Judiciales
Elevaron a juicio la causa por el femicidio de Diniz Rabela en una aldea mbya

El Juzgado de Instrucción Tres de San Vicente dispuso la elevación a juicio de la causa por el femicidio de María Solange Diniz Rabela (22), la joven asesinada e incinerada dentro de la comunidad mbya guaraní Tarumá Poty de San Vicente, en abril de 2020. El cacique Marcelo Núñez (38) enfrentará a una acusación que podría significarle una pena de prisión perpetua.
La resolución del magistrado Gerardo Casco fue firmada el 20 de octubre, tras el requerimiento formulado por el fiscal Rodolfo Cáceres y el expediente fue remitido al Tribunal Penal Uno de Oberá, cuyas autoridades ahora deberán programar una fecha para la realización del debate oral que esclarecerá el hecho y determinará la responsabilidad penal del único acusado.
De acuerdo a lo consignado por fuentes consultadas por La Voz de Misiones, la resolución establece que el cacique Núñez, también conocido como Claudio, deberá ser juzgado como presunto autor del delito de “homicidio agravado por femicidio”, figura que prevé una pena de prisión perpetua en caso de ser hallado culpable.
Entre los elementos de prueba tenidos en cuenta contra el imputado se registran declaraciones testimoniales que mencionaron antecedentes de violencia de género en la pareja y otras que desestimaron por completo la coartada expuesta por el cacique al señalar que decidió cremar los restos de Diniz Rabela como protocolo de la comunidad ante fallecimientos por enfermedad, en ese caso, por supuesto covid.
Horror en la aldea
El femicidio de Diniz Rabela se descubrió entre la tarde del 16 y la madrugada del 17 de abril, dentro de la comunidad mbya guaraní Tarumá Poty, ubicada a unos 30 kilómetros del casco urbano de la localidad de San Vicente.
La joven, que no era originaria y era madre de dos niños producto de una relación anterior, estaba en pareja con el cacique Claudio y hace unos siete meses había decidido mudarse a la comunidad, donde residían otros 20 miembros.
Hasta allí llegó la Policía luego de varios pedidos de ayuda por parte de los familiares de la víctima, quienes sabían que la muchacha se encontraba sin vida desde el domingo de Pascuas (12 de abril), pero desconocían en qué circunstancias se produjo el deceso, al tiempo que desconfiaban del cacique por recientes antecedentes de maltrato hacia Diniz Rabela.
A partir de ese momento se inició una investigación que terminó develando una sombría trama detrás de la muerte de la joven.
El cacique Claudio quedó inmediatamente bajo la lupa y ante las preguntas de los investigadores trazó una curiosa coartada utilizando la pandemia como pretexto. Es que el aseguró que la muchacha falleció por Covid y que por recomendación de los médicos que visitaban la comunidad decidió cremar y sepultar el cuerpo.
“Ella tuvo fiebre y tos, como se escucha en la radio. Hicieron una acusación sobre mí, pero yo jamás le haría mal a la gente de mi aldea. Murió de enfermedad”, se oyó decir al cacique en un audio enviado durante esos días de incertidumbre a un funcionario municipal dedicado a atender cuestiones mbya en la zona, al tiempo que sobre la incineración del cuerpo agregó: “Eso yo hice por orden del médico, él me dijo que habló con el jefe de la Policía y no se podía trasladar el cuerpo a ningún lado”.
Esa misma teoría el cacique Claudio la expandió dentro de la comunidad, aunque varios habitantes del lugar luego declararon y pusieron en jaque la versión del acusado al desmentir que la cremación de los cuerpos sea un procedimiento habitual en sus creencias.
Los médicos y visitantes habituales de la aldea también declararon posteriormente en la causa judicial y negaron haberle dado esas macabras instrucciones al cacique involucrado.
La investigación reconstruyó, en tanto, que el femicidio fue cometido ese domingo 12 de abril. Ese día el cacique incineró a su pareja y sepultó sus restos a unos 200 metros de la zona de viviendas.
Con esa información, los pesquisas recorrieron la comunidad, encontraron rastros de tierra removida y dieron con los restos óseos correspondientes a Diniz Rabela.

Los restos de la joven fueron sepultados a unos 200 metros de las viviendas de la comunidad.
Según describieron las fuentes en ese momento, el cuerpo estaba totalmente carbonizado, a excepción de una mano que aún presentaba vestigios de piel y otras extremidades superiores que al no ser consumidas por el fuego fueron sepultadas por el cacique.
Debido a la acción del fuego sobre el cadáver, la autopsia no pudo establecer la causal de muerte de la víctima, aunque todos los elementos recogidos hacen presumir que la joven padeció una muerte violenta previo a la incineración de sus restos.
Además, en la vivienda del cacique involucrado los pesquisas encontraron un serrucho y dos mantas con manchas de sangre.
Ante este panorama, Núñez quedó detenido y tiempo después fue procesado con la prisión preventiva.
Ahora, en las últimas semanas, el juzgado intervinientes dispuso la elevación a juicio del expediente y el cacique deberá enfrentar una dura acusación que puede significarle 35 años de prisión efectiva. El hombre permanece privado de su libertad en una celda de la Unidad Penal VII de Puerto Rico.

