectuada el viernes pasado, Rau trazó como hipótesis del caso que Antonella le reclamó a Vargas el pago de una sesión de fotos tomada anteriormente y que ese fue el desencadenante de una discusión que derivó en el femicidio.
El fiscal sostuvo que en medio de la discusión Vargas golpeó en la cabeza a Antonella con un velador que se rompió “en tres pedazos” y con ella desmayada en el suelo le aplicó la puñalada que le perforó la vía aérea y que se detuvo en los cuerpos vertebrales 3 y 4, provocando un shock hipovolémico y un síndrome de asfixia ya que esa misma sangre ingresó al conducto respiratorio.

El fiscal Martín Rau pidió prisión perpetua por doble homicidio calificado por femicidio y alevosía. FOTO: Marcos Otaño.
Para sustentar su teoría, Rau repasó los testimonios brindados por las tres vecinas que ese día intervinieron en auxilio de Antonella y que incluso filmaron a Vargas retirándose del lugar.
“Capdevila (testigo) escuchó ‘gritos ahogados’. Y su testimonio encuentra correlato en las pruebas. Ni ella ni las otras testigos mencionan haber oído los gritos de la pelea que refiere el imputado y eso que a través de esas paredes hasta se escuchaba el ruido de la cadena del baño”, graficó el fiscal.
A continuación, dio paso a la declaración de la médica forense Carolina Lanzos, a quien calificó como “testigo calificado” y “más importante”.
Para Rau el testimonio de Lanzos fue categórico para establecer que Antonella recibió “una paliza” que la dejó “desmayada” y que estando “acostada en el piso” recibió una “puñalada brutal”.
“Sobre el tórax tenía manchas de sangre gruesas, eran coagulaciones, eran manchas sin caída. Lo determinante no es dónde hay manchas, sino dónde no hay manchas de sangre y por el principio de transferencia de sangre se observan manchas en la pared, pero siempre en la zona baja. Todo esto demuestra dónde estaba ubicado el cuerpo al momento del hecho”, argumentó.
Rau también desestimó la versión de un encuentro sexual entre Antonella y Vargas y más aún la existencia del video del acto con el cual la joven supuestamente pretendió extorsionar al ahora condenado ya que dicho material nunca fue hallado a pesar de las pericias informáticas.
En esa línea, apuntó que “Vargas utilizó las fotos para satisfacer su apetito voyerista y tomó a la mujer como un objeto. Sabía que Antonella buscaba trabajo y se aprovechó de eso. Cuando recibió un no, la mató. Él no aceptó que Antonella se revelara. Hoy solo quiere manipular al tribunal y cambia su versión en cuanto la prueba va derrumbando sus dichos”.
Al considerar probado que medió violencia de género en el caso y que el acusado actuó sobreseguro contra una víctima indefensa, Rau mantuvo su acusación y pidió la pena de prisión perpetua para Vargas como autor de homicidio doblemente calificado por femicidio y alevosía.
“La violencia de género ya no se sufre en silencio, la gente se involucra y la participación de estas vecinas impidió la impunidad de este hecho”, valoró Rau respecto a la conducta de las vecinas de Antonella.
Y, por último, ya ganado por la emoción, el fiscal miró al tribunal y culminó su pedido: “Hay una deconstrucción social, ahora solo falta una deconstrucción judicial. Les toca a ustedes hacer lo suyo, para que la parte judicial no quede en una voluntad vacío de contenido. Deseo que esto se traduzca en la condena que hemos pedido”. Finalmente, no sucedió.
La defensa: “No hay certeza sobre los agravantes”
El último en exponer su alegato fue el defensor oficial Mario Ramírez, quien mantuvo el eje de la discusión en los mismos términos planteados desde el día 1 del caso: oponerse a la aplicación de agravantes.
“En este juicio no hay impunidad. Los agravantes de femicidio y alevosía no están presentes en este caso. No estamos pidiendo que le den un premio ni la libertad a Vargas, estamos diciendo que hubo un exceso en la calificante”, respondió a los otros alegatos el letrado con largos años de carrera como defensor oficial.
En marco, arremetió que “hay que trabajar con lo que hay, no con lo que no hay. No hay que presumir en contra del imputado. No se puede completar lo que no se sabe con agravantes, hay que fundamentarlo con lo que hay en la plataforma fáctica y acá no hay pruebas, no hay certezas sobre los agravantes, son puras conjeturas”.
Ramírez admitió que la versión dada por Vargas “es difícil de creer” y que “quizás ni su mamá le crea”, pero “él no está obligado a decir la verdad, es el Estado el que está obligado a probar el hecho, lo que no esta pasando”.

