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Aguardan autopsia al cuerpo hallado en Parma: manos atadas y rostro cubierto

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El peor desenlace pareciera estar a punto de confirmarse. Si bien los familiares aún no realizaron el acto de reconocimiento formal, los indicios recolectados apuntan que el cadáver hallado hoy a la mañana semi sumergido en un pozo ubicado en una propiedad abandonada en el paraje Nemesio Parma del sur posadeño reúne las características de Claudia Elizabeth Benítez (32) y presentaría indicios de una muerte violenta, aunque las autoridades judiciales aguardan los resultados de autopsia para avanzar en la investigación del caso que -por el momento- continúa teniendo al esposo de la víctima en condición de demorado.

El cuerpo que se correspondería a la taxista que estaba desaparecida desde ayer a la mañana tras realizar un presunto viaje hacia Nemesio Parma con al menos tres pasajeros, fue hallado cerca de las 10 de hoy, en medio de un imponente operativo de búsqueda desplegado por un centenar de efectivos de la Policía de Misiones.

Según describieron fuentes consultadas por La Voz de Misiones, el cadáver estaba semi sumergido en un pozo de entre 5 y 8 metros de profundidad ubicado en el fondo de una propiedad abandonada detrás del predio del Parque Industrial.

Hasta ese punto llegaron los rescatistas luego de detectar marcas de arrastre y vestigios de sangre en la vegetación lindante. Esas pistas los condujo hasta el pozo donde finalmente dieron con el cuerpo de quien sería la taxista, el cual tenía las manos atadas hacia atrás y el rostro cubierto.

Para ese entonces, las hermanas y otros familiares de la mujer emprendieron una vigilia detrás de un cordón policial apostado a unos 70 metros del lugar del hallazgo. Allí hubo escenas de dramatismo, desesperación, bronca y también angustia.

Es que los investigadores involucrados optaron por tratar el asunto con cautela, premura y paciencia. La ubicación del cuerpo también habría dificultado y demorado las labores de los rescatistas, por lo cual la confirmación de la novedad tardó varios minutos.

Fue el jefe de la Unidad Regional I de la Policía quien luego se acercó al grupo para brindar precisiones. “Es el cuerpo de un femenino con similares características”, sostuvo el uniformado y solicitó a los familiares de Benítez que acudan a la Morgue Judicial para realizar el correspondiente reconocimiento del cuerpo, lo cual se concretaría una vez culminado el examen de autopsia.

En estos momentos, el cuerpo hallado esta mañana se encuentra en sala de operaciones siendo sometido a la necropsia, estudio que será clave para establecer la causal de muerte de la mujer y reconstruir la mecánica del hecho. El examen médico también permitirá determinar si la atadura de las manos, por ejemplo, fue una acción realizada pre o post mortem.

Mientras todo esto sucede, Juan Andrés R. (39), pareja de la víctima, continúa demorado en una celda de la Comisaría Decimonovena de Posadas.

Su demora fue ordenada ayer por el magistrado Miguel Mattos, titular del Juzgado de Instrucción Siete de Posadas, luego de una breve declaración testimonial en la cual el hombre afirmó que esa mañana su esposa cubrió un viaje hasta Nemesio Parma con tres pasajeros y nunca más supo de ella.

Hasta el momento, esa es la única versión que se tiene sobre los últimos pasos de la mujer. Imágenes de cámaras de seguridad captaron su recorrido hasta ese lugar, aunque hay que determinar si efectivamente se movilizaba junto a otras personas o no.

Lo que se sabe es que la última conexión de Whatsapp de la mujer fue ayer a las 6 de la mañana y casi tres horas más tarde su Chevrolet Corsa apareció ardiendo en llamas a un costado de la avenida Del Té, en el ingreso al paraje ubicado en la zona Sur de Posadas.

Desde ese momento todo fue misterio e incertidumbre que hoy se transformaron en bronca y dolor.

taxista benitez

El cuerpo fue hallado esta mañana, en una propiedad abandonada detrás del Parque Industrial.