El cacique Marcelo Núñez está detenido en la Unidad Penal VII de Puerto Rico.
FOTO: El Territorio
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Fiscal opinó en contra de una apelación del intendente de Colonia Polana

Luego de que la defensa de Raúl Francisco Núñez, actual intendente de Colonia Polana, representada por Ángel Raúl Gauto, presentara un recurso de apelación que postergó una indagatoria fijada para el 19 de septiembre a las 10, un fiscal de la Cámara de Apelaciones en lo Penal y de Menores opinó en contra del recurso que pretende recusar al juez que instruye la causa.
Para esa fecha, Núñez fue citado a declarar por segunda vez en una causa que lo investiga por usurpación y amenazas contra los hermanos Germán y Julio Llanos, en cuyo expediente es señalado como el actor principal de la toma de 107 hectáreas en sucesión, a nombre de Julio César Llanos (padre), maniobra que había iniciado con un boleto de compraventa apócrifo fechado en el año 2013.
En el dictamen al que tuvo acceso La Voz de Misiones, el fiscal Andrés Poujade consideró que “corresponde rechazar el recurso de apelación interpuesto”, ya que, a su entender, “la recusación articulada carece de cualquier sustento, pues no se condice con los motivos dispuestos por los arts. 48 y conc. de la ley XIV Nro. 13”.
Es que, en la última audiencia realizada el viernes antepasado, la defensa de Núñez había intentado apartar de la causa al juez Roberto Sena, lo cual la fiscalía consideró “jurídicamente inaceptable”.
“Tampoco puedo dejar de señalar la inexistencia del prejuzgamiento alegado, pues el señor juez de la instancia anterior ha juzgado conforme a la competencia constitucional y legal que reviste, una incidencia sometida a su jurisdicción, sin que la extinción del acto dispuesta por V.E. determine una situación conteste a la alegada por la parte recusante”, fundamentó en otro párrafo el fiscal Poujade.
Tras la opinión fiscal, ahora resta el análisis y posterior resolución por parte de los magistrados que integran la Cámara de Apelaciones en lo Penal y de Menores.
Una vez que ello suceda el juez Sena podrá reprogramar una fecha para avanzar con la indagatoria a Núñez, que asumió la intendencia de Colonia Polana tras el fallecimiento de su madre Antonia Medina en agosto.
Antecedentes
Según información relevada por este medio, Núñez carga sobre su espalda al menos una decena de expedientes, de los cuales dos involucran a los hermanos Llanos, contra quienes habría ejercido “amenazas y violación de propiedad”, según la denuncia.
En cuanto a los demás hechos, se observan al menos dos demandas laborales fechadas en 2011 y 2014, una denuncia por amenazas en 2024, una imputación por usurpación y amenazas ese mismo año y en 2025 fue imputado por daño, hurto y desobediencia judicial.
Polana
Una apelación postergó segunda indagatoria al intendente de Colonia Polana
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Gendarme quedó a un paso del juicio oral por el femicidio de Jésica Galeano

La Cámara de Apelaciones dictó una resolución que deja al ex gendarme Horacio Daniel Balbuena (37) a un paso de llegar a juicio oral por el femicidio de su pareja Jéssica Galeano (31), integrante de la misma fuerza federal y asesinada en su casa del barrio Cocomarola Este de Posadas en 2023.
La decisión de la Sala I del órgano de revisión judicial falló en contra de una apelación presentada por la defensa de Balbuena para contrarrestar el rechazo a un pedido de sobreseimiento que había sido firmado en primera instancia por el magistrado Miguel Mattos, encargado de instruir la investigación por el femicidio de la gendarme formoseña.
Con esta resolución, la Cámara de Apelaciones desestima el planteo defensivo y, en consecuencia, confirma todo lo actuado por el magistrado que dirige el Juzgado de Instrucción Siete de Posadas.
De esta manera, el expediente regresará a su juzgado de origen y Mattos tendría vía libre para poder avanzar en la elevación a juicio de la causa que tiene a Balbuena procesado por el delito de femicidio, figura que prevé una pena de prisión perpetua en caso de ser declarado responsable en un futuro debate oral.
No es la primera vez que Apelaciones falla en contra del imputado. Ya en 2023 debió analizar el procesamiento con prisión preventiva dictado en su contra y también avaló la decisión del juez Mattos. Lo mismo hizo ante otros planteos similares.
Inicialmente Balbuena fue alojado en la Unidad Penal VI de Posadas pero, tras la confirmación de su prisión preventiva, en febrero de 2024 fue trasladado desde a la Unidad Penal VIII de Cerro Azul, donde continúa detenido.