Vargas estuvo representado por el defensor oficial Mario Ramírez. FOTO: Marcos Otaño.
Para la defensa, la pelea narrada por el imputado sí existió y sostuvo que la forense Lanzos “se aventuró más allá de sus funciones” en su testimonio.
En esa línea, cerró con que “a Vargas le importaba más el celular de Antonella con el video y no traicionar a su esposa que ir preso. Es la realidad. Por eso dejó su celular y se llevó el de ella. No hay más que eso”.
Como corolario, consideró que “no porque la víctima haya sido una mujer es un femicidio y no porque haya habido mucha sangre es alevosía”. En consecuencia realizó pidió encuadrar el caso como un homicidio culposo o, en forma subsidiaria, la aplicación la aplicación de la pena mínima por homicidio simple.
Finalmente, el tribunal se inclinó por esa última figura, aunque aplicó una pena de 20 años. Vargas se retiró esposa por una comitiva del Servicio Penitenciario Provincial (SPP) y volvió a ser alojado en la Unidad Penal VI de Miguel Lanús.
La causa había llegado a debate oral como femicidio, delito que prevé una pena de prisión perpetua equivalente a 35 años de cárcel de cumplimiento efectivo.
Al esquivar la perpetua, Vargas también quedó habilitado a pedir la libertad condicional antes de purgar la totalidad de la pena, siempre y cuando cumpla con los requisitos previstos por la ley.

La familia de Antonella Bernhardt se retiró en lágrimas pero sin incidentes. FOTO: Marcos Otaño.
Judiciales
Indagan este viernes a los cinco detenidos por la niña cautiva en Garupá

Los cinco hombres, entre ellos un suboficial de la Policía, que el martes a la mañana fueron detenidos en el marco de una investigación que comenzó por grooming y que derivó en el rescate de una niña de 12 años cautiva en el galpón de una fábrica abandonada de Garupá, comparecerán ante la Justicia este viernes.
Las audiencias de declaración indagatoria se desarrollarán en el Juzgado de Instrucción Uno de Posadas, donde deberán comparecer ante el magistrado Juan Manuel Monte, actualmente titular de esa dependencia por subrogancia legal.
Hasta allí serán trasladados uno a uno los cinco sospechosos detenidos. Ellos son Pedro G. (37), Eugenio A. (63), Samuel N. (63), Matías C. (19) y Mario M. (43), quienes en principio afrontan acusaciones por grooming, aunque no se descarta que la imputación sume delitos mayores, dependiendo de lo que resulte de los estudios y pericias encomendadas a realizar.
Ante el juez Monte, todos tendrán la posibilidad de brindar su versión de los hechos o bien abstenerse de declarar, tal como lo ampara su derecho y sin que ese silencio signifique presunción de culpabilidad.
Los primeros tres sujetos mencionados fueron arrestados en la fábrica abandonada donde también fue encontrada y rescatada la niña de 12 años que estaba desaparecida desde el domingo anterior, tras ausentarse del hogar Papa Francisco en compañía de otra niña de 13 que había logrado escapar de una gomería cercana para llegar hasta la comisaría Quinta en busca de ayuda.
Todo ocurrió en el predio de la ex firma Envasadora Misionera, ubicada en el barrio Ñu Porá de Garupá, donde los investigadores llegaron a partir de los datos aportados por la primera niña auxiliada y tareas de geolocalización.

Así estaba acondicionado el interior del galpón donde fue encontrada la niña desaparecida.
El operativo se activó de inmediato, a tal punto que los primeros investigadores en llegar al predio se arriesgaron a ingresar sin esperar el apoyo de personal táctico para evitar que los sospechosos se fugaran.
Según describieron voceros del procedimiento, al llegar se encontraron con un portón cerrado con cadena y candado, y desde adentro la primera reacción fue entorpecer la acción policial, ante lo cual los presentes decidieron irrumpir.
Allí dieron con los tres primeros arrestados y en el lugar también encontraron a la niña desaparecida. La menor estaba semidormida -se investiga si era producto de algún somnífero o estupefaciente- sobre una cama, tapada con una manta y en compañía de uno de los implicados.
Pero el operativo no acabó ahí. Otro grupo se dirigió hacia la gomería de donde escapó la primera niña. Allí arrestaron al sospechoso de 19 años y en simultáneo otra comitiva arribó a la oficina del 911, en pleno microcentro posadeño, donde esposaron al suboficial de 43 años involucrado. En principio, se especula con que el uniformado obtuvo o buscaba fines sexuales con la menor cautiva.
Fuentes consultadas por La Voz de Misiones indicaron que la trama comenzó días antes, cuando una tercera adolescente del mismo hogar fue contactada a través de Instagram por un adulto que se hizo pasar por menor de edad y la convenció de escaparse para ir a dormir a otro lugar.