Dolor e incertidumbre

En diálogo con LVM, una de las hermanas de Benítez descree de ese supuesto viaje realizado por la taxista, dado que la mujer se caracterizaba por trabajar con chicas, jóvenes y adolescentes, labor que fue reconocida por muchas personas en las redes sociales.

“Claudia formaba parte de un grupo de mujeres taxistas que nos quería cuidar a todas. Y sufrió lo mismo que alguna vez imaginamos que nos podía pasar a nosotras”, tuiteó una usuaria de Twitter identificada como @SofíaBLozano

Por su parte, @Solecolina21, mientras la mujer todavía permanecía como desaparecida, publicó: “Viaje muchas veces con ella, trabajaba para que nosotras nos sintiéramos seguras, para que lleguemos bien a nuestro hogar y ahora la desaparecida es ella… que aparezca Claudia lpm, que bronca”.

“No pensamos que nos iba a volver a pasar esto. Hace poco perdimos a un hermano en un accidente y que ahora le hagan algo tan aberrante a mi hermana no puedo creer. Para mí, ella no hizo ese viaje con esos tipos, no sé qué pensar, pero yo no creo que lo haya hecho”, expresó una de las hermanas de Benítez a LVM durante la vigilia del procedimiento.

Respecto a su cuñado, la mujer señaló que “estaba todo re bien con mi cuñado, yo no voy más allá de eso. Estaban todo bien. Yo tengo un perfil bueno de mi cuñado, cuidaba a su familia. No quiero pensar en eso. Yo los vi bien”.

Por último, los familiares de la taxista pusieron sobre el tapete un inconveniente que suscitado hace pocos días a la salida de un boliche sobre la avenida Maipú.

En esa instancia, aparentemente Benítez tuvo un conflicto de tránsito con una abogada que derivó en una discusión y presuntamente después de ello la mujer comenzó a recibir amenazas.

Todas estas versiones están siendo analizadas y profundizadas por los investigadores intervinientes en la causa. Hasta el momento, según indicaron, no hay ninguna hipótesis que prevalezca y en la pesquisa prima la cautela. La autopsia podría arrojar un poco más de luz al caso, pero los resultados preliminares recién estarían listos entre esta noche y la madrugada de mañana.

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Detuvieron a un policía sospechado de facilitar la fuga de presos en Irigoyen

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fuga presos

Un oficial de la Policía de Misiones que habría facilitado la fuga de siete delincuentes que estaban alojados en la comisaría de Bernardo de Irigoyen fue detenido este mediodía y quedó a disposición de la Justicia.

La detención del uniformado se concretó en la sucursal del banco Macro en Irigoyen, donde el implicado cumplía servicio adicional, adelantaron fuentes consultadas.

El sospechoso fue identificado como Mario O., y sería oriundo de San Antonio. Se le secuestró un teléfono celular que será sometido a pericias.

Del procedimiento participaron los propios camaradas del agente, como así también personal de la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas (Saic), cuya intervención se dio a pedido del procurador general Carlos Giménez.

La causa está en manos del fiscal de Instrucción Uno de San Pedro, Francisco Javier Insfrán, y del juez de instrucción de la misma circunscripción judicial, Ariel Belda Palomar, quienes dirigieron y supervisaron las primeras actuaciones del caso.

En paralelo, la Jefatura de Policía dispuso la apertura de un sumario administrativo con intervención de la Dirección Asuntos Internos de la institución.

La fuga se registró el lunes a la madrugada, cuando siete sindicados delincuentes de peligrosidad lograron escapar a través de un boquete realizado en el sector de sanitarios de calabozos de la comisaría de Bernardo de Irigoyen.

Los evadidos fueron Alejandro “Dente” Ramos, Emanuel “Pirata” Krourluch, Daniel Simons, Agustín Morais, Jorge Ojeda, Darío Brítez y Juan José Ferreira Álvez, todos acusados por delitos graves como robos calificados y homicidios.

