Policiales
El Ruso Lohrmann, una vez más prófugo tras escapar de una cárcel en Portugal
Rodolfo José “El Ruso” Lohrmann (61), el mítico delincuente que supo permanecer más de catorce años como un fantasma hoy vuelve a encontrarse en el submundo de la clandestinidad tras fugarse de la cárcel portuguesa donde cumplía condena por asaltos bancarios y aguardaba ser extraditado a la Argentina para responder por la desaparición del joven correntino Christian Schaerer, el caso de secuestro extorsivo más extenso de la historia criminal del país.
Lohrmann, nacido en Entre Ríos, pero con protagonismo delictivo en Misiones y todo el Litoral, además de Paraguay, estaba detenido en Portugal desde noviembre de 2016, cuando cayó robando bancos y joyerías, aunque recién tres meses después se pudo comprobar su verdadera identidad mediante el cotejo de huellas dactilares.
En Europa, Lohrmann se movía con un viejo conocido, Horacio “Potrillo” Maidana, con quién supo liderar la temible banda delictiva que el 21 de septiembre de 2003 concretó el secuestro de Schaerer en Corrientes, hecho por el cual se pagó un rescate de 277.300 dólares, aunque el joven estudiante de medicina nunca fue liberado y su paradero aún hasta hoy es una incógnita.
En el viejo continente los dos delincuentes con alertas rojas de Interpol continúan moviéndose en tándem. En Bulgaria Lohrmann fue detenido en 2011 por asaltar un blindado y permaneció en prisión hasta 2014 donde, según sus propias palabras, pudo protagonizar “una fuga de película”.
La siguiente noticia llegó en febrero de 2017, cuando las autoridades portuguesas lograron confirmar que los dos hombres detenidos tres meses antes asaltando una joyería a fierrazos eran El Ruso y Potrillo, dos de los delincuentes más buscados de Sudamérica.
El hecho ocurrió en la ciudad de Aveiro, tras lo cual tanto Lohrmann como Maidana quedaron detenidos y afrontando una causa judicial que meses más tarde se tradujo en una condena de 18 años de prisión, pena que cumplían en el presidio de Vale de Judeus, a unos 70 kilómetros de Lisboa y considerada como de máxima de seguridad.

Los presos treparon muros perimetrales de 7 meses gracias a una escalera aportada desde el exterior y huyeron en dos autos.
La fuga
Sin embargo, tras siete años de encierro, el temible delincuente volvió a ingeniarse para huir. La fuga se conoció este sábado a las 12, luego de que los agentes penitenciarios notaran la ausencia de cinco reclusos extranjeros y revisaran las cámaras de seguridad, donde advirtieron que el escape se concretó dos horas, durante el horario de visitas.
Según detallaron, los reos se valieron de una escalera aportada desde el exterior para trepar los muros perimetrales de 7 metros de altura, alcanzar la calle y finalmente subirse a dos vehículos de apoyo. Junto al argentino también escaparon los portugueses Fernando Ribeiro Ferreira (61) y Fábio Fernandes Santos Loureiro (40), además del británico Mark Cameron Roscaleer (39) y el georgiano Shergili Farjiani (33).
“Fue una fuga altamente preparada por personas con mucha experiencia criminal”, consideró Rui Abrunhosa, director general de Reinserción y Servicios Penitenciarios, quien además sostuvo que al momento del escape el presidio contaba con 33 guardias activos, un número levemente por encima de lo recomendado, aunque reconoció que hubo “una falla” en la revisión de las 200 de las cámaras instaladas en el predio.

Los fugitivos fueron calificados como de extrema peligrosidad.
Luís Neves, el director de la Policía Judicial de Portugal, en tanto, confirmó que sobre los fugitivos ya se libraron sendos de pedido de captura internacional, tanto a Interpol como a Europol y advirtió que “se trata de personas peligrosas y de carácter violento, que harán todo por seguir en libertad”, ante lo cual recomendó que la población “se abstenga” de interactuar o querer retener a los evadidos.
