Antes del inicio de un nuevo ciclo lectivo, la militancia del Movimiento Evita Misiones se puso en marcha para acompañar con diversas actividades, en su aprendizaje escolar a los niños, niñas y adolescentes de numerosos barrios populares.

Si bien la organización se ocupa de esta tarea durante todo el año en merenderos que todavía puede sostener, ahora, debido a la demanda, comenzaron este mes las clases de apoyo escolar en diferentes días y horarios, a cargo de Romina Egert, Érika González, Valentina Giménez y Beatriz Kunz, entre otras militantes, en barriadas de Posadas, como la de Itá Verá, las chacras 141; 246, 201 y Cruz del Sur, entre otras, a las que concurren alumnos del nivel primario y secundario, y donde además hay juegos, dibujos, lectura de cuentos y les brindan una rica merienda.

Además, este año sumaron en el aprendizaje de unos 30 chicos y adolescentes del Hogar de Día que depende de la Subsecretaría de Atención Integral de Niñez, Adolescencia y Familia, a cargo de Marlene Abrile, y tiene a Sabrina Benítez, como jefa del Departamento de Desarrollo Social del Hogar, que está bajo la órbita del Ministerio de Prevención de Adicciones y Control de Drogas.

También está previsto que un estudiante del Profesorado de Educación Física, se ocupe de enseñar deporte en los barrios.

Clases de Apoyo Escolar en barrios populares realizadas por el Movimiento Evita.

“Aportar a la educación de nuestros chicos y chicas”

“La educación es un derecho fundamental, y trabajamos comprometidas en garantizar que nuestros chicos tengan acceso a la escolaridad. Con las clases de apoyo escolar, buscamos aportar, acompañar a los alumnos y alumnas cuando tienen que hacer las tareas. Vimos la necesidad y nos organizamos junto con nuestro secretario general, Martín Sereno (Evita y Tierra, Tierra y Trabajo) y decidimos arrancar, porque en nuestras recorridas vemos la demanda que existe en los barrios donde militamos territorialmente. La respuesta de la gurisada fue inmediata, disfrutan de las clases, y entre juegos y risas incorporan lo que enseñamos, o refuerzan lo aprendido en la escuela”, expresó Romina Egert, una de las capacitadoras.

Agregó que junto a sus compañeras militan convencidas de que las infancias contenidas dentro del sistema educativo tienen mayores herramientas para transformar sus vidas.

“Desde nuestro espacio político tratamos de sumar un granito de arena, no sólo con los chicos, sino también con los adultos que los rodean. Es una alegría llegar a los barrios y ser recibidos por madres agradecidas porque estamos presentes en estos días difíciles dónde todo cuesta tanto. En muchos casos son padres que trabajan o deben salir a changuear durante horas, y no tienen tiempo de dedicarse con sus hijos a las tareas de la escuela”, reflexionó Romina.

El Hogar de Día de Posadas, otro ámbito para el desarrollo de las clases.

Espacios de aprendizaje que organizan a la comunidad

Erika González es una joven estudiante de Comunicación Social de la Universidad Pública, milita en el Movimiento Evita y colabora en las clases de apoyo escolar en su propio barrio, el Itá Verá y en el Hogar de Día de Posadas.

“Este espacio nos permite compartir conocimientos y al mismo tiempo, aprender de las vivencias de las chicas y chicos, en los que vemos que cada clase es una experiencia nueva. Estoy muy contenta por contribuir en su desarrollo, y de ver cómo avanzan con entusiasmo en su aprendizaje”, señaló.

Mientras que Beatriz Kunz, que también aporta su experiencia en las clases de apoyo escolar en los barrios populares, considera que estos espacios no son sólo lugares para que los chicos aprendan, también son la oportunidad de organizar a la comunidad desde las bases.

“Las vecinas nos abren las puertas de sus casas con el corazón, sabiendo que la educación es un derecho que garantiza un crecimiento a sus hijos e hijas. Vemos a pibes y pibes de todas las edades con ganas de aprender, de empoderarse y de soñar con un futuro distinto”, dijo la militante del Evita.

Pero además de colaborar con su aprendizaje, “estamos enseñando con la práctica, la fortaleza, la solidaridad de nuestro pueblo, porque sabemos que una comunidad organizada puede cambiar las adversidades. En cada clase, en cada alumno que se suma, estamos un paso más cerca de un mejor vivir para todos y todas. Con nuestra tarea tratamos de ser fieles al compromiso de Evita cuando decía que donde hay necesidad, nace un derecho, y seguiremos luchando hasta lograr que esa gran verdad sea una realidad”, afirmó Beatriz.

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