El hecho motivó un mega operativo policial del cual participaron más de 500 agentes abocados a la búsqueda y en exactamente 48 horas todos fueron recapturados. 

Atraparon a los últimos tres fugitivos de la comisaría de Bernardo de Irigoyen

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Su ex la golpeaba y ahora la hostiga diariamente: “Hace 1 año que tengo miedo”

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Lo que comenzó como una amistad y luego se encaminó a un proyecto de familia, se convirtió más tarde en la etapa más oscura de la vida de María José Humeniuk (32). Birlado de dinero, golpes, amedrentamiento, control, persecución y hostigamiento, conforman el listado de hechos que la joven denuncia padecer hace más de un año en manos de un posadeño.

Todo comenzó en 2020, cuando la joven oriunda de Concepción de la Sierra, aunque radicada en Posadas, conoció a Bruno Zapelli (35) e iniciaron un vínculo amoroso que duró unos pocos meses. Pasado un tiempo él reapareció en un momento de vulnerabilidad personal y familiar para ella.

“Salimos un tiempo y después fue como que yo me enganché y él no, entonces terminamos. En el 2022 él vuelve a aparecer en mi vida con un mensaje, y bueno, empezamos a vernos. Y justo mi papá en ese momento entró en coma y estuvo ahí por tres meses y medio”, relató María José durante una entrevista telefónica con La Voz de Misiones, donde contó el calvario que padece y dio detalles de las denuncias radicadas contra su ex.

Lo que en ese momento no percibió fue el escabroso entramado que encarnó esa reaparición: “Recién ahora me cae la ficha porque realmente en ese momento ni me hubiese imaginado. Mi viejo entra en coma y él me dice ‘no, porque vos no podés estar sola, yo me voy a quedar con vos’. De esa manera se fue instalando en mi casa. Yo me había enganchado con él en su momento. Se fue quedando en mi casa y me lo tomé bien, pensé que quería estar conmigo. Se quedó él y su hijo, que en ese momento tenía 4 años. Pasó el tiempo, se fue quedando, mi papá fallece y yo heredo una buena cantidad de dinero”.

María José asegura que era ella quien sostenía la economía del hogar, desde la casa, la vestimenta, alimentos, servicios e incluso se encargaba de acompañar al niño en su ingreso y egreso diario a la escuela. “Él se aprovechó en ese momento. Yo había heredado dinero y con un poco me compré un terreno, que es hoy en día donde está mi casa. Empecé a hacer mi proyecto cuando estaba con él. Era como un proyecto de familia”.

Sin embargo, la asimetría se hacía cada vez más visible en la relación, por lo que ella intentó reordenar las reglas que hacían a la convivencia: “Y empezamos a tener discusiones porque yo le decía, si necesitás dinero yo te doy, poné un emprendimiento, hacé algo -le digo- porque no podés estar todo el día en el gimnasio o tomando sol. Él trabaja dos o tres horas en el Parque del Conocimiento por la mañana y el resto del día está en el gimnasio, caminando o corriendo, vive para su cuerpo, el brillar y parecer”.

En ese sentido, remarcó: “A mí se me estaba haciendo pesado con una criatura, más todos los gastos a costa mía. Yo quería empezar el proyecto de mi casa. Después pasó un tiempo, yo estaba en pleno luto, mi papá ya no estaba y no tengo mamá, me quedé sola en la vida y fue como que empecé a fingir demencia en un montón de aspectos”.

Estando sola y en estado de vulnerabilidad, comenzó a emerger un verdadero tormento: “Un día me doy cuenta, voy a pagar el alquiler y me dice el dueño del departamento que me faltaba dinero. Voy a pagar a mi ingeniero y sucede lo mismo. Yo trabajo en la yerba mate, tengo hoja verde. Y en ese momento empecé a desconfiar de la chica que trabajaba en casa, hasta el día de hoy me siento mal por eso”.