La fuga de Lohrmann no solo vuelve a representar un problema de seguridad, sino que aleja aún más la posibilidad de su pronto traslado a la Argentina para responder por el caso Schaerer.
Su comparecencia en el país es aguardada con expectativa tanto por los fiscales federales Santiago Marquevich y Flavio Ferrini, sino también por Pompeya Gómez, madre del joven correntino y querellante particular en la causa.
Por el caso Schaerer hubo dos juicios y varios condenados, aunque nunca se pudo revelar el destino del muchacho. Tanto los investigadores como su madre saben que los únicos que pueden aportar luz sobre el hecho son Lohrmann y Maidana, quienes nunca confesaron nada ni tampoco detuvieron su sed criminal.
El secuestro de Schaerer, paso a paso
La investigación sobre el secuestro reconstruyó que el joven fue interceptado el 23 de septiembre de 2003 mientras llegaba a su casa en la barrio Las Tejas de la capital correntina y desde allí fue llevado, primero a Saladas, a unos 110 kilómetros de allí, y luego a Paso de los Libres.
En esa ciudad permaneció unos quince días hasta que sus captores lo cruzaron por el río Uruguay hasta la localidad brasileña de Uruguayana, donde permaneció otras dos semanas cautivo en distintos inmuebles.
En octubre de 2003 y, presuntamente desde territorio brasileño, se tuvo la última señal de vida de Schaerer. Fue una grabación enviada a su madre y a su hermano donde el muchacho, entre otras cosas, decía: “Estoy todo destruido, estoy todo quebrado, todo lastimado, todo ensangrentado. Estoy sin comer, estoy sin tomar agua; si no pagan, en pocos días me voy a morir”.
El 6 de noviembre, siguiendo las instrucciones de los secuestrados, la madre de Schaerer, Pompeya Gómez, viajó a Encarnación y luego a Ciudad del Este, donde la hicieron recoger varias postas con indicaciones hasta dejar los 277.000 dólares del rescate en el lugar elegido. Sin embargo, el joven nunca fue liberado.
El recorrido de Schaerer en cautiverio con pruebas fehacientes se pierde allí, en Paso de los Libres. Se estima que, después de Uruguayana, el joven volvió a ser cruzado a territorio argentino, pero desde ese punto no se pudo volver a reconstruir a ciencia cierta sus próximos destinos.
Otras pistas indican que su último paradero habría sido Paraguay, donde habría quedado en manos de organizaciones narco y siguiendo esos rastros el año pasado se dispararon varias excavaciones, aunque tampoco hubo resultados.
Schaerer: abren por primera vez causa en Paraguay y realizan excavaciones
Judiciales
Justicia declaró crimen de lesa humanidad el homicidio de Carlos Tereszecuk
Esta mañana el Juzgado Federal de Primera Instancia N° 1, de Resistencia, Chaco, dio a conocer la sentencia por el derecho a la verdad considerando un crimen de lesa humanidad el secuestro y homicidio de Carlos Tereszecuk, graduado de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Unam, secuestrado y asesinado por la dictadura cívico militar en 1976.
La audiencia fue presidida por la jueza federal Zunilda Niremperger en modalidad virtual, donde también estuvieron presentes hermanos, sobrinos y representantes del equipo argentino de Antropología Forense, de la Fiscalía Federal, de la secretaría de Derechos Humanos del Chaco y abogados querellantes.
Al mismo tiempo, la instancia fue retransmitida desde el aula magna de la Facultad de Humanidades, ante la presencia de familiares, allegados, compañeros de militancia de la misma casa de estudios, ex presos políticos y militantes de la agrupación homónima.
El fallo analizó toda la prueba recolectada, reconstruyendo que Carlos Tereszecuk , fue secuestrado los primeros días del mes de noviembre de 1976, y llevado a la Jefatura de Policía de Resistencia, siendo alojado en un primer piso acondicionado como Centro Clandestino de Detención, que era dirigido por fuerzas conjuntas la Policía del Chaco y el Ejército Argentino.