Jésica Galeano era formoseña y también integraba la GNA.
Femicidio
El hecho que se encuentra bajo investigación se registró el 12 de marzo de 2023 en el barrio Cocomarola Este de Posadas.
Esa mañana, la gendarme formoseña Jésica Galeano apareció sin vida y con una herida de arma de fuego en la cabeza en el asiento del acompañante de un Volkswagen Bora estacionado frente a su vivienda sobre la calle 55E.
En ese momento, su pareja, perteneciente a la misma fuerza, aunque en disponibilidad, aseguró que la mujer se suicidó luego de una discusión y quedó demorado preventivamente.
La posterior autopsia confirmó que la mujer murió a consecuencia de un disparo de calibre 9 milímetros en el cráneo y que el balazo tuvo un recorrido de derecha a izquierda. La gendarme era diestra.
Pericias posteriores además descartaron rastros de pólvora en las manos de la mujer, por lo cual se descartó que haya sido ella quien accionó el arma.
En paralelo, se estableció que el hombre tenía antecedentes por hechos de violencia de género.
FOTO PRINCIPAL: EL TERRITORIO

El caso se registró el 12 de marzo de 2023 en la casa de la pareja en el barrio Cocomarola Este.
Procesado por femicidio de la gendarme Galeano irá a la cárcel de Cerro Azul
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Femicidio de Medina: detenido admitió consumo de crack y no recuerda nada

El único detenido por el femicidio de la enfermera Elvira Irene Medina (61) declaró en audiencia indagatoria ante la Justicia y admitió que el día del hecho estaba consumiendo crack en la habitación de su casa, alegó desconocer qué pudo haber sucedido con la víctima y afirmó no recordar cómo se produjeron los rasguños que presentaba en el cuello cuando la Policía irrumpió en el lugar.
La indagatoria se concretó ante el magistrado Martín Brites, titular del Juzgado de Instrucción Tres de Puerto Iguazú, instancia en la que el involucrado identificado como Andrés Darío Garcete (45) aceptó declarar y responder preguntas sobre el caso.
Según puedo averiguar La Voz de Misiones, en el comienzo de su relato Garcete admitió que el día del hecho (el viernes pasado) estuvo consumiendo crack en su habitación hasta que en determinado momento escuchó el ladrillo de los perros y supuso que podía ser Medina, aunque como no tiene trato con ella no la acompañó durante el proceso de curación de su padre y tampoco presenció el momento en que la mujer salió de la vivienda.
Luego recordó que cerca de las 22 del viernes vinieron los hijos de Medina preguntando por ella, pero él respondió que no sabía nada y lo mismo hizo cuando su propio hermano llegó con la Policía en búsqueda de la enfermera. Incluso, manifestó que ni siquiera sabía el nombre de la mujer.
De acuerdo a las fuentes, en un tramo de la declaración fue consultado sobre el origen de los rasguños o arañazaos que presentaba en el cuello, a lo que respondió “no me acuerdo”. También indicó que venía consumiendo crack de manera continúa desde el miércoles, a tal punto que ni siquiera había comido.
En la continuidad de su comparecencia, Garcete siguió respondiendo preguntas, pero se mantuvo en la misma postura: desligarse del crimen.
De igual manera, fue notificado de las pruebas que obran en su contra hasta el momento y fue imputado por el delito de femicidio, figura que prevé una pena de prisión perpetua.
Ahora el juzgado que dirige el magistrado Brites le tomará testimonio a los testigos del caso y aguardará la llegada de los informes periciales pendientes, principalmente lo referido al hisopado efectuado bajo las uñas de las víctimas para determinar si se halla material biológico que posteriormente pueda ser cotejado con el ADN del detenido.

Elvira Irene Medina trabajaba hace pocos meses como cuidadora del padre del sospechoso.
El caso
El femicidio de la enfermera Medina se descubrió el viernes a la noche, cuando la Policía salió a buscarla tras permanecer desaparecida desde las 15 de ese mismo y finalmente la encontró sin vida en un baldío contiguo a la vivienda de un adulto mayor al que cuidaba hace aproximadamente un mes.
Justamente, el hijo de ese paciente que Medina atendía es el hombre que ahora aparece como sospechoso. Cuando la Policía llegó a su casa Garcete se mostró nervioso, reticente y exhibía rasguños tanto en la cara como en el cuello.
Dentro de la vivienda más tarde encontraron pelos, un bolso con elementos de primeros auxilios y un trofeo de fútbol con manchas que podrían ser de sangre. Todo fue incautado, al igual que un escurridor y varios trapos de piso ante la posibilidad de que el lugar haya sido limpiado antes de la llegada de la Policía.
La búsqueda de Medina se inició cuando una de sus hijas se preocupó por su paradero. Es que la mujer salió de su casa a las 15 del viernes con destino a su trabajo en el barrio Villa Nueva, pero nunca regresó ni respondió llamadas o mensajes de texto.
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