Así el estaba el resto del predio donde anteriormente funcionó la ex Envasadora Misionera.
La invitación se extendió hacia las otras dos menores, quienes finalmente lograron fugarse del hogar a pesar de la custodia y de esa forma cayeron en la trampa que, se presume, tenía fines de abuso y explotación sexual en ese predio abandonado y sórdido descubierto el martes a la mañana.
Los investigadores ahora aguardan por el resultado de varios estudios. En principio determinar si existen signos de abuso en las niñas y lo que pueda aparecer mediante el peritaje de aparatos telefónicos y el análisis de cuentas en redes sociales que fueron preservadas ante la volatilidad de la prueba digital.
El operativo general fue coordinado de manera conjunta por el procurador general Carlos Giménez, el magistrado Juan Manuel Monte y el fiscal de Ciberdelitos Juan Pablo Espeche, quienes presenciaron y supervisaron las labores de rescate.
En el procedimiento participaron agentes de la comisaría Quinta, de la División Investigaciones de la Unidad Regional X y personal especializado de la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas (Saic), bajo directivas del subjefe Juan Pablo Vedoya Recio, que también estuvo en el lugar.

El juez Monte, el fiscal Espeche y el subjefe de Saic Vedoya Recio, supervisaron las labores.
Hay otros dos detenidos por el caso de la niña rescatada en Garupá
Judiciales
De Menes fue absuelto por el homicidio de su mamá y es libre 6 años después

Nelson Orlando De Menes (51) estuvo 2741 días detenido como único acusado por el asesinato de su madre Elsa Díaz (70), pero hoy la Justicia dictaminó que no había pruebas suficientes en su contra y decidió absolverlo por el beneficio de la duda. “Estoy conforme”, expresó ya como hombre libre, mientras subía al patrullero que lo llevaría hasta el penal para simplemente retirar sus pertenencias y despedirse de los internos con quienes compartió el encierro durante más de seis años.
La sentencia del Tribunal Penal Uno de Posadas se ajustó a lo solicitado por la defensora oficial Celina Silveira Márquez, desestimando a su vez el planteo del fiscal Martín Alejandro Rau, quien en su alegato había solicitado una pena de prisión perpetua al considerar que De Menes cometió un “homicidio doblemente agravado por alevosía y el vínculo” en perjuicio de su madre.
El tribunal encargado del caso arribó al fallo con el voto mayoritario de los magistrados Viviana Cukla -presidenta- y Miguel Ángel Faría -subrogante-, mientras que Gustavo Bernie votó en disidencia al entender que lo apropiado era el dictado de la perpetua.
De esta manera, la absolución vino acompañada de la inmediata libertad del acusado, quien salió del tribunal sin esposas y solamente debía regresar a la Unidad Penal IV de Miguel Lanús para retirar sus pertenencias. Una nueva vida le espera, salvo que una posible casación logre revertir el fallo a instancias del Superior Tribunal de Justicia (STJ).
“Estoy conforme”, expresó en forma escueta De Menes antes de subirse al móvil del Servicio Penitenciario Provincial (SPP). Previo a ello, al momento de ejercer el derecho a sus últimas palabras, había ratificado su inocencia ante los jueces.
“Soy inocente de todo lo que se me acusa. Yo daba por ella. Eso que dijeron los vecinos que vinieron acá es todo mentira. Ella era una mujer libre, yo no le hacía nada”, dijo De Menes en referencia a los testigos que durante el juicio declararon que Díaz se había vuelto más “retraída” cuando su hijo se mudó con ella a la casa que compartían en el barrio 2 de Febrero de Candelaria, donde también se produjo el crimen que ahora quedó sin resolverse.

El voto de los jueces en orden: Gustavo Bernie condena; Viviana Cukla y Miguel Ángel Faría absolución.
“Solo me quedan preguntas”
En defensa del imputado intervino Celina Silveira Márquez, que fue la última en alegar pero cuyo planteo fue atendido en forma favorable por dos de los magistrados del tribunal.
“Es una causa rica en testimonios, pero no tenemos ninguna prueba directa sobre este triste suceso. No hay una sola prueba de cargo, son solo indicios. Ser introvertido y pedirle plata a la madre no te convierte en un matricida”, postuló la defensora oficial.
Y continuó: “Las pruebas científicas dicen que no tenemos el arma homicida. Todas las pericias de ADN dieron negativo. El ADN de De Menes no fue encontrado en nada. Entonces, después de todo, a mí solo me quedan preguntas. Acá no hay pruebas suficientes para una sentencia condenatoria, no hay forma de darlo como autor del hecho, no hay nada que quebrante su principio inocencia”.