“Pasó el tiempo y empecé a notar que Bruno afrontaba gastos con amigos y había dinero que de repente no existía. Ahí se me prendió la lamparita de que el vago me estaba robando. Cuando fallece mi papá yo me hago cargo de la empresa, es decir que yo tenía una tarjeta de débito yerbatera donde ingresaba todo el dinero. Él me sacaba la tarjeta de débito y yo no sabía cuánto me tenía que ingresar porque no tenía ni idea, fue un año entero de ocupar mi tarjeta de débito, de robarme los dólares que me había dejado mi papá, hasta que yo empecé a encuadrar todo y ese fue el día que le digo, te tenés que ir, vos me estás robando”, repasó.

Fue en ese momento que la violencia en todas sus formas comenzó a hacerse cada vez más evidente. “Entonces él me empieza a insultar y yo no me quedé callada. Le dije de todo, que era un ladrón, que era un vividor, entonces viene y me caga a trompadas”, recordó y remató con énfasis: “Pero me caga a trompadas”.

Fragmento de la primera denuncia presentaba

Comienzan las denuncias

Luego de los golpes recibidos, la joven decidió acudir al padre de Bruno para contar lo que había pasado, fue a la Policía, realizó la denuncia y obtuvo un botón antipánico. Previamente, el agresor sostuvo en sus brazos a la perra que compartían juntos y le advirtió: “Si vos me dejás yo le voy a tirar a la perra por la ventana”.

Y según su relato, la pesadilla parecía no tener final: “A los meses veo que el vago pasa por mi casa, yo le estaba paseando a mi perra y presiono el botón antipánico, llamo a la Policía, pero me dicen ‘no le sacaste una foto, no le hiciste un video, entonces no te podemos tomar la denuncia’”.

Sobre ese momento, recordó: “Me sentí totalmente desprotegida porque yo andaba por la vida tranquila, tenía un botón antipánico. Hoy no salgo más de mi casa, realmente durante estos seis meses no salí más de mi casa porque sabía que nadie me estaba protegiendo”.

Y continuó: “Después pasó el tiempo y me lo empiezo a encontrar en lugares, me saludaba como si nada. Un día le dije, no das más de cara dura. En noviembre del año pasado venció su orden de restricción. La denuncia fue hace un año y medio. Ahora hace un año que venció la orden de restricción, entonces el vago durante todo este año, además de pasar por mi casa, porque yo a mi perra la paseo cuatro veces al día y siempre lo veía pasar como para ver qué estaba haciendo, con quién estaba”.

Pero el hombre no solo deambulaba por su casa, sino que la contactaba telefónicamente: “Antes de esto me llamaba y me decía que estaba enfermo, que le estaban por hacer diálisis por todo el anabólico que se tomó, que se iba a morir, que yo le ayude. Yo como una imbécil fui, le acompañé dos veces al doctor a comienzos de este año”.

Sobre lo que aclaró: “Fueron dos veces que le acompañé al médico porque me llamó llorando y después me llamó tres veces diciendo que se iba a suicidar. En la tercera le dije, yo no puedo ni conmigo, voy a poder con vos. Hacete ver, resolvete hermano, yo estoy yendo a terapia. Estuve encerrada mucho tiempo, llorando, hecha mierda, le digo: yo no te puedo ayudar. Punto. Ahí cortamos relación”.

Sin embargo, el control, la persecución y los cruces frente a su domicilio a altas horas de la noche o de la madrugada continuaron hasta la semana pasada, con escenas de celos cuando observó vehículos “extraños” frente a la casa.

“El jueves antepasado hice una reunión acá con amigos, comimos un asado y esto lo vi en la cámara el otro día. Mi amigo, mi último amigo se fue a las 5.55 y a las 5.56 recibo un mensaje de él. El primero fue eliminado. Después de eso era torrencialmente una lluvia de puteadas. Que vos sos una trola, que ya sé que andas con un pelotudo que tiene un Corola, que te voy a prender fuego la casa, que si te encuentro te voy a romper la nariz, te voy a tirar algo por la cabeza, porque vos sos una reverenda puta”, recordó María José, entre otros insultos recibidos.