Asimismo, reseña que fue visto en pésimas condiciones de salud, por las diversas torturas que había recibido, siendo tal su deterioro físico, que no podía mantenerse en pie, ni caminar y otro detenido debió bañarlo ante la orden de sus guardiacárceles.
Además, estableció que fue asesinado y arrojado al río Paraná, de donde fue rescatado el 15 de noviembre de 1976, en la costa de Empedrado Corrientes -ubicada a 70 kilómetros río abajo de la ciudad de Resistencia, donde fue sepultado en una tumba NN e identificado en el año 2018 por el Equipo de Antropología Forense.
Finalmente, la Justicia enmarcó el secuestro, tortura y homicidio en el contexto de persecución generalizada y sistemática por razones ideológicas, dirigida contra la población, y que tenía como objetivo la detención y exterminio de todo aquel que encuadrara en lo que se etiquetaba como opositores al régimen.
“Esa práctica sistemática del terrorismo de Estado se estableció que tuvo un patrón común como los cuerpos desnudos, atados con alambres en pies y manos, con disparos de ejecución en el pecho o el cráneo, con la yema de los dedos cortados para obstaculizar su individualización y con un corte importante en el abdomen para intentar que no flotaran”, detalla el documento.
La sentencia se dictó a partir de la solicitud de los familiares en su carácter de víctimas de un crimen de lesa humanidad, por el derecho a la verdad que reconstruya cómo fueron realmente los hechos con un sentido de reparación y que contribuya a la reconstrucción de la memoria histórica de la sociedad.

Graciela Franzen junto a familiares y allegados a Tereszecuk en la Facultad de Humanidades
Militancia y memoria
Como muchos de los jóvenes de su tiempo, el misionero despuntó en la militancia estudiantil y en 1974 fue elegido vicepresidente del Centro de Estudiantes de la Escuela de Servicio Social, de la Unam.
Al año siguiente, participó de la campaña electoral del Partido Autentico, y pasó a ser secretario de los diputados provinciales electos en 1975, el actual sociólogo y periodista Pablo Fernández Long y Juan El Negro Figueredo, maestro rural secuestrado por la dictadura y desaparecido desde entonces.
En 1975, Tereszecuk sufrió un intento de secuestro por parte de un grupo de tareas que se infiltró en la Cámara de Diputados, pero pudo escapar y se refugió en la provincia de Corrientes, donde, finalmente, fue captado en otro operativo.
La última vez que lo vieron con vida fue en la Jefatura de Policía de Resistencia y los testimonios hablan de que se encontraba muy deteriorado por las torturas y que ya no podía caminar.
Tras culminar la lectura de la sentencia, Sofía Tereszecuk sobrina de Carlos, dirigió unas palabras recordando a su tío, su militancia, compromiso social y a la importancia de conocer la verdad, a pesar de lo dolorosa que fue, para “cerrar un ciclo como familia y encontrar un poco de paz”.
Por su parte, Javier Gortari, ex decano de la Facultad de Humanidades, expresó: “Lo que hemos presenciado fue un acto de reparación y de justicia. Creo que nos da ánimos para seguir trabajando por la memoria, la verdad y la justicia en todo lo ocurrido durante la última dictadura y para continuar en democracia, tratando de insistir en lograr aquellos derechos por los cuales tanto lucharon aquellos compañeros y compañeras”.
Seguidamente, Graciela Franzen recordó: “Yo fui compañera de militancia de Carlos, mi hermano fue compañero en el seminario y con la familia Tereszecuk tenemos una gran amistad, lucha y compañerismo. Para mi recordar a Carlos y a los 30 mil es decir presente hoy, pero ¿cómo tenemos que estar presentes? ¿cómo tenemos que honrarlo hoy?; en las plazas, en las calles, en las manifestaciones, en los reclamos, cuando tenemos que votar porque no nos merecemos un gobierno traidor a la patria”.