De Menes estuvo detenido desde el día del crimen: 10 de febrero de 2019.
La teoría acusatoria
El alegato de Silveira Márquez fue la respuesta a la exposición dada por el fiscal Martín Rau, quien en contrapartida había considerado “acreditada” la autoría del hecho criminal por parte de De Menes y en consecuencia había solicitado la máxima pena en su contra.
En su teoría del caso, Rau apuntó que durante la madrugada del 10 de febrero de 2019 el acusado aguardó que su madre se durmiera para atacarla “sobre seguro” y matarla de un garrotazo en la cabeza sin que siquiera la víctima se de cuenta.
Para ello, el fiscal se apoyó en los testimonios recolectados tanto en la etapa de instrucción como durante el debate oral que comenzó el martes pasado y se extendió a lo largo de cinco audiencias.
En ese marco, repasó las declaraciones de dos vecinas de Díaz, quienes manifestaron que la mujer había manifestado que su hijo “la quebrantaba” por plata e indicaron que esa noche vieron a De Menes en el lugar.
También hizo énfasis en los aportes dados por otro grupo de testigos, entre ellos las peritos Andrea Strocen Schelske y Cintia Beyer, que ante las partes describieron que la escena del crimen no coincidía con un caso de robo, tal como había planteado el acusado apenas se descubrió el crimen.
“Es falsa la tesis del olor a sangre y de la ventana abierta que dio el imputado en esta sala”, refutó en una parte de su alegato el fiscal Rau, que también hizo mención a las pisadas de barro detectadas en la escena compatibles con una zapatilla del acusado y la actitud evasiva que De Menes tuvo durante el procedimiento respecto a la llave que abría el depósito donde se hallaron los elementos que él había dado como robados ante la Policía.

El fiscal Rau exhibiendo imágenes de la causa. En el fondo, el juez Bernie, el único que votó por la condena.
“Sobre la mesa había una billetera con plata, pero resulta que en un robo nadie se llevó esa billetera con cash. La tele y la garrafa estaban en el depósito, donde también había una moto y un casco, elementos de valor que tampoco nadie se robó. Los testigos dijeron que la casa estaba impecable. El escenario es incompatible con un robo y la teoría de un crimen pasional también está descartada. El acusado fue dando diferentes hipótesis para germinar eso en los vecinos y desviar la investigación”, trazó Rau.
Y cerró: “La hipótesis más certera es que el imputado mató a Elsa. En el lugar todos los caminos conducen a Roma y Roma está sentado ahí en frente. Estoy convencido de su autoría. Lo hizo sobre seguro, aprovechando mientras ella dormía. No hay ningún signo de defensa”.
Bajo esa premisa, el fiscal pidió que De Menes sea condenado a prisión perpetua como autor del delito de “homicidio doblemente agravado por alevosía y el vínculo”, aunque el planteo no prosperó.
El juicio, día por día
Día 1: Lo acusan de matar a su mamá y se defendió en juicio: “Yo daba todo por ella”
Día 2: Perito repasó indicios que contradicen teoría de un robo en el caso Elsa Díaz
Día 3: Juicio por matricidio: “Ella se volvió más cerrada desde que llegó su hijo”
Día 4: Se aguarda por un testigo para iniciar los alegatos en el juicio a De Menes
Judiciales
La fiscalía pidió prisión perpetua para De Menes por el homicidio de su madre

El fiscal del Tribunal Penal Uno de Posadas, Martín Alejandro Rau, solicitó esta mañana la pena de prisión perpetua contra Nelson Orlando De Menes (51), imputado por el homicidio de su madre Elsa Díaz (70), cometido en febrero de 2019 en Candelaria.
Rau descartó de plano las hipótesis de un robo o la participación de un implicado externo a la familia, y acusó a De Menes por “homicidio doblemente agravado por alevosía y por el vínculo”.
El pedido fue planteado en el marco del inicio de la ronda de alegatos que se desarrolla en el Tribunal Penal Uno.
“Todos los caminos conducen a Roma y Roma está sentado acá enfrente”, expuso Rau ante los jueces Viviana Cukla, Gustavo Bernie y Miguel Ángel Faría, quienes luego deberán emitir sentencia.
El fiscal entendió que las pruebas encontradas contrastan la teoría defensiva del imputado, descartando la tesis de un robo.
Entre esas pruebas mencionó que no hubo signos de violencia en los ingresos, que la escena no estaba revuelta, que una pisada de barro coincide con una zapatilla del imputado y que los elementos denunciados como robados fueron hallados en un depósito de la propiedad cuya llave la tenía De Menes.
Ahora es el turno de alegar para la abogada defensora oficial Celina Silveira Márquez y más tarde el tribunal dictaría sentencia.
Lo acusan de matar a su mamá y se defendió en juicio: “Yo daba todo por ella”
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