Y sumó: “También me dijo ‘ahora me vas a ver más de seguido porque ahora tengo una novia que vive en la esquina de tu casa’ que es mentira, me está vigilando”.

Capturas de chats entre Bruno y María

Presunta complicidad

María acudió al padre de Bruno, a su hermano y a su mejor amigo para alertar sobre la situación e intentar “frenarlo”, lo que fue posible, pero sólo temporalmente.

“Cuando hice la primera denuncia fui a hablar con el juez. Después me entero que Bruno estaba del otro lado de la puerta escuchando y que estaba todo arreglado. Que él no va a caer preso nunca porque tiene contactos”.

“No voy más a la Policía porque no me ayudan, si lo hacen me dan un botón antipánico, pero tampoco sirve si yo no hago nada. El sábado yo estaba esperando a alguien a las 13.30, le abrí el portón y cuando salgo veo que el vago estaba parado en la esquina mirando, parecía un enfermo mental. Tuve tanto miedo que la panza casi se me mueve de la taquicardia. Me quedé helada. Dije, este me va a matar”, relató con temor.

Y lamentó: “Hace un año que tengo miedo. Hace un año que dejé de salir a los bares, dejé de hacer un montón de cosas porque tengo miedo porque sé que a mí nadie me cuida. Hay días que a las 5 de la mañana está afuera. Y así todo el día. Si un día vienen mis amigos y cambiaron el auto, él es capaz de reventarle el auto… Y si decido hacer mi vida le va a matar al tipo… El nivel de manipulación y enfermedad que tiene ese chico nadie está tomando en serio y es un chico que anda por la vida cagándose a trompadas con todo el mundo. Se que muchas de las denuncias son del hermano de su mamá”.

La primera denuncia por violencia familiar fue radicada el 28 de mayo de 2024 en la comisaría Cuarta, en tanto, la segunda fue por amenazas y cuenta con el asesoramiento y acompañamiento del letrado Maximiliano Medina.

 

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Buscan a dos mujeres desaparecidas hace varios días en Alem

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mujeres desaparecidas alem

La Policía de Misiones encabeza una intensa búsqueda de una adolescente y una mujer que fueron reportadas como desaparecidas desde hace varios en la ciudad de Leandro N. Alem.

Según indicaron, sos casos diferentes y que, en principio, no tendrían relación entre ambos. La mayor de las mujeres buscadas fue identificada como Teresa María Dos Santos (48), mientras que la adolescente se trata de Dana Jazmín Vázquez (14).

Respecto a Dos Santos, la Policía informó que la mujer reside en el barrio Lopaczek, de donde se ausentó el 30 de noviembre y hasta el momento no regresó.

Ante su ausencia prolongada, su hermana Roselin (55) decidió radicar la denuncia correspondiente por desaparición en la comisaría Primera de Alem. La mujer fue descrita como “de contextura robusta, 1,65 metros de altura aproximada, tez morena y cabello largo castaño claro”.

La adolescente, por su parte, fue vista por última vez el lunes a la tarde, cuando salió de su casa ubicada sobre calle Glazel.

Según indicaron, esa tarde la muchacha salió de su hogar para vender masas dulces en la ciudad, pero nunca más regresó.

“La joven vestía una campera azul con franja roja en las mangas, top beige, pantalón tipo babucha negro y zapatillas negras. Es de contextura delgada, tez morena, 1,60 metros de altura aproximada, cabello ondulado color castaño oscuro a la altura de los hombros y ojos marrones”, detalló la fuerza provincial.

Para ambos casos la Policía despliega un amplio operativo de búsqueda del que participan agentes de diferentes dependencias de la Unidad Regional VI.

De igual manera, solicitan ayuda de la comunidad y ante cualquier información que se tenga sobre el paradero de las chicas desaparecidas ruegan comunicarse con el 911 o bien dirigirse a la comisaría más cercana.

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