La lectura de la sentencia por la verdad, sobre el homicidio de Carlos Tereszecuk como crimen de lesa humanidad, fue declarada de interés provincial por la Cámara de Representantes de Misiones.

Graciela Franzen y Jorge Trainer, ambos presos políticos durante la dictadura
Sentencia por la verdad del crimen de lesa humanidad de Carlos Tereszecuk
Policiales
Fallecido en despiste de camioneta en Mártires es un empresario obereño
En la mañana de hoy, el empresario Oscar Hugo Garay, de 80 años, conducía su camioneta Porsche Cayenne sobre la ruta 103 a la altura de la localidad de Mártires, cuando su vehículo despistó y se incendió por completo, provocando su muerte en el acto.
Se trata del impulsor de la reconocida empresa de transportes Garay, radicada en esa ciudad, quien al momento del siniestro transitaba en dirección Oberá – Santa Ana y, por causas que aún se investigan, perdió el control y volcó sobre la banquina derecha.
Luego de las pericias realizadas y las verificaciones del dominio del vehículo, familiares del conductor se hicieron presentes en el lugar y confirmaron que la víctima era Oscar Garay, el reconocido empresario obereño.
Por disposición del Juzgado de Instrucción de Oberá, se autorizó la entrega del cuerpo a sus familiares para velatorio y posterior inhumación.
En el lugar trabajaron efectivos de la Comisaría de Mártires dependiente de la Unidad Regional II, junto a personal de las Divisiones Bomberos de Oberá y Santa Ana, quienes extinguieron el fuego.
La Policía Científica realiza las pericias correspondientes y el Juzgado de Instrucción de Oberá dispuso las actuaciones de rigor para determinar las causas del hecho.
Camioneta despistó y se prendió fuego en Mártires: un fallecido
Judiciales
Podría caerse el juicio a Pablo Schoenfisch por autoincriminación de su padre
La autoincriminación de Arnoldo Schoenfisch (67) puso en un embrollo el juicio oral contra su hijo Pablo (23), acusado de asesinar a su madre Faustina Antúnez (54) y de herir a su padre en un presunto ataque parricida registrado en 2020 en Santiago de Liniers, y el tribunal decidió suspender la continuidad del proceso, aunque la decisión final se comunicará mañana cuando se resuelvan los planteos efectuados por la fiscalía y la defensa del joven imputado.
La segunda audiencia del debate oral comenzó esta mañana, minutos después de las 10, cuando los magistrados Adriana Andino, Atilio León y Eduardo Jourdan -subrogante- ingresaron a la sala del Tribunal Penal Uno de Eldorado con una resolución que disponía remitir las declaraciones de Arnoldo Schoenfisch a la fiscalía de instrucción de turno para que se investigue su autoincriminación y que, en consecuencia, el presente juicio se suspenda hasta que se dirima la situación procesal del hombre que pidió ser imputado en lugar de su hijo.
En el escrito, la jueza Andino argumentaba que la decisión obedecía a “resguardar las garantías del proceso”, mientras que León ahondó en que la incriminación merecía “una nueva mirada de parte del órgano encargado de la instrucción”. Jourdan, en tanto, adhirió a los votos precedentes y por unanimidad se resolvió la suspensión del debate, aunque las partes, además de oponerse efectuaron nuevos planteos que obligaron a diferir para mañana la decisión final.
Artilugio
El primero en oponerse a la medida fue el fiscal Federico Rodríguez, quien insistió en que la incriminación del padre del imputado carecía de fundamentos y correspondía a “un nuevo artilugio para dilatar el proceso” craneado por la defensa integrada por los abogados Fabián De Sá y María Laura Alvarenga.
Rodríguez recordó que en la antesala del juicio el hombre presentó un escrito firmado por escribanía en el que declaraba la misma confesión, pero todo fue desestimado por las autoridades correspondientes y entonces consideró que el debate debe continuar con la exclusión como prueba de la declaración de Schoenfisch padre.
En respuesta al “esquema defensivo”, el fiscal pidió que efectivamente las actuaciones de ayer sean remitidas a la fiscalía de instrucción, pero, en este caso, no para investigar la veracidad de la versión autoincriminatoria, sino para avanzar sobre la posibilidad de que se hayan cometidos delitos de “calumnias, falsedad ideológica y falso testimonio”.

El tribunal y las partes, cara a cara, decidiendo el futuro del juicio para esclarecer el hecho registrado en Santiago de Liniers.
Pedido de excarcelación
El letrado De Sá, por su parte, también tomó la palabra y sostuvo que “la defensa recién conoció al testigo ayer”, mientras que Alvarenga pidió revocar la suspensión del debate al considerar que el juicio debe continuar y que la “hipótesis alternativa” debe ser analizada recién al culminar el proceso.
Subsidiariamente pidió que, en caso de que la suspensión se haga efectiva, el imputado Pablo Schoenfish sea excarcelado y aguarde en libertad hasta tanto se defina toda esta situación iniciada a partir de la autoincriminación de Arnoldo, ex intendente de Santiago de Liniers.
“Estábamos acostados con mi esposa y discutimos un poco. Estaba un poco desorientado. Agarré el arma, la asesiné y después me quise suicidar. Pasó lo que tenía que pasar. Pablo es inocente, yo hice todo y yo tengo que ser el imputado”, fue la declaración que hizo detonar el proceso y podría hacer caer el debate.
El tribunal decidió pasar a un cuarto intermedio hasta mañana a las 8.30 para analizar los planteos de las partes y comunicar la decisión final.
La causa
La nueva versión expuesta por Arnoldo Schoenfisch, que tras el hecho quedó con ceguera, es contraria a lo expuesto en el requerimiento de elevación a juicio formulada por el fiscal Edgar Francisco Doldán y firmada por el magistrado Roberto Saldaña, ex juez de Instrucción Uno de Eldorado.
La hipótesis acusatoria sostiene que en la madrugada del 14 de mayo de 2020, Pablo Schoenfisch atacó a sus padres mientras dormían, efectuándoles disparos a corta distancia. Como consecuencia del hecho, Antúnez perdió la vida y Arnoldo quedó con secuelas permanentes.
Según lo plasmado en ese documento, el acusado mantenía una relación conflictiva con sus padres, motivada por desavenencias y mal comportamiento del muchacho, cuestión que fue ratificada por varios familiares y amigos del imputado al momento de declarar como testigos en la etapa investigativa.

Arnoldo Schoenfisch quedó con ceguera tras el hecho que se investiga.
Incluso, hay testimonios que apuntan sobre una posible premeditación del muchacho, quien ante varios de sus amigos y parientes manifestó abiertamente las intenciones de matar a sus padres con dichos como “voy a matar a toda esta mierda” o “cualquier día de estos le voy a pegar un tiro al viejo de mierda”.
A pesar de ello, el expediente remarca que las sospechas se centraron en él desde el primer momento, cuando los investigadores supieron que la primera expresión de Arnoldo Schoenfisch tras sufrir el ataque y pedir ayuda fue: “Pablito se mandó una cagada”.
No es todo. Durante el transcurso de la causa apareció otro integrante de la familia que recordó que semanas antes del hecho, en el marco de un asado, Pablo Schoenfisch le consultó cómo se podía ocultar los rastros de pólvora que deja la acción de percutir un arma de fuego y la respuesta fue la utilización de un guante.
El testimonio cobra mayor relevancia al mencionar que un par de guantes negros de cuerina fueron encontrados ocultos en una cajonera ubicada en la habitación donde el sospechoso durmió durante la noche del crimen.
Además, sus propios amigos relataron que el joven solía mostrarse e incluso disparar con un revólver calibre 38, el mismo que fue utilizado para perpetrar el crimen que ahora busca ser esclarecido.
Giro en caso Schoenfisch: el acusado se defendió y su padre se autoincriminó
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